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Revista de GeoGRafía espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictaduraTHE PLACED MEMORY: THE PROCESS OF MEMORIALIZATION AND PLACE IN POST- DICTATORSHIP.
Gabriela Raposo QuintanaFacultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de ChileE-mail: [email protected] Resumen
Este texto expone y discute temáticas y conceptos útiles a la comprensión del proceso de me-
morialización en Chile, tanto aquel impulsado desde el Estado como aquellos que nacen desde
su oposición. Paralelamente se realiza una bajada práctica a partir de la exposición de un caso de
estudio –Villa Francia– haciéndolo dialogar con los principales tópicos que hoy en día se trabajan
desde los estudios de las memorias post-dictadura. Uno de los aspectos centrales que se aborda
es la relación entre espacialidad y memoria, como resultado de las expresiones materiales y sim-
bólicas que ha conllevado el proceso de memorialización. Ejemplificado en Villa Francia, se expone
como se da esta relación en una comunidad que disiente de los contenidos y expresiones de la
memoria oficial. Para la incorporación del caso se ha recurrido a información obtenida a partir de
entrevistas en profundidad, observación de campo y recopilación de imágenes fotográficas1.
Palabras Clave: Memorialización, dictadura militar, geografía cultural, lugaridad, Villa Francia
Abstract
This text presents and discusses topics and concepts to comprehend the process of memorialization
in Chile, considering both the state- driven as others born in its opposition. In parallel, it is
developed a study case in Villa Francia, confronting it with the principal topics that nowadays are
used in studies of post- dictatorship memories. One of the fundamental aspects in this text is the
1 Este documento corresponde a una actualización de una sección de un capítulo de la tesis doctoral de la autora, titulada Muerte y lugar: Territorios de olvido, memoria y resistencia. Villa Francia, huellas de la dictadura militar 1973-2011, del Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos, Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, Pontificia Universidad Católica de Chile, defendida en abril del 2012.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 relationship between spatiality and memory, as a result of the material and symbolic expressions of the memorialization process. In the Villa Francia example, it is argued how this relationship is done in a community that is opposed to the official contents and expressions. For the incorporation of the case, it has been used in- depth interviews, fieldwork observation and photography collection.
Key Words: Memorialization, military dictatorship, cultural geography, place, Villa Francia En las últimas tres décadas ha ocurrido un cambio de las periodistas y me dijo que pucha por qué en las formas de relación de las sociedades con su no lo hacía, y yo lo único que quería era acor- pasado, lo que Nora (2002) denomina "la era de la darme porque como uno tiene un bloqueo por conmemoración" y, Jelin (2002), citando a Huyssen, todas las cosas vividas cuando chico, bueno y llama una "cultura de la memoria" (ver también García, ahí lo único que yo quería era acordarme de la 2009). Esto se ha traducido en una proliferación de cara de mi papá… si no veía fotos no me acor- trabajos desarrollados bajo el alero de disciplinas daba, o sea no podiai cerrar los ojos y acordarme tales como el arte, la sociología, la antropología, de la cara de mi papá, y tampoco me acordaba mucho de momentos con él y, los que si los sa- la psicología social y particularmente la historia. bia y los podía contar, generalmente era porque En esta última, la validación de la experiencia en alguien te lo había contado cuando chico, o lo el campo académico se realiza de modo paralelo había escuchado y tú los asumiai como de ha- al giro subjetivo de los estudios culturales (Sarlo, berlos vivido pero no… hay como un quiebre 2005), cuestión que ha tenido particular interés en ahí, que tu no sabi si es tu propia memoria o la el ámbito de la historia local y, en el reconocimiento que has ido reconstruyendo a través de los rela- de las obras testimoniales como herramientas de tos o de las historias de las demás gentes… revaloración del pasado (Cossalter, 2008). Por otra Fragmento de entrevista a Pablo Villagra (37), junio del 2007.
parte, la presencia permanente de la memoria en los distintos ámbitos de la cultura ha tenido Bajo el lente de la geografía cultural, el texto que implicancias en múltiples niveles, entre ellos la aquí se presenta explora en el proceso de memoria- configuración de diversos escenarios políticos lización dentro del marco de los estudios vinculados (Cossalter, 2008) y la confrontación de distintos a los derechos humanos y los pasados traumáticos. grupos y comunidades que conmemoran (Raposo, Para lo anterior se establece un diálogo práctico e 2012). Esto ha producido que la memoria colectiva ilustrativo que da cuenta de la situación particular rompa y complejice la experiencia del tiempo, de Villa Francia, población ubicada en la ciudad de a la vez que también fragmenta y diversifica sus Santiago que fue duramente golpeada durante la potenciales manifestaciones en el espacio.
dictadura militar. Esta población también es recono- …yo tengo un bloqueo de la época cuando chi- cida por su lucha política en ese mismo período y co, hasta como los 10 años, yo tenía súper pocos hasta hoy en día, siendo considerada emblema de recuerdos de cuando chico, y un día haciendo resistencia contra el Estado, en particular en eventos esas tonteras que uno hace, a una amiga se le asociados a su propio proceso de memorialización, ocurrió que fuera a un programa de televisión el cual disiente de aquel impulsado desde la institu- que se llama regresiones, y yo era amigo de una La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana El diálogo con el caso de estudio se hace efectivo en Villa Francia (Raposo, 2009). Finalmente, el diálo- en el texto a partir de tres instancias: Primeramente go también se realiza a partir de los insertos de las en el cuerpo del documento, en el entendido que la entrevistas realizadas a personas de Villa Francia que información recopilada a partir del trabajo de cam- participan en la consolidación de un proceso de me- po ha alimentado la comprensión y profundización morialización propio. Estas entrevistas (en cuadros de conceptos y temáticas asociadas al proceso de grises), similarmente a la presentación de las foto- memorialización. En segunda instancia a través de grafías, pueden leerse de manera complementaria al las fotografías, ya que ellas constituyen un discurso cuerpo del documento, enriqueciéndolo.
propio, dando cuenta de la expresión de la memoria Traer a la memoria Los estudios abocados a la memoria, circunscriben De acuerdo a Todorov, la memoria –en tanto repre- el uso de esta noción a la elaboración seleccionada y sentación del pasado– sería una de las característi- significada de recuerdos, cuyo eje de inicio es la ex- cas constitutivas de la identidad, tanto individual periencia siempre emocional y subjetiva. Se trata de como colectiva. Esta identificación común con el una construcción permanente, que funciona dentro pasado permitiría generar el sentido de pertenencia de los marcos del lenguaje, el tiempo y el espacio, al grupo, obteniendo el reconocimiento por parte los cuales ayudan a definir y delinear los recuerdos de éste (2000:51). En otras palabras, la memoria sería (Nora, 2002 y 1996; Hartog & Revel, 2001; Jelin, 2007; uno de los elementos esenciales para que esa iden- Candau, 2002; FLACSO 2007b; Aguiluz, 2004). En este tidad pueda estructurarse. Así, las prácticas sociales sentido, la memoria se presenta como un proceso y a través de las cuales se reconstruye el pasado son práctica social, a partir de la cual el pasado es elabo- necesarias no sólo para el proceso de memorializa- rado y recreado, y en algunos casos, éste se traduce ción, sino que también para la cohesión del grupo y en marcas materiales y simbólicas distinguibles en para la mantención de su identitario colectivo. Res- el territorio (Milos, 2000:37; Garcés & Leiva, 2005:19; pecto de las prácticas sociales –también expresadas Le Goff, 1991:131-132, entre otros). Burke, haciendo como rituales–, ellas "rememoran el pasado, consti- referencia al trabajo de Maurice Halbwachs, señala la tuyen recuerdos, pero también tratan de imponer importancia de la colectividad, ya que los individuos determinadas interpretaciones del pasado, moldear tenderían a identificarse "con los acontecimien- la memoria y, por tanto, construir la identidad social. tos públicos importantes para su grupo" (2000:67), Se trata de representaciones colectivas en todos incluso si no han tenido la experiencia directa, la los sentidos" (Salazar, 2000:71). Bajo este escenario, temporalidad de ésta se complejiza y abre, re-cons- la memoria colectiva es igualmente una memoria truyendo un pasado de manera grupal, alero bajo el ideologizada. De acuerdo a Erice, ella depende de las cual los individuos se identifican. La búsqueda de la políticas de la memoria promovida por los estados, identidad es una de las actividades fundamentales de las pugnas de poder, de las prácticas de control de los individuos y grupos sociales, ella se constru- del pasado, de la invención de tradiciones y movimien- ye en el cruce de relaciones entre el individuo, su tos de rebeldía social, entre otros (Figura 1). En este medio social y cultural, y su grupo (Le Goff, 1991 y marco, la memoria es una fuente política con diver- Gaulejac, 1999).
sas visiones del pasado, en la que se ven reflejadas y


Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 reproducidas las distintas relaciones de poder que se levantar un culto a la memoria, donde su inmoviliza- disputan la hegemonía ( Erice, 2006:365). Las prácti- ción por un lado la sacralizaría, pero por otra parte, cas resultantes de estas relaciones, en tanto formas también la tornaría estéril (inútil). Es lo que Salazar de reconstrucción de la memoria, son las que se pre- ha llamado una "revivencia contemplativa y estética sentan como marcas –permanentes o temporales– del pasado, […] Que puede devenir en una efemé- en el territorio.
ride obsesiva, sobrecargada de ritos y simbolismos, Los objetos de memorialización son el resultado de pero sin salida al futuro" (2003:252). Respecto de la una reconstrucción del recuerdo, los cuales pueden memoria ejemplar –también denominada justi- reafirmar y modelar las distintas identidades grupa- cia–, ésta trataría de la apertura del recuerdo, desde les. De acuerdo a Garcés y Leiva son las sociedades donde se extraen lecciones y se proyectan hacia las "las que se interrogan sobre su pasado, constituyen- esferas públicas. Este recuerdo se construiría y mo- do ‘memorias' que se disputan por el modo de narrar vilizaría como acción hacia el presente, es decir, el lo vivido e influir de esta manera sobre la ‘conciencia pasado sería utilizado con vistas al presente (Todorov, histórica' de una sociedad" (2005:14). Surgen así me- 2000:29-33). La primera se trataría por tanto de una morias e historias oficiales, las que como contrapun- memoria intransferible, en tanto que la segunda to son cuestionadas por las memorias reivindicativas y por las historias locales, en muchos casos en un afán por el poder y por sobrevivir (Le Goff, 1991). Se trataría, en estos casos de memorias críticas, no neutrales ni pasivas frente al recuerdo o frente a los acontecimientos pasados, son experiencias signifi-cadas que se pueden traducir por ejemplo, en po-sicionamientos políticos o en proyectos sociales. Pa-rafraseando a Richard estas memorias resurgen en el presente, haciendo "vibrar la simbólica del recuerdo en toda su potencialidad crítica de reconstrucción y deconstrucción de las narrativas en curso" (2006:11). De esta manera, se conecta de forma permanente en el proceso de memorialización, un pasado que constantemente es recreado y proyectado en los nuevos discursos.
Procurando establecer una distinción entre los "bue-nos o malos" usos del pasado traumático, la memo- Figura 1. Cartel anunciando la decisión de realizar el acto ria es abordada por Todorov, desde dos formas de conmemorativo del día 29 de marzo del 2010. El con- recuperación de los acontecimientos vividos, distin- tenido del texto nace como respuesta a los dichos por guiendo entre una "memoria literal" y otra "memoria parte de la institucionalidad en días previos: "Esperamos sinceramente que tengamos un día tranquilo, que la ejemplar". La primera estaría asociada a la noción de gente que está trabajando pueda volver a su casa con memoria (a secas) y el acontecimiento sería recorda- tranquilidad, con paz y no se vea expuesta a ser víctima do sólo en sí mismo, no existiría el procesamiento de bombas incendiarias, de susto, de temor, de apedrea- del dolor, y en este marco, el presente siempre esta- mientos, especialmente este año" Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, Radio Cooperativa, 28 de marzo 2010.
ría sometido a ese evento pasado. Para el autor, sería Fotografía propia, marzo del 2010.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana conllevaría un alto nivel de abstracción (Silvestre, que a lo largo del tiempo, cada nueva generación 2002), lo que posibilitaría su representación (ej. el recibe y explica de manera distinta los elementos monumento). No es coincidencia, por tanto, que que conforman la ciudad, y que se expresan como las memorias disidentes de aquella impulsada por persistencias en el espacio. Entre ellas, los monu- el estado, tengan justamente el reclamo de justicia, mentos representan los signos físicos del pasado, ya como la primera motivación de su existencia.
que aún cuando haya pérdida de significado, lo que permanece es la forma. De allí que resulte de interés, [Refiriéndose al Monumento Memorial de Villa Francia] Lo que me dice mi papá es que son dentro del contexto de este texto, reconocer que figuras, figuras no precisas de personas, y que la memoria no puede mostrarse y comprenderse peleaban porque unos querían que llevaran los como un discurso estático. De modo similar, tam- nombres, otros no […] un monumento que se poco su expresión material y de lugaridad puede supone que iba a ser algo grandioso, que iba a circunscribirse sólo a los monumentos y memoriales incorporar a toda la gente, incluso a los anóni- avalados y apropiados por el Estado, que cumplen el mos, estaban peleándose como el puesto de rol de oficializar y promover un único y fijo discurso. los muertos…[…] ésta es la justicia de los mo- Ello, porque las expresiones de memorialización son numentos, es lo que canta el Illapu2 […] en lo que yo no estoy de acuerdo, porque nosotros comprendidas como una construcción permanente no es lo que queremos… es una forma de hacer que resulta de tantas diversas prácticas de conme- justicia de mi papá… que le pongan Hermanos moración, como posibles memorias y grupos huma- Vergara a una calle… yo le digo, mira eso pue- nos se distinguen.
de ser parte de la historia de más adelante, pero primero nosotros lo que tenemos que hacer es En el caso chileno, mucho se ha hablado de la muer- que los asesinos que mataron a mis hermanos, te y el horror como un hecho nacional, más aún del que mataron a tanta gente, ellos tienen que ser dolor, sin embargo, no existe una unívoca visión que juzgados […] Entonces a mí no me importa el oficialice estos hechos y sentimientos, y los plasme monumento, no me interesa, menos si está en- en la memoria. Los actos de memoria –como relatos suciado con tantas peleas… de víctimas y testigos–, han sido un requerimiento Fragmento de entrevista a Ana Vergara (38 años), a la necesidad de ser escuchado, de recordar el gri- mayo del 2007.
to de quien lo emite, de visibilizar lo acontecido, de Lo personal e íntimo puede expresarse como manifes- dejar de ser efímero, y hasta cierto punto, de perma- tación pública (Sarlo, 2005:25), y bajo este contexto, nencia cuando el relato se materializa. Por otro lado, la ciudad resulta ser un buen escenario para presen- estos procesos de memorialización han forzado la tar las marcas que hacen evocar memorias indivi- revisión crítica de los hechos, el reconocimiento de duales y locales, que en muchos casos se forjan con éstos, su cuestionamiento y eventual requerimiento visiones antagónicas. En este contexto, la ciudad se de justicia. Ello, particularmente válido en los con- configura a partir de representaciones políticas, ya textos de democratización y del proyecto del "nun- sea que éstas se expresen en forma de monumen- ca más", impulsados internacionalmente dentro del tos o de la propia arquitectura, tradicionalmente re- marco de la promoción de los derechos humanos. sultante del poder hegemónico. Rossi (2004) resalta En la ciudad, el dolor puede aparecer como espa- 2 Illapu, "Vuelvo". Vuelvo, amor vuelvo. A saciar mi sed de ti. /Vuelvo, vida vuelvo, a vivir en ti país. /Bajo el rostro nuevo de cemento,/Vive el mismo pueblo de hace tiempo,/Esperando siguen los hambrientos, /Más justicia, menos monumentos. / Vuelvo, amor vuelvo. A saciar mi sed de ti. / Vuelvo, vida vuelvo, a vivir en ti país.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 cios de rabia y demostración de fuerza, tanto como barricadas y enfrentábamos a la policía con lo la muerte puede dar paso a espacios de vida. La poco que había, en ese tiempo no había tantas singularidad de los lugares que tienden a evocar armas, era muy poca la gente que tenía armas, el pasado se expresa y significa distintamente en la era la gente que militaba, así, nosotros con on- ciudad, así, la quietud de los monumentos memo- das, ahí aprendí a usar ondas, aprendimos a tirar riales contrasta con la insurgencia de la protesta ca- piedras de alguna forma. Las molotov tampoco llejera. Si no existieran estas diversas memorias, nos eran tan masivas, si aprendimos a hacer barrica- señala Burke (2000), sería difícil explicar la geografía das, si aprendimos a cerrar las calles, pero esa de la contestación y la protesta. En la ciudad, diversos era una escuela en que en muchos de los casos se hicieron no en lugares cerrados como se pue- grupos reivindican sus memorias y las vinculan a da pensar, sino también en la calle.
sitios específicos, marcando y significando lugares. Fragmentos del relato de Ana Vergara, 38 años, abril Un ejemplo de ello es el ejercicio de poder que se despliega al tomarse las calles del centro cívico de la ciudad, donde se golpea la puerta del Estado para En el libro "El orden de la memoria", el historiador hacer un reclamo. Otro distinto es el tomarse las ca- francés Jacques Le Goff (1991 [1977]) plantea que lles del propio sector donde se vive, en cuyo caso se existen períodos en los cuales es posible distinguir reivindica la resistencia frente al Estado, validando el entre sociedades de memoria básicamente oral, poder soberano que se tiene sobre sus propios te- a otras donde las transformaciones y transiciones rritorios. La memoria, bajo este escenario, más allá ocurridas, las hacen practicar una memoria esen- de sus vinculaciones morales y jurídicas, surge como cialmente escrita. Hay algunos aspectos interesantes un instrumento de uso público. Para Beatriz Sarlo de destacar. De acuerdo a este autor, el traspaso de (2005), el testimonio –entendido como acto de me- la memoria desde la oralidad hacia la escritura du- moria– se constituye en icono de verdad o en el recur- rante la antigüedad, se vinculó a una trasformación so más importante para la reconstrucción del pasado. profunda de la memoria colectiva, permitiendo que La inmediatez, la fuerza y la potencia del testimonio, ésta tuviese dos formas para desenvolverse: la con- abren la capacidad de escucha y movilizan los sen- memoración y el documento escrito. La conmemo- tidos, de tal manera que le permiten al otro distante ración involucraba la celebración a través de un mo- el acercamiento, no necesariamente motivado por numento o soporte material, en cuyo caso el autor un vínculo político, crítico y moral, sino que también habla de inscripción, señalando que "Estos ‘archivos solidario, por lo humano.
de piedra' [en referencia al material de la obra] aña-dían a la función de los archivos propiamente dichos [Haciendo referencia al período militar] Era nues- un carácter de publicidad que insistía, que apunta- tra población, nuestras calles, nuestras esquinas, ba a la ostentación y la durabilidad de esa memoria nuestros espacios, y que había que defender-los, defenderlos de la ocupación policial y de lo lapidaria y mormórea" (1991:138). El monumento que significaba en ese tiempo cuando llegaba de piedra, usualmente representación del poder la policía acá disparando, acá tenemos quince, hegemónico, representaría así a lo impenetrable e por lo menos quince muertos, entre muertos y irreductible, y por lo tanto, digno de lo soberano y detenidos desaparecidos, en un espacio territo- de ser representado (Navarro, 2002). Además de ello, rial bastante pequeño. Entonces la defensa de la los monumentos en este caso, reposarían en una población era una necesidad y también como memoria que trascendiendo lo material, petrificaría un deber, que nosotros sentíamos como un de- aquello que se está conmemorando, por la inmovi- ber sobretodo de todos los jóvenes. Hacíamos lidad del vaciamiento o transformación de su con-


La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana tenido. En este sentido, la permanencia de la piedra apropiación, significación y resignificación que ésta como monumento remite a la intencionalidad de evoque en distintos grupos, más allá del soporte repetir aquello que ha sido memorizado, cuestión material. Dentro de este marco, la escritura de un que no necesariamente ocurre con soportes más documento, por el contrario, gana en cualidades perecederos. Retomando a Le Goff, respecto de la pétreas si su autor posee toda la potestad (política, segunda forma de expresión de la memoria, el do- académica o legal) del contenido, como ocurre con cumento escrito estaría destinado sólo atendiendo las versiones oficiales de la memoria.
a dos funciones: por un lado informar, comunicar y La escritura conmemorativa –entendida como lo registrar a través del tiempo y del espacio; y por otro plantea Le Goff, es decir como documento escrito– lado asegurar "el pasaje de la esfera auditiva a la vi- no está, sin embargo, reservada sólo al papel. En el sual" (1991:139-140), permitiendo eventualmente la caso de las expresiones conmemorativas populares, revisión y rectificación de lo escrito, es decir de la ésta también se encuentra en otros soportes tales memoria3. Sin embargo, tomando distancia concep- como el lienzo, la muralla o el panfleto4. En estos ca- tual y temporal de los planteamientos de este au- sos resulta interesante la triple función que presenta tor, en la práctica conmemorativa de hoy en día, la la escritura, cumpliendo con aquella de la comuni- materialización de la memoria debiera distanciarse cación y el registro, de expresión material de memo- de las características del material que le da forma. La rialización, a la vez que se presenta como forma y conmemoración no siempre se sostendrá como una acontecimiento de la memoria. En el caso particular memoria lapidaria, en algunos casos la inscripción es de la muralla denominada "pizarrón", en Villa Francia, transitoria y frágil, y por otro lado, la permeabilidad ésta es la expresión facilitadora de la memoria y la de su contenido dependerá de las posibilidades de Figura 2. Vista posible hacia pizarrón, desde Yelcho con Av. 5 de Abril, a inicios de los ‘80. Propuesta representativa: Gabriela Raposo Quintana, representación: Leonardo Suárez Molina, 2010.
3 Resulta ilustrador recordar el borramiento de algunos nombres de detenidos desaparecidos desde el Monumento Memorial del Ce- menterio General, como rectificación de una memoria que había sido "engañada". La acción de reparación estuvo a cargo de la Agrupa-ción de Familiares de Detenidos Desaparecidos, y fue realizada en enero del año 2009.
4 En este caso no es la materialidad del panfleto –el papel– lo que lo caracteriza, sino que su cualidad de artefacto circulante.


Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 Figura 3. Rayado del pizarrón. Fotografía propia, 2009.
comunicación: por un lado su emplazamiento fijo causas conmemorativas. Para Le Goff, las memorias y soporte material invocan la idea de monumento; colectivas, son un reflejo de las esferas de poder de por otro lado, el contenido cambiante de la muralla las diversas fuerzas sociales, donde dominados y do- –el texto– la reafirma como documento y escritura minadores procuran apoderarse de la memoria y del olvido. En Chile, el golpe de estado de 1973, repre- La cualidad pública de la memoria hecha texto y senta un acontecimiento de ruptura social y políti- exteriorizada en los espacios de apropiación popu- ca, evidenciándose como un hecho provocador de lar, son reflejo de su construcción como proceso, memorias, a partir del cual, y haciendo uso de las pa- hablan de su transitoriedad y brevedad como una labras de Garcés y Leiva, "cada grupo social tenderá muestra opuesta al olvido, porque son fundamen- a reproducir las argumentaciones del tiempo de la talmente una causa en construcción, en donde la ruptura, a su modo, y a partir de las experiencias vivi- memoria reivindicativa se reformula constantemen- das y las significaciones construidas a partir de tales te. Es lo que ocurre, por ejemplo, durante parte de experiencias" (2005:15). Dentro del marco del desa- los eventos conmemorativos en Villa Francia, los rrollo de estas memorias, la apropiación popular de cuales se desarrollan en la calle, por medio de actos los sitios de memorialización y de los hechos a me- públicos. En el ámbito de la memoria popular, ésta morializar, empoderan por medio de la resistencia a se sostiene distanciándose de las posturas oficiales, grupos sociales marginales, en una suerte de lucha ya que tiende a la reivindicación de ‘otros' sujetos y contra el olvido, muchas veces consecuencia de la imposición de una memoria oficial.
La memoria desde el mito y lo sagrado La memoria, ya sea la oficial o aquella de apropia- lización de la memoria, lo que conllevaría al mismo ción popular, puede estar expuesta a abusos –como tiempo una pérdida de la experiencia histórica (Cos- indica Todorov– respecto del contenido de los re- salter, 2008), y de la significación bajo el cual se ori- cuerdos, de sus significaciones, e incluso también de ginaron y circunscribieron los objetos y sujetos de sus proyecciones como mecanismos controladores de una "realidad". De acuerdo a Rojas Mix (2006), la Por otra parte, el uso o abuso de la memoria, siguien- memoria puede hipertrofiarse, ya sea porque los ob- do con Rojas Mix, permitiría la consolidación de jetos y sujetos de memoria se tornan místicos, por memorias simbólicas, pudiendo ésta presentarse nostalgia de épocas pretéritas o proyectos sociales como proyectos sociales, políticos o religiosos. Así truncados, así como también, porque se ve expuesta también, aquello que es recordado podría convertir- a manipulaciones de índole política o socio-cultural. se en mito. Para Wunenburger, la herencia del mito En otras ocasiones puede ocurrir también una bana- –en su narración–, es sometida constantemente a La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Karina: Vieran los memoriales que les tenemos… Magali: Chuta… vamos a empezar… no sé, pero ¡los medios murales! Magali: Para mí no son memoriales, son figuras Karina: Por eso veís, que estén en un mural, o sea pintadas, nada más, que conmemoran algo sí… no es mejor ni es peor, pero si es bueno que estén Karina: Pero te hacen recordar a ellos, po'. Yo me pregunto, ¿un memorial tiene que ser necesaria- Magali: Pero no sé, como que a mí me da una mente una pared o una roca? [se refiere al monu- cuestión así… de murales no.
mento memorial de Villa Francia] Karina: A mí me gustan los murales. Son bonitos Magali: Para mí tampoco. O sea, que hagan esta po'. Además tienen historia, no es un mural por- cuestión, un memorial o que la roca que está en que alguien quiso pintarlo.
el cementerio, no.
Magali: Por eso te estoy diciendo que cada mural Karina: No po', un memorial también puede ser tiene su historia y tiene una fecha conmemorativa. un mural, porque también te está recordando a la De todos los murales que están atrás, por atrás y persona po', también te está dando cuenta de… por delante de los departamentos… pero no sé Magali: No sé, yo pienso que es recordarlo, dentro, pero para mí… igual es bacán hacer murales y no en el andar haciendo murales, andar poniendo unas estatuas o cosas raras, no.
Karina: Ya po', tienen su historia, a lo mejor me- Karina: Es que dentro de nosotros están.
morial no es un nombre indicado, pero, pero si es Magali: Por eso te digo.
bueno que estén ahí… yo me refiero al hecho de que están presentes, que no nos hemos olvidado Karina: Pero dentro de las personas que todavía de ellos a pesar de que estén muertos, que los ha- no son conscientes… yan matado… que a lo mejor mataron a la perso- Magali: De pintarlos no, de hacer lo que van a ha- na, pero no al ideal que tenían ellos, eso sigue, eso cer ahora… de ocho metros…no… Es un gasto está todavía.
Fragmento de entrevista a Magali (20) y Karina (18), Karina: ¿Y cómo tú andai con una polera del Che? mayo del 2007.
innovaciones, usualmente desmitificadoras que, sin sentido de dotar de significado simbólico a persona- embargo, la memoria en el proceso de recordación, jes, y esta "mitogénesis se explica fundamentalmen- vuelve a mitificar. Para este autor, el mito es una na- te por la percepción (consciente o inconsciente) de rración que tendría un valor de verdad, una función una coincidencia en algunos aspectos entre un in- y propiedad simbólica, y consistiría en la transmisión dividuo determinado y un estereotipo actual de un de "acciones y personajes […] cuya rememoración héroe o villano - gobernante, santo, bandido, bruja, –más o menos ritualizada– tiene valor ejemplar" etc. Esta coincidencia cautiva la imaginación de la (2008:82; ver también Levi-Strauss, 2007:9; Bajoit, gente y empiezan a circular historias sobre el indivi- 2003:88 y Eliade 2009:15). En esta misma línea, Burke duo" (2000:74-75).
señala que éste término puede ser empleado en el




Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 La representación del mito, también resultaría por go, este discurso no ocurre necesariamente porque tanto, de un intento por evitar el olvido generado la experiencia de "vivir allí" haya implicado su pre- por el paso del tiempo, y una forma de conservar sencia física. Más bien sucede que –alejándose del la huellas de lo que se quiere recordar (Ricoeur, en mito– difícilmente se podría cuestionar la presencia entrevista de Aranzuque, 1997). El origen del mito mística del Che Guevara en Villa Francia, así como el trascendería el mundo religioso y sagrado, y se im- empoderamiento hecho de su imagen, o incluso la pregnaría de lleno en los ámbitos cotidianos de los adscripción a su proyecto social. Esta apropiación distintos grupos humanos. En este escenario, el estu- hecha imagen, se configura también como el relato dio de los relatos míticos de una comunidad permite del mito hecho acción, lenguaje y comunicación: la comprender la forma en la cual ésta se constituye y marcación de su presencia.
organiza sus narrativas, ya que se trata de historias Por su parte, lo místico involucraría la experiencia que son compartidas y que se encuentran en cons- y expresión más contemplativa y espiritual, que le tante evolución (Wunenburger, 2008; Eliade, 2009). otorgaría un cierto sentido religioso a su figura, de Bajo este marco, la hipertrofia, por ejemplo, sería veneración y culto. De modo similar, también llama frecuente en la conformación de figuras de héroes, la atención –a partir del trabajo de campo realiza- y sólo a modo anecdótico se señala que entre algu- do–, la figura de Pablo Vergara Toledo en Villa Fran- nos niños-jóvenes de Villa Francia, existe la creencia cia5, quien es llamado "el maestro", "el buen maestro –en este caso, el mito– de que el Che Guevara es- revolucionario" o "el profeta de la revolución". Desde tuvo viviendo un tiempo allí (Figura 4). Sin embar- Figura 4. Fragmentos de murales en pasajes ubicados al interior de Villa Francia, con la figura del Che Guevara. En este caso presencia material y mística. Fotografías de Gerardo Anabalón, julio 2009.
5 Resulta necesario, para una mejor comprensión del texto, destacar aquí los nombres de algunos de los asesinados en Villa Francia que irán apareciendo, ya sea en la fotografías de muros, entrevistas, o bien en el cuerpo del relato: Tres de los detenidos desaparecidos: Enrique Segundo Toro Romero, trabajador de Ferrocarriles del Estado, de 28 años de edad al momento de su detención, militante del Partido Comunista, detenido desaparecido desde el 10 de julio de 1974. José Caupolicán Villagra Astudillo, obrero municipal de 40 años de edad al momento de su detención, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, detenido desaparecido desde el 14 de julio de 1974. Eduardo Enrique Lara Petrovic, mecánico Industrial de 35 años de edad al momento de su detención, militante del Partido Comunista, detenido desaparecido desde el 15 de julio de 1974. También algunos de los jóvenes asesinados: Rafael Mauricio Vergara Toledo, estudiante de 19 años de edad al momento de su muerte, el 29 de marzo de 1985, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Eduardo Antonio Vergara Toledo, estudiante de 19 años de edad al momento de su muerte, el 29 de marzo de 1985, mi-litante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Miguel Ángel Leal Díaz, fallecido a los 18 años de edad, el 5 de septiembre de 1986, La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana el punto de vista simbólico, Pablo Vergara se confi- través de la repetición y del rito aquello que es sig- gura, más que en un poblador cuyo ejemplo se po- nificativo del acontecimiento primordial. No se trata, dría seguir, en una suerte de sujeto sagrado, cauti- sin embargo, de conmemorar para recordarlo, sino vo y cautivante en la memoria de la comunidad de para reiterarlo, y en este sentido el acto de vivir el conmemora, el cual está encarnado en la experien- mito hace referencia a un proceso y continuidad del cia-existencia de Pablo Vergara (Figura 5).
tiempo que rompe con la cronología. En el ritual, el acontecimiento y los sujetos del mito son traídos al …o sea el Pablo sobre todo fue el maestro, por- presente y restituidos como eventos diacrónicos, así que dio su ejemplo de lucha. El Pablo era de el tiempo original se torna sagrado, ya que es a la vez esos que ayudaba a los cabros que nadie quería primordial e infinitamente recuperable.
ayudar, a los drogadictos, a los que estaban pa-rados en la esquina y al Pablo yo pienso que lo Ahí participan los clubes deportivos, hay una Es- veían como un profesor, algo súper fuerte. Aquí cuela de Fútbol donde estaban trabajando unos la gente al Pablo lo veía como un maestro, por- chicos, que se llamaba Escuela de Fútbol Patria que era el único que se paraba, que se paraba Libre, y las poleras eran con el Che, así los cabros en una esquina, con los cabros que nadie quería chicos… con rojo y negro.
estar, con los cabros que los tenían marginados, Fragmento de entrevista a Ana Vergara (38 años), con los "volaos", con los delincuentes. Entonces, mayo del 2007.
yo pienso que aquí a los Vergara, yo pienso que a los tres, los ven como… a ver cómo te digo… Lo sagrado también ha sido reconocido como un como los maestros, especialmente el Pablo, un elemento de la producción del espacio y de dife- renciación de los lugares. Los espacios sagrados, son Fragmento de entrevista a Magali (20 años), mayo del espacios donde lo sagrado se manifiesta, atribu- yéndoles significados que se asientan en la esfera De acuerdo a Eliade (2009), el mito es la narración de lo simbólico (De Coulanges, 1982; Tuan, 1983 y de una historia sagrada, en el sentido que ella revela Rosendahl, 20026). Se trataría de lugares que apor- el comienzo, es decir un acontecimiento fundacio- tan a la existencia primordial (del origen), como es- nal (primordial) que enmarca la forma en que algo pacios (con)sagrados y en este sentido son espacios ha llegado a ser como es. Éste se constituye en una religiosos (no teológicos). Ellos conservan y revelan historia verdadera no porque el acontecimiento una cualidad excepcional, distinta de aquella que haya ocurrido en realidad, sino porque se muestra forma parte de lo cotidiano (Eliade, 1996). Así deve- o devela como la manifestación de lo sagrado (lo lada, esta existencia construye espacios sagrados a que el autor denomina hierofanía, en Eliade, 1996). partir de mitos, símbolos y rituales, donde se reitera El tiempo de origen de lo acontecido es el tiempo el acontecimiento primordial y se invoca a la figura mítico, que se cimienta fundamentalmente en la ex- mítica, desempeñando un papel importante en la periencia de vivir el mito. Ésta, señala el autor (1996 memoria colectiva de un grupo social, a la vez que y 2009), es una experiencia religiosa en el sentido el lugar adquiere un sentido sagrado para sus miem- que se distancia de lo cotidiano, re-actualizando a bros (Rosendahl, 2002).
militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Luis Alberto Silva Jara, fallecido el 6 de octubre de 1988, a los 14 años, en el contexto de las celebraciones del triunfo del No, le habría llegado una bala disparada por carabineros. Pablo Orlando Vergara Toledo, fallecido el 5 de noviembre de 1988, a los 25 años de edad, en las cercanías de Temuco, su cuerpo fue encontrado junto al de Araceli Romo, ambos habrían sido detenidos y por carabineros y dinamitados en un montaje de atentado.
6 Los dos últimos autores fundamentan sus trabajos en los estudios realizados por el historiador Mircea Eliade.



Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 Figura 5. Fragmento de fotografía de un mural ubicado en Av. 5 de Abril con Luis Infante Cerda y fotografía de un lien-zo. Ambos en un acto en homenaje a Pablo Vergara el año 2005. Fotografías facilitadas por Cecilia González.
La posesión de estos mitos –historias fundacionales– tales como: Tú nos empujas con tu sangre y tu ejemplo, ha sido de gran importancia en lo político. La reite- Miguel Leal presente (en el pizarrón, 2008); En septiem- ración de las figuras míticas, y más aún, su nivelación bre todos somos Miguel (en el pizarrón, 2005); Muertos hacia quien ostenta el poder, ha sido utilizada histó- en manos de los que no escuchan, compañeros Pablo ricamente como mecanismo para consolidar y legi- y Araceli renacen victoriosos en la lucha! (muro, 2008), timar el dominio de quien ejerce ese poder (Rader, apelan a la ejemplaridad de estas figuras míticas, a la 2006). Ha ocurrido con la conservación de los huesos vez que las aproximan a los grupos que las inscriben de los santos (Kantorowitz, 1985), así como también como parte de sus prácticas rituales. En los conteni- con la apropiación de las figuras de los héroes. Sin dos de estas escrituras la muerte es el acontecimien- embargo, aquello que reviste especial interés, es to de origen, sin embargo, no es la reiteración de que los mitos fundamentan las conductas humanas ésta la que construye el mito, sino que la presencia porque ayudan a describir los modelos ejemplares permanente de sus protagonistas en las acciones a seguir, basándose en lo sagrado de los aconteci- que se desarrollan en el presente. De esta manera, mientos, sus figuras, los tiempos y los espacios.
ellos se reafirman como figuras que se hacen parte En Villa Francia lo mítico y la memoria también co- de la lucha de otros jóvenes, y es dentro de este con- lindan con lo sagrado. Dentro de este marco, por texto en el cual son personajes míticos y sagrados ejemplo, la muerte en tanto origen primordial po- (Figuras 6 y 7).
dría considerarse como una revelación de lo sagra- Esta relación entre lo mítico y lo sagrado también se do, otorgando igualmente esta cualidad a las figuras da en torno a la población. "Villa Francia no olvida" es del acontecimiento, es decir a los muertos. Escrituras lo que se escribe en las murallas y lo que deja oír la La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 6. Fragmento de mural en pasaje David Arellano, realizado en noviembre del 2007. Pablo y Araceli renacen desde la muerte, que es el comienzo de todo, porque la lucha continúa. Fotografía propia, agosto 2008.
voz de las consignas. Sin embargo, a la vez, ¿quién que se configura como sujeto y como proyecto so- podría olvidar a Villa Francia? Villa Francia adquiere cial. Es la personificación de la experiencia idealizada características míticas, interna y externamente. Se como símbolo de lucha. Desde esta perspectiva, en realza, reafirma y representa a sí misma, se grita y se la construcción permanente y a partir de su renova- inscribe, está presente en el panfleto, en la voz y en ción, Villa Francia se perfila como la figuración de lo el rayado. Se auto-valida y posee memoria propia, al sacro e inviolable, porque se ha ganado con obsti- mismo tiempo que se recrea en quienes desde la dis- nación ese derecho. Villa Francia es religiosamente9 tancia, la vigilan, la siguen o la imitan. Desde afuera, una figura de adoración, el alma mística de un lugar Villa Francia se alza como un "algo" mítico, es un lugar eternizado por la experiencia de la memoria.
pero también una figura personificada. Por una par- [En referencia al monumento memorial de Villa te, es una construcción transmitida por los medios y Francia] …yo creo que eso no es la memoria, o la oficialidad, en particular una creación que la sitúa sea yo siento que la Villa Francia tiene más me- en los espacios del miedo7, así también como un moria, así, por sus murales, por su expresión, por retrato práctico para infundir el amedrentamiento8. su rebeldía, por su hacerse cargo de la historia, Por otro lado, es a la vez estandarte simbólico de lu- hacerse cargo de nombres, que por el monu- cha paciente, persistente, contingente, renovada y muchas veces insurgente, Villa Francia es quizá, ella Fragmento de entrevista a Cecilia González (48), junio misma, la propia representación de una memoria 7 En el sentido de los paisajes del miedo, del texto de Tuan (2006 [1979]).
8 Entiéndase, por ejemplo, la movilización de fuerzas armadas y policiales en las conmemoraciones del 29 de marzo o del 5 de noviem- bre, para los aniversarios de las muertes de Eduardo y Rafael Vergara Toledo en la primera fecha, y de Miguel Leal Díaz, en la segunda.
9 Bajo este concepto, se utiliza la definición dada por la Real Academia de la lengua Española a Religión: "Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto." En: <www.rae.es>.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 Figura 7. Intervención en mural, en homenaje a Miguel Leal. La pintura ya no existe, se ubicaba en un bloque hacia el interior de la Villa, en Los Bosques con Quemchi. Al centro se muestra la figura de Miguel Leal Díaz, militante del FPMR, muerto el año 1988 en Villa Francia. La presencia de Miguel en este mural, lo sitúa a la par con otros dos personajes emblemáticos, Manuel Rodríguez, y Salvador Allende. Héroes, vidas truncadas y pro-yectos sociales vigentes. Fragmento de fotografía facilitada por Sandra Leal, fecha posible de intervención del mural en inicios del 2000.
tiva' [sería], un bastión de identidad armado desde la …hay factores subjetivos que en la población marcan, y yo creo que en mi caso y en muchos memoria social, que se opone, contrafactualmente, casos más pueden habernos marcado, como a la facticidad dictatorial que impacta desde lo ex- por ejemplo, unos pueden decir… a mi me da terior. Es ese poder hermenéutico el que da fuerza risa, es tragicómico, que muchos dicen ¡Ah, Villa y vida a la porfiada fe vital de los vencidos" (Salazar, Francia!, y se imaginan que nosotros estamos 2000:259)10. Estas memorias que funcionan al mar- en Colombia po', y que hay grupos guerrilleros gen del poder construyen su propia narrativa, tienen sus propios medios de comunicación e instrumentos Eso cree la gente de afuera, y obviamente no es de socialización, tradiciones, prácticas rituales, estéticas así. O el otro estigma de que son puros delin- y éticas (Erice, 2006:357). Los procesos de conmemo- cuentes, y tampoco es así, o sea están esos dos, ración desarrollados en Villa Francia son un ejem- hay gente que políticamente adora y jura, no sé, que está hasta el Che Guevara ahí.
plo de ello. La práctica conmemorativa es activa en sus contenidos, lo que implica una resignificación Fragmento de entrevista a Javier (24), junio del 2007.
constante de la memoria y el desarrollo de nuevas En el marco de la historia, Peter Burke (2000) señala expresiones y sujetos de conmemoración. En este que ésta es escrita por quienes –dentro del contexto contexto por ejemplo, los murales se constituyen a de la lucha por el poder– son los vencedores, y que partir de circuitos de significaciones reivindicativas justamente por estar en esa posición, éstos pueden de proyectos sociales, y en este sentido, ellos son el permitirse olvidar. Por el contrario, quienes fueron reflejo de diversos grupos que se adhieren a estos derrotados cargan con esto y lo reviven constan- proyectos, y que a su vez, se encuentran excluidos temente, y bajo este escenario la re-interpretan y o en los márgenes del proyecto institucional u ofi- re-significan en el tiempo. Esta interpretación del re- cial mayor. Se trataría de una memoria, como señala cuerdo, sería para Salazar "más que una ‘verdad obje- Salazar, porfiada (Figura 8).
10 En este contexto, lo interior es regido por un poder exterior cuya presencia denota en una memoria oficial, que el autor entiende como "escrita y comúnmente ajena a la memoria social". En relación a ello, distingue en las páginas siguientes entre una realidad exterior que sería el intento desde el poder exterior de dar un carácter de objetivo a los hechos y la realidad interior. Esta última exigiría, por sobre la anterior, que a través de acciones mentales y conductuales se realice un sentido subjetivo. A partir de la mediación entre ambas surgiría la memoria social, distinguiendo una memoria de los hechos y una memoria para la acción.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 8. Mural donde se representa una protesta, en la imagen Villa Francia es el soporte material de la memoria así como también el sujeto de memorialización. Está ubicado en Los Bosques con Quemchi, en el interior de la población. Mural sin datar. Fotografía propia, mayo 2007.
Olvidos y borraduras en las memorias Le Goff destaca la importancia de las conmemora- otro producto, en ella "el gran público, obsesionado ciones como formas de expresión de la memoria, por el temor de una pérdida de memoria […] en- desde el Renacimiento hasta nuestros días. Habría cuentra una grosera expresión en la llamada mode sin embargo, una sobre-exposición o sobre-uso de rétro, o moda del pasado, explotada descaradamen- sujetos y objetos de conmemoración, que se ex- te por los mercaderes de memoria a partir del mo- pondría en diversos tipos de artefactos como monu- mento en que la memoria se ha convertido en uno mentos del recuerdo, señalando entre ellos monedas, de los objetos de la sociedad de consumo que se medallas y estampillas (1991:170; en relación con vende bien" (Le Goff, 1991:178). Ésta correría el riesgo esto ver también en Marin, 1981:147 y siguientes). de caer en aquello que Rojas Mix identifica como el Situación similar ha ocurrido con algunas memorias sobre-consumo de la imagen –en este caso, de la reivindicativas, y de denuncia, entre las cuales cabe memoria– vinculada a su trivialización y pérdida de señalar grupos de obras memoriales que forman significado, involucrando en el futuro la supresión parte de circuitos turísticos tales como "los sitios del de ésta, causada por su sobreabundancia (también horror". Siguiendo con Le Goff, el autor plantea que Todorov, 2000). Se trataría de su exposición como esto podría ser expresión de una memoria que ha artefacto, pero con una significación olvidada o des- entrado a competir en el mercado como cualquier plazada de su origen11.
11 Ver por ejemplo, el film "Llegaron los turistas" (Am Ende kommen Touristen), del director Robert Thalheim, Alemania, 2007.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 De acuerdo a Todorov la memoria no es opuesta al reconoce tres aspectos a partir de los cuales es po- olvido, más bien el olvido entendido como supre- sible establecer puentes entre ambas: grupos hu- sión se contrasta con la conservación, y a partir de la manos, hechos y fechas, y sitios o restos físicos. Son interacción de ambos aparece la memoria, la cual "es estos aspectos los que se hacen presentes en los forzosamente una selección: algunos rasgos del su- espacios asociados a la muerte política y que luego ceso serán conservados, otros inmediata o progresi- toman diversas formas de expresión en la ciudad. En vamente marginados, y luego olvidados" (2000:16). sus correlatos espaciales, olvido y memoria se pro- De modo similar, Augé (1998) sugiere que la me- yectan en los mismos sitios. El olvido ocurre sobre moria necesita del olvido ya que éste es necesario hechos, lugares y personas, el olvido es ocultación para recobrar el pasado remoto, en este sentido, la y exclusión. La memoria surge a partir de ese olvido, memoria se presenta como un acto convocante que lo necesita para rememorar, retoma aquello que ya extrae elementos de algo que ya no está. Siguien- no está y lo resitúa a partir del espacio ocupado por do en esta línea, la postura presentada por Rojas el olvido. En el caso de Chile, el silencio, el oculta- Mix (2006) ahonda un poco más, señalando que miento y la negación de los hechos ocurridos a par- olvidar no significa no recordar, el acto de selección tir de septiembre de 1973, se impusieron como una implicaría también el acto de significar aquello que política del olvido, sin embargo, el reconocimiento se recuerda, y a través de éste, ocurriría un cambio y la significación de los lugares de la muerte nacie- desde el paso de una memoria literal a otra simbóli- ron como una respuesta a ese ocultamiento. En este ca, es decir, se trataría de una memoria significada. sentido, la materialización de la memoria colectiva Stern también reconoce la relación entre memoria aparece como una lucha entre el recuerdo selectivo y olvido, sin embargo la plantea como un "proceso y el olvido institucional. Éste "no debe ser visto como de deseo y lucha para construir memorias [.] cultu- un desliz inocente e inevitable respecto del pasa- ralmente y políticamente influyentes y hasta hege- do, sino que como un proceso en el cual algunos mónicas" (2000:13). En esta relación memoria/olvido, lugares, personas y sus pasados son asumidas como Figura 9. Mural en homenaje a los jóvenes de Villa Francia asesinados durante el régimen militar. De izquierda a derecha: Miguel Leal, Pablo Vergara, Araceli Romo, Luis Silva, Eduardo Vergara, Edwin Iturra y Rafael Vergara. Este mural realizado en el 2005, muestra las presencias y las permanencias de aquellos que ya no están. A diferencia de lo que suele ocurrir en los monumentos memoriales oficiales, en los que se recuerda la condición de víctimas de los muertos, aquí el acto de conser-vación los proyecta hacia la vida, los reafirma. Fotografía propia, 2007.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana olvidables por un grupo de autoridades" (Chang & actos voluntarios de conservación y de memoria, es- Huang, 2005:269; ver también Huyssen, 2004:9-10). tos se hacen de manera selectiva, de tal manera que En este sentido, el olvido también existe al dejar de la narrativa es una selección del pasado que lleva de lado ciertas dimensiones de los hechos, tales como manera implícita la voluntad de olvido, ya que sólo la cualidad política e ideológica de los muertos, a se preservan, conservan o conmemoran una selec- quienes el Estado de Chile por ejemplo, hoy constri- ción de huellas de los acontecimientos a los cuales ñe e identifica actualmente sólo como víctimas.
se está dotando de sentido (Figura 9).
El recuerdo y el olvido para Elizabeth Jelin, ocurren Las memorias colectivas son el reflejo de las esferas desde la subjetividad del presente, la cual busca en de las diversas fuerzas sociales, en este marco, los el pasado los acontecimientos a rememorar y los silencios u olvidos promovidos o generados por és- proyecta hacia el futuro (2002:2), muchas veces re- tas son, dentro de la historia, una de las formas en sultante de un acto colectivo, estos recuerdos y olvi- las cuales la memoria colectiva puede ser manipu- dos no siempre nacen desde una posición reflexiva lada (Le Goff, 1991:134). Esta selección de recuerdo, frente a los acontecimientos. Bajo este escenario, como se ha dicho, puede ocurrir desde el Estado, nos señala en otro de sus libros, que la memoria de tal manera que no todo aquello eventualmente puede ser entendida también como un espacio "recordable" forme parte de la memoria oficial. De de lucha "contra el olvido", lo cual es en realidad, la acuerdo a Burke, aquello que es suprimido o exclui- expresión de rivalidad de distintas memorias "cada do suele ser materia de conflicto para la cohesión una con sus propios olvidos" (2002:6). La autora dis- social que el Estado debe proteger, ya sea a través de tingue entre una "memoria habitual" y una "memo- la exclusión, supresión o represión (ver también Ran- ria narrativa". La primera se constituye a partir de las cière 2005:27 y siguientes), esta selección de olvidos rutinas y comportamientos aprendidos, repetidos y intenta promover una ruptura con el tiempo pasado, no reflexivos, señalando que sobre estas rutinas es ya sea recreando otros discursos, o bien, haciendo posible entrever rupturas que empujan hacia la re- uso de modificaciones en elementos simbólicos flexión y la búsqueda de sentido. Cuando ello ocu- (Burke, 2000:82). Ocurrió en el caso chileno con la rre, el momento habitual se hace memorable, es lo fecha del golpe militar, denominado durante la dic- que la autora denomina una "memoria narrativa", tadura como "Día de la liberación nacional" desde el asociada a emociones y afectos, y expresada en forma año 1981 hasta el 1998, y luego, como un intento fa- de relatos comunicables (2002:26). Estas narrativas llido de reconciliación forzada, entre los años 1999 y podrían desplegarse en conmemoraciones públicas, 2001, se denominó "Día de la unidad nacional". Quizá pero también en las censuras, en los permisos, en en este caso, se trató no sólo de reescribir memorias, los silencios, y en las distinciones de aquello que se sino que además, de explicitar los olvidos por medio hace público o de lo que es privado. En los pasados de la escritura (o al menos sus propuestas). Memo- traumáticos, explica Jelin, existe una imposibilidad rias y olvidos se tachan y reescriben. En el ejemplo de incorporar el acontecimiento de manera narrati- que se acaba de señalar, existe la intencionalidad de va, explicándolo como un olvido por vacío, no por una memoria oficial hecha documento y que, ade- ausencia. Cuando posteriormente existen políticas y más, contiene el peso ineludible de la legalidad12. Se 12 El "Día de la Liberación Nacional" fue creado por la ley Nº 18.026 del año 1981, para conmemorar el día del golpe de estado en Chile. Ésta ley fue suprimida y reemplazada por Ley 19.588 del año 1998, que creaba el "Día de la Unidad Nacional", fijando como feriado legal el primer día lunes del mes de septiembre. Posteriormente, esta última iniciativa fue totalmente suprimida por la Ley 19.793, el año 2002. Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 trata como lo señalara Jelin, de memorias rivales, de memoria en el tiempo, sus borraduras, supresiones, visiones transformadas y reformuladas, pero que fi- descuidos y olvidos. A continuación se reseñan tres nalmente no logran encontrar cabida, porque quizá ejemplos, y en las páginas siguientes se presentan se trataba de memorias desmemoriadas, de memo- imágenes de estos y otros casos.
rias agresivas o de memorias inacabadas. En estos Las disputas en torno a los contenidos y proyeccio- casos –y en referencia al ejemplo anterior– es válido nes de la memoria, cobran sentido también como preguntarse si los cambios en las "toponimias"13 de disputas territoriales, ello porque en tanto soportes las fechas son válidos, o bien suficientes para conte- de la memoria (la muralla) se sitúan y son propiedad ner las significaciones y proyecciones de memorias privada de alguien. Hacia fines de los años ‘80 fue dolorosas y de sus vacíos, que se presentan como pintado un mural de 4 pisos en un bloque ubicado reclamos y, no como quietudes de ley y calendario.
en la Av. 5 de Abril con Quemchi, es decir abierto al El período de la dictadura militar se vivió de manera espacio público y con la fachada hacia afuera de Vi- muy dura en Villa Francia. Para muchos pobladores lla Francia14. Este mural, que fue hecho en homena- existen memorias que es necesario olvidar, o según je a los "Jóvenes Combatientes", dibujaba en primer lo plantean en algunos casos, superar. Esta crítica y plano los rostros de Miguel Leal y de los hermanos quizá sobrentendido, también es realizada desde Pablo, Eduardo y Rafael Vergara Toledo –todos ellos afuera de la población. Sin embargo, ¿cuáles son las jóvenes de Villa Francia– y en un segundo plano los disputas en torno de esas memorias? Dado que el rostros de otros jóvenes asesinados durante la dic- pasado es inamovible, la memoria resulta ser una tadura (Figura 10). A inicios del año 2000, el muro herramienta efectiva para transformar, al menos, la fue pintado por vecinos del primer piso, cubriendo forma en la cual éste se representa y significa. Así, las por completo el dibujo-mural. Se trata de una borra- disputas giran alrededor de los contenidos, se trata dura impuesta, una irrupción al acontecimiento de de los afanes y sentidos de esas memorias proyec- memorialización permanente, propio de la memoria tadas en el presente y hacia el futuro, también com- que se inscribe en los espacios públicos, que en este prende el cómo se ejerce ese movimiento que ac- caso tuvo el efecto de desaparición del contenido y ciona el proceso de memorialización. En Villa Francia del soporte-mural de esa memoria. No obstante, el los murales son un ejemplo de aquello que ocurre objeto de memoria ha permanecido, ya que conti- con las memorias. Éstos representan actos conme- núa conmemorándose bajo otras expresiones: otros morativos que contienen sujetos, proyectos sociales, murales, otros actos. En este caso en particular, ade- fechas emblemáticas, acontecimientos fundaciona- más, el acto de desaparición del mural fue castigado les de la identidad de la población y reclamos revo- con una nueva inscripción tan violenta como la bo- lucionarios, entre otros. Sin embargo, a partir de ellos rradura, y los muros fueron ensuciados con pintura también es posible observar la experiencia de la 13 Se utiliza aquí "toponimia" pensando en el encierro que provoca dotar de nombre a un lugar. En este caso es la significación de un día que se encuentra como un lugar enraizado en la memoria.
14 Si bien el mural de la calle se ubica en el espacio público, está connotación adquiere mayor énfasis al considerar que algunos murales miran hacia el interior de la Villa Francia, y sólo son vistos por los vecinos o quienes transitan ocasionalmente por el sector. Distinto es un mural que se abre hacia el exterior de la Villa por Av. 5 de Abril, ya que es una transitada avenida de distribución y destino hacia otras poblaciones y comunas.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 10. Mural pintado en homenaje a los Jóvenes Combatientes, se ubicaba en Av. 5 de Abril al llegar a Quemchi. Muestra la evolución del proceso de memorialización hasta la supresión de la memoria. Este mural fue pintado hacia fines del ‘80 o comienzos del ‘90. La fotografía superior muestra el momento en el que fue pintado. En el mural se observan los rostros de los hermanos Vergara Toledo, junto al de Miguel Leal, todos ellos jóvenes de Villa Francia, en la parte inferior otros jóvenes asesinados. A inicios del año 2000, el muro fue pintado por los vecinos del primer piso, siendo borrando el mural. La fotografía superior es de los archivos del Fortín Mapocho, la de la izquierda fue facilitada por Ana Vergara Toledo y la de la derecha es de Gerardo Anabalón, 2009.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 …la verdad es que el mural que más me gus- calle Los Bosques, éste es uno de los varios mura- taba es el que borraron, el que estaba ahí, por- les que mira hacia el interior de la Villa, y se sitúa en que estaba la Araceli, que es el rostro de mujer, la esquina frente a una plaza antaño despejada (sin que también importa, estaba el Miguel, los chi- construcciones ni árboles). Pintado hacia mediados quillos, estaba el Mauricio Maigret, el Díaz, el de los ‘80, este mural fue realizado en homenaje a los Díaz también era de Pudahuel, pero son puros campesinos, luego, hacia fines de los ‘80, una parte cabros pobladores… esa es la idea que yo más de éste fue restaurado y su contenido modificado rescataría, por eso me gustaba ese mural, era más amplio. Y no estaban los detenidos desa- para homenajear a los Detenidos Desaparecidos de parecidos porque los detenidos desaparecidos la Villa. Hoy en día, sin embargo, la pintura se en- eran otra generación […] era como rescatando cuentra deteriorada y el sitio ha sufrido los cambios a esa generación de jóvenes populares, de po- de la toma de espacios públicos por parte de los blación, que se levantaron, que se atrevieron a vecinos. El primer piso se encuentra cercado y en la levantarse contra una dictadura, y eso para mí esquina de la plaza frente al mural, hay un centro co- era… y por eso era bonito para mí.
munitario que bloquea la posibilidad de observarlo Fragmento de entrevista a Ana Vergara (38), mayo del e integrarlo a la plaza. Este mural despintado por el tiempo, presenta los cambios en los objetos y conte- Aquí, esta persona, la que vino a hacer el nego- nidos de conmemoración desde su origen, al menos cio, este negocio se instaló hace unos años atrás, con una intervención.
unos seis años, y ahí estaba en la parte de arriba, No estos ya no se restauraron… [Tengo la foto], en la parte superior del block, estaban la cara de de hecho están haciéndolo. Está la brigada ha- los chiquillos Vergara y la de mi hermano. Bue- ciéndolo, y de hecho estas partes de abajo no no y estas personas se creyeron con el derecho estaban antes. Sí, yo le puse mural de espigas, a borrar. Nadie dijo nada, excepto las personas para acordarme. Este era por los detenidos desa- que vinieron en la noche a tirar ese aceite, no parecidos ¿dónde están? Ésta es la plaza del TPP. sé exactamente lo que es. Y quedó así, claro… El TPP fue una brigadista de muralistas… por- pero estuvieron bien tensos, tensas las cosas en que justamente los que integraban el TPP viven esos días ah… en los días en que ocurrió esto, [vivían] en ese sector.
era como que, como que se podían echar a al-guien, como que la cosa era así de fuerte diga- Fragmento de entrevista a Ana Vergara (38), mayo del mos. Por suerte no pasó a mayores. Y aquí hubo un montón de gente que no compró nunca en Un tercer ejemplo reseña lo ocurrido con el "Mural este negocio por ejemplo. O sea, gente de aquí de los Presos Políticos" ubicado en Yelcho con Los que simple y sencillamente en ese negocio no entraba.
Bosques, en un edificio de 4 pisos, pintado posible- Fragmento de entrevista a Sandra Leal (41), mayo del mente hacia fines de los años ‘90 (Figura 13). Origi- nalmente era un mural que hacía el reclamo de li-bertad a los presos políticos de la dictadura militar, Una vida distinta es la que encuentran otros mura- quienes habían luchado por la recuperación de la les, donde el tiempo muestra procesos de cambio, democracia en el país. Este mural sin embargo, en olvido y, quizá descuido. El "Mural de Espigas", fue un período cercano a los 15 años nunca fue restau- pintado por el Taller de Pintura Popular (TPP), que rado, desvaneciéndose su pintura. El reclamo de li- de acuerdo a las entrevistas, fue el primer taller mu- bertad, no obstante continuó durante ese tiempo, ralista de la Villa Francia (Figura 11). Ubicado en la hasta que en diciembre del 2008 se pintó un mural La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 11. "Mural de Espigas", ubicado en Los Bosques con Guillermo Subiabre, en el interior de la Villa. Originalmente este mural fue realiza-do por el Taller de Pintura Popular, a mediados de los ‘80, y fue dedicado a los campesinos. Ha-cia fines de los ‘80 parte del mural fue restaurado cambiándosele el contenido. En esta ocasión se inscribió una imagen en homenaje a los deteni-dos desaparecidos de la Villa Francia. Hoy en día el mural muestra otras intervenciones (superior derecha ha sido pintado) y el paso del tiempo que ha borrado la pintura (fotografía del año 2005). La fotografía superior fue facilitada por Ana Vergara, la del centro y la de abajo fueron facilitadas por Sandra Leal.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 distinto, aunque con la misma causa. La libertad de no les pertenecía, y por tanto, de una manifestación los presos políticos era revalidada incorporando la de memoria sin sentido. Tal y como lo señalan Jelin situación de aquellos que habían sido encarcelados y Langland "inevitablemente, el paso del tiempo, en dictadura y democracia, sumando por ejemplo a la presencia de nuevos sujetos y la redefinición de los presos mapuche. En el primer mural la libertad escenarios y marcos interpretativos traerán nuevos era solicitada a una democracia que podía respon- sentidos –a veces inclusive contrarios a los origina- der, en el segundo mural la libertad era revalidada rios–. Otras veces la indiferencia será el destino de con una gráfica distinta, más provocadora y contes- esta marca, a veces tan laboriosamente conseguida" tataria que el mural precedente, enmarcado en un (2003:3). Este último aspecto es quizá lo que ha ocu- reclamo que nunca fue escuchado y que se tornó rrido con el "Mural de las espigas", un desvanecimien- en exigencia.
to mediado por el paso del tiempo que no ha tenido Los cambios en estos muros evidencian la fragili- el mismo destino de reapropiación y actualización dad de este soporte como contenedor de memoria, de su pintura, como ha pasado en otros casos (el no sólo por la pintura sino también porque su uso mural de los presos políticos, por ejemplo). La desa- puede modificarse, habilitándose para otras necesi- parición –abrupta o pausada–, que han tenido estas dades de los habitantes. En la borradura del "Mural expresiones de conmemoración, no hacen sino que de los jóvenes combatientes" se observa con clari- reflejar los vaivenes del proceso de memorialización, dad la intencionalidad del cambio o la ruptura. Sin frágil al tiempo y limitada por contextos políticos, embargo, no se trata necesariamente de eliminar los sociales y culturales. No obstante, en el caso de Villa contenidos de la inscripción del muro para romper Francia, estas desapariciones no han implicado una con sus significaciones, sino que puede haber sido pérdida de sentido, ya que los sujetos de conmemo- también la materialización de un intento –por parte ración han encontrado cabida y representación en de los nuevos vecinos y el almacén que se acaba- otros muros y prácticas conmemorativas (Figura 12).
ba de instalar–, para distanciarse de un pasado que La memoria emplazada15 El espacio es uno de los medios a partir de los cuales de lugar. Tiene contenido, se usa, se proyecta y se se transmite la memoria, y por ello no puede consti- significa para dar cabida y expresión a los recuerdos tuirse o comprenderse como neutral respecto de lo y a las prácticas de conmemoración. Así, el lugar es que allí se organiza y transmite, muy por el contrario, entendido como el atributo que adquiere un sitio, a forma parte constitutiva de los contenidos que en partir de la experiencia que sobre éste tienen indivi- ese sitio emergen (cuando sucede un acontecimien- duos y colectividades, quienes le otorgan una con- to) o se representan (cuando se conmemora). El es- notación simbólica y lo dotan de significado (Lindón pacio, bajo este concepto, adquiere la connotación 2007a y 2007b; Tuan, 1983; Massey, 2005). 15 Emplazar entendido como a) "citar a alguien para que comparezca en fecha fija en un sitio" y b) "poner una cosa en el sitio donde ha de funcionar" del Diccionario de uso del español de María Moliner, Ed. Gredos, 1998, página 1086.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 12. Mural ubicado en Los Bosques con Quemchi, hacia el interior de la Villa. Fue dedicado a la causa campesina y realizado posiblemente hacia mediados de los ‘80 (Bellange, 1995. Posiblemente la fotografía date del período de la publi-cación). Al parecer el mural nunca fue restaurado, y dos décadas después fue intervenido parcialmente, incorporándose las figuras de Manuel Rodríguez, Miguel Leal y Salvador Allende (fotografía del 2005). El año 2005 fue restaurado y modificado por la Juventud Comunista, en ocasión de la conmemoración de la muerte de Miguel Leal. Fotografías: inferior, del texto de Bellange (1995); centro, facilitada por Sandra Leal (2005); superior de Gerardo Anabalón (2009).
Dentro de las distintas disciplinas que abordan la tienen su correlato en lugares cuyas dimensiones es- problemática de la memoria, la geografía resulta de paciales son muchas veces flexibles, así como tam- interés ya que incorpora la dimensión espacial a una bién sus contenidos, e incluso pueden ser olvidadas amplia variedad de problemáticas, entre ellas, la for- en el tiempo y desaparecer. Son territorio que, como ma en la cual los grupos humanos establecen rela- muchas tumbas, a veces ya nadie las visita; y en otras ciones con el medio que los contiene y que los evo- ocasiones, se llenan permanentemente de inscrip- ca. Bajo este escenario, dicha disciplina también se ciones, se santifican, se apropian y deslumbran.
ha hecho parte de los estudios que contemplan el El pizarrón siempre ha tenido… bueno, en rea- tema de la memoria, en particular desde la geografía lidad nosotros hemos querido darle ese carác- social y cultural. Las prácticas sociales que llevan a ter… que el que quiera raye, porque por eso se cabo los individuos y grupos humanos, tal como lo llama pizarrón. Si tú haces un rayado y te lo bo- señala Musset (2008), se dibujan y se proyectan en el rran a los dos días, no puedes enojarte porque marco territorial. Dentro de este ámbito, se encuen- es un pizarrón, es pa'… para mantener la palabra tran las prácticas cotidianas; también otras rituales, ahí, escrita, para cuando sea necesario.
más distantes en el tiempo; se trata igualmente de Fragmento de entrevista a Ana Vergara (38), abril del marcaciones simbólicas, de acontecimientos que quedan inscritos en el espacio. Esta dimensión es- …de verdad que creo que el pizarrón, donde se pacial de la memoria, cuando está latente puede ser hacen los murales en 5 de Abril, es más monu- espacio de conciliación y rencuentro, tanto como mento en términos de la memoria que un mo- lugar de disputa y confrontación. Contendría ade- numento como tal, porque es reconocido, es un más un componente temporal. Son memorias que espacio que es reconocido donde se hacen los surgen y desaparecen en el transcurrir de los años, murales, los rayados, es como un diario de la… Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 Por otra parte, desde el mundo mediático se ha y eso todo el mundo lo sabe, y es más, hasta se constituido en lugar emblema de lucha insurgente.
refieren "Oye, ¿dónde nos juntamos?" "Allá", esas son referencias, esas son cosas que la gente Yo intenté vivir un tiempo fuera de la Villa Fran- hace, eso pa' mi es más memoria que a lo mejor cia, vivimos en Maipú, lejos, y no se pudo, de el monumento que puedan hacer.
verdad que no se pudo […] ahora me he ido Fragmento de entrevista a Cecilia González (48), junio despegando más de ese lugar físico, pero hasta hace unos años atrás, ese era un lugar obligado diariamente […] realmente no sé cómo expli- Desde el ámbito de la geografía, señala García, uno carte por qué a algunas personas nos pasa eso de los aportes a los estudios de la memoria, es el de con nuestro lugar de origen, esa cosa tan fuerte "analizar cómo ciertos espacios y lugares se articulan que hay, ese nexo tan importante que hay, pero mediante estrategias narrativas dirigidas a exponer y es así. Es así. Me siento súper identificada con representar el pasado de determinada forma, [se tra- este espacio, de hecho siempre cuando digo ta de] cartografiar topografías simbólicas" (2009:194). de donde soy, "Soy de la Villa Francia", "Pero tu En éste ámbito, y haciendo referencia a los trabajos vives allá al frente", "Pero soy de la Villa Francia" […] este lugar es mi raíz, que conozco cada uno de Foote y Azaryahu en lo que se ha denominado de los espacios, donde me gusta venir a com- "geografía de la memoria", señala el autor, se trataría prar, donde me gusta venir porque puedo, me del estudio de la historia emplazada en el espacio y encuentro con la gente en la calle, ahí nos sa- el paisaje, el cual es ocupado por representaciones conmemorativas. La indagación sobre éstas últimas, Fragmento de entrevista a Sandra Leal (41 años), involucraría tanto el estudio de sitios materiales, mayo del 2007.
como de expresiones "actorales" o ceremoniales de la memoria. En su vinculación con otras disciplinas [Acerca de por qué sigue viviendo en Villa Fran-cia] …he vivido en otros lados, donde no co- de las ciencias sociales que abordan el tema de la nocí al vecino, no sabís quien vive arriba, abajo memoria, la geografía se centraría "en las pautas y tuyo, al lado tuyo, no sabís na' …tiene que ver dinámicas espaciales, locacionales y materiales de con que es como lo único… en el caso mío, tales representaciones y prácticas conmemorativas, tu no teni una tumba donde ir a llevarle flores fundamentales para la constitución de las identida- a tu papá, es desaparecido no más, capaz que des individuales" (García, 2009:183). Dentro de este no aparezca nunca más, te vai a morir y no va a mismo ámbito de estudios, también se han incorpo- aparecer nunca más, pero es lo único que te vin- rado otras nociones tales como hauts lieux16, lugares cula a tu papá… la familia, los amigos de él que son pocos, pero que están. En la Villa Francia… emblemáticos y lugares de la memoria. Es en este aunque este muy alejado de lo que él quería… grupo de espacialidades en las cuales es posible si- pero está ahí, eso fue…ese pedazo de tierra que tuar a Villa Francia: Por una lado, para parte de sus está ahí… él quería vivir ahí, no quiso vivir en residentes y de la comunidad que conmemora, se otro lado y quiso vivir de esa manera.
torna en el lugar ejemplar de lucha y de memoria. Fragmento de entrevista a Pablo Villagra (37), junio del 2007.
16 Hace referencia a la noción "hauts lieux" que ha sido traducida al inglés como "memorable places". Si bien la traducción del francés al castellano, ha sido hecha como "lugares destacados" o "lugares emblemáticos", se ha optado por utilizar el término que en su significado resulta ser más apropiado para el enfoque dado a la investigación, esto es, la traducción desde el inglés como "lugares memorables", en el entendido que la cualidad de los lugares, además de delimitar un carácter material y funcional, también destacan su plano simbólico.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 13. Mural ubicado en Los Bosques, al llegar a Yelcho (la firma señala al grupo CEPP, al igual que varios de los murales más antiguos, pero no fue posible determinar el origen del grupo). Se ubica frente a una plaza abierta, y es uno de los pocos murales que miran hacia el interior de la Villa, que aún tiene gran visibilidad. Fue posiblemente pintado durante inicios de los años ‘90, como homenaje y reclamo por los presos políticos de la dictadura militar. El mural nunca fue res-taurado y en diciembre del 2008, fue reemplazado por otro mural, que también apela a libertad de los presos políticos, en un contexto histórico distinto. Resulta interesante en este marco, la incorporación de nuevas causas tales como los presos del conflicto mapuche. Este último mural fue realizado por el Colectivo Claudia López y por la Biblioteca Libre Rodrigo Cisternas (ambos jóvenes asesinados en 1998 y 2007 respectivamente). Fotografía superior izquierda facilitada por Sandra Leal; superior derecha facilitada por Ana Vergara; inferior izquierda facilitada por Sandra Leal (2005) e inferior derecha, propia (2008).
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 Es pertinente destacar cuatro aspectos sobre la Villa Francia es un espacio que ha sido producido a conformación del lugar. Primeramente, la lugaridad partir de su propia historia, la mayoría de las veces requiere que se le asigne valor al espacio, usualmen- una historia golpeada. Producto de las contingen- te a partir de la experiencia directa e íntima, pero cias sociales, económicas y políticas que la marcaron también indirecta y conceptual cuando está me- desde su origen, esta población ha gestado su pro- diada por símbolos y significaciones que son apro- pio espacio, cargándolo de simbolismos18, formando piadas (Lindón, 2007a y 2007b; Tuan, 1983). El lugar, su propia lugaridad. Si bien en muchos aspectos sus se constituiría a partir de espacios vividos, y dentro pobladores la reconocen como un espacio segrega- de este marco, incorporaría también las emociones, do, producto de los discursos de dominación que la identidades, valores, etc. Seguidamente, el lugar sue- han dejado desplazada; por otra parte, Villa Francia le configurarse a partir de distintos soportes que se se ha levantado desde la supervivencia a golpe de distribuyen en el espacio. En algunos casos se tratará resistir, cuestión que ha generando que la oficialidad de espacios singulares que se marcan como hitos en la señale como una población insurgente y disrup- la memoria17 (una esquina), otras veces el lugar se es- tiva en la ciudad. No obstante, la necesidad de cons- tablecerá como trayectorias (redes), y en ocasiones truir espacios, formas, objetos y organizaciones, sur- éste se configurará a partir de espacios/representa- gen en el seno de Villa Francia como el resultado de ciones (materiales o imaginarios), de aquellos sitios la crítica a la violencia y al caos impuesto. Las expre- que se han constituido como referentes (Lindón, siones conmemorativas son prácticas que cargan de 2007a; Tuan, 1983). Un tercer aspecto que se destaca significados los espacios de la población, enmarcán- es la comprensión del lugar a partir de la relación dose dentro de este contexto, de modo coherente tiempo-espacio. Las trayectorias que se generan en el con las identidades y territorialidades que se vienen espacio, forman un conjunto de interrelaciones que construyendo desde su origen, y que son las que están permanentemente en proceso de construc- sustentan la producción y configuración de lugares ción (Massey, 2005). Por otra parte, el acercamiento asociados a los eventos de muerte. Ello no implica tiempo-espacio, en el marco de la investigación, se que Villa Francia presente una homogeneidad en las hace a partir de las significaciones de los espacios expresiones materiales y simbólicas de conmemora- a modo de inscripciones de los procesos temporales ción, así como tampoco en su territorialización.
en ellos (Waldenfels, 2001), identificados como lu- [Refiriéndose a si el memorial de Villa Francia gares conmemorativos que surgirían como huellas, cumplirá o no con el objetivo de mantener conllevando implícitamente la configuración de un viva la memoria]. Como objeto yo creo que (…) lugar que rompe con lo lineal del tiempo. Finalmen- yo creo que cumple ese objetivo pero… pero te, las relaciones con el lugar tienen un componente también hay como súper poco, súper poca retórico, en el sentido de organizar y condicionar la materialidad en la memoria, en la vida lo único experiencia espacial, así como también la compren- que está quedando aparte de los restos de las sión significante de los espacios materiales e imagi- barricas que quedan todavía, son por ejemplo nados (Di Masso, 2007; Augé, 1999) (Figura 14).
los murales que ya están desteñidos que el año pasado estuvieron arreglando y todo (…) la pri- 17 La consideración dada por Tuan (1983) a la idea de espacios singulares, no es la misma otorgada por Rossi (2004), y a la que se ha hecho referencia en el capítulo anterior. Tuan, habla más bien de puntos específicos que uno recuerda, sin que necesariamente tengan cuali-dades derivadas de acontecimientos particulares.
18 Experiencia similar a la de la población La Victoria, documentada en Tijoux et al. (2008).
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana Figura 14. En los murales es reiterada la imagen de Villa Francia inscrita en los muros de de su propia población. Esto que puede ser leído como un ejer-cicio de memoria, manifestación de una identidad cuya lógica de acción es hacerse presente, es al mismo tiempo una acción de re-territorialización, como parte del ejercicio retórico y simbólico de apropiación. Fragmentos de fotografías de Gerar-do Anabalón, 2009.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 mera población que hizo ese tipo de murales sin materialidad… ahí se materializa tu identidad ser artistas los tipos, porque los primeros mura- cachai… ahí está tu identidad… les eran súper feos (…) eran bonitos las típicas Fragmento de entrevista a Pablo Villagra (37), junio palomas, Violeta Parra, pero en fin pero eso es Memorias y lugaridades fragmentadas Las expresiones o manifestaciones que puede tener la medida en que constituyen una "empresa estraté- la memoria en el ámbito de la ciudad, son explicadas gica que perfeccionan [coordinan] el pasado, en vías por Chang & Huang (2005). Los autores distinguen de hacerlo coherente para el presente y provechoso la representación de la memoria en el espacio bajo para el futuro" (2005:267)20. Los autores reconocen tres medios: los builtscapes, entendidos como luga- que la memoria pública colectiva es un proceso de res en los cuales la memoria ha sido materializada, negociación entre diversos relatos. Aplicado al caso como por ejemplo un edificio; los eventscapes, en- chileno, ello se da entre memorias oficiales y las no tendidos como la recreación de la memoria social, oficiales, sin embargo, al ser proyectada en un es- como por ejemplo las actividades de conmemo- pacio y momento, es la institucionalidad quien de- ración; y los artscapes, entendidos como el arte de cide cuál de estos relatos será reconocido. En este olvidar y recordar. En el caso de Santiago estas tres contexto para los autores, los elementos arquitec- clases de manifestaciones se encuentran presentes tónicos u otras intervenciones forman parte de un como formas de rememoración y en otros casos de discurso visual de memoria, que ha sido formalizada conmemoración, en espacios vinculados a los asesi- y reconocida desde la institucionalidad (ver también natos de la dictadura militar. La materialización de la Aravena, 2003; Jelin, 2007, Ricoeur, en entrevista de memoria encuentra expresiones tan diversas como Aranzuque, 1997). En este sentido, la materialización un memorial o un mural. En el caso de los eventos, de la memoria colectiva, cuando es reconocida y las ceremonias de conmemoración pueden reali- apropiada por parte del aparto del Estado, apare- zarse a través de marchas o manifestaciones en los ce como una lucha entre el recuerdo selectivo y el espacios públicos, tales como eventos musicales o olvido institucional, no sólo respecto de aconteci- velatones19. Las manifestaciones artísticas han tendi- mientos, sino que también de personas silenciadas y do principalmente, a conjugarse con los builtscapes, marginadas, o bien, de ciertos aspectos de ellas que de tal manera que varios de los memoriales son tam- pueden resultar conflictivos.
bién esculturas u otras expresiones plásticas. Sin em- A ver, yo con respecto al tema de los memoriales bargo, este tipo de manifestaciones urbanas muchas o de los monumentos, en general, no lo com- veces concitan, desde el punto de vista conceptual y parto para nada, no, creo que fue una política académico, bastantes críticas. Chang & Huang sugie- como implantada como solución al tema de los ren que los espacios de rememoración una vez que Derechos Humanos. Esto de andar levantando son intervenidos, actúan de manera no inocente en monumentos por todas partes pa' que la gente 19 Son actos conmemorativos, en los cuales se encienden velas para dejarlas en el sitio asociado al contenido de dicho evento.
20 Corresponde a una traducción libre.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana fuera a rendir homenaje, pero también, como y al tratarse de formas materiales podrían ser leídos onda… asumiendo que están muertos, como como textos, que bajo medios simbólicos comuni- tratando de hacer sentir, es mi impresión, de ha- can mensajes vinculados a formas de poder, identi- cer sentir a la gente que ahí están y no güeveen dad o conflictos. Desde la geografía, señala el autor, más, o sea como que desligarse del tema y dele- el estudio de los monumentos puede centrarse en gárselo al familiar o al otro. De que ahí tiene que dos focos principales: identidad y poder. Así, los mo- ir a rendirle el homenaje, que no vaya a exigir numentos resultan ser fundamentales en la creación justicia ni a los tribunales, ni a niuna parte, por-que en el fondo eso permite cerrar, cerrar, darlos y permanencia de determinados paisajes urbanos, por muertos, darlos por ejecutados, darlos por impregnando lugares de valor estético y simbólico. todo, entonces no es mi… creo que sí, si se hu- Un ejemplo, son los murales que se ubican en la Av. biese establecido desde otra forma, desde otra 5 de Abril, en Villa Francia, los cuales más allá de co- política mucho más educativa, como de honrar. lorear el paisaje, lo significan. Así también, se trata Porque, además, yo creo que, todos eso monu- de representaciones que configuran y se "toman" mentos los muestran como "los pobrecitos", no los territorios, como puntos de lucha de las diversas los reivindican, [son] como víctimas no como memorias, manifestación de soberanía y lugar de combatientes. La mayoría de los monumentos son de gente que murieron en enfrentamientos, es una reivindicación social política que no se [Refiriéndose a los actos de conmemoración del les hace a los individuos que supuestamente 5 de septiembre, por la muerte de Miguel Leal] están siendo homenajeados o representados Mira, durante todos los años, el año pasado se en eso, siempre es como la víctima, el pobrecito cumplieron 20, siempre nos encontramos el 5 que hay que ir a ponerle flores y a mí en ese sen- de Septiembre afuera de la panadería donde él tido no me gusta porque yo creo que la visión murió. Algunos prenden velas, otros cuentan pa' las futuras generaciones no debería ser esa.
un poco algo que quieran hablar, por ahí sale Fragmento de entrevista a Cecilia González (48), junio uno que otro discurso político, y además de eso, el último sábado […] de agosto hacemos un gran rayado en nuestro pizarrón […] Ese es Jelin y Langland (2003) hacen referencia a las marcas nuestro homenaje, todos los años, el rallado del en el territorio que toman cuerpo en edificios, placas o memoriales, siendo los monumentos, las expre- Fragmento de entrevista a Sandra Leal (41), abril del siones más reconocidas. Para Lobato Corrêa, (2005) éstos son formas simbólicas o representaciones ma-teriales de eventos pasados, los cuales se integran Finalmente, resulta interesante señalar dos discusio- al medio construido, componiendo un paisaje de nes que giran en torno a estos procesos de materia- espacios públicos particular. Haciendo referencia al lización de la memoria. Primeramente, se plantea la trabajo de Cosgrove, Lobato Corrêa señala que los discusión sobre cómo los cambios materiales afec- monumentos "están en todas partes, impregnando tan las significaciones de los lugares. Este aspecto, el paisaje de símbolos, cuyos significados pueden es abordado en el trabajo de Montiglio (2006), quien ser variables, denotando celebración, memoriali- toma el caso de Villa Grimaldi y expone las opinio- zación y contestación" (2005:2)21. De esta forma, los nes divergentes que tienen las personas afectadas monumentos estarían dotados de sentido político, por los hechos de violencia asociados a este espacio, 21 Corresponde a una traducción libre.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 haciéndolos dialogar sobre las intervenciones ma- asumir su propia historia. Hoy los derechos huma- teriales que éste ha sufrido. La creación del Parque nos son tratados desde el lenguaje de la adminis- por la Paz, para algunos, dista mucho de "represen- tración de la justicia (los procesos en las cortes) y tar" el sufrimiento y la monstruosidad allí acontecida; desde la política (los acuerdos que permiten la vida en común, la reparación, las responsabilidades) otros por el contrario, concuerdan con la proyección en busca de resolver un hecho que divide la con- de esta nueva mirada (ver también compilación de vivencia nacional. La construcción de memoriales, textos editados por Richard, 2006). Una segunda dis- en cambio, forma parte del lenguaje del arte, de la cusión, vinculada con la anterior, se refiere al tema arquitectura y de la creación de nuevas formas de de la forma, indagando en si existen algunas esté- participación, sin las cuales el peligro es el distan- ticas más apropiadas que otras para materializar la ciamiento y la banalización (Piga, 2010:92).
memoria y el cómo representar adecuadamente un Dos elementos destacan, por un lado la necesidad hecho traumático (Jelin y Langland, 2003; Huyssen, de constituir una "memoria nacional", que en el caso 2009). Se trata de un debate que conjuga lo estéti- de las obras memoriales está consensuada por los co, lo ético y lo político, ya que en la representación organismos e instituciones que participan en la habría que visibilizar aquello que está invisible y que decisión del proyecto. No obstante, es el Gobierno es indecible, sin que al mismo tiempo se trivialice o quien la preside y decide cuáles organismos parti- profane el acontecimiento (Feld & Stites Mor, 200922). ciparán, posibilitando la instauración de sus propias Dentro de estas discusiones entran los temas de la ideas estéticas y su propio discurso de represen- materialidad de las obras, de la figuración de héroes tación política y de saber técnico. Por otro lado, la y víctimas, de la presencia de nombres en las obras precisión con la que el autor dibuja en esta cita los (las víctimas), y del contenido más amplio, ya sea en contornos de los diversos lenguajes bajo los cuales la representación o constancia del horror, o bien, en son tratados los derechos humanos, evidencian una la posibilidad de cambiarlo en un discurso de pro- suerte de desvanecimiento de las intencionalidades yecto al futuro23.
y de las consecuencias ideológicas y significantes El año 2010 fue editado por el Ministerio de Obras que éstas conllevan, en particular en la producción Públicas del Gobierno de Chile, un texto que resume del arte y de la arquitectura. Pareciera ser que estos el quehacer de esta entidad apoyada por la Comi- lenguajes funcionaran de manera paralela, pero sin sión Nemesio Antúnez24, entre las cuales figuran las tocarse, cuando en realidad ocurre que en el marco obras "memoriales". El autor señala: de la fundación de una memoria nacional, los lími-tes entre las estéticas y las éticas son una construc- Cuando el Estado de Chile decide poner explíci- ción difusa. En el proceso de memorialización en tamente en la memoria pública la situación de los Villa Francia, los memoriales muestran nombres, tie- derechos humanos, de lo que se trata es de la cons- nen un alcance de valoración y reconocimiento. En titución de una memoria nacional. Los memoriales deben constituir un espacio de resolución, donde muchos casos, se trata de reivindicaciones que no una sociedad innegablemente conflictuada busca caben dentro de la "memoria nacional", porque son 22 Estos aspectos son trabajando por Crezel 2009, en el mismo libro que las autoras, al analizar la incorporación de registros fotográficos en el informe final de la Comisión Nacional sobre desaparición de personas (CONADEP), en Argentina.
23 Es el caso del Museo de la Memoria y Los Derechos Humanos, en Chile, que también posee un Centro de Documentación y realiza actividades de difusión.
24 El trabajo desarrollado en esta materia involucra el quehacer de este Ministerio, a través de la Dirección de Arquitectura, la Comisión Nemesio Antúnez, el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desa-parecidos y Ejecutados (MOP, 2010:88).
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana accionar político y la búsqueda de justicia. Así, más deben ser convocados? Se refiere al nivel de abs- allá de las estéticas, surgen las formas y contenidos tracción presentado por algunas obras/monumen- éticos de una memoria que se emplaza y concita el tos, señalando que en muchos casos estos afectan reclamo en los espacios públicos de la urbe. Es de el contenido que inicialmente pretendían entregar. esta manera como el arte y arquitectura adquieren Lo compleja de esta situación, es quizá como seña- locuacidad y significado (Di Cori, 2002), y quizá por la la autora haciendo referencia a un caso, que "No ello –se podría añadir–, ambas son eminentemente fuimos torturados, ni nuestras familias fueron asesi- nadas en abstracto" (2002: 118). La búsqueda del len-guaje ecuménico al que se refiere la autora, es quizá …Entonces un monumento a las mujeres de-tenidas desaparecidas el resultado de pretender enmarcar estas obras bajo 25, que no se puede ver, que no se vea, que nadie sabe lo que está ahí, un lenguaje apolítico, que lejos de provocar y cues- […] pero algo tan abstracto que no lo entiende tionar, se transforme con el transcurrir del tiempo en nadie, es la volá del artista, y yo creo que el arte una representación sin contenido. En estas obras, siempre tiene que estar en función de la gente, y vinculándose a la distinción entre ética y estética el arte si bien es una actividad con una sensibili- que propone Fariña (2005), los principios, criterios y dad personal, no tiene sentido si no está hecho referencias que definen nuestra existencia, actitud para que la gente lo vea, lo lea, lo entienda, lo frente a nosotros mismos y otros (ética), no tendrían deguste, lo palpe, si no, no tiene sentido, el ar-tista, o sea, la obra individual no cumple el ob- cabida en una estética, cuya producción, prácticas jetivo, […] entonces poner algo en la Alameda, y materialidades, sólo pretende tomar distancia de en Los Héroes, donde no hay nada por donde nuestra propia existencia y no hacerse cargo de ella.
caminar, o sea con suerte hay indigentes y pa- Las formas de expresión popular suelen ser más rejas de enamorados, y no hay nadie más, en-tonces el monumento también tiene que tener flexibles en todos estos aspectos. La memoria se encuentra enraizada en un identitario que ese gru- Fragmento de entrevista a Pablo Villagra (37), julio del po puede trasladar y por ello no necesariamente se vincula a un sitio en particular, ni a la creación de un monumento. La materialidad resulta de sus capa- Los memoriales levantados en Chile, todos ellos di- cidades, habilidades y recursos, tendiendo a reflejar rigidos hacia público masivo, son formas políticas aquello que es propio y local (tales como arpilleras, de presentar los contenidos y de dirigir sus signifi- murales o lienzos). Aquí, la valoración estética se su- caciones. Silvestri da cuenta de ello en Argentina, pedita a la capacidad de la obra en formar parte del revisando el caso del monumento memorial realiza- grupo y en ser efectiva en el mensaje que se quiere do al borde del río de La Plata. Repasa el trabajo de- transmitir con ese acto de conmemoración. Los he- sarrollado por la Comisión Pro Monumento, la cual chos de muerte ocurridos en Villa Francia, en el con- promoviendo la aparente condición ecuménica del texto de la dictadura, si bien han sido reconocidos arte, habría elegido encargar a artistas el desarrollo por el Estado, se mantienen en un juego dialéctico de obras que, sin embargo, contenían un gran peso en el cual la memoria oficial se entremezcla con la social y político. Si el monumento es realizado para reivindicación popular. Ello ocurre porque el Estado recordar, ¿cuáles son las formas en que los hechos no ha dado respuesta a todo lo que se reclama como 25 Se refiere al Memorial a las Mujeres Víctimas de la Represión, financiado por el Estado, el cual forma parte de las obras promovidas por la Comisión Nemesio Antúnez. El memorial, obra de Emilio Marín y de Nicolás Norero, se ubica en el Bandejon central de la Alameda, sobre la línea 2 de la estación del metro Los Héroes, en Santiago Centro.
Revista de Geografía Espacios Vol. 3, No6: 63-97, 2013 Figura 15. Panfleto pegado en uno de los muros de Villa Francia, como parte de la conmemoración del asesinato de Pablo Vergara y Araceli Romo. El mural fue pintado con en la misma ocasión, y se ubi-ca en la Av. 5 de Abril. En ambos casos se trata de un homenaje cuyo lenguaje no tiene mayor in-tencionalidad que el ser explícito y directo. Fotografía propia.
La memoria emplazada: proceso de memorialización y lugaridad en post-dictadura Gabriela Raposo Quintana parte del reconocimiento de las muertes, tal y como cuya materialización se hizo posible con actores que se ha señalado, se ha centrado sólo en las víctimas, trabajaron junto a la institucionalidad para lograr el y no en las causas; ha construido memoriales, pero objetivo de su construcción, pero que no obstante, no ha satisfecho el reclamo de justicia (Figura 15). De de manera paralela aún continúan promoviendo y allí que si bien algunos grupos de actores de la Villa desarrollando sus propias prácticas conmemorativas reconocen algunas de las prácticas conmemorativas no oficiales. En estos casos, las formas de conmemo- patrocinadas por el Estado, ello no implica necesa- ración adquieren expresiones diversas, tales como riamente su adscripción a la memoria oficial. Tal es actos, acciones contestatarias, romerías, pintado de el caso ocurrido con el Monumento Memorial de murales, entre otras.
Villa Francia, financiado parcialmente por el Estado, y Quisiera dar las gracias a todas las personas que González y muy especialmente a Ana Vergara, San- generosamente aceptaron ser entrevistadas, permi- dra Leal y Luis Morales. De manera particular agra- tiendo que esta investigación llegara a buen puerto: dezco también a quienes facilitaron el material au- Magali, Karina, María, César, Mario y Javier; también dio visual y gráfico presente en estas páginas.
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Fecha de recepción: 30 de marzo 2013 Fecha de aceptación: 30 de septiembre 2013

Source: http://www.revistaespacios.cl/pdf/n6/04_raposo_espacios_06.pdf

Egg yolk omega-6 and omega-3 fatty acids modify tissue lipid components, antioxidant status, and ex vivo eicosanoid production in chick cardiac tissue

IMMUNOLOGY, HEALTH, AND DISEASE Egg yolk omega-6 and omega-3 fatty acids modify tissue lipid components, antioxidant status, and ex vivo eicosanoid production in chick cardiac tissue J. Bautista-Ortega , D. E. Goeger , and G. Cherian 1 Department of Animal Sciences, Oregon State University, Corvallis 97331 ABSTRACT The effects of maternal n-6 and n-3 fatty higher in the tissues of medium and high n-3 chicks

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Jefferies Global Healthcare Conference June 2013 COPYRIGHT 2013 by TherapeuticsMD Forward-Looking Statements This presentation includes forward-looking statements covered by the safe harbor provision of the Private Securities Litigation Reform Act of 1995, including predictions, estimates, and other information that might be considered forward-looking. While these forward-looking statements represent TherapeuticsMD, Inc.'s ("TherapeuticsMD," "we," "us," and "our") current judgment on what the future holds, they are subject to risks and uncertainties, many of which are outside our control, that could cause actual results to differ materially from the results discussed in the forward-looking statements.

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