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Hombres gay,
bisexuales, personas
trans y otros hombres
que tienen sexo con
Guía de orientaciones básicas para el personal de salud con trabajo en ITS, VIH y sida GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Hombres gay,
bisexuales, personas
trans y otros hombres
que tienen sexo con
hombres
Guía de orientaciones básicas
para el personal de salud con
trabajo en ITS, VIH y sida
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Catalogación en la fuente realizada por el Centro de Recursos de Información "Gonzalo Rey de Castro" de VIA LIBRE.
VÍA LIBREHombres gay, bisexuales, personas trans y otros hombres que tienen sexo con hombres. Guía de orientaciones básicas para el personal de salud con trabajoen ITS, VIH y sida. - Lima: VIA LIBRE, 2010.
136p.: ilus, graf, col; 14 cm x 21 cm.
GUÍA/POBLACIÓN TRANS/GAY/BISEXUAL/ATENCIÓN EN SALUD/ITS/VIH/SIDA Una publicación de VIA LIBRE con el apoyo de Hivos y la Comisión Europea, elaborada en el marco del proyecto Somos.
Coordinadora de proyecto:
Silvana Santos Alegría Texto compilado y adaptado por:
Orlando Montoya Herrera Revisión de contenidos:
Robinson Cabello Chávez José Luis Castro Chuquillanqui Luis Pérez Ramírez Alfonso Lescano Morales Corrección de estilo:
Rosa Cisneros Canales Diseño y diagramación:
Shinny Montes Llanos Juan Bernales Ramírez Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Primera edición, 500 ejemplares Jr. Paraguay 478, Lima Teléfono 203 9900 Impreso en Perú por: Termil Editores Impresores SRL Jr. Luisa Beausejour 2442, Lima.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Origen y propósito de la guía .
Sección 1: Tendencias epidemiológicas sobre las infecciones de
transmisión sexual y el VIH en hombres gay, bisexuales, trans y
otros hombres que tienen sexo con hombres . 10
Aspectos epidemiológicos claves . 12 Sección 2: El contexto que favorece la mayor exposición al riesgo
de contraer VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) . 16
Aspectos de comportamiento clave . 18 El contexto que favorece la mayor exposición al riesgo de contraer el VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS) . 18 Espacios de socialización para la comunidad GBT/HSH . 19 Sobre el consumo de alcohol y drogas . 20 Otros posibles factores de riesgo . 21 Sección 3: Sexualidad, orientación sexual, identidad sexual
y género . 24
Entendiendo la orientación sexual . 26 La sexualidad . 26 Dimensiones de la orientación sexual . 27 Aspectos que el personal de salud debe considerar en la atención y manejo de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y del VIH/Sida El mejor cuidado que puede dar un/a profesional de la salud sucede cuando entiende la identidad y comportamiento sexual del/a usuario/a del servicio . 29 Términos comúnmente utilizados sobre la identidad sexual y Defi niciones . 30 Entendiendo el concepto de Hombres que Tienen Sexo con Hombres (HSH) . 32 Manifestación de la taxonomía GBT/HSH en el Perú . 34 Tipos de relacionamiento entre GBT/HSH . 36 GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Sección 4: El contexto social, cultural y la identidad, factores
claves para el cuidado de la salud de GBT/HSH .
El contexto social, cultural y la identidad de los GBT/HSH: factores claves para atención centrada en el/a usuario/a .
La «homofobia y transfobia» .
Identidad y cultura .
Factores claves en la atención centrada en el/la usuario/a .
La importancia de la confi dencialidad en los servicios de salud, tomando en cuenta al estigma y la discriminación .
Brindar una atención culturalmente competente y diferenciada implica la negociación del tratamiento con el usuario/a GBT/HSH y el autocuidado de la salud .
Sección 5: El servicio de salud como un espacio seguro y
centrado en las necesidades particulares de sus usuarios/as
GBT/HSH .
El servicio de salud centrado en las necesidades particulares de sus usuarios/as GBT/HSH .
Sobre la política y cultura institucional .
Lo que el servicio de salud debe considerar para poner en práctica la atención centrada en el usuario/a .
Algunos pasos a seguir en la gestión del servicio para GBT/HSH .
Formatos de registro y gestión de la información .
En la consulta médica .
Sección 6: En el cuidado de la salud sexual a GBT/HSH el
asesoramiento, sobre reducción del riesgo frente al VIH e
ITS es un aspecto clave del servicio de salud .
El asesoramiento sobre la reducción de riesgo frente al VIH e ITS es un aspecto clave del servicio de salud .
Evaluando la situación de pareja .
Evaluando el tipo de prácticas sexuales .
Evaluando los lugares de encuentro de parejas sexuales . Evaluando el estatus de VIH del/la usuario/a y de sus parejas .
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Evaluando la experiencia sobre el uso de condones .
Evaluando el uso de alcohol y drogas .
La reducción de daños .
Tomando la posta después de la consejería del servicio .
Elementos claves del asesoramiento efectivo .
Sección 7: Recomendaciones para la prevención,
diagnóstico y tratamiento de las ITS y VIH en GBT/HSH .
Recomendaciones para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las ITS y VIH en GBT/HSH .
Algunas razones para el diagnóstico de laboratorio para GBT/HSH .
Pasos claves para la valoración de las ITS .
La evaluación de laboratorio .
Algunos tipos de pruebas de laboratorio .
Recursos de la Sección 7 .
Sección 8: Atención primaria de salud para personas trans:
Orientaciones básicas para el personal médico y de enfermería .
Algunos aspectos culturales a considerar durante la consulta .
La diversidad trans, consideraciones claves .
Visión general de la atención primaria de salud para personas trans .
La problemática de salud de las personas trans .
Algunos aspectos a considerar .
Evaluación de la salud de las trans y transexuales .
El tránsito entre los géneros: hacia la feminización .
El examen físico .
El examen físico .
Manejo, evaluación y prevención primaria .
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Origen y propósito de la guía A través del Proyecto SOMOS (2007-2010) VIA LIBRE se planteó como objetivo general mejorar el entorno social y el acceso a los servicios de sa- lud de los hombres gay, bisexuales, trans (travestis, transexuales y trans- géneros) y otros hombres que tienen sexo con otros hombres (GBT/HSH), así como disminuir el estigma y la discriminación hacia estos sectores de la población.
La experiencia de trabajo de VIA LIBRE con las diversas sub poblaciones de la diversidad sexual le ha permitido identifi car las barreras existentes que limitan el acceso a los servicios de salud sexual a las personas GBT/ HSH, siendo algunas de ellas las siguientes: • Algunos profesionales de la salud que atienden en los CERITS y UAMP desconocen las características de las diferentes poblaciones de la diversidad sexual.
• Los/as profesionales de la salud, en su mayoría, no cuentan con los conocimientos y habilidades requeridas para la atención diferenciada a GBT/HSH, debido a que su formación profesional no incluye la atención "centrada en el usuario" y existe acceso limitado a literatura específi ca y especializada en la materia.
• El cuidado de la salud sexual de las personas GBT/HSH exige un alto grado de sensibilidad y respeto de la orientación sexual de las personas, su identidad de género, su condición social, cultural y com- portamiento sexual.
En el Perú existen varias normas y guías de atención1 que incluyen de manera general a las poblaciones GBT/HSH con relación al diagnóstico y tratamiento del VIH y las ITS en los servicios de salud, sin embargo, se plantea la necesidad de producir una serie de herramientas específi cas que sirvan de orientación al personal de salud para aportar al mejoramiento de la calidad de la atención de la población GBT/HSH, como complemento a las normas y guías de atención que existen, ya que estos instrumentos no 1 Resolución Ministerial No. 650-2009. Directiva Sanitaria No. 30-MINSA/DGSP – V.01: Directiva Sanitaria para la atención médica periódica a los/as trabajadores/as sexuales y HSH. Guía Nacional de Consejería en ITS/VIH y el Sida. Sistema de Atención para el manejo de casos de Infecciones de Transmisión Sexual sintomáticas.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
brindan una orientación específi ca para la atención diferenciada a GBT/ HSH y son las herramientas con las que el personal de salud atiende en los servicios de salud.
En términos de salud pública, a nivel internacional, se reconoce la impor- tancia de garantizar la calidad en la provisión de servicios vinculados a la atención, diagnóstico y tratamiento del VIH y de las ITS, ya que su fi nalidad, además de disminuir la morbilidad, es reducir y/o contener la expansión de dichas infecciones, particularmente en la población GBT/HSH por sus factores de mayor exposición al riesgo de contraerlas.
Uno de los propósitos esenciales de la presente guía, es servir de apoyo a los/as profesionales de la salud en el desarrollo de destrezas que les per- mitan sumarse a los esfuerzos encaminados a disminuir la progresión de la epidemia del VIH y de las ITS, a través de la prestación de servicios de cuidado de la salud, del tratamiento oportuno y el apoyo en los cambios de comportamiento del/la usuario/a del servicio. Para ello es necesario supe- rar barreras estructurales, sociales y culturales que difi cultan una atención culturalmente sensible y adecuada a las necesidades de cada uno/a de los En esta guía encontrarán información relacionada a: • Pautas para la atención a la población GBT/HSH en el contexto de la vulnerabilidad social que enfrentan y de su mayor exposición al VIH y las ITS.
• Conocimientos sobre los problemas de salud más frecuentes que afectan a los diversos grupos de GBT/HSH, y su abordaje durante la atención en los establecimientos y servicios de salud.
• Recomendaciones para el diagnóstico, evaluación y tratamiento de los principales problemas de salud de la población GBT/HSH.
VIA LIBRE espera que esta herramienta les sea de utilidad en la prestación de sus servicios profesionales, y de manera particular, les facilite brindar una atención culturalmente adecuada a hombres gay/bisexuales, trans y a otros hombres que tienen sexo con hombres.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Tendencias epidemiológicas sobre las infecciones de transmisión sexual y el VIH en hombres gay, bisexuales, trans y otros hombres que tienen sexo con hombres GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Aspectos epidemiológicos claves2
Se han desarrollado varios estudios transversales de vigilancia en la po- blación HSH en los últimos años: 1998 (PROCETSS), 2000 (PROCETSS- DGE), 2002 (DGE-IMPACTA), 2006 (DGE-PREVEN-IMPACTA). La vigilancia centinela del año 2002 fue desarrollada por la DGE e IM- PACTA en una población de 3635 HSH de las ciudades de Lima, Piura, Iquitos, Arequipa y Pucallpa. Este estudio, aunque no es representativo de la situación nacional, encontró una prevalencia nacional de VIH de 13.66%. Esta es la cifra más elevada en cuanto a prevalencia en cualquier grupo poblacional del país y es alarmante por su magnitud. En dicho estudio, se aplicó un cuestionario estandarizado para evaluar conductas sexuales y se colectó sangre y muestras uretrales y anales a las que se aplicaron las siguientes pruebas: RPR (sífi lis), ELISA y confi rmación según el caso (VIH) y pruebas para virus del Herpes 2 (HSV-2) y PCR para clamidia y gonorrea.
GRÁFICO 5. PREVALENCIA DE VIH EN HSH (2002)
PREVALENCIA DE VIH EN HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON
OTROS HOMBRES. PERÚ 2002
Además de su poca representatividad nacional, por las características es- peciales de marginación y estigmatización de esta población, esta vigilan- cia centinela tiene otras limitaciones: no permite realizar estimados de los subgrupos de poblaciones HSH. Así, no permite diferenciar a los HSH que desarrollan comercio sexual, ni distinguir las distintas identidades de géne- 2 Datos tomados de: Plan Estratégico Multisectorial para la prevención y control de las ITS y el VIH-Sida en el Perú. Noviembre del 2006 y de Impacta Noticias. impactacedoc.blogspot.com/2007/02/per-vih-y-herpes-genital-crecen.html. Lima, Perú, 21 de febrero de 2007.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
ro manifi estas entre estos grupos y que podrían estar asociadas a índices de prevalencia aún mayores. Esto difi culta la implementación más efectiva de estrategias de prevención y tratamiento dirigidas y priorizadas. Sin em- bargo, es indudable que los alarmantes índices de prevalencia encontrados justifi can la focalización de actividades de prevención y disminución del impacto del VIH entre HSH, aún desconociéndose las particularidades de los diferentes subgrupos.
El estudio realizado por PREVEN en población general encontró que un 13.6% de los hombres ha tenido alguna vez sexo con otros hombres. Este grupo presenta una prevalencia de VIH de 1.8% comparada con la preva- lencia general de 0.21%. Un 6.8% de los hombres ha tenido sexo con otro hombre en los últimos 12 meses, grupo que tiene un 2.5% de prevalencia de VIH. El 2.3% de los hombres que reporta que su última pareja sexual fue hombre presenta una prevalencia de VIH de 3.1%; mientras que en el 0,5% de hombres cuyas últimas 3 parejas fueron hombres la prevalencia de VIH es de 4.5%.
«El VIH y el herpes genital continúan propagándose y afectando despro- porcionadamente a los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) en Lima, Perú, a pesar de que se ha registrado un descenso en los niveles de ITS bacterianas, como sífi lis y gonorrea, de acuerdo con un nuevo repor- te que presenta y analiza datos de estudios de vigilancia centinela de los años 1996, 1998, 2000 y 2002. Este estudio fue publicado recientemente en Journal of Acquired Immuno Defi ciency Syndromes.
En el Perú, como en la mayoría de países de América Latina, la epidemia de sida se concentra principalmente en HSH. Para monitorear las tenden- cias y los patrones de transmisión del VIH en esta y otras poblaciones, los sistemas de vigilancia epidemiológica emplean los estudios centinela que evalúan, además de la presencia de VIH y otras ITS, también la conducta sexual y el uso del condón. Entre 1996 y 2002 se realizaron en Lima cuatro estudios de este tipo3 con HSH, como parte de un esfuerzo conjunto de ins- tituciones peruanas apoyadas por centros estadounidenses. Un primer es- tudio de línea basal halló en 1996 prevalencias (proporción de casos en la población) de VIH y de sífi lis de 18,5% y 16%, respectivamente, y estimaba la incidencia (nuevos casos) en 11,2% por año. Las autoridades sanitarias implementaron actividades de prevención como servicios especializados de salud sexual, condones gratuitos, consejería y diagnóstico de ITS.
El Grupo Peruano de Trabajo sobre Vigilancia Centinela del VIH, responsa- ble de los estudios, se propuso evaluar las tendencias del VIH, las infeccio- 3 Se realizó un estudio cada dos años.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA nes de transmisión sexual (ITS) y la conducta sexual de los HSH durante el período señalado. En los estudios participaron clínicas de ITS de algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) y establecimientos especiali- zados del Ministerio de Salud como sedes centinela: Una en 1996, cuatro en 1998 y cinco en el 2000 y 2002. En total, participaron en la vigilancia 4370 HSH, quienes se sometieron a exámenes médicos y pruebas de ITS; recibieron consejería y condones, y pasaron por una entrevista sobre con- ducta sexual y conocimientos acerca del VIH.
De 1996 a 2002, el conocimiento del estado serológico del VIH (presencia de infección) entre HSH aumentó de 41,3% a 71,5%, y el conocimiento de ser VIH positivo se incrementó también de 1.4% a 9.7%. La prevalencia de VIH ha aumentado de 18.5% en 1996 a 22.3% en 2002. En contraste, ha habido en el mismo período una tendencia decreciente en la prevalencia de ITS bacterianas: la sífi lis se redujo de 16% a 12%, la sífi lis primaria de 8.6% a 3.4%, y la gonorrea anal de 5.1% a 0.2%. En 2002, la prevalencia de HSV-2 (que causa el herpes genital) era de 51%, proporción que se elevaba hasta un 79.6% en el caso de las travestis.
Para el 2002, un 17.2% de los HSH participantes en el estudio se autoi- dentifi caba como trabajador sexual, aunque los datos en conjunto de todo el período indican que más del 30% decía haber intercambiado sexo con hombres por dinero o regalos. La proporción de HSH que reportaba tam- bién tener sexo con mujeres alcanzó un 47.6% en el 2000 (en 1996 era de 26.4%). El uso del condón en la relación sexual más reciente con un com- pañero estable se incrementó signifi cativamente de 24.3% (1996) a 54% (2002), pero no hubo un aumento signifi cativo en el caso de las parejas Con base en los datos analizados, los investigadores señalan que tenden- cias como el aumento del uso del condón, del auto-reporte de ITS y de la prevalencia de VIH en Lima, pueden estar refl ejando un patrón de conducta de salud que implica una creciente búsqueda de servicios como los promo- vidos por el Ministerio de Salud en los centros especializados para ITS, que brindan diagnóstico y tratamiento gratuitos.
Los autores agregan que, aún con los sustanciales descensos en la presencia de sífi lis y sífi lis primaria, las prevalencias en estos casos se mantuvieron altas en 2002 (12.4% y 3.4%, respectivamente). Estas altas prevalencias de sífi lis y de herpes genital pueden estar contribuyendo al incremento de la incidencia y prevalencia de VIH. Datos de un estudio lon- gitudinal realizado entre los años 2002 y 2003 con HSH habían mostrado ya una incidencia de 6.2 nuevos casos por 100 personas-año. Este estudio HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.


encontró también que la incidencia de VIH esta- ba fuertemente asociada a la presencia de ITS que causan úlceras ano genitales adquiridas recientemente, y con sexo anal receptivo no protegido con parejas casuales mas- La alta incidencia de VIH se explicaría, según los investigadores, por factores como «el nivel relativamente bajo de uso de condones (alrededor de 55% en 2002), el efecto potencial de la segrega- ción de roles sexuales, la falta de medi- das de control para el HSV-2, y las altas cifras de parejas sexuales concurrentes». Más adelante sugieren que, dadas las altas tasas de VIH en HSH en Lima, esta población podría ser objeto de intervenciones biomédicas innovadoras de prevención. En tanto los ensayos clínicos de estrategias como tratamiento para HSV-2, prevención pre-exposición con antirretrovirales y vacu- nas para el VIH se encuentran aún en curso, «se deberían promover cambios de comportamiento como la promoción del uso de condones, la reducción del número de parejas sexuales, y la consejería y pruebas voluntarias para VIH e ITS», agregan.
Desde el 2004, el Ministerio de Salud ofrece un programa gratuito de trata- miento para VIH, denominado TARGA (Tratamiento Antiretroviral de Gran Actividad) con el apoyo del Fondo Mundial de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Ahora, con el acceso ampliado a los antirretro- virales, los especialistas prevén algunos cambios en los patrones epide- miológicos. El inicio del programa de tratamientos implica también que los sistemas de vigilancia de la epidemia modifi quen y adecúen sus métodos al nuevo escenario, por ejemplo, incluyendo el monitoreo de resistencia a drogas y de la diversidad genética del virus»4.
Finalmente, la presencia del VIH y el sida en el Perú responde a una epide- mia concentrada y urbana. La mayor parte de los casos se encuentran en las regiones de Lima y Callao, así como en Arequipa, Loreto e Ica5.
4 Tomado de: Impacta Noticias. impactacedoc.blogspot.com/2007/02/per-vih-y-herpes-genital-crecen.html. Lima, Perú, 21 de febrero de 2007.
5 Reporte a 2009 por la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud del Perú. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
El contexto que favorece la mayor exposición al riesgo de contraer VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Aspectos de comportamiento clave
• Algunos hombres gay/bisexuales, trans y otros hombres que tienen sexo con hombres exploran diversos sitios en su búsqueda de en- cuentros sexuales (bares, discotecas, saunas, videos gay, parques, baños públicos, Internet, entre otros).
• Dichos espacios facilitan a los GBT/HSH conocer más personas para tener relaciones sexuales las mismas que pueden estar acompaña- das por comportamientos de riesgo asociados al no uso del condón y el empleo de alcohol o drogas recreativas, lo que incrementa su factor de riesgo y el incremento de la infección por el VIH e ITS.
• Estos lugares facilitan también los encuentros sexuales anónimos, lo que se constituye en una barrera para las intervenciones de salud pú- blica, así como la identifi cación de las redes sexuales de la persona.
• La mayor exposición al riesgo frente a las ITS y el VIH depende de muchos factores, tanto individuales como colectivos. Es por eso que potencialmente, dependiendo de las circunstancias, algunos/as GBT/ HSH con base a cambios substanciales en su estilo de vida y la per- cepción del cuidado de su salud, podrían estar menos expuestos a las infecciones de transmisión sexual y el VIH aun cuando se manten- gan sexualmente activos/as. El contexto que favorece la mayor exposición al riesgo de contraer el VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS)En la sesión anterior se presentó información sobre las tendencias epide- miológicas relacionadas con las infecciones de transmisión sexual (ITS) en hombres gay/bisexuales, trans y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBT/HSH). Esta sesión describe algunos de los factores asocia- dos que incrementan el riesgo para algunos GBT/HSH. Esta información puede ser de mucha utilidad al personal de salud para entender aquellos aspectos de riesgo asociados a la dinámica de la transmisión del VIH y de las ITS entre GBT/HSH. Pese a no haber sufi ciente literatura sobre los comportamientos sexuales de los GBT/HSH en el Perú, en los pocos estudios realizados, «dichas in- vestigaciones refl ejan que los jóvenes varones que viven en Lima y Callao tienen poca o ninguna percepción del riesgo de contraer ITS/VIH, o habi- HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.


lidades para evaluar el riesgo en el que incurren; muy po- cas habilidades para negociar sus relaciones sexuales además de una diversidad de prácticas sexuales que no necesariamente se limitan a las fronteras de una identidad sexual asignada o asumida»6.
En el Perú se han llevado a cabo muy po- cos estudios de carácter cualitativo sobre el comportamiento sexual de los GBT/ HSH, que podrían explicar algunas de las razones sobre el comportamiento sexual asociado a la seroconversión, que es «el sexo anal receptivo sin condón con una pareja ocasional». Espacios de socialización para la comunidad GBT/HSHLos GBT/HSH, en el caso de Lima, han cons- truido y/o frecuentan diversos espacios para socializar: La vía pública (calle, parques y pla- zas), los bares y discotecas, los baños sauna, vi- deos gay, entre otros.
Los baños sauna
Son espacios de tipo más heterogéneo. Estos lugares se muestran propi- cios para las prácticas sexuales ocasionales. Actualmente ofertan y/o faci- litan el acceso a condones. Las salas de video gay
Pertenecen más bien a aquello que podríamos determinar «subterráneo». Son lugares donde el sexo oral es una práctica muy común y el sexo anal también, pero en menor proporción. Las circunstancias en las cuales se dan las prácticas sexuales, como en el caso anterior, difi cultan la negocia- ción del sexo seguro. El acceso a condones es factible, dependiendo del Las discotecas gay
Son espacios de esparcimiento que convocan a la población GBT/HSH 6 Goicochea, Pedro. El Sida y los HSH en el Perú. Impacta Salud y Educación. Lima, 2003.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA y permiten la socialización y el contacto para tener relaciones sexuales posteriormente. La negociación de las relaciones sexuales y el uso del condón son más factibles en estos lugares. Los bares «de ambiente»
Son espacios en los se venden bebidas alcohólicas y sirven de antesala para acudir a la discoteca. A estos lugares se suele ir en compañía de Los «levantes» o «ligues»
Suceden en la vía pública. Consisten en que una persona contacta con otra con el solo objeto de entablar conversación para negociar las relaciones La Internet
Se constituye como uno de los espacios comunes y disponibles para la búsqueda de encuentros sexuales de los GBT/HSH, debido a la oferta de un sinnúmero de salas de chat y de páginas especializadas para la oferta sexual específi ca para estas poblaciones, que facilitan el sostenimiento de relaciones sexuales anónimas, que en muchos casos suponen mantener relaciones penetrativas anales sin protección.
Sobre el consumo de alcohol y drogasEn el Perú existe poca información relacionada al consumo de alcohol y drogas por parte de los GBT/HSH, aunque existen algunos estudios reali- zados en poblaciones de niños, niñas y jóvenes en situación de explota- ción sexual y privados/as de la libertad (PPL), que dan indicadores de pre- valencia del VIH y de ITS y de un alto consumo de diverso tipo de drogas. En el informe 2007 de la Ofi cina Regional de Naciones Unidas para el Perú y el Ecuador Contra la Droga y el Delito (ONUDD), que incluye una parte sobre el vínculo del uso de drogas y el VIH y sida se menciona que «desde los primeros años de la epidemia, en otros países se evidenció el vínculo entre uso de drogas endovenosas y la transmisión del VIH. Sin embargo, en el Perú, donde el uso de drogas inyectables es casi inexistente por ra- zones culturales, se ha demostrado que el uso de drogas no inyectables asociadas al consumo de alcohol, está intrínsecamente unido a actividades La marihuana, cocaína, PBC y alcohol son agentes desinhibidores y las 7 Naciones Unidas. Ofi cina Contra la Droga y el Delito. Drogas y Delitos en el Perú, situación actual y Evolución. Informe 2007. ONUD D: Lima, 2007. p. 17.
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personas que consumen estas sustancias tienen mayores posibilidades de tener relaciones sexuales sin protección. En otros casos también se ha en- contrado a personas drogodependientes que utilizan el sexo como medio para satisfacer su necesidad de consumo de drogas. En ellos, la presencia de protección es prácticamente inexistente. Esto fue corroborado por un estudio de ONUDD sobre drogas, VIH y sida realizado en las ciudades de Lima, Callao, Chiclayo e Iquitos, donde se exploró la magnitud del vínculo entre el consumo de drogas y prácticas sexuales de riesgo para la trans- misión sexual del VIH tanto en población general como en poblaciones «En el estudio en mención, y a partir de las declaraciones sobre uso de al- cohol u otra droga durante las relaciones sexuales, 31% de mujeres indicó que lo ha hecho «a veces», frente a un 45% de los hombres. El 35% per- tenece a Lima-Callao, 30% a Iquitos y 49% a Chiclayo. A estas prácticas se suman aquellas en las cuales se usó o no condón teniendo relaciones sexuales bajo los efectos de alguna droga: en Lima – Callao el 59% nunca usó condón, en Iquitos el 22% nunca lo hizo, y en Chiclayo no lo hizo el 77%, éstos datos sumados a los datos de quienes lo usaron «a veces», estarían brindando un panorama alarmante»8.
Para compensar la falta de información relacionada al uso de alcohol y drogas en la población GBT/HSH en el Perú, y considerando que el uso de sustancias recreativas constituye una variable importante que potencia los factores de riesgo frente a la exposición al VIH y las ITS, el estudio solici- tado por ONUDD y ONUSIDA a la Universidad Peruana Cayetano Heredia incluyó la exploración en población gay/bisexual y trans de las ciudades de Lima y Chiclayo, y sus resultados ofrecieron una aproximación importante sobre el uso alcohol y drogas y el comportamiento sexual de riesgo. Según esta exploración el uso del alcohol constituye uno de los elementos más comunes al momento de la socialización, seguido por el uso de ma- rihuana, coca y pasta básica de cocaína, estas últimas en menor medida. No se encuentra diferencias signifi cativas entre los gay y bisexuales de Lima y de Chiclayo en cuanto al uso de las mismas. Las motivaciones y frecuencias del consumo varían dependiendo del estrato social en que se ubican los GBT/HSH. Como menciona el informe, «de acuerdo a los datos proporcionados por informantes clave y por entrevistados de esta pobla- ción, el consumo de alcohol en el «ambiente gay» es un consumo social y se da particularmente los fi nes de semana, viernes-sábado y domingo en GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Lima y sábado-domingo y lunes en Chiclayo. Las motivaciones principales para el consumo son dos: 1) socializar y divertirse, y 2) «ligar»; en mucha menor medida se mencionan otras razones como por ejemplo, olvidar o evadir los problemas»9.
Otro aspecto clave que aborda el informe es que muchos jóvenes hetero- sexuales que tienen prácticas homosexuales frecuentan los espacios de socialización para la comunidad GBT/HSH con la fi nalidad de intercambiar sexo por alcohol y drogas.
Otros posibles factores de riesgo Existen múltiples factores subyacentes no es- tudiados sobre algunos comportamientos de alto riesgo, como son: la «fatiga» relaciona- da con el uso del condón, por lo que mu- chos GBT/HSH dejan de prestar atención a las recomendaciones sobre el tema del VIH/Sida y las ITS; la creencia de que el tratamiento antirretroviral (ARV) elimina el riesgo de la transmisión del VIH»10; las reuniones para mantener relaciones sexuales específi camente sin el uso del condón o cualquier otra medida de pre- vención; minimizar el riesgo de adquirir VIH ante el fácil acceso a los programas de atención y tratamiento con antirretrovirales, y la falta de apoyo social para el mantenimiento de prácticas sexuales más seguras.
9 Unidad de Salud, Sexualidad y Desarrollo Humano de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. A lo que venga. Alcohol, drogas y vulnerabilidad sexual en el Perú actual. ONUDD, ONUSIDA. Lima. 2007. p. 41.
10 Fenway Community Health. Prevention and management of sexually transmitted diseases in men who have sex with men: A toolkit for clinicians. Boston. USA, 2005 (2-7).
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
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Sexualidad, orientaciónsexual, identidad sexualy género GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Considere los siguientes aspectos culturales
del usuario
• La identidad, la atracción y el comportamiento sexual no siempre es- tán alineados el uno con el otro. Por ejemplo, un hombre que tiene sexo con otro hombre (conducta) no se identifi ca como gay o bisexual (identidad sexual), sino como heterosexual.
• Para el usuario es fundamental que el prestador del servicio de salud entienda su estilo de vida y valores, ya que esto le permite establecer un vínculo de confi anza con el/la profesional, quien a su vez estará en mejores condiciones para brindar la atención que el/ la usuario/a En el servicio de salud, el/la profesional debe:
• Mantener una actitud abierta y sin prejuicios cuando hable con el usuario/a acerca de las parejas sexuales.
• Escuchar cómo los usuarios/as se describen a sí mismos/as y a sus parejas y usar tal terminología.
• Aceptar que muchos usuarios/as no están involucrados afectivamen- te con sus parejas sexuales • Aceptar que muchos de los usuarios/as que tienen pareja estable man- tienen relaciones sexuales con otras parejas fuera de su relación.
Entendiendo la orientación sexualPara brindar un cuidado de la salud culturalmente competente a hombres gay, bisexuales, trans y otros hombres que tienen sexo con hombres es im- portante para el personal de salud tener bien claro lo que signifi ca concep- tualmente la sexualidad y la orientación sexual así como sus dimensiones. Estos conocimientos jugarán un papel clave en los diversos momentos de la atención e interacción, con esta población. La sexualidad11Las concepciones actuales de la sexualidad humana han abandonado la perspectiva exclusivamente biológica de los inicios o, inclusive, la visión 11 Ardila, Stanton, Gauthier. Estrategias y lineamientos para la acción en VIH/SIDA con HSH. ONUSIDA/LIGASIDA. Bogotá. 1999. p. 51.
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centralmente psicológica que dominó los debates teóricos por muchas dé- cadas. Actualmente se reconoce que la sexualidad humana precisa ser en- tendida en sus distintos niveles. A nivel individual, la sexualidad represen- ta la forma en que una persona, estando físicamente equipada como ser sexuado (dimensión biológica), experimenta deseos sexuales y refl exiona (dimensión psicológica) sobre el signifi cado y calidad de sus experiencias sexuales, a la luz de las normas culturales dominantes sobre el tema (di- mensión social). Por otro lado, a nivel colectivo la sexualidad es una parte de la cultura, ya que toda cultura incluye un conjunto de representaciones, ideologías, normas y signifi cados vinculados a contenidos sexuales, los cuales organizan la visión de lo sexual dentro de la cual todos los sujetos formados dentro de dicha cultura son socializados. Dimensiones de la orientación sexualLa orientación sexual es un concepto complejo que cambia a través del tiempo y se entiende de manera diversa en las diferentes culturas. La orientación sexual, al igual que la sexualidad, se expresa en tres dimen- siones. Esas dimensiones son la atracción sexual, la identidad sexual y el comportamiento sexual. A menudo, estas tres dimensiones corren de manera pareja (es decir, están sincronizadas una con otra), por ejemplo: en un hombre que se involucra en actividades sexuales con otro hombre y que se reconoce a sí mismo como homosexual, las tres dimensiones concuer- dan. Pero esto no ocurre siempre. Existen hombres que se involucran en actividades sexuales con otros hombres (comportamiento sexual), que se sienten atraídos por hombres y mujeres (atracción sexual) y se identifi can a sí mismos como heterosexuales (identidad sexual).
La atracción sexual
Se refi ere a la atracción física y/o emocional que una persona como hom- bre o como mujer siente hacia otra. La atracción sexual se considera como un continuum, desde lo exclusivamente heterosexual hasta lo exclusiva- mente homosexual, y la mayoría de las personas se encuentran entre am- bos extremos. Sin embargo, muchas de ellas se encuentran igualmente atraídas tanto por los hombres como por las mujeres. La identidad sexual
Es como la persona se asume o se etiqueta a sí misma, independientemen- te de su atracción sexual o de su comportamiento sexual. Muchos hombres se identifi can como gay, bisexuales, heterosexuales, u otra denominación que consideran apropiada para sí mismos/as dependiendo del entorno so- cial-cultural en el que se encuentren.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA El comportamiento sexual
Se refi ere a los actos de las personas, que pueden ser muy diversos, y que pueden ser exclusivos ya sea de la identidad sexual que el individuo manifi esta o de la atracción sexual que siente. Por ejemplo, cuando ha- blamos de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) como un grupo, estamos haciendo referencia a su comportamiento sexual común, que es tener relaciones sexuales con una persona del mismo sexo. Muchos de ellos no se defi nen a sí mismo como tales. En efecto, una gran mayoría de estos hombres también mantienen relaciones sexuales con mujeres o con trans, y se identifi can a sí mismos con un sinnúmero de maneras, frases o Aspectos que el personal de salud debe considerar en la atención y manejo de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y del VIH/Sida en GBT/HSH12La prestación de servicios de salud culturalmente competentes, es decir, aquellos que implican conocer y entender a los diversos tipos de usuarios que asisten a los servicios presupone que el personal de salud tenga la capacidad de brindar una atención clínica centrada y basada en las ne- cesidades, cultura, y estilo de vida del usuario/a. En el caso, del cuidado de la salud sexual13 de GBT/HSH con relación a la atención del VIH y las ITS, los/as profesionales de la salud deben mostrar una actitud abierta en lo que se refi ere al comportamiento, la identidad y la atracción sexual que expresan los/as usuarios/as del servicio.
También es clave saber que estas tres dimensiones (comportamiento, iden- tidad y atracción sexual) pueden cambiar con el tiempo y a través de la vida de las personas. Un aspecto esencial a considerar por el/la profesional de la salud con rela- ción a la atención de las ITS y el VIH, es que la preocupación central de la 12 Tomado y adaptado de: Fundación Ecuatoriana Equidad. Guía de Orientaciones básicas para la atención de hombres gay, bisexuales, personas trans y hombres que tienen sexo con hombres (GBT/HSH) en los servicios de salud. Quito-Ecuador. 13 La salud sexual es defi nida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud». Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha defi nido la salud sexual como «la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la Ambos organismos consideran que para lograr y mantener la salud sexual, deben respetarse los derechos sexuales de todas las personas. En efecto, la OMS asegura que para lograr la salud sexual se requiere un «enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.
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atención no es la infección en sí misma, sino determinar cuál es el compor- tamiento sexual del usuario y cuáles son los riesgos que se asocian a dicho comportamiento. Entender la identidad y el comportamiento sexual permite que el o la profesional de la salud establezca un vínculo de confi anza con el usuario/a y que le brinde el cuidado de la salud en el contexto mismo de su vida y creencias. Proveer apoyo en cuanto a temas relativos a la identidad sexual contribuye a la reducción de los comportamientos de riesgo. El mejor cuidado que puede dar un/a profesional de la salud sucede cuando entiende la identidad y comportamiento sexual del/a usuario/a del servicio Para obtener información respecto a la identidad u comportamiento sexual de las/los usuarios de los servicios, el o la profesional de salud debe mos- trar una actitud de apertura y comprensión, que facilite un diálogo sincero con las personas que atiende. Aprender sobre identidad y comportamiento sexual resulta de utilidad al/la profesional pues hace posible formular pre- guntas de modo claro y directo, y recibir respuestas en el mismo sentido.
Durante la consulta es común hacer deducciones basadas en la apa- riencia del usuario/a del servicio, sobre el género de su(s) pareja(as) o sobre el estatus de la relación de pareja, por ejemplo si hay matrimonio o convivencia estable o no. Este tipo de deducciones y/o presunciones deben evitarse. No debe clasifi carse al usuario/a del servicio en base a presuncio- nes derivadas de sus rasgos y características, sin antes haber formulado francamente las preguntas pertinentes. El usuario del servicio puede ser un hombre que se identifi ca como heterosexual y está casado con una mu- jer, pero además puede tener sexo con personas de su mismo sexo o con trans. Otro usuario puede identifi carse como un hombre bisexual y hasta explicar que se siente sexualmente atraído por personas de su mismo sexo, pero puede estar viviendo una relación monógama con una mujer du- rante largo tiempo. El/la profesional de la salud no debe sacar deducciones erróneas sobre la identidad y comportamiento sexual de las personas hasta que no se hable explícitamente de ellas durante la consulta. Términos comúnmente utilizados sobre la identidad sexual y de géneroAlgo importante a tomar en cuenta es lo que se conoce como «la verdad vista», que hace referencia a cómo cada persona decide ser vista y llama- da por los demás, o sea, cómo se defi ne a sí misma. Para ello usan una variedad de términos relativos a su identidad sexual y de género. Otras personas deciden no adoptar denominación o término alguno.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Por diversas circunstancias, las personas escogen para sí una identidad sexual u otra, ya sea por razones políticas o por aceptación social. Es im- portante que antes y durante la consulta, escuche al usuario del servicio y perciba cómo se describe a sí mismo. En general existen tres denominacio- nes generales relacionadas con la identidad sexual que son: homosexual (gay), bisexual, heterosexual. Existen muchos hombres que tienen relacio- nes sexuales con otras personas de su mismo sexo que no utilizan o reco- nocen dichos términos, usando para sí mismos una terminología popular propia de su cultura o comunidad.
La identidad de género no es lo mismo que la identidad sexual.
La identidad de género es la percepción que la persona tiene de sí misma en cuanto a ser varón o ser mujer, y puede cambiar con el tiempo. Las expresiones usadas para determinar la identidad de género son hombre y mujer. Otras personas pueden adoptar otras denominaciones y hay quie- nes no se identifi can con ninguno de los dos géneros. Expresión de género:
Se refi ere a la expresión a través de prendas de vestir y el comportamiento, o el sentido interno de identifi cación y autoconocimiento, que manifi esta cómo la persona se siente en sentido masculino o femenino, o como hom- bre o mujer. Esto puede incluir los vestidos, la postura, el peinado, las jo- yas, la infl exión vocal, la manera de hablar, y la interacción social14. Defi nicionesComo ya se explicó anteriormente, existen algunas defi niciones generales y no se aplican a toda la gente que se auto identifi ca usando dichos térmi- nos. Esto ocurre debido a que la atracción, el comportamiento y la identidad sexual no siempre van parejos. También conocido como hombre gay15, es aquel que sexual y emocional-
mente se siente atraído hacia otros hombres, tiene relaciones sexuales y afectivas con ellos y siente que ésa es su principal orientación o identidad 14 PNUD. Guía de Organizaciones no Gubernamentales que trabajan con GLBT y VIH/Sida en América Latina. Programa Regional sobre VIH/SIDA.LAC. Panamá 2010. p.5. (Borrador).
15 «Lo gay como identidad es una categoría autoadscrita de los homosexuales para confrontar colectivamente sus espacios y territorios […] La palabra gay se usó para borrar el estigma ocasionado por muchas otras palabras y sus connotaciones con las que aludían a los homosexuales, las cuales preconcebían la interpretación de los sujetos que se orientaban a sostener relaciones sexuales con individuos de su mismo sexo. Los homosexuales, con la palabra gay, se hicieron de una identidad». César Octavio González Pérez. «La identidad gay: una identidad en tensión». En: Desacatos número 6. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social: México DF, 2001.
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Hombre bisexual
Es un hombre que sexual y emocionalmente se siente atraído por las mujeres y los hombres, y que tiene relaciones sexuales y afectivas con ellos y con ellas. La atracción puede darse con igual intensidad para uno y otro género, o ser más fuerte por uno de los géneros en particular. Hombre heterosexual
Es el hombre que sexual y emocional- mente se siente atraído por las mujeres, tiene relaciones sexuales y afectivas con ellas y siente que ésta es principalmente su orientación o identidad sexual. Transexual
Persona que tiene una identidad de género di- ferente del sexo asignado en el nacimiento. Los hombres y las mujeres transexuales pueden mani- festar el deseo de someterse a intervenciones médicas y/o quirúrgicas para realizar la adecuación de sus caracte- rísticas físicas de nacimiento (inclusive genitales) a su identidad de Intersexual
Es el término general adoptado para referirse a una variedad de condicio- nes (genéticas y/o somáticas) con las que una persona nace, presentando una anatomía reproductiva y sexual que no se ajusta a las defi niciones típicas de lo femenino o de lo masculino.
Terminología empleada para describir personas que transitan entre los gé- neros. Son personas cuya identidad de género transciende las defi niciones convencionales de la sexualidad.
Travesti
Persona que nace con el sexo masculino o femenino, pero que tiene la identidad de género opuesta a su sexo biológico, por lo que asume roles de género diferentes de aquellos impuestos por la sociedad. Muchas travestis modifi can su cuerpo por medio de terapias hormonales, aplicaciones de silicona y/o cirugías plásticas, sin embargo, otras no tienen interés en mo- difi car su cuerpo. A diferencia de las transexuales, las travestis no desean realizar una cirugía de reasignación sexual (adecuación de sus órganos GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA genitales). Se utiliza el artículo defi nido femenino «la» para hablar de la travesti (aquella que tiene senos, cuerpo, vestimenta, cabello y formas fe- Drag queen
Hombre que se viste con ropa femenina de forma satírica y extravagante para el ejercicio de la profesión en shows y otros eventos. Una drag queen no deja de ser un tipo de transformista (consultar el término abajo), pues el uso de la ropa está ligado a intereses artísticos. La diferencia está en el énfasis que se pone en el humor y la exageración16.
Individuo que se viste con ropa del género opuesto movido por intereses Entendiendo el concepto de Hombres que Tienen Sexo con Hombres (HSH)El concepto nace en base a la evidencia de que «diferentes grupos de individuos podían compartir un comportamiento homosexual sin compar-tir en la misma medida una identidad sexual, un rol de género (p. e. un mismo grado visible de masculinidad o femineidad) o una asignación de signifi cados a tal comportamiento homosexual. Ello terminó por establecer la creciente legitimidad de la concepción actual sobre diversidad sexual, en general, sobre diversidad homosexual, en particular18. En resumen, el concepto de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) no describe una identidad exclusiva del individuo y para la mayoría de ellos no implica signifi cado alguno. El término HSH, acuñado en los años noventa en el contexto de la aparición del VIH/Sida, se asume como una categoría de análisis epidemiológico incluyente, ya que en el análisis y en la captura de datos solamente se tomaba en cuenta las categorías homosexual y bi-sexual, dejando por fuera a un sinnúmero de individuos, mayoritariamen-te heterosexuales, que no reconocen como parte de su comportamiento sexual a las prácticas homo/bisexuales. Sin olvidar que son los individuos quienes se defi nen a sí mismos en tér-minos de su identidad y comportamiento sexual, una manera gráfi ca de entender el comportamiento bisexual de muchos hombres, aparte de aque- 16 ALBGT. Manual de Comunicación LGBT. Brasil, 2010. p. 16.
17 Ibíd. p. 17.
18 Ibíd. 11. p. 57 HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
llos que se defi nen a sí mismos como homosexuales (y/o gay), se ve en la siguiente taxonomía del comportamiento bisexual19: En sociedades donde el comportamiento homosexual se estigmatiza, los hombres pueden involucrarse en comportamientos bisexuales para: a) es-conder sus actividades homosexuales; b) utilizar la actividad heterosexual como un punto de referencia seguro desde el cual pueden explorar la activi-dad homosexual; y c) asumir un comportamiento bisexual como una etapa en el proceso de asumir su homosexualidad («coming out»).
Frecuentemente, y de manera especial, pero no exclusiva, en las socie-dades con rasgos de las culturas mediterráneas, el rol homosexual es con-ceptualizado como receptivo (femenino) en el sexo. El individuo que juega el rol «insertivo» no se considera homosexual y no es estigmatizado, siem-pre que él también se involucre en el sexo heterosexual.
En algunas sociedades el contacto homosexual tiene un rol ritual en el cual niños o jóvenes varones tienen contacto con varones mayores como parte de sus ritos de iniciación en la sexualidad masculina adulta.
Donde el matrimonio (heterosexual) se considera como un estado natural y es parte de las obligaciones familiares. Permanecer soltero no es una opción para quienes pueden preferir sexualmente a personas de su mismo sexo. En dichas circunstancias, la actividad homosexual puede tener lugar anónimamente fuera del hogar.
Las actividades homosexuales secundarias pueden ocurrir por falta de al-ternativas en instituciones segregadas por género (militares, cárceles, etc.) o por razones fi nancieras, como es el caso del trabajo sexual.
Igual interés en compañeros masculinos y femeninos
En países del occidente industrializado, esta situación es considerada al-gunas veces como «bisexualidad verdadera», dado que el género del/a compañero/a no es un aspecto particularmente sobresaliente en la elección de éste.
19 Ibíd 11 p. 58. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA La experimentación adolescente con personas de uno y otro sexo es un caso especial de igual interés en compañeros masculinos y femeninos, y se le resalta por su mayor frecuencia y porque la juventud es una edad en la cual la sexualidad es mucho más fl uida que en etapas posteriores, vin-culada justamente a estos procesos de aprendizaje a partir de experiencias concretas.
La bisexualidad técnica puede ocurrir en el caso de sexo con trabajadoras sexuales u otros individuos que se presentan como mujeres. Manifestación de la taxonomía GBT/HSH en el Perú20
En el Perú, predominantemente en sectores populares, tenemos como per-
sonaje bisexual, al «activo» o «mostacero» (macho latino). Este no cues-
tiona su heterosexualidad básica por su involucramiento con «cabros21» o trans. Se supone que no experimenta deseo sexual por otros varones. Al funcionar como reservorio simbólico de masculinidad, sin embargo, se asu-me que su respuesta sexual, si es apropiadamente estimulada, es natural. Será insertivo tanto en el sexo oral como en el anal […] Tanto sus compa- ñeras permanentes como las ocasionales usualmente aceptarán sus con-tactos sexuales con otras personas.
Siempre predominantemente en los sectores populares y como un perso-
naje no bisexual, sino homosexual, tenemos al «marica» o «cabro». Este
es afeminado y no suele llamarse a sí mismo «hombre». El centro de su deseo es el «activo» y usualmente participará sólo en el sexo anal u oral re-ceptivo. Le molesta que un compañero sexual le toque los genitales, y pue-de referirse a ellos como una «estafa sexual» hablando con sus amigos.
Otro personaje de comportamiento bisexual es «el entendido». Este es
un hombre que «entiende» la subcultura homosexual de clase media. Le atraen las mujeres y tiende a involucrarse social y sexualmente con ellas, y no desarrolla una identidad sexual especial. Sin embargo, reconoce su atracción por otros hombres y participará en encuentros homosexuales clandestinos –que llama «vacilones»– usualmente luego de consumir alco-hol. Sus prácticas y roles son diversos, y pueden involucrar el rol receptivo. 21 El término «cabro», esencialmente estigmatizante, es utilizado en el argot popular para denominar a los chicos gay que juegan un rol exclusivamente como pasivo en las relaciones sexuales con hombres heterosexuales que tienen relaciones HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Es frecuente que se proteja con sus compañeras mujeres, mientras con hombres la protección durante la relación será variable, y habitualmente difi cultada por el alcohol. Actualmente, los entendidos tienden a ser moder-nos sexualmente (es decir, aceptan roles sexuales variados).
El «bisexual casado» es un varón mayormente atraído por hombres y por
mujeres pero que, por sumisión a la norma social adopta una doble vida con un eventual lado oscuro de homosexualidad marginal y culpable, baja autoestima y sexo de alto riesgo. El sexo con su esposa suele ser también inseguro, en tanto no se toman medidas de protección porque se asume fi delidad mutua.
El «bisexual con identidad gay» es completamente distinto al bisexual ca-
sado, pues este participa de la subcultura homosexual en diversos grados y se autoidentifi ca como «gay» o bisexual. Su repertorio sexual tiende a ser amplio y seguro con hombres y mujeres.
El hombre exclusivamente «homosexual o gay» asume un estilo de vida
gay y participa en la subcultura homosexual local. En medida creciente está abandonando el patrón de «doble vida» que caracterizaba a las ge-neraciones pasadas. De prácticas sexuales variadas, tiende actualmente a ser «moderno», es decir, tanto insertivo como receptivo […] asimismo está asumiendo un mayor interés por la virilidad de su apariencia y conducta social, un estilo de «macho» que considera se ha puesto de moda entre los varones homosexuales (es decir, parece estar adoptando un modelo de homosocialización que enfatiza la aserción de su propia masculinidad).
Algunos se involucran en el trabajo sexual masculino, es decir, en el inter-
cambio de sexo por dinero. El nombre común que se les da en tal caso es
el de «fl ete», y la prostitución masculina se llama «fl eteo» (excepto en las
trans, aquellas que se dedican al trabajo sexual adquieren la denominación del lugar o de la calle en donde prestan sus servicios) […] La mayoría de los fl etes trata de mantener su reputación de «activo» entre su compañeros de zona de trabajo, aunque muchos van conviniendo en la realización de prácticas que los convierten en «modernos» en la intimidad de la interac-ción con sus clientes.
Contrario al trabajo sexual ejercido por los fl etes, el que realizan las trans transcurre en un contexto de violencia y marginalidad permanente, incluso con participación de la misma policía. En estas condiciones, obviamente la preocupación por el sexo seguro es menos relevante. Adicionalmente, muchos clientes tienden a pagar más por el sexo «al natural», es decir, GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA sin condón, lo que constituye para ellas una oferta de difícil declinación. Sumándose a lo anterior, existen clientes que buscan a las trans para ser penetrados por éstas. Por lo general estos clientes son hombres hetero-sexuales que pagan una tarifa especial más alta por recibir este tipo de servicio.
Tipos de relacionamiento entre GBT/HSH Durante la consulta, como ya se ha indicado anteriormente, es importante no asumir que los usuarios/as del servicio de salud son monógamos/as con pareja estable, o que todas sus parejas sexuales están involucrados/as emocionalmente con ellos/as. Al tener conoci- miento sobre las relaciones y parejas sexuales del usuario/a, mantenga una actitud abierta y tenga sumo cuidado en no emitir juicios.
La manera de relacionarse de los/as GBT/ HSH es diversa y por lo general cambia con el tiempo. Algunos/as mantienen re- laciones monógamas con su pareja es-table por un tiempo, otros/as tienen rela-ciones de pareja abiertas (puede ser que lo hayan acordado previamente); tienen relaciones adicionales a la relación de pareja, o tienen citas y parejas sexuales casuales. Por lo general, los hombres «sol- teros» tienen amigos, parejas casuales que encuentran a través de los lugares de socia- lización; parejas anónimas o conocidas a través del Internet. Otros, salen de circulación un tiempo y no mantienen ningún tipo de relación. Es recomendable preguntar a las usuarias/os que acuden al ser- vicio cómo va su relación de pareja, aunque en una anterior visita hayan declarado tener una relación estable. Podría suceder que esta situación haya cambiado.
Un aspecto a considerar es la forma en que los GBT/HSH denominan a su pareja estable: amigo, amiga, amante, compañero, compañera, pareja. Otros le llaman esposo, esposa, marido, mujer.
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Es importante tener en cuenta como el usuario/a describe a su pareja, para que el profesional de la salud se sienta lo sufi cientemente cómodo/a para hablar usando sus propios términos. En el caso que el usuario/a no propor-cione ninguna pista, es aconsejable usar el término «pareja» que general-mente es aceptado como una buena manera para comenzar. Los términos comúnmente usados para designar a las relaciones sexuales casuales o anónimas son: ligue y levante.
La terminología que las personas GBT/HSH usan para designar los diver-sos tipos de relacionamiento que mantienen entre ellas cambia con el tiem-po. Si no está seguro/a de qué léxico le conviene usar durante la consulta, pregúntele abiertamente al usuario/a qué terminología prefi ere que usted utilice.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
El contexto social, cultural yla identidad, factores clavespara el cuidado de la saludde GBT/HSH GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Algunos aspectos socioculturales a considerar
• Los hombres que tienen sexo con hombres que no se identifi can como gay o bisexuales son los que están menos involucrados en las actividades de prevención e información sobre las ITS y el VIH que son organizadas por los grupos GBT.
• Es más probable que los hombres que tienen sexo con hombres, los gay y bisexuales que participan en actividades organizadas por los grupos GBT se benefi cien de la información y educación sobre el VIH • Los hombres que tienen sexo con hombres, gay y bisexuales de las comunidades afro e indígena, posiblemente están más identifi cados con su grupo étnico que con las personas GBT, y probablemente no se identifi quen a sí mismos como gay o bisexuales.
En el servicio de salud, el/la profesional debe considerar
• Muchos hombres GB/HSH se pueden presentar en el servicio como heterosexuales, no asuma de qué sexo son las parejas sexuales del usuario/a, converse con él/ella sobre las prácticas sexuales más se- guras tanto con hombres como con mujeres.
• El/la usuario/a debe sentirse cómodo/a hablando con usted sobre sus comportamientos sexuales. Ofrézcale seguridad y confi anza.
• Algunos hombres gay y bisexuales y otros HSH incluyendo los de las poblaciones afro e indígena, posiblemente no asistan a servicios específi cos para hombres gay y trans, ya que no los consideran ade- cuados a su identidad étnico cultural, ni congruentes con ella. • Los/as profesionales de la salud deben tomar en cuenta que cada grupo de hombres y trans es diferente, y deben aceptar que se bene- fi ciarán como profesionales si se familiarizan con las normas sexua- les y de género propias de cada uno de los grupos.
El contexto social, cultural y la identidad de los GBT/ HSH: factores claves para atención centrada en el/a usuario/aExisten varios factores ambientales que en materia de políticas públicas en salud deben tomarse en cuenta para el cuidado de la salud de las per- HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
sonas. Estos son: la cultura, el contexto social, la comunidad y la identidad sexual. Estos factores interactúan entre sí, infl uyendo sustancialmente en el comportamiento sexual, así como en las creencias relativas a éste. Los/as profesionales de la salud, saben a ciencia cierta que la prestación del servicio de salud no se limita exclusivamente a brindar el tratamiento de la infección o la enfermedad, sino a proveer recomendaciones relacionadas con cambios del comportamiento del usuario/a para que no solamente su-pere o controle el problema de salud que le está afectando en el momento, sino que mejore o desarrolle sus capacidades para prevenirla en el futuro. De ahí la importancia, en todos los casos, y de manera particular en la atención de hombres gay, bisexuales, trans y hombres que tienen sexo con hombres, que los/as profesionales de la salud tengan una comprensión clara sobre los factores ambientales que infl uyen en esta población y que pueden tener impacto en su salud.
La «homofobia y transfobia22» Son una realidad en el contexto de los servicios de salud públicos y pri-vados, e imponen una serie de barreras tanto a los/as profesionales de la salud como a los usuarios/as de los servicios. Esto no solamente afecta la calidad de la atención, sino propicia que el usuario/a esconda al profesio-nal información importante sobre su comportamiento sexual, aspecto clave para la atención y tratamiento del VIH y de las ITS. En este caso, es nece-sario que los/las profesionales de la salud, mantengan la mente abierta y demuestren interés en conocer a profundidad sobre la cultura, creencias, contexto social, orientaciones sexuales, identidad sexual e identidad de gé-nero de las personas que acuden a la consulta. De esta manera se podrá superar las mencionadas barreras y brindar una atención culturalmente competente, sin prejuicio alguno y centrada en el usuario/a, en observancia de uno de los ejes básicos de la prestación del servicio de salud.
ComunidadEn el Perú, los GBT/HSH, a diferencia de otros grupos poblacionales, como las comunidades afro peruanas o indígenas, no cuentan con territorialidad 22 Es un concepto que ha sido usado ampliamente. Es utilizado para describir una variada gama de fenómenos sociales relacionados al prejuicio, a la discriminación y a la violencia contra homosexuales. La mayor parte de las veces, los fenómenos de intolerancia, de prejuicio y de discriminación relacionados a gays, lesbianas (lesbofobia) y transgéneros (transfobia) deben ser tratados no con terapia y antidepresivos, como en el caso de las demás fobias, y sí con punición legal y educación. La homofobia también es responsable por el prejuicio y la discriminación, por ejemplo, en el lugar de trabajo, en la escuela, en la iglesia, en la calle, en centros de salud y en la falta de políticas públicas afi rmativas que contemplen a la comunidad. La homofobia también puede ser manifestada de innúmeras formas por los propios medios. Fuente: ALBGT. Manual de Comunicación LGBT. Brasil 2010. p. 21.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA alguna. Tampoco sucede como en los países in- dustrializados, donde las comunidades GLBT cuentan con territorios específi cos de convi- vencia, socialización y ubicación. En nues- tro caso, se constituyen en «comunidades virtuales», y disponen solamente de es- pacios de socialización y de iniciativas comunitarias que les sirven como redes de apoyo que «desarrollan actividades dirigidas a estas poblaciones en un es- fuerzo, por consolidar una red social que dé soporte a la conformación de una co- munidad. Todos estos espacios de socia- lización son concurridos por individuos de diversas culturas y subculturas homosexua- En general la agenda de los grupos, organizacio- nes y redes de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexua- les (LGTB) del Perú se concentra en la lucha por los derechos, no obstante varias de ellas hacen esfuerzos para impulsar un trabajo sostenido en temas relacionados con la salud sexual de la comunidad LGBT y en el campo del VIH/sida. Esta respuesta incluye la integración de «promotores de pares en VIH/sida, entrenados por el Ministerio de Salud a través de su Programa de Prevención contra esta pandemia [.] esto se ha reforzado con las capacitaciones a grupos LGBT que se han realizado mediante las organizaciones que manejan proyectos de desarrollo a nivel nacional, como VIA LIBRE, MHOL, Impacta, PROM-SEX, entre otras. Los talleres que reciben están dirigidos a desarrollo de planes estratégicos, advocacy, derechos humanos, negociación en temas de VIH y sida, y derechos TLGB en especial.24» La participación de hombres gay, bisexuales y trans, incluyendo algunos hombres que tienen sexo con otros hombres en las actividades organi-zadas, ya sean de índole política y/o cultural, así como también, las rela-cionadas con temas que incluyen la prevención del VIH/sida y las ITS y/u otros aspectos de salud, permite que se involucren en un contexto de lo colectivo, siendo infl uenciados en sus conocimientos y en el desarrollo de 24 George Liendo. Movimiento LGBT del Perú ¿en qué andamos? Revista Electrónica: Construyendo Nuestra Interculturalidad. N. 4. Septiembre 2007. http://interculturalidad.org/numero04/0501dsx.htm HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
un sentido de pertenencia y de identidad comunitaria. Y con relación al VIH e ITS, como benefi ciarios/as de los programas y servicios, pueden benefi -ciarse en cuanto al adecuado manejo de conocimientos y creencias acerca de dichas infecciones.
En el ámbito de la oferta comunitaria LGBT con relación a actividades, programas y servicios, el nivel de involucramiento de las diversas sub po-blaciones de hombres y trans, fl uctúa entre aproximaciones muy lejanas (como simples usuarios/as de los servicios, planes y programas), hasta la completa participación en las diversas instancias de la oferta comunitaria, incluyendo la participación en las redes y vida social de los/as LGBT25. Los espacios comunitarios LGBT se constituyen en referentes para sus miem-bros, de ahí que muchos gay y bisexuales, incluyendo algunos HSH, se encuentran vinculados directamente con las organizaciones y grupos como benefi ciarios de sus servicios. Como ya se mencionó, la participación en actividades –ya sea de promo-ción de la salud y/o de prevención del VIH/sida e ITS– desarrolladas por los grupos LGBT y/u organizaciones que trabajan con poblaciones de GBT/HSH, puede infl uir sustancialmente en los conocimientos y creencias de los individuos GBT/HSH en cuanto a las infecciones de transmisión sexual (ITS). Los/as GBT/HSH que asisten a los diversos eventos realizados por estas organizaciones se benefi cian de los mensajes de promoción de la salud, ya que son específi camente dirigidos a ellos/as. Quienes tienen más conocimientos sobre el VIH e ITS pueden prestar más atención a los signos y síntomas de las ITS, conocer y darle importancia a las razones para hacerse los exámenes de diagnóstico de ITS más frecuentes de manera oportuna y comprender la importancia del uso del condón. Hay que tener en cuenta que, con el tiempo, algunos GBT/HSH considera-rán necesario hacerse las pruebas de detección del VIH a consecuencia de sus prácticas sexuales de riesgo. La mayor o menor exposición al VIH y las ITS por parte de los GBT/HSH depende de las percepciones y factores de riesgo que cada uno asume con relación a sus prácticas sexuales. El perso-nal de salud que atiende a GBT/HSH debe considerar que las percepciones de sus usuarios/as en torno a la sexualidad y las prácticas sexuales difi eren de las percepciones personales del/a profesional sobre el mismo tema. 25 El involucramiento de los GBT/HSH con las redes y vida social LGBT cambia con el tiempo y a menudo depende de la edad de los individuos, de su manera de relacionarse, su lugar de residencia, la visibilidad de su orientación sexual y/o comportamiento sexual con sus amigos y la familia, y de su grado de identifi cación como gay o bisexual. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Es importante que el/la prestador/a del servicio de salud brinde una atención sin prejuicio alguno y centrada en el/la usuario/a. Ambos aspectos, se constituyen en factores claves y básicos para la prestación del servicio de salud que implica el abordaje de temas relacionados con el comportamiento sexual de las personas y para hablar con ellas sobre la reducción de sus riesgos frente a las ITS Existen muchos hombres gay, bisexuales u otros hombres que tienen sexo con hombres que son casados y se identifi can como heterosexuales. Por lo general, guardan en secreto su comportamiento sexual y se mantienen alejados del ambiente GBT/HSH. También, otros hombres viven en áreas rurales y/o en pequeñas zonas urbanas y por lo general tienen poco con-tacto con las comunidades LGTB. Ambos grupos de hombres tienen un acceso limitado a los mensajes de educación y prevención de las ITS y del VIH, ya que consideran que este tipo de información no es relevante para ellos, debido a que no tienen ningún vínculo con las organizaciones y grupos LGBT ni con sus actividades comunitarias.
Como ya se mencionó, en la actualidad, Internet se ha constituido en una herramienta efi caz utilizada por hombres gay/bisexuales, HSH y trans para acceder a información y servicios. La mayoría de los grupos LGBT cuen-tan con páginas a través de las cuales informan a sus comunidades. La Internet supone una excelente oportunidad para alcanzar a un número sig-nifi cativo de hombres, que, aunque en muchos casos no participen en ac-tividades comunitarias, acceden a dichas páginas en búsqueda de lugares de contacto, servicios e información sobre el cuidado de la salud sexual. Además, muchos/as GBT/HSH de las zonas rurales viajan en ocasiones a las ciudades para hacer amigos y/o buscar parejas sexuales a través de Internet, lo que constituye una oportunidad para que accedan a información básica sobre los riesgos del VIH e ITS y su prevención. Los/as profesionales de la salud deben tener en cuenta que los GBT/HSH que no participan de las actividades comunitarias LGBT de promoción de la salud, son usuarios/as que no hablarán fácilmente de su comportamiento sexual ni compartirán información con el/la profesional. Identidad y culturaUna parte importante de hombres gay/bisexuales, principalmente, se en- frentan con la necesidad de asumir su identidad homosexual y bisexual frente a su cultura de pertenencia. La cultura aquí se refi ere no solamente a valores, creencias y tradiciones étnicas, sino también a los valores reli- HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
giosos, herencia de grupo étnico y/o nacionalidad, entre otros aspectos de la convivencia cotidiana. Ambos aspectos, la identidad homosexual y la identidad cultural, así como todo aquello relacionado con el comportamien-to homosexual, es muy complicado para aquellos que viven en comunida-des apegadas a sus creencias y estilos de vida tradicionales, aspectos que ejercen presión importante en la vida de cada individuo y que por lo tanto, lo ponen en contrasentido de su «querer ser, o sea lo que considera bueno e ideal para sí mismo», viéndose sometidos al «deber ser» social y cultu-ralmente obligatorio, como: • Jugar el rol de protector y proveedor primario en la familia • Responsable de la continuidad de la línea familiar a través de la re- Se enfrentan a otros aspectos como las convicciones religiosas que gene-ralmente están en contra de la homosexualidad y las prácticas homosexua-les, o en su defecto, a aquellas posturas que niegan la existencia de este tipo de relaciones entre hombres. En otras palabras, muchos hombres gay/bisexuales, hombres que tienen sexo con hombres y las trans, de cierta manera se ven afectados/as por los roles de género asignados como propios para hombres y para mujeres, lo que constituye el «deber ser», es decir «las diferencias creadas por las construcciones sociales (incluyendo las culturales, religiosas y políticas) que tienen como resultado papeles diferentes para –así como las relacio-nes de poder entre– los hombres y las mujeres».26 En el Perú, al igual que en muchos países de América Latina, persiste el rechazo contra la homosexualidad debido al estigma y la discriminación imperantes, no obstante ello, no todos los individuos gay/bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres, potencialmente son rechazados o discriminados en el ámbito familiar o comunal, y aunque no se hable de ello, implícitamente se reconoce el comportamiento homosexual como una práctica que existe en ciertas comunidades y/o sectores. El comportamien-to homosexual de muchos hombres es aceptado mientras éste cumpla con el rol sexual asignado a los varones, es decir, penetrativo (insertivo), y actúe y sea completamente macho.
26 Tomado de: Kennet de Camargo Jr.; Rubén Matos. Buscando sexo en los lugares equivocados: el silenciamiento de la sexualidad en el discurso público del Banco Mundial. En: http://www.sxpolitics.org/frontlines/espanol/book/pdf/capitulo10_ GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Otro aspecto importante a considerar es que los diversos sub grupos de hombres gay/bisexuales, HSH y trans, son bastante diferentes unos de otros. Al familiarizarse con las normas sexuales y de género de cada uno de los sub grupos, los/as profesionales de la salud estarán en capacidad de entender y comprender el comportamiento individual de cada uno de ellos. Al ver que el/la profesional comprende y entiende bien su situación personal, las usuarias y usuarios tendrán más confi anza para dialogar con él/ella y mostrarán una mejor predisposición para hablar sobre su compor-tamiento sexual. Factores claves en la atención centrada en el/la En la prestación del servicio de salud con relación al VIH e ITS es imprescindible conocer bien al/la usuario/a y brindarle asesoría para la reducción de riesgos, dos factores claves en la atención centrada en el/la usuario/a. No es desconocido que los hombres gay, bisexuales, trans y hombres que tienen sexo con hombres muchas veces son discriminados por el personal médico y que recurren a los servicios de salud como último recurso, no solamente para la búsqueda de cuidado de su salud con relación a cual-quier enfermedad, incluyendo cuando tienen que tratarse de una infección de transmisión sexual […] la homofobia y transfobia que se evidencia en los/as profesionales de la salud, se constituyen en barreras para que los GBT/HSH practiquen la medicina preventiva, y por lo tanto les cancela la oportunidad de acceder a la última información sobre las infecciones de transmisión sexual y el VIH. Como consecuencia de ello, tienden a acudir tarde a donde el/la médico/a, lo que en términos de salud preventiva, da la impresión de un comportamiento de irresponsabilidad y descuido.27 Por muchas razones, algunos hombres gay, bisexuales y en general otros hombres que tienen sexo con hombres ocultan su comportamiento sexual homosexual en su contexto social cercano. Los/as profesionales de la sa-lud deben considerar que muchos hombres de orientación sexual hetero-sexual, bisexual y algunos hombres gay, mantienen públicamente relacio-nes amorosas y sexuales con mujeres y paralelamente también de manera oculta sostienen relaciones sexuales con otros hombres gay, bisexuales y con trans.
27 Schifter Sikora, Jacobo. Formación de una contracultura. Ediciones Guayacán (1ª. Edición). San José, Costa Rica, 1989. HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
La negación y el ocultamiento de su comportamiento sexual homosexual conllevan que muchos GB y HSH presenten resistencias frente al uso de barreras de protección como el condón, o a prácticas sexuales más segu-ras. Cuando inician sus relaciones sexuales con gays, bisexuales o trans, en la mayoría de las ocasiones suelen utilizar condón, pero una vez generada cierta confi anza, el uso del condón deja de ser una constante. También ocurre con frecuencia que en sus relaciones sexuales con las mujeres, sean éstas su esposa, novia o pareja estable, incluyendo trabajadoras sexuales, muchos hombres heterosexuales, no utilizan condón. Al igual que en las relaciones sexuales heterosexuales, las variables «amor» y «confi anza» se constituyen en elemen-tos de presión que utilizan muchos hom-bres con sus parejas varones, mujeres y trans, para no utilizar el condón en las relaciones sexuales. También es posi-ble que muchos GBT/HSH no porten ni utilicen condones para no evidenciar que tienen relaciones sexuales más allá de la relación pública que mantienen. En muchas ocasiones los GBT/HSH aceptan el uso del condón, pero esto depende específi camente de la decisión de su pareja sexual estable, o del momento.
Los/as profesionales de la salud deben tomar en cuenta lo siguiente: En la prestación de servicios de salud a hombres gay, bisexuales, hombres que tienen sexo con hombres y trans, en todo el proceso de atención se debe incluir el asesoramiento, la promoción de la salud y la prevención de las ITS y el VIH. Este proceso implica para el/la profesional de la salud incluir un asesoramiento basado en el reconocimiento del comportamiento sexual de los usuarios/as con hombres y mujeres. Esto quiere decir que en el abordaje de los casos no se debe generalizar, sino más bien tomar en cuenta las particularidades de cada quien. En la actualidad, muchas de las intervenciones de prevención del VIH e ITS, incluyendo el material de educación e información, se dirigen específi camente a hombres gay GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA y trans, dejando de lado al subgrupo de hombres que se relacionan con mujeres, con lo que se estimula en ellos la percepción de que el sexo con las mujeres está libre de riesgo. Los /as profesionales de la salud deben tener en cuenta que cada grupo de hombres gay, bisexuales y HSH es diferente y que, como profesionales se benefi ciarán al familiarizarse con las normas sexuales y de género que existen al interior de cada colectivo.
No deben dar por sentado que el sexo de las parejas del usuario/a
ofrece información clara sobre prácticas sexuales más seguras con hombres y con mujeres, en aquellos casos de GBT/HSH que se identifi can como heterosexuales. Otro aspecto importante a considerar es que, aunque muchos hombres gay, bisexuales y HSH (pueden identifi carse como tales, o como hetero-sexuales) en general ocultan su identidad en el contexto en que viven. Usualmente su red de amigos y de familiares conoce sobre ese aspecto de sus vidas, pero no ocurre así en el contexto laboral, social o religioso. En el Perú, también existen GBT/HSH de los grupos étnicos afro e indígena y es probable que su sentido de pertenencia comunitario esté más inclinado hacia su grupo étnico que al grupo que le corresponda dentro del contexto de la diversidad sexual. Muchos GBT/HSH mantienen oculta la parte de su vida relacionada a su identidad sexual por el estigma y la discriminación imperante en torno a es-tos aspectos. Lo mismo ocurre en las comunidades afro e indígenas, donde muchos de sus miembros GBT/HSH optan por auto identifi carse como he-terosexuales para no ser cuestionados, ya que en sus contextos sociales y culturales no se acepta la diversidad sexual28.
La importancia de la confi dencialidad en los servicios de salud, tomando en cuenta al estigma y la discriminaciónComo ya se expresó, existe una gran mayoría de hombres gay, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres que sienten mucho temor de ex-poner tanto su orientación como su comportamiento homosexual. Sabemos que muchos de los hombres heterosexuales que tienen comportamiento homosexual no asumen que tienen dicho comportamiento; y muchos gay y bisexuales pueden considerar que los servicios de salud son poco con- 28 Ibíd 17.
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fi ables en cuanto a garantizar la confi dencialidad respecto a la información privada que tienen que brindar a las/los profesionales en materia de su vida sexual. Otro de los temores es la divulgación no autorizada del resultado de la prueba de VIH.
Existen casos de hombres gay, bisexuales y trans que han visto expuesta públicamente su orientación e identidad sexual a través de acciones de dis-criminación, lo que les ha traído consecuencias negativas en su vida social y económica. Muchos ni siquiera consideran manifestar públicamente su orientación o identidad de género en sus centros laborales, por temor a per-der el empleo, o a no ser contratados, en caso aún no hayan ingresado. El estigma y la discriminación social contra la homosexualidad, la bisexua-lidad y la identidad de género trans persisten abiertamente en la sociedad, y se expresan en ciertas actitudes de las personas,, ya sea a través del maltrato verbal, psicológico y físico, por gestos y miradas, e incluso se llega hasta los crímenes de odio por homo y transfobia. Es importante destacar que no todos los actos de discriminación se cometen en el nivel individual, sino también institucional. Muchas costumbres y/o normas sociales e insti-tucionalizadas basadas en la heterosexualidad obligatoria ex profeso, mar-ginan a las personas que se relacionan sexualmente con otras personas de su mismo sexo. Es importante considerar que a los servicios de salud llegarán muchas per-sonas que en algún momento de sus vidas han sido víctimas de discrimi-nación a causa de su orientación y comportamiento sexual, por lo que han sido afectadas en su salud mental y física. Las consecuencias de la discri-minación en las personas se refl ejan en la baja autoestima, el aislamiento social, sentimiento de culpa, no aceptación, inestabilidad en sus relaciones y en comportamientos autodestructivos que pueden llegar al suicidio. La discriminación infl uencia sustancialmente en el comportamiento de los indi-viduos, disminuyendo sus capacidades y conciencia con relación al cuidado de su propia salud, por lo que suelen tener escasa predisposición a desa-rrollar comportamientos sexuales saludables, lo que incluye la negociación de sexo más seguro con relación a la prevención de las ITS y el VIH. Para brindar servicios de atención y tratamiento en el cuidado de la salud sexual de GBT/HSH con relación a las ITS y el VIH, las/los profesionales de la salud deben tener en consideración las siguientes preguntas, de manera especial con aquellos individuos doblemente discriminados provenientes de las poblaciones afro y/o indígena: GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA • ¿El diagnóstico de una ITS intensifi cará en el usuario/a sentimientos de vergüenza y culpa? • ¿Cuenta el sistema de salud con servicios de apoyo en salud mental para este tipo de usuarios/as? • ¿Los sentimientos de vergüenza afectarán la habilidad del/la usuario/ a para seguir el tratamiento recomendado, o su capacidad de hablar con su(s) pareja(s)? • ¿Cómo podría el usuario explicar a su esposa, compañera, amigo, u otra pareja estable, que ha recibido el diagnóstico de una ITS? • ¿Qué experiencia de discriminación proveniente de los servicios de salud tuvo antes el usuario, lo cual le limita en brindar información personal al/la profesional de la salud? • ¿Cuenta el usuario/a con una red social de apoyo para reforzar los mensajes de prevención y tratamiento que le brinda el/la profesional Brindar una atención culturalmente competente y diferenciada implica la negociación del tratamiento con el usuario/a GBT/HSH y el autocuidado de la saludExisten varios aspectos claves para la interacción con los usuarios/as GBT/ HSH durante la consulta, esencialmente en lo que compete al sistema de creencias en lo relacionado al cuidado de la salud, lo que se evidencia cuando se trata de asesorar al/la usuario/a a la reducción del comporta- miento sexual de riesgo. Muchos/as profesionales de la salud pueden en- contrarse con comportamientos sexuales que no le son familiares y pueden emitir al respecto conceptos basados en sus valores personales. Igualmen- te los usuarios/as pueden tener nociones sobre «sexo más seguro» que difi eren de las que manejan las/los proveedores del servicio de salud. Es importante tener en cuenta estos aspectos durante la consulta, ya que, con relación al tratamiento de las ITS y el VIH, muchos usuarios se adhieren poco con aquello que no consideran pertinente o adecuado para el propio cuidado de su salud. Es importante mantener una actitud abierta y sin prejuicios al interactuar con los GBT/HSH como usuarios de los servicios de salud y brindarles un asesoramiento centrado en las circunstancias y, sobre todo, en la participación del usuario/a en su tratamiento HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Los/las profesionales de la salud pueden conseguir el compromiso del usuario/a cuando respetan la creencia y los puntos de vista de éste/a con relación al cuidado de su propia salud. La negociación del tratamiento pue- de focalizarse sobre la siguiente argumentación: • Explicar por qué se recomienda la reducción de las actividades de riesgo (efectividad, facilidad de uso, etc).
• Resaltar la importancia de estar bajo tratamiento y monitorearlo, de tomar los medicamentos y de conocer el impacto que tiene para la salud el no tratar las infecciones a su debido tiempo.
• Destacar la importancia de involucrar en el tratamiento a su(s) pareja(s) para proteger su salud, y sobre todo, impedir que la infec- ción afecte severamente su salud y se extienda.
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El servicio de salud como unespacio seguro y centrado enlas necesidades particularesde sus usuarios/as GBT/HSH GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Algunos aspectos a considerar en las instalaciones del servicio de
• ¿Cuenta el servicio de salud con políticas que prohíban la discrimi- nación de cualquier tipo, incluyendo la discriminación por orientación sexual e identidad de género? • ¿Está el equipo de salud sensibilizado y capacitado en temas relati- vos a la atención y cuidado de la salud de GBT/HSH? • ¿Cuenta el servicio de salud con material informativo y gráfi co para las salas de espera, recepción y consultorios, alusivos a la diversidad sexual LGBT? • ¿Tienen los documentos y formatos de registros de datos un lenguaje inclusivo para la diversidad sexual LGBT y HSH? Aspectos de comunicación para él/la profesional de la salud
• No asuma que todos los usuarios/as son homosexuales y/o hetero- • Es importante que se apropie del mismo lenguaje que usa el usua- rio/a para referirse a su comportamiento e identidad sexual. Si no está seguro/a de qué terminología de género usar, pregúntele cómo prefi ere llevar la entrevista.
• Explique todos los aspectos relacionados a la confi dencialidad y se- guridad de la información privada sobre la vida sexual que el usuario/a comparte con usted.
El servicio de salud centrado en las necesidades particulares de sus usuarios/as GBT/HSHSi bien las personas GBT/HSH no requieren de servicios especiales y/o separados con relación a los que se brindan para la población general, sí es necesario que los establecimientos de salud cuenten con políticas específi cas y con profesionales sensibilizados y con capacidad de brindar una atención acorde a las necesidades ambientales, códigos y cultura de esta población.
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Contar con políticas claras en la materia y darlas a conocer a los usuarios/as, genera confi anza y alivia sus preocupaciones, ya que así se evidencia que el servicio es un espacio seguro y confi able, en donde la garantía de la confi dencialidad permite a las personas hablar abiertamente de su compor-tamiento sexual y sobre sus preocupaciones en torno a las infecciones de transmisión sexual y el VIH y sida.
Esta sección tiene como objetivo dar orientaciones y recomendaciones para asegurar un ambiente seguro y amigable del servicio de salud. Sobre la política y cultura institucionalLas instituciones y/o los servicios de salud deben ser conscientes del rol trascendental que juegan en la promoción de la salud sexual de los/as GBT/HSH, y considerar la importancia que tiene brindar una atención di-ferenciada centrada en el usuario/a, sin discriminación ni trans-homofobia, que impiden el acceso de la población GBT/HSH a los servicios de salud.
Un aspecto importante para disminuir la discriminación por orientación sexual en los establecimientos de salud es la inclusión de la variable pro-moción y defensa de los derechos humanos en el diseño de sus políticas institucionales y como parte esencial de la capacitación de los/as profesio-nales prestadores/as de los servicios.
El personal administrativo, el equipo médico y de enfermería y el personal auxiliar son un conjunto articulado, que en cada uno de sus niveles, constituyen las piezas esenciales para que el servicio o la clínica preste una atención de calidad ,ajustada a las necesidades del cuidado de la salud de los/as diferentes tipos de usuarios/as que atiende. Los servicios de salud, públicos o privados, necesitan implementar un con-junto de políticas, procedimientos estandarizados y guías para la atención dirigida a GBT/HSH. Requieren también de personal califi cado y capa-citado, que brinde una atención competente y de buena calidad. Diseñar y ejecutar procedimientos basados en competencias permite disminuir la ansiedad que puede presentar el equipo de salud que no se considera preparado para la atención de este tipo de usuarios/as y reducir de esta manera posibles prácticas discriminatorias desde los servicios.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Lo que el servicio de salud debe considerar para poner en práctica la atención centrada en el • Implementar una política institucional que prohíba cualquier clase de discriminación en la prestación de servicios a los usuarios/as, inclu-yendo a los gay, bisexuales, trans y hombres que tienen sexo con hombres.
• Capacitar al personal sobre atención diversifi cada a GBT/HSH, en: - Lenguaje culturalmente competente e interacción con los diversos grupos GBT/HSH.
- Cuidado de la salud sexual y problemas específi cos que afectan la salud de GBT/HSH, diagnóstico y tratamiento.
- Cómo y cuándo referir a los usuarios/as GBT/HSH a otros servi- cios y/o proveedores de salud amigables.
• Elaborar un directorio de organizaciones y grupos LGBT y de los ser- vicios que prestan a su comunidad, y distribuirlo a todo el personal de salud.
• Establecer convenios de cooperación con organizaciones y grupos LGBT para que refi eran y difundan las políticas y servicios que presta la clínica, hospital, o centro de salud a GBT/HSH.
• Difundir los servicios para GBT/HSH a través de otros proveedores de servicios amigables para esta población, así como en las instala-ciones del establecimiento de salud: recepción, sala de espera, con-sultorios, etc.
• Contar con promotores de la salud GBT/HSH que sirvan como comité consultivo para el equipo de salud en temas relacionados con sus comunidades de trabajo.
En las instalaciones de los servicios clínicos
• Coloque en las áreas estratégicas de la clínica o servicio, como la recepción, salas de espera y consultorios, avisos de bienvenida, es-pecialmente dirigidos a GBT/HSH. Este es un paso estratégico para 29 Gay and Lesbian Medical Association. Creating a safe clinical environment for lesbian, gay, bisexual, transgender, and intersex (LGBTI) patients. The GLMA Web Site. Disponible en: www.glma.org/medical/lgbti_clinical_guidelines.pdf HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
que el usuario/a sienta confi anza en el servicio y en los/as profesionales que le • Producir y distribuir material infor- mativo diseñado específi camente para los usuarios/as GBT/HSH so- bre diversos temas de salud, como hepatitis A , B y C y sobre otras infecciones de transmisión sexual (ITS), VIH, entre otros.
• Colocar avisos o afi ches indicando que la institución y sus profesionales prestan sus servicios sin discriminar por causa de edad, sexo, orientación sexual, identidad de género, etnia, religión, disca- pacidad y/u otras causas.
• Coloque afi ches y ponga a disposición de los usua- rios/as material gráfi co y folletos con imágenes de parejas gay y bisexuales, y de trans y/u otra información relacionada con la diversidad LGBT, incluyendo símbolos e iconografía relativa a las cul- turas de estos grupos.
• Difunda en los servicios de salud eventos relacionados a la comu- nidad LGBT y/u otros organizados por las distintas organizaciones existentes en la localidad.
• En toda publicación, anuncio público y/o documentos de difusión, no olvidar incluir siempre su compromiso institucional en la prestación de servicios de cuidado de la salud con calidad para los usuarios/as GBT y HSH.
Algunos pasos a seguir en la gestión del servicio • Identifi car en el servicio de salud y/o sensibilizar a aquellos/as profe- sionales con más apertura en materia de atención a diversas pobla- ciones y capacitarles sobre temas específi cos de la salud de GBT/ GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA • En el caso que no existan, generar políticas que prohíban la discrimi- nación contra las diversidades LGBT.
• Contar con materiales educativos, gráfi cos y literatura adecuada para GBT/HSH y ponerlos a disposición de esta población en la recepción, salas de espera o consultorios.
• Revisar y/o crear formatos de registro de datos sobre los usuarios/as con un lenguaje inclusivo.
• Hacer amigables las salas de espera, con la implementación de equi- pos para la proyección de videos de interés para la comunidad GBT/ Formatos de registro y gestión de la informaciónExisten múltiples formas para tomar y registrar la información de los/as usuarios/as en los servicios de atención. Aquí brindaremos algunas pautas que pueden servir para la gestión de los datos de los/as mismos/as de una manera culturalmente competente, de ahí la importancia de usar un len- guaje inclusivo en todos los formatos de registros de la información: • Antes de iniciar el registro de la información es conveniente explicar al/la usuario/a algunos aspectos relacionados con la confi dencialidad: sobre quien verá la información además de usted, su utilización, y en qué condiciones se archivará la información. • Si el registro de los datos exige hablar del estado civil, es importante siempre incluir un ítem que diga «otro» después de: soltero/a, casa- do/a, viudo/a, divorciado/a, conviviente. • Use en lo posible una terminología neutral: pareja en vez de marido/ • Cuando indague sobre el tipo de pareja, explicite a qué tipo de pare- ja corresponde: hombre gay (homosexual), mujer, trans, y/u hombre. • En el formato de registro, en la sección de género, incluir la opción trans, e incorporar un espacio para el nombre social de ella.
• Cuando pregunte sobre el estado actual de vida en pareja, preguntar por «tipo de relación», e incluya términos como «en pareja» en vez de «casado/a». Considere incluir una casilla que indique «múltiples parejas» como una opción más. HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
• Evitar en el registro de datos y/o en la historia clínica todas aquellas preguntas basadas en la «presunción de heterosexualidad» del/la • Evalúe la posibilidad de aplicar como una buena práctica clínica, un consentimiento informado por parte del usuario/a, sobre la aceptación del compromiso del servicio sobre el registro y uso confi dencial de su información personal. Considerar que algunos usuarios/as se sentirán más seguros/as en los servicios de atención clínica si no aparece en los registros médicos infor- mación detallada sobre su vida sexual. Es bueno explicarles que la impor- tancia de contar con esta información es exclusivamente de orden clínico, para dar seguimiento al cuidado de su salud y por buena práctica médica. Infórmeles acerca de quién tiene acceso a los registros médicos y sobre las medidas de seguridad con que se guardan. Explique al usuario/a sobre los aspectos legales relacionados a la confi den- cialidad de la información clínica relacionada con el estatus de VIH, sobre sus derechos con relación a que esta información no sea revelada a terce- ros y las salvedades de la revelación de la misma por asuntos judiciales30.
En la consulta médicaLa comprensión y conocimiento que los/as profesionales de la salud tengan sobre los comportamientos sexuales juega un papel fundamental en la pro- visión de los servicios del cuidado de la salud sexual de sus usuarios/as, es- pecialmente en lo relacionado a las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo a la infección por el VIH. Los/as profesionales de la salud deben saber que a muchos de los usuarios/s de su servicio les resulta bastante incómodo hablar de su orientación sexual y, especialmente, hablar abierta- mente de su comportamiento sexual. También, es posible que muchos de los usuarios/as no consideren importante hablar de su vida sexual.
Existen algunos factores por los que algunos GBT/HSHS se resisten a ha- blar de su comportamiento sexual y están relacionados con el temor a que el/la profesional de salud se niegue a prestarles el servicio que necesitan, 30 Ley 28243 del 15 de Junio de 1996. CONTRASIDA. Artículo 5°.- Los resultados de las pruebas diagnosticadas con
VIH/SIDA y la información sobre la causa cierta o probable de contagio son de carácter confi dencial.
Dichos resultados e información solo podrán ser solicitados por el Ministerio Público o el Poder Judicial, siempre que las circunstancias lo justifi quen y únicamente para fi nes de investigación delictiva.
Los profesionales de la salud están obligados a notifi car al Ministerio de Salud los casos diagnosticados.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA o en su defecto, a no recibir la atención adecuada y de calidad necesaria para su salud. Al respecto, existen algunas formas de establecer un lazo de confi anza entre el/la proveedor/a del servicio de salud y el usuario/a, de manera que este/a provea la información requerida para su atención médica y mantenga esa actitud en las siguientes consultas. La buena co-municación y la predisposición por parte del médico/a a brindar la confi anza necesaria al usuario/a durante la consulta se constituye en un factor clave para que él/ella puedan hablar abiertamente sobre su orientación sexual31. Durante la consulta considere lo siguiente:
• Dar una cordial bienvenida al/la usuarios/a y mantenga un lenguaje verbal abierto y sin prejuicios. Esté consciente de su lenguaje corpo-ral también.
• Recuerde que algunos de los usuarios de la consulta son hombres que si bien tienen relaciones sexuales con otros hombres, no se iden-tifi can a sí mismos como gay o bisexuales y posiblemente se encuen-tran casados, con novia o viven con una pareja mujer. • Es importante que se apropie del mismo lenguaje que usa el usuario para referirse a su comportamiento e identidad sexual. Si no está seguro/a de qué terminología usar, pregúntele cómo prefi ere llevar la entrevista.
• Si el usuario/a tiene una relación de pareja principal, sugiérale incluir a su pareja en el proceso de atención médica.
• En el proceso de admisión del usuario utilice un lenguaje de género neutral: evite las presunciones sobre las relaciones de pareja, familia-res y otras.
• Como profesional, es clave que refl exione sobre sus creencias perso- nales en cuanto a la homosexualidad, las parejas del mismo sexo o sobre tener múltiples parejas. Trate de dar respuesta a las siguientes cuestiones: - ¿Sus prejuicios pesan en la prestación de los servicios médicos? - ¿Asume que todos los usuarios de su consulta son heterosexuales? 31 Ibíd 11 (5-4). HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
- ¿Qué debería modifi car para comunicarse y aproximarse de una manera culturalmente adecuada para tratar a este tipo de usua-rios/as? • Habrá algunos problemas de comunicación y cierto nivel de desacierto al abordar el tema del comportamien-to sexual, si esto ocurre, es bueno darle las dis-culpas al usuario/a y expresarle que usted está aprendiendo sobre el tema y mantie- ne su interés en el mismo.
Toma tiempo sentirse completamente cómodo/a conversando con sus usuarios/as sobre la salud sexual y sus comportamientos sexuales.
Al principio, no es necesario
saberlo todo, lo principal es que el personal de salud se encuentre lo sufi cientemente sensibilizado y dispuesto a escuchar y aprender sobre las homosexualidades, identidad sexual, identidad de género y los comportamientos sexuales de los usuarios/as32 32 Ibíd. 13 p. 34.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
En el cuidado de la salud sexuala GBT/HSH el asesoramiento,sobre reducción del riesgo frenteal VIH e ITS es un aspecto clavedel servicio de salud GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Algunos aspectos a considerar
• En la consulta médica el rol del/la profesional de la salud va mucho más allá que la simple prescripción del tratamiento. En la atención vinculada a las ITS y el VIH, el asesoramiento en el cambio de com-portamiento es fundamental.
• El asesoramiento sobre los comportamientos de riesgo del usuario/a incluye no solamente su comportamiento sexual, sino el uso de alco-hol y drogas.
• Dependiendo del tiempo y las circunstancias una persona puede mo- difi car su comportamiento de riesgo, estos varían con el tiempo.
• Es importante que el usuario/a sepa de antemano que usted le hará preguntas sobre su vida sexual que le permitirán evaluar el estado de su salud sexual, y que estas forman parte de la rutina de la consulta médica.
• Sea reiterativo/a sobre la confi dencialidad como parte del servicio de calidad que la institución le presta al/a usuario/a Aspectos de comunicación para el/la profesional de la salud
• No presuma sobre el comportamiento sexual del usuario/a • Incorpore el asesoramiento como parte de la rutina de la consulta con todos sus usuarios/as. El asesoramiento sobre la reducción de riesgo frente al VIH e ITS es un aspecto clave del servicio de salud La experiencia sobre la incorporación del asesoramiento para el cambio de comportamiento con relación al VIH e ITS ha sido adaptada a partir de la práctica clínica usada en la reducción de riesgos cardiovasculares, cambios nutricionales y promoción del ejercicio físico en usuarios/as. El asesoramiento de cambio de comportamiento permite al médico/a orien-tar al usuario/a de su servicio paso a paso, mientras emite «su diagnósti-co» y el «tratamiento». En la consulta, el/la profesional de la salud puede ayudar a determinar, de manera efi ciente, los puntos clave de cambio, o HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
sea, las estrategias que cada uno de los usuarios/as del servicio necesita planear de manera real, y que podrá evaluar en las consultas siguientes. La promoción de la salud depende en gran parte de los cambios individua-les de los comportamientos que ponen en riesgo la salud de los individuos, constituyéndose en una forma de disminuir la morbilidad y la mortalidad. En el contexto de la atención primaria en salud, el personal médico tiene toda la oportunidad de hacer prevención primaria de ITS y VIH incluyendo en la consulta y el asesoramiento sobre comportamientos de riesgo y to-mando en cuenta los factores sociales y culturales, la salud mental, el abu-so de sustancias y los comportamientos específi cos de riesgo de cada uno de los individuos que asisten a la consulta. Asesorar para reducir comporta-mientos de riesgo es un elemento fundamental en la provisión de servicios dirigidos a GBT/HSH33. La presente sesión brinda una serie de sugerencias que pueden incluir en la consulta para facilitarles el asesoramiento en la reducción de com-portamientos de riesgo. Las sugerencias están basadas en las técnicas de abordaje sobre «Asesoramiento dirigido al Cambio de Comportamiento»34, que contemplan cuatro etapas o pasos (pre contemplativo, contemplativo, listo para la acción y mantenimiento) que ayudarán al usuario/a a superar las barreras que le impiden cambiar su comportamiento.
Se presentan muchos desafíos para implementar el asesoramiento de cambio de comportamiento en la prestación de los servicios médicos dia-rios, por ejemplo, el tiempo limitado por la demanda de atención clínica, o la excesiva presencia de usuarios/as en la sala de espera de la consulta. En este casos los/as médicos/as deben implementar la asesoría de forma breve durante la visita médica.
La entrevista al usuario/a durante la consulta
Aun hoy en día, existen muchos/as profesionales de la salud que quieren imponer en sus recomendaciones a los usuarios/as sus valores y creencias propios, en particular en lo relacionado con la orientación y comportamien-to homosexual, pues siguen considerando como una enfermedad, es im-portante saber que «la premisa fundamental de toda terapia de conversión 33 Gay and Lesbian Medical Association. Healthy People 2010: companion document for lesbian, gay, bisexual and transgender health; 2001. Nota citada en: Prevention and Management of Sexually Transmitted Diseases in Men who have sex with Men: A toolkit for clinicians. Fenway. 1rt edition. March 2005 (6-1).
34 Prochaska JO, Di Clemente CC. Transtheorical therapy: Toward a more integraty model of change. Psycotherapy, Research, and Practice. 1982, 19-276-288. Nota citada en: Prevention and management of sexually transmitted diseases in men who have sex with men: A toolkit for clinicians. Fenway. 1rt edition. March 2005 (6-1).
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA es falsa. Hace ya más de treinta años que los especialistas en el tema, llegaron a la conclusión, después de mucho estudio, de que la homose-xualidad no es una patología, ni física ni mental. En palabras de la Aso-ciación Americana de Sicología: «…la realidad es que la homosexualidad no es una enfermedad. No requiere tratamiento, y no se puede cambiar». Esta posición es compartida por la Asociación Americana de Psiquiatría, la Organización Mundial de la Salud y prácticamente todas las asociaciones profesionales de salud de todo el mundo».35 Muchos/as profesionales de la salud pueden sentir incomodidad al hablar acerca del comportamiento sexual con los GBT/HSH. Lo mismo sucede con algunos de los usuarios/as cuando el médico/a del servicio indaga sobre sus actividades sexuales y otros temas, como el uso de alcohol y drogas u otros relacionados, como disfunción sexual, violencia doméstica, o múltiples parejas. En la mayoría de las ocasiones, a muchos usuarios/as les parece bien y sienten alivio cuando los/as profesionales de la salud abordan dichos temas con la mayor naturalidad.
En la consulta tome en cuenta los siguientes aspectos
Al incorporar la asesoría sobre reducción de comportamientos de riesgo como parte de la rutina de la consulta médica, es conveniente lo siguiente: • Evitar las suposiciones basadas en el género, edad, estado mari-
tal, discapacidad u otras características. Por ejemplo, que el usuario sea casado no signifi ca que sea monógamo y tampoco garantiza que mantenga relaciones sexuales sólo con mujeres.
Sea directo/a, específi co/a e imparcial al preguntar sobre el com-
portamiento sexual, así demostrará que esos comportamientos son habituales, lo que hará que el usuario/a se sienta más cómodo/a con la pregunta.
Comience la consulta con preguntas abiertas. Preguntar abierta-
mente y con naturalidad facilita el diálogo y le permitirá tener una historia más completa del usuario/a.
A continuación ponemos algunos ejemplos de afi rmaciones que le pueden servir para iniciar la sesión de asesoría de reducción de comportamientos de riesgo y «romper el hielo» entre usted y el/la usuario/a y reforzar la confi dencialidad: 35 Marina Castañeda. La nueva homosexualidad. Colección Uno y los Demás. Editorial Paidos. 1ª Edición. México 2006. p. 125.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
«todo lo que conversemos es estrictamente confi dencial y permanecerá entre usted y yo».
«como hago con todos los usuarios/
as de mi consulta para brindarles el mejor cuidado de su salud posible, le voy a hacer una serie de preguntas sobre su actividad sexual pasada y presente, y otras sobre el uso de alcohol y drogas».
«como es importante para mí darle
la mejor atención médica posible, le voy a solicitar que sea explícito sobre sus actividades sexuales y el uso de alcohol y drogas. Es algo que habitualmente hago con todos los usuarios/as de mi consulta para la historia clínica».
«sé que estos temas son muy personales
y no hablaré de su vida personal con nadie Las afi rmaciones anteriores pueden ser reforzadas inmedia-tamente por otras para comenzar de esta manera su evaluación de los comportamientos sexuales de riesgo del/la usuario/a: «Hábleme sobre sus parejas sexuales». «Hábleme sobre su relación de pareja actual (o de sus parejas Evaluando la situación de pareja En el caso de que el usuario/a no se abra con usted y no le brinde la infor-mación que solicita después de preguntarle abiertamente al respecto, abor-de el tema de género de su(s) pareja(s) sexuales, el número de parejas, el tipo de relaciones que tenga (estables o casuales) y pregunte si las parejas a su vez tienen otras parejas. A continuación, algunos ejemplos de cómo obtener información sobre parejas sexuales: ¿Tienes sexo con mujeres, con gay, bisexuales, con trans o con ¿Cuántas parejas sexuales tienes? ¿Tu pareja sexual tiene otras parejas sexuales? GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Evaluando el tipo de prácticas sexualesAl hacerlo es importante evitar el uso de etiquetas como «gay», «homo- sexual» o «hetero». Como ya se indicó en la sesión 3, la identidad y el comportamiento pueden ser diferentes en las personas. Muchos hombres se autoidentifi can como heterosexuales, aunque tengan relaciones pene-trativas anales con otros hombres que pueden ser otros heterosexuales, gay, bisexuales o trans, además de las relaciones sexuales que mantienen con mujeres. En este caso es importante determinar los tipos de contacto: vaginal, oral (insertivo y/o receptivo) y anal (insertivo y/o receptivo). Es bueno explorar otros tipos de contacto sexual que pueda tener el/la usuario/a, como: • el contacto oral-anal (comúnmente conocido como anulingus o beso • el contacto digital-anal (insertar uno, varios dedos o la mano en el Estas prácticas acarrean ciertos riesgos de salud que necesitan ser evalua-dos profesionalmente, ya que pueden conllevar a infecciones parasitarias entéricas en los contactos oro-anales o fi suras rectales en los contactos digito-anales. Si se siente incómodo/a usando los términos coloquiales, co-mience haciendo una descripción de estos términos. A continuación algu-nos ejemplos de cómo obtener información sobre las prácticas sexuales de hombres con parejas GBT/HSH: ¿Practicas sexo oral?
Si el usuario responde sí: ¿Introduces el pene en la boca de tu pareja? o ¿Tu pareja introduce su pene en tu boca? ¿Tienes relaciones sexuales anales?
Si el usuario responde sí: ¿Eres tu quién penetra a tu pareja? o ¿Tu pareja te penetra? o ¿eres pasivo? ¿Pones tu boca y la lengua en el ano de tu pareja? o ¿Practicas beso negro con tu pareja? ¿Introduces los dedos o la mano en el ano de tu pareja? o ¿tu pareja introduce sus dedos o la mano en tu ano? HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Evaluando los lugares de encuentro de parejas sexualesIndagar sobre los sitios en los que el usuario/a conoce a sus parejas sexua-les (es clave por razones epidemiológicas). Es bueno conocer el contexto en el que se mueve el usuario/a para conocer a sus parejas (bares, discos, saunas, salas de video y salas de cine, Internet, parques, baños públicos, entre otros), ya que algunos lugares facilitan que este pueda tener relacio-nes sexuales de mayor riesgo. Igualmente pasa cuando viaja o cuando sa-len de las zonas rurales a las ciudades. Indague también sobre el intercam-bio de dinero por sexo, alimentos, ropa, entre otros bienes. A continuación, algunos ejemplos de cómo obtener información sobre lugares de encuentro de parejas sexuales: ¿Cómo y en dónde conoces a tus parejas sexuales? ¿Cuando estás fuera de tu casa o de tu sector, cambia tu comportamiento sexual? ¿Y cuando estas de vacaciones, de viaje? ¿Cuando has estado fuera de la ciudad, has tenido relaciones sexuales? En el pasado ¿alguna vez fuiste más allá de tus límites normales (sexual-mente) e hiciste algo que consideraste inseguro sexualmente? ¿Si es así, qué pasó? ¿Alguna vez has intercambiado sexo por dinero, alimentos, ropa u otros bienes? Evaluando el estatus de VIH del/la usuario/a y de sus parejas Es posible que este tipo de usuarios/as no sea de los más frecuentes de su consulta médica, pero lo puede ser uno de sus nuevos usuarios, o alguno que busque atención médica general para el tratamiento de una ITS o VIH. A continuación, algunos ejemplos de cómo obtener información sobre el estatus de VIH: ¿Alguna vez te has hecho las pruebas para VIH?
Si el usuario/a responde que sí: ¿Cuándo fue la última vez que te la hiciste y cuál fue el resultado? Si responde que no: ¿Cuáles son las razones para no ha- certe las pruebas de VIH? GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Con relación a la prueba del VIH ¿tienes alguna preocupación?
¿Alguna vez te has hecho pruebas para ITS? Si responde que sí: ¿Cuándo fue la última vez que te las hiciste y cuáles fueron los resultados? En relación con las pruebas de ITS ¿Tienes alguna preocu-
¿En cuántas ocasiones has tenido relaciones sexua- les con una pareja de la que sepas tiene la infec- ción por el VIH? Evaluando la experiencia sobre el uso de condones De igual manera, es importante pregun- tarle al usuario/a sobre el uso de condo- nes, si los usa o no y con qué frecuencia y bajo qué circunstancias lo hace. Es muy probable que algunos de los usua- rios/as nunca hayan usado condón ni con su pareja estable, ni con sus pare- jas casuales; otros, probablemente no lo hagan con su pareja estable, pero sí con sus parejas casuales. Muchos hombres, particularmente aquellos que tienen relacio- nes sexuales con mujeres, no usan condones con ellas pero sí con GBT/HSH, claro que eso depende de las circunstancias y del estilo de rela- cionamiento que tenga con ellos. A continuación, algu- nos ejemplos de cómo obtener información sobre el uso de ¿Cuál es su experiencia con el uso de condones? Si el usuario/a no los usa consistentemente: ¿Cuál es la diferencia entre el momento en el que usas condones y el mo- mento que no los usas? Evaluando el uso de alcohol y drogas El uso de alcohol y drogas puede alterar los comportamientos de las per- HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
sonas con relación al mantenimiento de prácticas sexuales más seguras. Es conocido que en muchos/as GBT/HSH el uso del alcohol y las drogas puede ser frecuente, de ahí la importancia de explorar sobre las circuns- tancias, frecuencia, tipos de drogas y clases de encuentro, si fuera necesa- rio. A continuación, algunos ejemplos de cómo obtener información sobre el uso de alcohol y drogas: Cuéntame: ¿bebes alcohol? ¿Cuál es tu experiencia con el uso de drogas? Haga un resumen (parafraseo) de las respuestas del usuario/a a sus pre- guntas Este punto es muy importante, ya que con esto usted le demostrará que como profesional escucha a sus usuarios/as, además, le ayudará a clarifi car cualquier malentendido sobre algunas de las respuestas.
Para fi nalizar la entrevista, evaluar la historia sobre ITS del usuario/a, su diagnostico y tratamiento. Comience solicitando información sobre la fecha de la última prueba sobre ITS que el usuario/a se haya realizado. En el caso de que este/a le haya dado información que indique un mayor factor de riesgo frente a las ITS y el VIH, como: múltiples parejas sexuales, uso inconsistente del condón o ausencia de uso con su (s) pareja(s) estable(s), antecedentes de ITS, etc., es importante que determine el contexto en el que se producen dichos comportamientos, particularmente en cuanto al uso de alcohol y drogas o el estado de ánimo. A continuación, algunas pre- guntas para entender las circunstancias de riesgo: …Estoy tratando de comprender las situaciones en las que usted se in- volucra en relaciones sexuales ¿usa alcohol o drogas cuando va a tener relaciones sexuales? Si la respuesta es sí: ¿Cuánto alcohol bebe cuando usualmente sale de «levante» y cuando tiene relaciones sexuales? Si dice sí al uso de drogas: ¿Qué tipo de drogas usa? ¿Su estado de ánimo infl uye en su comportamiento sexual? ¿Este infl uye en los riesgos que toma, o en el número de parejas, o cuando usted sale Quienes usan alcohol y drogas, potencialmente presentan más resistencia en la adopción de una medida de protección contra las ITS o el VIH, como por ejemplo, el uso consistente del condón. No obstante esto, existen al- gunas medidas o recomendaciones que pueden ayudar a que este tipo de GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA usuarios/as puedan hacer uso de estrategias de reducción de daños.
La reducción de daños36 En el contexto del VIH/sida y las ITS, está orientada al desarrollo de estra- tegias dirigidas a usuarios/as de drogas y bebidas alcohólicas, para que adopten algunas medidas de prevención del VIH e ITS y con ello disminu-yan las probabilidades de contraer estas infecciones. Algunas de las reco-mendaciones de prevención sugeridas no reemplazan en ningún momento a las estrategias recomendadas, como el uso consistente del condón, o evitar las relaciones sexuales no protegidas, estas tienen el fi n de que en algún momento la persona pueda llegar a tener control sobre sus prácticas sexuales en situación de drogadicción o embriaguez. Estas recomendaciones son particulares para este tipo de usuarios/as y nunca se deben indicar como estrategias de prevención para cualquier usuario/a de la consulta. Para presentarlas es bueno que le diga primero al usuario/a que «le gustaría hablar sobre algunas recomendaciones o estrategias para reducir el riesgo de daño»: • Cargue condones y lubricantes.
• Hable del uso del condón con su pareja sexual antes de iniciar la relación sexual.
• Tenga siempre condones disponibles en los lugares en los que más le gusta estar, para cuando los necesite.
• Limite la cantidad de alcohol y drogas.
• Tome o alterne el alcohol con otras bebidas no alcohólicas mientras está bebiendo.
• Use drogas menos fuertes o tome bebidas más suaves (por ejemplo, cerveza en vez de licores fuertes).
• Si tiene planeado usar drogas, procure usar las menos fuertes o con- sumir menos cantidades de lo usual.
36 En materia de salud pública, se habla de «reducción de daños» para referirse a una metodología encaminada a la prevención o reducción de las consecuencias negativas para la salud asociadas con determinadas conductas […] La metodología de reducción de daños tiene en cuenta el hecho de que para muchos usuarios de drogas la abstención total del consumo de sustancias psicoactivas no es una opción factible a corto plazo. Tomado de: Recomendaciones de la UNESCO sobre la terminología y la redacción de material relativo al VIH/sida. UNESCO. Sector de Educación División de la coordinación de prioridades de las Naciones Unidas en Educación Sección del VIH y el SIDA. Marzo, 2008. Sitio web: http://www.unesco.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
• Limite el número de parejas sexuales.
• Si no usa condones, evite que sus parejas eyaculen dentro de su boca o en el recto.
• Converse sobre el estatus de VIH con sus parejas sexuales.
Es importante que el usuario/a tenga la posibilidad de discutir la viabilidad de dichas opciones de reducción del riesgo de daño, y si dichas opciones o alguna de ellas es realista para sí mismo/a.
Tomando la posta después de la consejería El asesoramiento de cambio de comportamiento permite a los médicos/as clínicos/as orientar al usuario/a de su servicio paso a paso, mientras emiten el «diagnóstico» y «tratamiento». En la consulta el médico/a puede ayudar a determinar de manera efi caz, los puntos clave de cambio: las estrategias que cada uno/a de los usuarios/as de la consulta necesita planear de manera real, y que podrán evaluarse en su siguiente consulta. La sesión de consejería con relación a las pruebas de VIH e ITS brindada a los usuarios/as en el servicio de salud no es sufi ciente, debido a que se li-mita a dos o tres sesiones y sirve para reforzar el conocimiento sobre el VIH e ITS, por lo que no alcanza para fomentar un cambio de comportamiento de riesgo de manera sostenida. De ahí que sea necesario complementar con otras intervenciones el proceso de asesoramiento sobre la reducción de los comportamientos de riesgo, durante la atención primaria del VIH e ITS. Para ese efecto, el personal de salud juega un rol clave.
Como ya se mencionó previamente, se presentan muchos desafíos en la implementación del asesoramiento de cambio de comportamiento duran-te la prestación de los servicios médicos, debido al corto tiempo para la consulta y la concentración de usuarios/as en la sala de espera del servi-cio de salud, lo que exige a los médicos/as implementar la asesoría en el transcurso de la entrevista al usuario/a y durante el proceso de diagnóstico y la prescripción del tratamiento, ya que por lo general, en este momen-to, las/los profesionales hacen una evaluación y brindan recomendaciones pertinentes sobre comportamiento.
A continuación, se presentan pautas o elementos claves que pueden servir de apoyo al médico/a en el asesoramiento de cambio de comportamiento GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA durante la prestación de sus servicios profesionales a GBT/HSH.
Elementos claves del asesoramiento efectivo • Haga preguntas directas para evaluar la historia del usuario/a acer- ca de sus actitudes y sobre los riesgos que corre frente al VIH y las ITS.
• Solicite información sobre las circunstancias que rodean a la persona con relación a sus comportamientos de riesgo.
• Mantenga una comunicación interactiva, sin emitir juicios y focalizada en las situaciones que el usuario/a aborda.
• Trabaje activamente con el usuario/a en el desarrollo de un plan real de reducción de riesgos como parte de la prescripción de su trata-miento.
Pasos para la asesoría de cambio de comportamiento37
Primer paso
Hacer la valoración de comportamiento de riesgo (ver al inicio de la presen-te sesión «la entrevista con el/la usuario/a»).
Segundo paso
Completar la evaluación en el momento. Identifi que un comportamiento «meta» y valore lo que dispone el usuario/a a mantenerlo o a adherirse a este.
Comportamiento meta. Existen muchos comportamientos que contribuyen a la reducción de los riesgos de transmisión del VIH e ITS. Estos cons-tituyen el objetivo y se los denomina comportamientos «meta». Incluyen cualquier actividad sexual, uso de sustancias y cualquier solicitud de ser-vicios de salud que contribuyan a reducir la posibilidad de que el usuario/a contraiga o transmita una ITS o el VIH.
Las normas de oro del comportamiento son aquellas que, en su mayoría permiten la reducción del riesgo, mientras que los comportamientos «meta» en la reducción de daños son los que se ven como el «primer paso» en el 37 Stages of change/transtheorical model of behavior change was adapted for STD/HIV risk reduction by the Center for Health and Behavioral Training (CHBT) at the University of Rochester as an individual-level intervention named the Stage-Based Behavioral Counseling (SBC). Tomado y adaptado de: Prevention and Management of Sexually Transmitted Diseases in Men who have sex with Men: A toolkit for clinicians. Fenway. 1rst Edition. March 2005 (9-2): HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
continuo de cambio de comportamiento. Veamos una serie de ejemplos: Normas de oro del comportamiento para la reducción de riesgos en todos/as los/as usuarios/as GBT/HSH: • Evitar las relaciones sexuales.
• Retrasar el inicio de las relaciones • Mantener una relación mutuamen- te monógama (ambos con seroesta-tus negativo al VIH).
• Usar de manera adecuada y consis- tente el condón en todas las relaciones sexuales.
Comportamientos «meta» de reducción de daño para aquellos que no están preparados todavía para los ante-riores: • Realizarse la prueba de VIH de manera regular.
• Usar condones consistentemente en todas sus relaciones sexuales incluyendo con su pareja(s) estable(s).
• Reducir el número de parejas sexuales.
• Aumentar el uso del condón en las relaciones sexuales casuales.
• No tener penetración en las relaciones sexuales con penetración.
• Ponerse el preservativo antes de la eyaculación.
• Cualquier «primer paso» que el/la usuario/a esté dispuesto a dar.
Normas de oro de comportamientos para la reducción de daño por el uso de sustancias: • Dejar de usar drogas.
• Ingresar a un programa para el tratamiento sobre el uso de sustan- GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA • Utilizar siempre una jeringuilla nueva y evitar intercambiarlas. Comportamientos «meta» de reducción de daño para aquellos/as usuarios/as que no están preparados/as para adherirse a los anteriores: • Evitar los encuentros sexuales en donde prevalezca un alto consumo de alcohol y drogas.
• Evitar usar drogas que conduzcan a comportamientos de alto riesgo.
• No tener relaciones sexuales después de consumir drogas psicotró- • Para los usuarios/as de drogas inyectables, usar formas de con- sumo menos nocivas: por ejemplo, drogas para inhalar en vez de inyectables.
• Cualquier «primer paso» que el usuario/a esté dispuesto/a a dar.
La evaluación por escenarios
La evaluación por escenarios es utilizada para identifi car cuáles son los comportamientos meta del usuario/a y valorar la situación relativa a su «dis- posición» para adoptarlos o adherirse a ellos. En la etapa de evaluación es conveniente identifi car cuál de los comportamientos meta podría realmente ayudar al usuario/a en la reducción del riesgo frente al VIH e ITS, el cual serviría para darle seguimiento en las consultas posteriores. Para identifi - car correctamente el comportamiento meta y establecer en qué «etapa de cambio» se encuentra el usuario/a, el médico/a debe hacerle preguntas di- rectas. Algunas de ellas, sobre comportamiento sexual y uso de sustancias, han sido respondidas por el/ella en su historia, en la evaluación realizada al inicio de la consulta. Sin embargo, además de la historia sobre compor- tamientos de riesgo, la valoración requiere de una exploración sobre las actitudes del usuario/a (acerca del uso del condón, sobre las pruebas de VIH e ITS y el uso de alcohol y drogas). Etapas del cambio
• Pre-contemplativa: no ve la necesidad de adoptar un comportamiento • Contemplativa: ve la necesidad de adoptar un comportamiento meta, pero enfrenta algunas barreras para adoptarlo.
• Listo para la acción: dispuesto/a a comenzar un comportamiento meta, o un compromiso para mantenerlo de 0 a 3 meses. HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
• En acción: Comprometido/a con mantener el comportamiento meta de 3 a 6 meses.
• Mantenimiento: Comprometido con mantener su comportamiento meta más de 6 meses.
Tercer paso
Una vez hecha la evaluación por escenarios, e identifi cado la fase o «eta- pa de cambio» en la que se encuentra el usuario/a, es necesario que el/ la profesional seleccione una estrategia de apoyo acorde con la etapa de cambio de este. Al hacerlo, como profesional de la salud estará brindando una atención centrada en el usuario/a, que es una de las estrategias más ETAPAS DE CAMBIO Y ESTRATEGIAS PARA CAMBIO DE COMPORTAMIENTO
Etapas del cambio
Estrategias de asesoramiento
Comparta una historia: cuéntele al usuario/a
El usuario/a no ve la sobre un caso similar al suyo.
necesidad de un comporta- Información a brindarle: dé información relacio-
nada específi camente a la situación presentada por el usuario/a.
Converse sobre el impacto del comporta-
miento del usuario/a sobre otros: ayúdele a
comprender el impacto negativo que tiene su comportamiento sobre las personas por las que "…de ninguna manera…" él/ella se preocupa.
Explore la ambivalencia y ofrezca una alterna-
El usuario/a ve la nece- tiva: ayude al usuario/a a entender sus barreras
sidad de contar con un para cambiar. Converse con él/ella sobre los objetivo de comportamiento pros y los contras, y examine el costo-benefi cio pero tiene objeciones.
del cambio; explore otras opciones posibles de reducción del daño. Analice el comportamiento en relación con la imagen de sí mismo/a: converse sobre la au- toimagen del usuario/a y sobre cómo ésta infl uye en su comportamiento.
Listo para la acción
Desarrolle un plan: ayude al/la usuario/a a arti-
El usuario/a está listo/a cular un plan específi co detallando cómo llevará para conseguir su compor- a cabo el cambio de comportamiento. tamiento meta y tiene dis- Bríndele confi anza, recomendaciones prácticas y posición para mantenerlo establezca el primer paso.
Entréguele insumos de prevención e información sobre otros servicios a los que puede acceder.
Identifi que los apoyos: ayude al usuario/a a encontrar un sistema de apoyo.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Etapas del cambio
Estrategias de asesoramiento
No presione: asista al usuario/a para que reco- nozca y evite aquellos factores que lo incentivan hacia los comportamientos de riesgo.
"Vamos a hacerlo…" Encuentre alternativas: busque opciones para sustituir los comportamientos de riesgo previos.
Acción y mantenimiento
Identifi que recompensas: ayude al usuario/a a
Los usuarios/as han adop- reconocer las satisfacciones personales que le tado el comportamiento acarreará mantener el cambio.
objetivo para 3 a 6 meses o Conviértale en modelo a seguir: ayude al usua- para más de 6 meses.
rio/a a convertirse en un modelo de cambio para "hágalo y luego vívalo…" exitosas y que han demostrado más efectividad e infl uencia en el cambio de comportamiento.
Cuarto paso
Es importante que se documente en la historia clínica la etapa de cambio, la estrategia de asesoramiento utilizada y el plan trazado por el usuario/a, ya que son los primeros pasos para continuar con la atención y evaluar la efi ca-cia de la estrategia en sus consultas posteriores en el servicio médico. Una manera efi ciente de hacer seguimiento a las etapas de cambio del usuario/a es a través de la modifi cación de los formularios de registro de las visitas, los cuales pueden incluir: • Las etapas de cambio hacia el comportamiento meta.
• La estrategia utilizada en la asesoría.
• El resultado inmediato logrado por el usuario/a y el plan de los próxi- En el asesoramiento médico para el cambio de comportamiento basado en etapas: • Realice la evaluación del comportamiento de riesgo.
• Complete la evaluación en la consulta. Identifi que el comportamiento objetivo y evalúe la disposición del usuario/a para adoptarlo o adhe-rirse a dicho comportamiento.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
• Seleccione y utilice una estrategia de asesoramiento que coincida con la etapa de cambio en que se encuentra el usuario/a. Brinde la atención centrada en el usuario/a como estrategia efi caz para infl uir en su cambio de comportamiento.
La obtención de los antecedentes sexuales y el registro de la información confi dencial del usuario/a no es fácil, pero tampoco imposible. Algunas consideraciones a tener en cuenta: Recomendaciones de médicos con experiencia en la atención de GBT/HSH indican que los principales obstáculos que se presentan en la práctica médica de atención primaria en la evaluación de los factores de comporta-mientos sexuales de riesgo, son: • La falta de experiencia del médico/a o incomodidad para preguntar.
• Limitación del/la profesional de la salud para tratar como algo habitual este tiempo de comportamientos sexuales.
• Inseguridad del médico/a sobre la forma de hacer sentir cómodo/a al usuario/a, en particular, en lo relativo a hablar sobre relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
• Que el médico/a haga presunciones infundadas sobre el comporta- miento sexual y los niveles de riesgo.
• Que los usuarios/as perciban la probabilidad de que el/la profesional les estigmatice.
• Las normas culturales.
• El estatus socio-económico.
• La salud mental y el abuso de sustancias. Existen otros aspectos ya mencionados como la trans-homofobia existente en el personal de salud y la falta de conocimiento sobre las necesidades especiales que estos grupos tienen con relación a su salud. Otro aspecto importante es, también, que los currículos de pre y post-grado de las es-cuelas de medicina y enfermería no incluyen aspectos relacionados con la prestación de servicios culturalmente competentes en el cuidado de la salud, que incluyan a los usuarios/as GBT/HSH.
La documentación o los registros médicos por lo general están diseñados GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA y orientados a la heterosexualidad, estos factores deben tenerse en cuenta a la hora de realizar la evaluación de los comportamientos de riesgo, ya que, potencialmente, son barreras que afectan el buen registro y la calidad de los datos para la prestación de un servicio adecuado. Algunas medidas para encarar este problema pueden incluir: • Desarrollar una política que tenga en cuenta cuándo realizar la ase- soría de comportamientos sexuales de riesgo en los servicios médi-cos y sobre qué temas hacerlo.
• Determinar cómo se integrará esta política en el proceso y atención de la consulta y atención de los usuarios/as.
• Identifi car las preguntas específi cas que se les debe hacer.
• Desarrollar un plan para responder a la información que pueda surgir.
• Capacitar al personal médico sobre cómo realizar una evaluación de Con relación al sistema de registro de la evaluación de riesgos y el mane-jo de la información confi dencial relacionada a los antecedentes o la vida sexual del usuario/a, la institución debe establecer un sistema que permita el registro de su historia sexual en un formato que permita al/la profesional de salud revisarla a la par que el expediente médico. Y en términos de se-guridad de la información, garantizar y proteger la confi dencialidad de esta información.
Al pensar en el sistema de mejoramiento de los registros o de la informa-ción a incluir en los expedientes médicos, la institución puede considerar las siguientes cuestiones: • ¿Los formatos de registro de información del usuario/a incluyen pre- guntas relacionadas con la evaluación de riesgo? Si no es así ¿cómo registrará la valoración que ha obtenido, y cómo será documentada y actualizada cada vez? • ¿El formato de la historia del usuario/a provee información adicio- nal sobre cómo la persona se auto identifi ca en todas las categorías: identidad de género, orientación sexual, estado marital, pareja o pa-rejas y estatus familiar? ¿Ofrece opciones para aprovechar la oportu-nidad y registrar más información sobre el usuario/a por escrito? HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Recomendaciones para laprevención, diagnóstico ytratamiento de las ITS y VIHen GBT/HSH GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Algunos aspectos a considerar durante la consulta
• Ofrezca atención personalizada. Pregunte al usuario/a antes del exa- men físico si la presencia de la enfermera le genera alguna incomodi-dad.
• Tenga en cuenta los antecedentes de exposición a las ITS.
• En el examen físico, realice la inspección visual de piel, boca, área anal y genital.
• Tenga en cuenta las infecciones recurrentes.
• Recomiende 4 pruebas para el diagnóstico de ITS y 2 pruebas para el diagnóstico de VIH por año38. • Ofrezca la prueba de detección de anticuerpos de VIH.
• Ofrezca la prueba para sífi lis.
• Ofrezca la prueba para gonorrea (en las áreas expuestas).
Recomendaciones para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las ITS y VIH en GBT/HSHComo indicamos en la Sesión 1 de la presente guía, en el Perú, los/as GBT/HSH son una de las sub-poblaciones en dónde se encuentra una alta prevalencia de infecciones de transmisión sexual (ITS), lo que constituye una de las razones principales para considerar el diagnóstico de las ITS como parte de la rutina de atención de este tipo de usuarios/as en los ser-vicios de salud, incluyendo el diagnóstico temprano del VIH. En este punto es importante mencionar que muchas de las ITS – como la gonorrea rectal y faríngea, la clamidia, el micoplasma y las tricomonas– son típicamente asintomáticas, o tienen síntomas que se confunden, como en el caso del chancro sifi lítico y las neoplasias del ano y el pene relacionadas con infec-ciones del virus del papiloma humano.
38 Esta es la recomendación señalada en la Directiva Sanitaria Nº.030-MINSA/DGSP-V0.1 de la Directiva Sanitaria para la Atención Médica Periódica a las/os trabajadores sexuales y HSH –Perú.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
La atención primaria de salud constituye una oportunidad única para proveer consejería y pruebas diagnósticas de ITS y VIH a las personas GBT/HSH, quienes por lo general buscan atención de salud con médicos privados y/o se automedican. Ofertar las pruebas de rutina, facilitando el acceso a ellas, es una oportunidad de aumentar el impacto de los esfuerzos de prevención de ITS y VIH a nivel local y nacional. Durante el proceso de atención (diagnós-tico, tratamiento y asesoramiento) a los usuarios/as GBT/HSH, si bien el manejo sin-drómico de las ITS es un paso importante en la atención de esta población, es esencial que los servicios estén en la capacidad de ofertar otras pruebas de rutina para el manejo etiológico de las ITS, ya que, como se mencionó previamente, hay otras ITS sobre las cuales existen un sub-diagnós-tico importante.
Algunas razones para el diagnóstico de laboratorio • Existe una prevalencia importante de ITS en GBT/HSH.
• Las ITS incrementan el riesgo de transmitir y contraer el VIH.
• Algunas ITS a menudo son asintomáticas.
Pasos claves para la valoración de las ITS 1. Explore sobre la vida sexual activa del usuario/a en la rutina
de la elaboración de la historia clínica. El abordaje de la histo-
ria sexual del usuario/a requiere de la mayor sensibilidad posible por parte del profesional médico/a, debido a la importancia que tiene su valoración para identifi car sus factores de riesgo frente a las ITS. Este procedimiento constituye el primer paso de la entrevista del usuario/a del servicio. También es importante abordar el tema del uso de sus-tancias (incluyendo el uso de Viagra) como parte de la rutina, debido a que el uso de alcohol y drogas se encuentra asociado con el com-portamiento sexual de mayor riesgo de contraer el VIH y las ITS, GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA y también con problemas psico sociales. (Ver en la sección 2 de la presente guía aspectos abordado sobre este tema).
2. Haga preguntas sobre síntomas consistentes relacionados con
la presencia de una ITS. Es importante que pregunte a los/as usua-
rios/as del servicio si están experimentando algunos síntomas con-sistentes relacionados con una ITS. Como ya sabemos, muchas de estas son asintomáticas, y es esencial encontrar cualquier indicador de su presencia, por muy leve que sea. Los síntomas más comunes son:- Dolor al orinar y secreción uretral.
- Escozor en la piel.
- Prurito y secreción ano-rectal.
- Dolor al defecar.
- Heridas o llagas.
3. Evaluación y atención clínica periódica para el diagnóstico y
atención de ITS y VIH en GBT/HSH. En la valoración clínica del
usuario/a GBT/HSH es importante en el examen físico hacer ins-
pección de la piel, boca, región genital y perineal, anal y ganglios
inguinales39, como valoración relacionada a la posible infección por
sífi lis y gonorrea en las áreas expuestas. Estos exámenes deben hacerse en todos los GBT/HSH, independientemente de su historia de uso consistente del condón.
En el Perú, en el marco de la Atención Médica Periódica (AMP) para los/as trabajadores sexuales y HSH, la Directiva Sanitaria No. 30-MINSA/DGSP-V 1.0 recomienda la evaluación clínica cada 30 días, para ambos grupos de hombres, incluyendo diagnóstico de laboratorio (ver numeral 6.2 citado incisos 6.2.1.-6.2.4). El ámbito de aplicación y de cumplimiento obligatorio de esta directiva está constituido por las Direcciones de Salud, Direcciones Regionales de Salud o quien haga sus veces en el nivel regional y sus correspondientes hospitales y establecimientos de salud de las redes y microredes de salud a nivel nacional (Aparte III. Ámbito de La norma incluye también, a través de equipos Itinerantes, el diagnóstico de ITS usando el enfoque del Manejo Sindrómico, la aplicación de prueba 39 Directiva Sanitaria Nº 30-MINSA/DGSP-V.01. Directiva Sanitaria para la Atención Médica Periódica a las/os trabajadoras/es Sexuales y HSH. Numeral 6.2., inciso 6.2.1.
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rápida de tamizaje de VIH y la consejería para trabajadores sexuales y HSH.
También puede considerarse lo siguiente: Es probable que muchos GBT/HSH, especialmente aquellos/as que no ejercen el trabajo sexual pero que se mantienen sexualmente activos y que tienen coito anal sin utilización del condón, o que tienen relaciones sexua-les en estado de embriaguez o bajo efectos de sustancias, y que corres-ponden a diferentes estratos sociales, no tengan interés de asistir a un Centro de Referencia de Infecciones de Transmisión Sexual (CERITS) y/o a la Unidad de Atención Médica Periódica (UAMP) con la frecuencia que manda la Directiva Sanitaria. Es importante que estas personas se hagan las pruebas para ITS y VIH al menos cada 3 meses, independientemente de lo que indique la Directiva Sanitaria, incluyendo aquellos que tienen una historia clínica que indique el uso correcto y consistente del condón. La evaluación de laboratorioComo se mencionó, la Directiva Sanitaria para la Atención Médica Periódi-ca (AMP) a los/as trabajadores/as sexuales y HSH, recomienda para todos los/as GBT/HSH con mayor exposición a las ITS y VIH, además de la eva-luación clínica cada treinta días, la siguiente evaluación de laboratorio: • Cada 30 días, incluye toma de muestra de secreción uretral cuando esta sea evidente y observable, la cual se realizará con hisopo ure-tral exprimiendo la uretra peneana (tinción de Gram y cultivo para N.Gonorrhoeae); asimismo se realizará hisopado rectal (cultivo para N. Gonorrhoeae) y muestra de orina (examen directo de sedimento). (6.2 De la atención a los trabajadores sexuales varones y HSH. Inciso 6.2.2).
• Evaluación serológica para RPR cada 3 meses, de ser reactivo se dará tratamiento para sífi lis de acuerdo a la «Norma Técnica No. 077-MINSA/DGSP V. 01. Norma Técnica de Salud para Infecciones de Transmisión sexual en Perú» aprobado por R.M. No. 263-2009/MIN-SA. (6.2 De la atención a los trabajadores sexuales varones y HSH. Inciso 6.2.3).
• El tamizaje con ELISA para VIH o prueba rápida para VIH se realizará cada seis meses (6.2 De la atención a los trabajadores sexuales va-rones y HSH. Inciso 6.2.4). La Directiva Sanitaria indica en este inciso que, independientemente de los resultados, se debe cumplir con el GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA fl ujograma de atención establecido para las UAMP, que incluye, la consejería correspondiente y la provisión de tratamiento.
Otras pruebas diagnósticas de ITS a considerar:
Clamidia ( Chlamiydia trachomatis)
Toda GBT/HSH que presente uretritis debería hacerse la prueba de detección de la clamidia. No está recomendada para los usuarios/ as que no presentan síntomas, porque la clamidia varía entre los diversos grupos GBT/HSH; recomendada o no, es nece- sario valorar caso por caso.
Linfogranuloma Venéreo (LGV)
Es importante que el proveedor/a tenga clara la información sobre la existencia de LGV rectal. Se recomienda a los/as profesionales considerar el LGV en el diagnóstico de síndromes compatibles (ejemplo, proctitis y proctocolitis) y al reali- zar la prueba de diagnóstico de la infección con Clamidia trachomatis.
Hay que tener en cuenta que en las diversas pobla- ciones GBT/HSH existen personas cuyo rol sexual es activo (insertivo), otras con rol pasivo (receptivo), y muchas desempeñan ambos roles (modernos). Los receptivos están mucho más expuestos y pueden existir micro heridas de chancro. Es necesario valorar caso por caso.
Virus del Herpes Simplex I y II
La infección por el virus del Herpes (HSV, por sus siglas en inglés) puede ser común en GBT/HSH. Las personas con la infección HSV a veces tienen síntomas y otras no, pero incluso sin síntomas, el virus puede estar pre-sente en las secreciones genitales. Tanto la infección de HSV sintomática como asintomática pueden incrementar el riesgo de transmitir o contraer la infección por VIH.
En el análisis serológico para identifi car la infección por HSV en GBT/HSH se utiliza un test específi co para anticuerpos a la glicoproteína G del HSV. Si esta prueba da positiva, especialmente con HSV-2, el usuario/a debe ser informado/a que tiene un riesgo incrementado de adquirir o transmitir la HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
infección por el VIH. El/la médico/a debe orientarle acerca de los síntomas de HSV, incluyendo tanto los ataques leves como severos de la infección, para que los usuarios/as puedan aprender a reconocerlos. Un objetivo fun-damental es que estos se abstengan de cualquier contacto sexual, incluido el beso negro (o cunnilingus), porque aumenta el riesgo de transmisión del herpes bucal durante el ataque severo, o los episodios sintomáticos. Es importante que usen condón en todos los contactos sexuales. Los usua-rios/as sintomáticos pueden recibir terapia de contención y, en ataques re-petidos, terapias de supresión. Virus del Papiloma Humano (HPV)
Para comprobar la presencia de HPV (por sus siglas en inglés) existen 3 exámenes: el PCR, la penescopía y la anoscopía. En primera instancia, la inspección visual es sufi ciente para detectar verrugas causada por HPV. La historia natural del HPV y la efi cacia de su tratamiento no han sido des-critas en profundidad; no existen recomendaciones para realizar exámenes en hombres de lesiones escamosas intraepiteliales (SIL).
Algunos tipos de pruebas de laboratorio
Clamidia (Clamydia trachomatis). Aunque se desconoce la prevalencia
de la infección por clamidia en los/as GBT/HSH, es clave hacer la corres-pondiente valoración clínica en la uretra y el ano en caso de exposición.
• Uretra: la prueba más sensible para detección de Clamidia es el Test de Amplifi cación Ácido Nucleico Uretral / orina (NAAT) (Esta prueba se recomienda solamente para muestras de orina, uretra y cérvix, pero no para muestras de ano y faringe). • Faringe: realizar cultivo.
• Ano: Realización de cultivo (única prueba recomendada para evaluar • Sangre: Prueba de ELISA para Clamidia. Gonorrea (Neisseria gonrrhoeae). Pruebas a todas las áreas expuestas
• Uretra: Realizar frotis uretral y cultivo uretral, o pruebas de Amplifi - cación de Acido Nucleico Uretral (NAAT). A los cultivos para uretritis sintomática debe añadírsele un test de sensibilidad a los antibióticos, para descartar resistencia frente a los mismos en el usuario/a.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA • Faringe: realizar cultivo.
• Ano: Realización de cultivo (única prueba recomendada para evaluar Sífi lis (Treponema Palladium). El RPR (Rapid Plasma Regain) es la prue-
ba de laboratorio requerida para el test de la Sífi lis. Las pruebas positivas pueden ser confi rmadas a través de hemaglutinación de partículas de Tre-ponema Palladium (TP-PA) o a través de absorción fl uorescente de Trepo-nema (FTA-ABS). Otras pruebas diagnósticas recomendadas para la sífi lis incluyen: enzimoinmunoensayo (ELISA), Western Blot, reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y VDRL. VIHEnzimoinmunoensayo (ELISA) y Western Blot. Las pruebas de
inmuno análisis ligado a enzimas (ELISA), seguidas por pruebas con-fi rmatorias por Western Blot (WB), se mantienen como pruebas es-tándar para la detección de anticuerpos contra el VIH. Requieren de toma de sangre. Los resultados de estas pruebas están por general entre una y dos semanas. • Pruebas rápidas. La sensibilidad y especifi cidad de las pruebas rá-
pidas superan el 99%. Es importante tener en cuenta que todos los resultados reactivos requieren de confi rmación. Se pueden usar en sangre total, por punción en dedo o venipunción. Los resultados se obtienen a los 20 minutos (no menos de 20 y no más de 40). Este tipo de pruebas pueden hacerse en laboratorios clínicos, clínicas, cen-tros médicos, unidades hospitalarias y en abordaje de campo con unidades APV o itinerantes. Las pruebas rápidas positivas deben confi rmarse por WB, incluso si una prueba ELISA subsecuente da resultado no reactivo. En el caso de que las pruebas rápidas den un resultado indeterminado en la prueba confi rmatoria por WB, es necesario indicar al usuario/a la importancia de realizarse una nueva prueba a las 9 semanas. Tomando en cuenta a la Hepatitis A y B
Los/as GBT/HSH son susceptibles a la hepatitis A por el mecanismo de
transmisión boca-ano. Quienes no tienen historia de infección o vacuna, deben recibir la vacuna para hepatitis A. No es necesario recomendar la prueba de la Hepatitis A como rutina antes de la vacuna. Si se hace una prueba pre-vacunación, la vacuna debe administrarse junto con el test se-rológico. No hay posibilidad de daño a las personas inmunizadas. Se reco-mienda no realizar una prueba serológica post-vacuna.
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Con relación a la hepatitis B, el estudio serológico requiere de una sola muestra de sangre pero incluye tres análisis: • HBsAg (Antígeno de Superfi cie de la hepatitis B).
• HBsAb o anti-HBs (anticuerpo de superfi cie de la hepatitis B).
• HBcAb o anti-HBc (anticuerpo del núcleo de la hepatitis B).
Se necesita de los tres análisis de sangre para establecer un diagnóstico.
Análisis del antígeno de superfi cie de la hepatitis B (HBsAg). Este aná-
lisis se usa para detectar la presencia del virus. Un resultado «positivo» o «reactivo» en el análisis HBsAg indica que la persona está infectada con el virus de la hepatitis B (puede ser infección aguda o crónica). Las personas infectadas pueden transmitir el virus a otros por sangre o fl uidos corporales infectados.
Análisis de anticuerpo de superfi cie de la hepatitis B (HBsAb o anti-
HBs). Un resultado «positivo» o «reactivo» en el análisis HBsAb (o anti-
HBs) indica que la persona ha reaccionado favorablemente a la vacuna contra la hepatitis B, o que se ha recuperado de una infección aguda de hepatitis B. Este resultado indica que es inmune a futuras infecciones de hepatitis B y que ya no es una fuente de contagio.
Análisis del anticuerpo del núcleo de la hepatitis B (HBcAb). El HB-
cAb es un anticuerpo que forma parte del virus y no ofrece protección. Un resultado «positivo» o «reactivo» en el análisis de HBcAb (o anti-HBc) puede indicar una infección previa o actual, pero también puede ser un falso positivo. La interpretación del resultado de este análisis depende de los resultados de los otros dos. La presencia del anticuerpo protector de superfi cie (HBsAb o anti-HBs positivo) indica infección previa y recupera-ción. En las personas con infección crónica generalmente aparece el virus (HBsAg positivo).
Con relación a la vacuna para la hepatitis B, puede ser aplicada al mismo
tiempo que el test serológico. Como inmunización no causa daño en perso-nas previamente infectadas (incluyendo quienes tienen infección crónica) o personas vacunadas. Todos los GBT/HSH susceptibles a la infección por hepatitis B deben completar las 3 dosis. Todas las personas que tienen inmunocompromiso, así como las parejas sexuales de las personas con infección crónica de hepatitis B, deben realizarse pruebas después de la vacuna, entre uno y tres meses después de la tercera dosis.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Recursos de la Sección 7 Recursos de la sección 740 PRUEBAS RECOMENDADAS PARA ITS EN GBT/HSH
Para todos los usuarios/as, al menos una vez al año: • Valoración de riesgo: Historia sexual y de uso de sustan- cias alcohólicas y psicotrópicas.
• Valoración de signos y síntomas de ITS/VIH.
• Vacuna contra la hepatitis A y B a todos los susceptibles1.
GBT/HSH en bajo riesgo2
GBT/HSH en alto riesgo2
• Hacer pruebas de VIH, sífi lis y gono- • Hacer pruebas de VIH, sífi lis y gono- rrea, incluyendo áreas expuestas3.
rrea, incluyendo áreas expuestas3.
• Considerar prueba para chlamydia4.
• Considerar prueba para chlamydia4.
• Considerar pruebas para HSV-25.
• Considerar pruebas para HSV-25.
• Proveer la consejería apropiada.
• Proveer la consejería apropiada.
• Dependiendo del nivel del caso, refe- • Dependiendo del nivel del caso, refe- rir a centros de consejería de abuso rir a centros de consejería de abuso de alcohol y sustancias.
de alcohol y sustancias.
Evaluación periódica del riesgo Si cambió a Alto Riesgo • Hacer pruebas cada 30 días para, sí- fi lis y gonorrea, incluyendo áreas ex- puestas3 y cada 6 meses para VIH.
• Considerar pruebas de chlamydia cada 3 a 6 meses4.
• Considerar prueba para HSV-2 cada 6 a 12 meses si inicialmente da nega- NOTA: Este fl ujograma no reemplaza en ningún momento a las dis- posiciones emanadas por las Directivas Sanitarias para la Atención Médica Periódica a HSH.
• Proveer consejería apropiada.
• Dependiendo del nivel del caso, refe- 1 Sin historia de infección de hepatitis o vacuna.
2 Indicadores de bajo riesgo: incluyen relaciones mutuamente rir a centros de consejería de abuso monógamas con una pareja no infectada, o uso consistente de alcohol y sustancias.
del condón, o relaciones no anales. Indicadores de alto riesgo: incluyen relaciones sexuales con múltiples parejas o parejas anónimas, resultado de encuentros en cines porno, baños públicos, parques, citas a través de Internet, relaciones sexuales acompañadas por uso de alcohol y drogas y sexo anal sin protección Hay que tomar en cuenta que existen siempre posibles transiciones entre bajo y alto riesgo y viceversa; por eso es importante continuar haciendo siempre valoración de riesgo en cada consulta.
3, 4 Uretra: Cultivo uretral o uretral/Orina NAAT; Faringe: cultivo en caso de sexo oral-genital; Ano: cultivo; en caso de sexo anal receptivo.
5 Usar el tipo de serología especifi cada.
40 Varias herramientas de apoyo tomadas y adaptadas del documento Guía de Recursos para la Asesoría en Salud a GBT/HSH y Comportamientos de Riesgo. Departamento de Salud Pública de Massachusets. Abril, 2004.
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FORMULARIO AUTOADMINISTRADO SOBRE COMPORTAMIENTO SEXUAL
Por favor, tómese unos minutos para completar algunas preguntas sobre su salud sexual. La información de sus respuestas es estrictamente confi dencial. Este cuestionario no será compartido con nadie por el prestador del servicio que lo atenderá. Responda lo más honestamente posible, ya que sus respuestas ayudarán al médico a proveer el mejor cuidado posible de su salud. Las preguntas que no se le apliquen a usted déjelas en 1. ¿Ha tenido más de una pareja sexual en el último año?
Sí No, Solamente tuve una pareja No, no tuve relaciones sexuales en el último año.
Si usted tuvo relaciones sexuales en el último año con una o más parejas sexuales, por favor responda la pregunta que sigue. Si no tuvo relaciones sexuales, por favor, pase a la pregunta 10. 2. Usted tuvo relaciones sexuales con:
Solamente hombres (homosexuales/gay, bisexuales, otros hombres).
Solamente mujeres.
Personas trans (travestis, transexuales, transgéneros).
3. ¿Cuán a menudo usted usa condones cuando tiene sexo oral?
(Cuando introduce su pene/miembro en la boca de su pareja, o el de su pareja en su boca). La mayoría de veces No tengo sexo oral 4. ¿Cuán a menudo usted usa condones cuando tiene sexo vaginal?
(Cuando introduce el pene/miembro en la vagina de su pareja). La mayoría de veces No tengo sexo vaginal GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA 5. ¿Cuán a menudo usted usa condones cuando tiene sexo anal?
(Cuando introduce el pene/miembro en el ano / recto de su pareja). La mayoría de veces No tengo sexo anal 6. ¿Alguna vez fue al doctor, enfermera, farmacia, para que le den un trata-
miento para una infección de transmisión sexual (ITS) (también conocidas
como enfermedades venéreas)?
(Señale las que tuvo): Verrugas genitales ¿Cuándo fue la última vez que tuvo una de esas infecciones? (indique el número de meses o de años). 7. Sobre sus parejas sexuales:
¿Alguna de ellas tuvo una ITS el pasado año? (¿sabe cual fue?) ¿Su pareja tuvo otras parejas mientras sostenía una relación con usted? ¿Tuvo relaciones sexuales con trabajadoras/es sexuales? HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
8. ¿Alguna vez ha sido vacunado para la hepatitis A (2 inyecciones)?
Sí (ambas dosis) Sí (una sola dosis) 9. ¿Alguna vez ha sido vacunado para la hepatitis B (3 inyecciones)?
Sí (las 3 dosis) Sí (menos de 3 dosis) 10. ¿Alguna vez ha consumido drogas? (inyectadas, marihuana, coca,
base, otras)
11. ¿Cuántas cervezas, vino, otras bebidas alcohólicas, bebió en la
12. ¿Ha tenido relaciones sexuales bajo la infl uencia del alcohol o de
drogas en el año pasado?
13. ¿Alguna vez usted fue obligado a tener una relación sexual en contra
de su voluntad?
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA EXAMEN FÍSICO Y COLECCIÓN DE MUESTRAS EN LA VALORACIÓN
MÉDICA DE GBT/HSH
MUESTRAS
Cara, tronco, Erupciones cutáneas o Serología de sífi lis.
lesiones relacionadas con sífi lis secundaria o molusco difundido.
Muget, herpes orolabial, Tomar muestra de las amígdalas con gua, amígda- lesiones de sífi lis prima- un hisopo, hacer cultivo de la parte ria, signos de faringitis, posterior de la faringe para gonorrea (y si la prueba está disponible, considere cultivo para clamidia también).
bucal, encías.
Ganglios
Ladillas o liendres.
Piel del pene, Lesiones o erupciones Prueba especial (ejemplo: Cultivo para compatibles con sífi lis HSV) si presenta lesiones.
primaria o secundaria. Herpes, condiloma acuminado, molluscum contagiosum, o sarna.
Lesiones populares Hisopo intrauretral (insertar 2-3 cm), o en consonancia con pruebas de orina para gonorrea y cla- verrugas intrauretrales, midia. Frotis Uretral para Gram Cepa, descarga (después de si se encuentra disponible. apretar el pene).
Si se sospecha de uretritis por trico- moniasis, hisopo uretral / orina para Hinchazón y sensibilidad Hisopo intrauretral (insertar 2.-3 en consistencia con el centímetros) u orina para pruebas de gonorrea y clamidia. Frotis Uretral para Gram Cepa, si hay disponibilidad.
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Ano-Rectal
Piel del ano.
Ulceraciones, condilomas Hisopo rectal para cultivo de gonorrea y/u otras lesiones.
(y de Clamidia, si hay disponibilidad).
Anos copia y colección de muestra (in- cluyendo Gram Cepa para gonorrea, si se encuentra disponible) en usuarios que presenten síntomas en el recto y que tengan antecedentes recientes de sexo receptivo.
TABLA DE TRANSMISIÓN DE ITS41
Boca Boca Boca Boca Penet. Penet. Penet.
Vagina Anal Vaginal Juguetes Geni- Hepatititis C Virus Sí(1) Sí(1) (*) Sí(1) Sí(1) Si(1) Sí(1) Sí(1) Sí(1) (1): Es posible la transmisión, si existe lesión.
(*): Bajo riesgo.
41 Tomado del Taller de Salud Sexual. Programa de Atención para trabajadores del sexo. Ambit Home. GL Stop Sida. Programa de atención sanitaria de enfermedades de transmisión sexual, análisis, vacunas y tratamiento. Madrid-España.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA ESTRATEGIA DE ASESORAMIENTO DURANTE LA CONSULTA MÉDICA:
Califi car su relación (tasar la escala) En una escala de 1-0, pida al usuario que evalúe su riesgo de contraer el VIH y, a con- tinuación, evalúe el riesgo de su pareja(s). Si la califi cación de riesgo entre ambos es diferente converse sobre dicha percepción. Esto ayudará al usuario a evaluar su riesgo de ITS / VIH basado en el comportamiento de su pareja.
Evaluar el riesgo del usuario El usuario tiene que evaluar su percepción de riesgo ante el VIH e ITS, y comparar cuá- les son los factores conocidos que infl uyen en la adquisición de una infección: revisar su fórmula del riesgo de transmisión. ITS, VIH y drogas Explique la conexión existente entre el con- sumo de drogas, ITS y VIH en el intercambio de sexo por drogas o por dinero. Para los usuarios con sífi lis, explique la conexión entre sífi lis y VIH. Hepatitis B, C y VIH Explique que la Hepatitis B y C incrementan los factores de riesgo en GBT/HSH y cómo la Hepatitis C complica la situación del VIH.
ITS/VIH y su conexión con la Explique la sinergia existente entre las ITS y el VIH y describa cómo ambas infecciones Inmunidad de las mucosas aumentan la susceptibilidad y la difusión del VIH. Describa cómo son las superfi cies membranas mucosas de la uretra, el recto y la boca y cómo estas son afectadas por las infecciones de transmisión sexual-ITS.
Impacto de las ITS en el grupo Revise las tasas sobre gonorrea y sífi lis en la localidad y cómo puede afectarlo el riesgo de transmisión de las ITS.
Seroprevalencia del VIH en la Converse sobre lo que conoce el usuario sobre tasas de prevalencia del VIH y sida en GBT/HSH en su contexto.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Atención primaria de salud para personas trans42: Orientacionesbásicas para el personal médicoy de enfermería 42 Al citar el término trans, nos referimos a las travestis, transgéneros y transexuales.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Algunos aspectos culturales a considerar durante la consulta
• En el cuidado médico a personas trans se deben considerar dos cate- gorías o preocupaciones: las condiciones del cuidado médico general y aquellos temas específi camente relacionados a lo trans.
• La atención primaria de salud de las personas trans requiere de parte del personal de salud, la prestación de los servicios centrados en la usuaria.
• El suministro de agentes endocrinos exógenos para inducir cambios hacia la feminización (hombre a mujer) es una intervención médica fuertemente deseada por las trans.
• El tratamiento de ITS para las personas trans y sus parejas es el mis- mo esquema recomendado en la Atención Médica Periódica.
La diversidad trans, consideraciones claves43
Las chicas transgénero (hombre a mujer) trabajan muy duro para
feminizar su apariencia y modales tanto como sea posible, tomando hormonas femeninas, eliminando el vello facial por medio de depila-ción/electrólisis/láser, y haciendo ajustes de su voz y de muchas otras conductas. Algunas también se someterán a cirugías cosméticas para mejorar la apariencia del rostro y del busto. Una vez que estos cambios han avanzado lo sufi ciente, la persona efectúa una transi-ción social, al vestir permanentemente las ropas correspondientes a su nuevo género, y cambiando legalmente su nombre (en aquellos lugares donde esto es posible).
En las chicas transexuales (hombre a mujer) la trayectoria inicial de
vida puede parecer similar a la de las personas transgénero. Sin em-bargo, la resolución fi nal de su condición requiere algo más que una reasignación social y hormonal. La única manera conocida de resol-ver la condición transexual es cambiar completamente el sexo físico para igualarlo a la identidad de género innata del sujeto. Esto quiere decir, someterse a una «transición transexual», que en el caso de las personas transexuales hombre a mujer implica cambiar totalmente el 43 Esta sección fue tomada y adaptada de: Lynn Conway. Transgénero, Intersexualidad y Transexualidad. Información HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
cuerpo de un chico por el de una mujer. Esto se consigue tomando hormonas femeninas y sometiéndose a re-adecuación genital para reconstruir los genitales de varón a hembra. Hay que tomar en cuen-ta que aunque no lleguen a completar su proceso de readecuación genital (lo que sucede por las limitaciones fi nancieras y/o ausencia de programas especiali-zados de apoyo) su vivencia es tran-sexual y no está circunscrita mera-mente en lo transgénero.
Las travestis. Igualmente que las
chicas transgénero (TG) y tran-sexuales (TS), las travestis gene-ralmente emprenden una transi-ción de tiempo completo, dejando atrás la identidad de género mascu-lina, pero conforme a las costumbres de su comunidad. Usualmente por falta del dinero para transformarse más com-pletamente, muchas veces no asumen la identidad ni el físico completo de una mujer. Las travestis aparecen muy femeninas a la so-ciedad y se comportan de modo correspondiente, pero puede que muchas no afi rmen ser mujeres ni tener identida-des de género femeninas. A veces se esfuerzan mucho para alcanzar el cuerpo más femeni- no posible, con la excepción fundamental de retener sus genitales masculinos funcionales. En efecto, aunque muchas usan hormonas para su feminización, otras no las emplean (o limitan su uso) para asegurar, al igual que muchas personas trans que se dedican al tra-bajo sexual, su función eréctil en buenas condiciones, ya que en este trabajo muchas de ellas juegan el rol insertivo con sus clientes. • Los transvestis. Muchos hombres heterosexuales ocasionalmente
se involucran en una conducta que consiste en vestir, de manera par-cial o de tiempo completo, la ropa correspondiente al sexo opuesto, como una manera de sentirse sensuales, o buscando una excitación especial. El transvestismo, que no se debe confundir con el traves-tismo, es una expresión frecuente de la sexualidad masculina, para GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA obtener excitación a través de la vista y una eventual autosatisfac-ción. Los transvestis, al ataviar su cuerpo con suave y seductora ropa femenina, son capaces de experimentar una maravillosa sensualidad masculina al contemplar su cuerpo aparentemente feminizado. A cau-sa de este enfoque de auto excitación, los transvestis frecuentemente se visten de una manera exageradamente elegante, estereotípica-mente femenina, e incluso provocativa y sexy. Por ejemplo, ataviarse con un vestido de noche, medias y tacones altos, es algo que las mujeres solo hacen en ocasiones especiales. • Drag queen. Algunos hombres gay ocasionalmente se visten como
una especie de caricatura de mujer, y a esto se le conoce como DRAG (por sus siglas en inglés «dressed as a girl»). Estos hombres, llamados «drag- queens» (DQ), («reinas drag»), generalmente son hombres gay con una identidad de género totalmente masculina. Es-tos hombres no desean modifi caciones permanentes, como sucede-ría al usar hormonas, y en vez de esto confían en su gran habilidad como intérpretes, su destreza para vestirse así y utilizar el maquillaje y rellenos artifi ciales para crear la imagen de un cuerpo femenino extravagante. Como hombres gay, ellos valoran tremendamente sus genitales masculinos. No están interesados en el concepto de «cam-bio de sexo», y jamás considerarían una cosa así para ellos, no más que lo que cualquier otro hombres gay haría. • Tranformista: hombres que sin importar su orientación sexual se vis-
ten de mujeres para interpretar un rol artístico específi co.
Visión general de la atención primaria de salud para personas transLa presente guía tiene como propósito orientar al personal médico y de enfermería a prestar un servicio de cuidado de la salud apropiado a las personas trans (hombres a mujeres). El documento pretende ser una he-rramienta de apoyo para el cuidado adecuado de la salud de este tipo de usuarias, dirigida a los/as profesionales que ya cuentan con experien-cia, o a aquellos/as interesados/as y sensibilizados/as en la prestación de servicios de salud a este grupo de población, en el marco de la atención primaria44. Esta guía no hará un abordaje profundo de remas relacionados 44 De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la atención primaria de salud es la asistencia sanitaria esencial accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ellos, con su plena participación y a un costo asequible para la comunidad y el país. Es el núcleo del sistema de salud del país y forma parte integral del desarrollo socioeconómico general de la comunidad.
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con aspectos endocrinológicos, quirúrgicos, y/o con el cuidado sicosocial y socioeconómico del mencionado grupo de usuarias.
En el cuidado médico a personas trans se debe considerar dos categorías o preocupaciones: Las condiciones del cuidado médico general y aquellos temas específi camente relacionados a lo trans. El/la profesional de la salud (medico/a – enfermera/o) no necesariamente necesita ser especialista en medicina transgénero para atender las necesidades de la mayoría de sus usuarias trans (travestis, transgéneros y transexuales). Con conocimientos y un poco de experiencia sobre los aspectos básicos de la realidad trans, el personal de salud, en la atención primaria puede servir de apoyo en el cuidado de la salud de este tipo de usuarias, en la atención y manejo de infecciones agudas y crónicas, como algunas ITS, incluso la infección por el VIH, y en la tarea de referirles a especialistas, según corresponda.
Es importante considerar también que en la mayoría de los casos las trans, pueden buscar asistencia médica en el proceso de feminización de sus cuerpos a través de hormonas, cirugías, o remoción de barba y vello (con laser y/o electrólisis). Mientras que estos servicios involucran la atención de especialistas, la atención primaria juega un rol fundamental, ya que los mé-dicos/as y enfermeras/os están presentes en el seguimiento de las usua-rias, monitoreando su tratamiento con hormonas (incluyendo el monitoreo de laboratorio, efectos adversos, la interacción con otro tipo de drogas, la interrupción del consumo de cigarrillos, etc.) y proveyendo el seguimiento post-quirúrgico.
Los médicos/as de la atención primaria, con el adecuado entrenamiento y experiencia, podrían asumir la responsabilidad de proveer la terapia con hormonas45 para la feminización de las chicas travestis/transgéneros/tran-sexuales, en el caso que esta línea de tratamiento se incluyera en cuadro básico de medicamentos en este nivel de atención. Es decir, si este inclu-yera anti-andrógenos y estrógenos, entre otros. Nuestro objetivo no es ofrecer un tratado completo sobre la salud de las personas trans, sino más bien, hacer una aproximación, en lo posible, a las preocupaciones más comunes relacionadas con el cuidado médico de su salud. Como ya es conocido, cada grupo de población es diverso, de igual manera, las comunidades de las chicas travestis, transgéneros y tran- 45 Médicamente, el tratamiento endocrino puede incluir agentes como las hormonas en los regímenes de feminización. Sin embargo, el término «hormonas» es el comúnmente utilizado por las chicas transgéneros/transexuales, y para efectos de esta guía esta será la acepción utilizada. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA sexuales son diversas y sus necesidades relacionadas con su salud varían de persona a persona. De igual manera, como sucede con la población no travesti/transgénero/transexual, es necesario considerar aquellos aspectos biosicosociales, socioeconómicos y espirituales como parte de la atención integral de este tipo de usuarias en los servicios de atención primaria de salud. La problemática de salud de las personas
En el Perú, como en la mayoría de los países de América Latina, las travestis, transgéne- ro y transexuales conforman una población médicamente desatendida. Para ellas, los confl ictos con el sistema sanitario, en de-manda de una atención que no reciben, son una constante a lo largo de su vida. Desde la infancia hasta la edad adulta se enfrentan a la indiferencia, falta de cono- cimiento, prejuicios, actitudes y posiciones que tienen su origen en la homofobia y trans- fobia46 de los/as profesionales de la salud y del nivel institucional del mismo servicio. Con- secuencia de ello, a pesar de la urgente nece- sidad que tienen de ser atendidas, muchas chicas travestis, transgéneros y transexuales optan por el autodiagnóstico y la automedicación, a causa de la des- confi anza que sienten hacia médicos, psicólogos, psiquiatras y otros/as especialistas. De otro lado, por los costos que implican los procesos de la feminización y por la desinformación existente, sólo una minoría podrá acceder parcialmente al tratamiento médico. Las travestis, transgéneros y transexuales conviven con un alto riesgo de convertirse en víctimas fáciles de quienes pretenden sacar provecho de su situación desesperada, lo que desemboca en situaciones límite de des- 46 La transfobia alude a la aversión obsesiva, rechazo, odio y violencia hacia las y los travestis, transexuales y transgéneros, personas que asumen una identidad de género distinta al mandato social hegemónico, al romper con los esquemas dicotómicos entre sexo y género, asignados al nacer […] La transfobia se traduce en situaciones que cotidianamente se expresan mediante burlas, insultos, abusos de autoridad, castigos, agresiones e incluso la muerte. La presencia de la persona trans cuestiona las construcciones de lo masculino/femenino de la persona transfóbica. En estos casos, el agresor busca sus víctimas entre travestis, trangéneros y transexuales motivado por el temor, rechazo o pánico hacia la ruptura de las fronteras de lo que considera como masculino y femenino. Texto tomado de: Realidades Invisibles: violencia contra travestis, transexuales y transgéneros que ejercen el comercio sexual en Lima. Instituto Runa. Lima-Perú. p.19.
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amparo, impotencia, frustración e infelicidad. Esto incluye también, para la mayoría de ellas, el sometimiento a malas prácticas de adecuación de sus cuerpos por falsos profesionales de la salud, y a explotación por parte de otros y hasta de sus propias pares que fungen como «especialistas» en la materia, lo que muchas veces puede producirles la muerte.
Para la prestación de servicios en la atención primaria de salud a las personas transgéneros y transexuales es necesario que tanto en el nivel institucional como en el de la práctica médica se comprenda que la identidad sexual de cualquier persona es inmutable y reside en su cerebro, no en sus genitales; por ello la transgeneridad y la transexualidad no son más que la situación resultante de un desarrollo físico divergente, en ciertas características, con el verdadero género de la persona. Esa divergencia puede ser notoria desde su nacimiento, como en la intersexualidad, o no aparecer hasta una edad más avanzada en la que se adquiere la conciencia de género, o identidad sexual. Pero en todos los casos, el verdadero género tiene ya su impronta en el cerebro de cada persona47. En su informe Trans Latinoamericanas en Situación de Pobreza Extrema, en colaboración con la RedlacTrans, Mauro Cabral sostiene respecto de la defi nición sobre las identidades y expresiones de género que estas «se caracterizan, en su diversidad, por algunos rasgos comunes: se trata, en todos los casos, de personas que se reconocen a sí mismas en un géne-ro diferente al que les fuera asignado al nacer –por ejemplo, como trans, como travestis, como transformistas, como transgenderistas, etc. Este re-conocimiento se acompaña además, por lo general, de la adopción de un nombre propio y de pronombres femeninos, así como de distintos rasgos expresivos asociados habitualmente con distintos modos de la femineidad (tales como la vestimenta, el arreglo del cabello, el maquillaje, el calzado, etc.) y de posibles modifi caciones corporales a través de medios biotecno-lógicos específi cos (en particular, la administración de hormonas y/o silico-nas quirúrgicas o industriales)».
La defi nición anterior debe considerarse, en todos los casos, una abstrac-ción que no puede anular la diversidad de identidades y expresiones trans en la región –semejantes entre sí, pero irreducibles a una única fórmula general– al mismo tiempo, en este informe, el autor hace una salvedad con 47 Tomado y adaptado de «Necesidades terapéuticas de las personas transexuales» http://www.terra.es/personal8/gtaf.na/. Consulta realizada en la Web el 20/03/2010 GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA relación «a aquellas personas que se reconocen temporaria o permanente-mente como transexuales, quienes aspiran acceder no sólo a tratamientos quirúrgicos y hormonales de modifi cación corporal sino también al recono-cimiento jurídico de su identidad de género –en este caso, de su identidad como mujeres. La situación de las mujeres transexuales en Latinoamérica merece ser abordada en su especifi cidad –en la que se sobresale una vul-nerabilidad sostenida frente a la violencia conjunta de los sistemas médico-legales». La comunidad trans latinoamericana se encuentra, desde hace años, en un estado permanente de emergencia sanitaria, asociada, de manera directa, con la situación de pobreza extrema en la que sobrevive gran parte de sus integrantes. Sin lugar a dudas, la prevalencia del VIH/SIDA y otras ITS –en particular, de la hepatitis C– constituye uno de los rasgos fundamentales de esa emergencia […} Otros dos rasgos caracterizan con igual relevancia la emergencia sanitaria que asola a las comunidades trans en Latinoamérica. En primer lugar, la incidencia de las modifi caciones corporales producidas por la inyección de silicona de uso quirúrgico e industrial, que ocasiona una tasa altísima de morbi-mortalidad trans. Esta tasa responde, por un lado, a las consecuencias inmediatas de la propia aplicación (por ejemplo, cuando la silicona ingresa accidentalmente en el fl ujo sanguíneo) o a las conse-cuencias de esa aplicación a largo plazo (por ejemplo, el desplazamiento de la silicona, su infi ltración en el tejido muscular, hepático, cardíaco, pul-monar y/o renal). La administración de silicona es una biotecnología de modifi cación corporal de alta accesibilidad y bajo costo relativo, que habi-tualmente es inyectada por otras trans «especializadas» en su aplicación. Su utilización está determinada tanto por las necesidades planteadas por el trabajo sexual como por necesidades de orden comunitario, allí donde la transformación corporal es decididamente asociada con la pertenencia a una comunidad que no es otra que la comunidad de supervivencia. La remoción de la silicona industrial requiere de un conjunto de intervenciones quirúrgicas de gran complejidad técnica y elevado costo económico, lo que las vuelve por lo general inaccesibles para el común de las trans necesita- das con urgencia de ese procedimiento, bajo peligro de muerte. En segundo lugar, las difi cultades, a menudo insalvables, que encuentran las trans en el acceso al sistema público de salud en sus países, ya sea los de origen o los de acogida. Estas difi cultades se vinculan de manera directa con la intersección simultánea de discriminación por identidad y ex-presión de género, pobreza, procedencia étnica y nacionalidad, y con la identifi cación automática, culturalmente extendida por toda la región, de las experiencias e identidades trans con la prostitución, consumo de estupefa- HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
cientes y VIH/SIDA […] En el caso de las travestis hay obstáculos adiciona-les que se vinculan con la falta de respeto y las discriminaciones habituales por parte del personal de salud, tanto administrativos/as y trabajadores/as sociales, como médicos/as y enfermeros/as48.
Algunos aspectos a considerarEs fundamental que tanto las instituciones como sus profesionales de la salud en la atención primaria, comprendan los diversos aspectos ambien-tales que afectan la salud de las transgéneros y tengan conciencia de las necesidades particulares de las personas transexuales, ya que cada uno de estos grupos requiere respuestas específi cas, lo que implica contar con un enfoque amplio sobre la salud para cada caso.
No todas las personas trans presentan confl ictos con los asuntos del gé-nero, sin embargo, hay un número importante que sí los tiene, sobre todo al inicio pueden necesitar ayuda por estar confundidas con relación a su identidad de género, o tienen sentimientos de desesperación, vergüenza o culpa relacionados a su deseo de expresar la identidad social trans. En otros casos, a la necesidad de contar con apoyo en el proceso de acep-tación de sus características físicas asociadas con el sexo/género y los roles asociados con estos y respecto de las percepciones de los demás con relación al género. En la atención de este tipo de usuarias, el/la pro-fesional de la salud debe mostrar la sufi ciente sensibilidad debido a que tales difi cultades pueden afectar la salud mental de la persona. En estos casos, también es importante que en los servicios de salud se considere contar con un profesional de salud mental con experiencia en asuntos de identidad de género. Los/as profesionales de la salud también deben tener en cuenta que inclu-so algunas de sus usuarias trans, pueden presentar algunas incongruen-cias en la manera en que expresan su identidad de género (por ejemplo, vistiendo ropas, usando cosméticos y peinados de manera opuesta a lo que expresan de sí mismas). Es importante tener en cuenta que también muchas trans desarrollan transfobia, debido a que no pueden expresarse 48 Trans latinoamericanas en situación de pobreza extrema, informe escrito por Mauro I Cabral sobre un bosquejo de Johanna Hoffman, Edición de Adrian Coman y Marcelo Ernesto Ferreyra. Programa para América Latina y el Caribe Comisión Internacional de los Derechos Humanos para Gays y Lesbianas. Colaboradoras de la a Red LAC Trans, entre otras: Raiza Torriani. Unión de Travestis Cochabamba – Bolivia; Liza Minelly. Grupo Esperanza de Curitiba – Brasil; Proyecto «A Través del Espejo»: Diane Marie Rodríguez Zambrano. Grupo Silueta X de Guayaquil – Ecuador; Rashell Erazo. Asociación ALFIL Quito – Ecuador; Silvia Martinez. REDTRANS Red de Activistas Trans de Nicaragua y: Jana Villayzan Aguilar. RED TRANS- PERÙ – Perú.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA como son a sí mismas ni ante aquellas personas que aman, en la escuela o en el lugar de trabajo. Otras usuarias, particularmente aquellas que están en plena transición hacia el papel de género deseado, o quienes se identi-fi can como andróginas o bi-género49, pueden expresar elementos de cada género. Algunas usuarias trans que acuden a la consulta pueden variar su apariencia de una visita a otra, ya que exploran aspectos de su identidad, o en su defecto, debido a las presiones sociales (por ejemplo, tener que ir a trabajar después de la visita). Tenga en cuenta que ninguno de estos comportamientos es señal de ambivalencia acerca del ser transgénero, ni se debe considerar como un signo de enfermedad mental; en la mayoría de los casos, es simplemente un proceso de experimentación y/o acomo-damiento de la persona ante circunstancias difíciles.
Tenga en cuenta que:
• Culturalmente, se estila colocar la etiqueta de gay u homosexual para identifi car a muchos hombres no heterosexuales. Las trans frecuente-mente son confundidas como hombres gay que se visten de mujeres, de hecho es una confusión común, al ser considerados como extre-madamente femeninos. La primera idea que salta a la mente de las personas cuando se enteran de que alguien es una chica transgénero o transexual, es etiquetarla como homosexual (gay). • Muchas personas tienen la falsa creencia que estos «homosexuales» adoptan la identidad femenina o se cambian de sexo con la fi nalidad de levantar más fácilmente compañeros masculinos.
• Socialmente, se ha etiquetado equivocadamente a las trans como «hombres gay» debido a que en sus relaciones sexuales, estos ge-neralmente asumen su rol sexual como «activos, pasivos ,o ambos» y algunos se comportan afeminadamente, de tal forma que se les suele considerar como hombres que en «realidad quieren ser mujeres».
• Un hombre gay tiene una identidad de género masculina. Él es atraído por varones que también tienen una identidad de género masculina, y que a su vez son atraídos por él porque es un varón. La última cosa que quisiera en este mundo un hombre gay, sería cambiar de sexo para convertirse en mujer. Hacer esto sería un acto auto-destructivo de proporciones catastrófi cas, debido a su identidad de género masculina y a su amor por la masculinidad tanto en sí mismo como en sus pare-jas, aunque algunas de ellas tengan un comportamiento afeminado.
49 Aquellas personas que alternativamente deciden presentarse de uno y/u otro género.
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• En contraste, una trans tiene una identidad de género femenina, independientemen-te de que su orientación sexual sea he-terosexual, bisexual u homosexual. En el caso de aquellas que comple-tan su transición de hombre a mujer, pueden sentirse atraídas por hom-bres que tengan una identidad de género masculina o por mujeres con una identidad de género feme-nina, y éstos a su vez se sentirán atraídos hacia ella, porque ella es una mujer. Si resulta que después de su adecuación de sexo como mu-jer es «homosexual», es porque en su nuevo rol es el de una lesbiana, y no porque se trate de un «hombre hetero-sexual y/u homosexual».
• Algunos hombres asumen la identidad trans y no piensan hacer modifi caciones a su cuerpo a través del uso de hormonas o cirugías. Muchos de ellos que tienen muy fuertes sensaciones transgénero, usan ropa femenina en público de una manera más libre, y quizás de manera parcial durante el trabajo. Algunos pocos incluso lleguen a efectuar una transición social de gé-nero en función de poder vestirse de mujer50.
Evaluación de la salud de las trans y transexuales
Historia clínica general
La historia clínica de la salud de las personas trans debe revisarse, inclu-yendo todos los medicamentos y el examen físico más reciente, incluyendo la prueba de Papanicolaou (transexuales) , revisión testicular y el examen rectal, según corresponda. La evaluación de los antecedentes familiares de la trans debe hacerse prestando especial atención a los posibles trastornos de coagulación, en-fermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y enfermedad men-tal. Cualquier historia familiar de cáncer de mama o próstata debe regis-trarse debido a la evidencia de este tipo de neoplasias relacionadas con el 50 Lynn Conway. Transgénero, Intersexualidad y Transexualidad. Información Básica. http://www.lynnconway.com/ GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA uso de hormonas exógenas, lo que demanda un monitoreo más frecuente de exámenes de laboratorio, si las usuarias están tomando hormonas para su feminización.
La evaluación de la salud sexual es una parte esencial de la buena aten-ción primaria para todos los usuarios/as (no sólo aquellas que son chicas transgénero/transexuales). Es fundamental que el/la profesional de la sa-lud tenga la sensibilidad y la capacidad de brindar una atención médica culturalmente competente para la toma de una historia sexual. La discu-sión debería iniciarse gradualmente y mostrando una actitud abierta y sin prejuicio, dependiendo de la comodidad de la usuaria trans. La evaluación de la historia sexual de la usuaria debe incluir todos aquellos aspectos rela-cionados con los comportamientos de riesgo asociados con infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH. Aunque la evaluación de la situación psicosocial no se encuentra dentro de campo usual de la práctica de la atención primaria de salud, es útil incorporarla con la fi nalidad de obtener una comprensión básica de los problemas que en este ámbito enfrentan las personas trans usuarias del servicio. Como se sabe en materia de la salud pública los factores ambien-tales juegan un papel clave en el benefi cio y/o afectación de la salud, tanto en el nivel individual como colectivo de las personas. En tal sentido, es im-portante evaluar cómo la familia de una chica trans, así como su situación económica y su entorno social ampliado pueden ser fuente de apoyo o de estrés para ellas. Estigma social asociado con la transfobia puede hacer la vida difícil para la chica travesti, transgénero y/o transexual. El aislamien-to social, el rechazo por parte de la familia y/o comunidad de origen, el acoso y la discriminación puede afectar considerablemente la salud de las personas travestis, transgéneros y transexuales, quienes pueden llegar a internalizar la transfobia, y experimentar sentimientos de vergüenza, culpa y aversión hacia sí mismas o a otras personas travestis, transgénero y/o transexuales. Para que el/la profesional del servicio de atención primaria de salud pueda tener una visión general de la situación psicosocial que vive una trans, pue-de utilizar las siguientes preguntas básicas en la consulta: • ¿Cómo se siente la usuaria siendo una persona trans? • ¿Cómo siente la usuaria que el ser una persona trans afecta áreas de su vida que son importantes para ella (por ejemplo, las relaciones familiares, las redes sociales, el empleo? HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
• ¿Qué recursos utiliza la usuaria para enfrentar como persona trans a una sociedad transfóbica? El tránsito entre los géneros: hacia la feminizaciónComo ya hemos dicho anteriormente, existen diversos tipos de personas que transitan entre los géneros, en nuestro caso en particular, haremos re-ferencia a aquellas cuya vivencia se defi ne de hombre a mujer (trans), por lo que en materia de atención primaria de salud, es importante que tanto el personal médico como el de enfermería se adapten a la diversidad que implica la vivencia de lo transgénero, ya que la expresión en sí misma no defi ne una orientación sexual específi ca, sino es un término paraguas que cobija las diferentes realidades e identidades de género de muchas perso-nas que inician y/o viven la transición de masculino a femenino, ya sea de manera permanente, como es el caso de muchas personas transexuales y las trans, o de manera temporal, como sucede con aquellos que adoptan la identidad femenina por razones profesionales artísticas como los transfor-mistas, o por entretenimiento como las drag queens, entre otras.
Es importante también recordar que la atención primaria de salud de las personas trans en general requiere de parte del personal de salud la pres-tación de servicios centrados en el/la usuario/a, ya que esto permite adap-tarse al contexto socio-cultural y a la realidad individual de las personas que demandan el servicio, y brindarles una atención culturalmente compe-tente de acuerdo a sus necesidades. Algunas trans utilizan hormonas, cirugías y otras intervenciones (inclu-yendo la reconstrucción genital) para poner sus cuerpos en una mayor congruencia con su identidad de género. Particularmente con este tipo de usuarias, es fundamental realizar una valoración completa de todas las in-tervenciones que se hayan hecho. Para otras trans, que no han iniciado o no tienen interés en hacerse adecuaciones a su cuerpo, la valoración clíni-ca es mucho más breve y se debe enfocar en las preocupaciones clínicas que demanden dichas usuarias. Historia sobre los procedimientos de feminización Al establecer un servicio de atención clínica para personas trans, es esen-cial conocer la historia de la utilización de hormonas, intervenciones qui-rúrgicas, y otras intervenciones que realizan para adecuar sus cuerpos con su identidad de género. Es importante tener en cuenta que algunas trans no tienen ningún interés en hacer cambios a su cuerpo, por lo tanto, la con-sulta en esta parte de su historia médica, es realmente breve.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA En la evaluación de la historia clínica, considere las siguientes cues- 1. ¿Ha tomado la usuaria hormonas femeninas?
¿Ha presentado algunas complicaciones o
está preocupada por el pasado y presente
uso de las hormonas?
Los medicamentos para la feminización tienen el potencial de presentar numero- sas interacciones con otros fármacos y el/la profesional de la atención primaria debe estar consciente de ello antes de prescribir un nuevo producto. El uso de hormonas por parte de las trans, sin su-pervisión médica, es bastante común y se debe a las limitaciones que tienen en acceder a los servicios de cuidado de la salud. La automedicación es una constan- te y es muy frecuente que muchas de ellas la practiquen por recomendaciones de sus propias amigas y, en otros casos, por la posibi- lidad de conseguir fácilmente los medicamentos en las farmacias. Otro aspecto a explorar por el/la profesional de la atención primaria es el uso de otro tipo de productos, procedentes de la medicina tradicional, como «hormonas naturales», o fi toestrógenos que se venden como suplementos dietéticos. Las trans que presentan problemas de salud crónicos necesitan un se-guimiento más detenido una vez que comienzan el uso de hormonas. Los efectos que tienen las hormonas sobre males crónicos como la diabetes y la enfermedad coronaria arterial no están bien defi nidos. Más adelante, en el presente documento se analizan los riesgos potenciales y las complica-ciones sobre el uso de hormonas.
2. ¿Se ha sometido la usuaria a algún procedimiento quirúrgico para
su feminización? ¿ha presentado algunas complicaciones o está
preocupada por las cirugías pasadas?
Para la mayoría de las trans las cirugías pueden incluir la orquiectomía, la penectomía, la vaginoplastia (transexuales), el aumento de mamas, la feminización facial y los procesos para la feminización de los contornos del cuerpo, y la cirugía para elevar el tono de voz. Las complicaciones HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
relacionadas con la cirugía genital se presentan con cierta frecuencia, es-pecialmente en aquellas que se hicieron las operaciones hace mucho tiem-po, cuando se usaban técnicas menos sofi sticadas y el seguimiento no era consistente. 3. ¿Tiene planeado la usuaria iniciar terapia hormonal o hacerse ciru-
gías en el futuro?
Es importante tener en cuenta que si la trans tiene planeado el inicio de te-rapia hormonal o cirugías en el futuro, el medico/a del servicio de atención primaria puede coordinar las referencias médicas necesarias y realizar las evaluaciones relacionadas con los problemas y preocupaciones de la salud de la usuaria, incluyendo los aspectos psicosociales de la misma. 4. ¿Qué otros servicios de apoyo puede estar buscando este tipo de
usuarias en el servicio de atención primaria de salud para su proceso
de feminización?
Existen otros aspectos fundamentales que la persona trans de hombre a mujer requiere en su proceso de feminización y en los que el servicio de atención primaria puede orientarles. El servicio puede establecer contacto con organizaciones de trans que brinden apoyo en el mejoramiento de la apariencia (ropa, peinado, maquillaje, calzado, etc.), o en el cambio de de-signación legal de su nombre, o en la designación de su sexo legal (cuando ha completado la transición de hombre a mujer y se ha realizado la re-construcción genital). También pueden ofrecer referencias a otros servicios profesionales, como depilación, entre otros. Este tipo de asesoramiento es esencial tanto para las personas que quieran iniciar su proceso de tran-sición, como para aquellas que están en vías de asumir su identidad de género. El examen físicoEl examen físico de las personas trans se debe realizar con base a sus órganos presentes, independientemente de la percepción de género de la usuaria del servicio médico. Por ejemplo, la próstata no se elimina en la vaginoplastia (transexual), por lo tanto deben realizarse exámenes de prós-tata para este tipo de personas. Muchas trans pueden sentirse incómodas con sus cuerpos y pueden encon-trar traumático algunos de los procedimientos del examen físico. A menos que sea extremadamente urgente, algunos procedimientos (particularmen-te el examen ano-rectal y genital, o el de mamas) se deben aplazar hasta que la usuaria del servicio médico de atención primaria tenga sufi ciente confi anza con el médico/a. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA El examen físico puede ejecutarse de diferentes maneras, dependiendo siempre de la preferencia de la usuaria; algunas de ellas preferirían hacerlo tan pronto como sea posible, otras quizás necesiten que la iluminación de la consulta médica no sea tan intensa. Es muy importante que discuta pre-viamente con la usuaria cuándo, dónde y cómo la puede examinar. Cuando el propósito del examen se explica con la sufi ciente claridad, la mayoría de las usuarias trans lo entenderán. Recuerde que el examen físico es una ex-celente oportunidad para educar a las chicas trans acerca de sus cuerpos y la necesidad del cuidado de su salud.
En personas trans con intervenciones quirúrgicas, es posible que se en-cuentren hallazgos físicos postoperatorios, esto dependerá de los tipos de cirugías que se hayan realizado, la calidad de la labor quirúrgica, el impacto de las complicaciones postoperatorias y cualquier revisión que se hayan realizado después de la cirugía inicial. Las trans pueden haberse aumentado los senos con implantes. La readecuación genital normalmente implica la eliminación simultanea del pene y los testículos y la creación de una neo-vagina; algunas pueden presentar solamente la eliminación de los testículos, antes o en lugar de la vaginoplastia. Respecto de ello, puede haber diversos grados de reconstrucción labial y encapuchado del clítoris, dependiendo si el procedimiento quirúrgico se ha realizado completamen-te. También es importante saber que la neo-vagina normalmente es mucho más seca que la vagina de las mujeres nacidas biológicamente y puede sufrir de estenosis interna si la mujer transexual no la dilata diariamente o no se mantiene sexualmente activa.
El examen físicoCasi todas las solicitudes para pruebas de laboratorio piden el sexo del usuario/a, el mismo que es proporcionado por el médico/a tratante. Los re-sultados de laboratorio se expiden de acuerdo a una serie de valores o ran-gos normales (que a menudo dependen del sexo de la persona), así como de los valores de laboratorio conocidos como «valores de referencia», que indican resultados fuera de rango. No se han establecido específi camente para las trans los valores normales para cualquier prueba de laboratorio que se estén realizando o para las que han completado la transición de género, y no hay consenso acerca de cómo el sexo debe ser registrado en las solicitudes de laboratorio de este tipo de usuarias. Al momento de la solicitud de examen de laboratorio por parte de usuarias trans, el/la profesional del servicio médico de atención primaria, necesita considerar lo siguiente: HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
a. La usuaria se sentirá bastante incómoda al llegar al servicio de labo- ratorio con una solicitud que indica un sexo que no coincide con su nombre y apariencia, b. La obtención de los valores de laboratorio más apropiados a la fi sio- logía de la usuaria minimiza el error de laboratorio con la realización de la prueba correcta.
c. La interpretación de los resultados de laboratorio depende de la fi sio- logía de la usuaria y de la prueba específi ca que se está realizando.
Como se indica en el párrafo anterior, las consideraciones fi siológicas no son los únicos (o necesariamente los principales) factores para determi-nar con qué sexo se debe inscribir a la usuaria trans en el formulario de solicitud; esta decisión debe hacerse sobre la base del análisis caso por caso. En términos de la fi siología de la usuaria, puede aplicarse el siguiente enfoque: • Para personas trans que no están tomando hormonas y que no han tenido extirpación quirúrgica gonadal, utilizar el sexo de nacimiento para fi nes de referencia de laboratorio.
• Para las chicas transexuales que han sufrido la orquiectomía51 y es- tán en un régimen hormonal de cambio de sexo, utilice el sexo opues-to a su sexo de nacimiento, es decir, femenino.
• Para las trans que están actualmente realizando la transición o la han pasado parcialmente, se debe variar el sexo informado dependiendo de la prueba de laboratorio. Por ejemplo, para las trans que están co-menzando la terapia de feminización, las normas de laboratorio mas-culinas pueden ser más apropiadas para la creatinina y colesterol, pero los valores de las mujeres pueden ser más relevantes para los niveles de testosterona.
Independientemente del enfoque aplicado, el médico/a de atención prima-ria debe explicar a las usuarias la necesidad de codifi car su sexo para las pruebas de laboratorio y para el análisis y la interpretación de los re-sultados. Al respecto, es importante que el equipo de salud converse de este tema con el director/a del laboratorio para que a su vez su equipo 51 Extirpación quirúrgica de los testículos. Texto y citas tomadas y adaptadas de: Transgender Medical Primary Care. Suggested Guidelines for Clinicians. British Columbia. Vancouver-Canadá. Enero 2006.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA comprenda el contexto y signifi cados de la realidad de las personas trans. También es importante incluir en los formatos de solicitudes de laboratorio las categorías trans, (travesti, transexual, transgénero), así como una casi-lla de H o M (H-hombre; M-mujer) para los rangos de referencia. VacunasLas vacunas son recomendadas tanto para la población no trans como para las personas trans. Particularmente en caso de estas últimas es im-portante evaluar si cuentan con sus vacunas a la fecha, debido a que este tipo de usuarias por lo general carecen de atención primaria regular. Reco-mendar la vacunación contra la Hepatitis A y B a las trans es fundamental, particularmente para aquellas con más de una pareja sexual los últimos seis meses, las que tengan ITS recientes, y las que comparten agujas para inyectarse hormonas u otras sustancias. Las campañas de vacunación masiva no dependen de la evaluación de los riesgos sexuales o sociales de un individuo; la afi liación en una población en riesgo es sufi ciente para justifi car la vacunación, independientemente de si un individuo de ese grupo participa en las actividades que le exponen al riesgo de la transmisión. En consecuencia, los/as profesionales de la atención primaria de salud deben hablar con las trans durante la consulta sobre la importancia de la vacunación, de igual manera que lo harían con otros usuarios, como los hombres gay, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres. Manejo, evaluación y prevención primariaLa evaluación de los riesgos y las recomendaciones para las personas trans en la atención primaria de salud dependen del estado de cada usua-ria con relación al uso o no de hormonas y/o acondicionamiento quirúrgico. A continuación se presentan algunas recomendaciones generales para la atención primaria de la salud de las personas trans (hombres a mujeres). HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
El cáncer (Cáncer de mamas)
Personas trans que no usan hormonas
• No hay evidencia de incremento de riesgo de cáncer en compa- ración con la población masculina en general, en ausencia de otros factores de riesgo conocidos (por ejemplo, el síndrome de Klinelter). Exámenes de rutina, ya sea en forma de exámenes regulares de las mamas o de mamografía, no se indican para estas usuarias.
Personas trans con antecedentes pasados y actuales de uso de hormonas
• Las trans que han tomado hormonas como parte de su proce- so de feminización pueden estar en mayor riesgo de cáncer de mama en comparación con la población masculina en general, pero probablemente en una proporción de riesgo signifi cativa- mente menor en comparación con las biológicamente nacidas • La exposición prolongada a hormonas para la feminización, la historia familiar, el IMC>35 y el uso de Progestinas pueden incre- mentar aún más el riesgo.
• No existe evidencia para la recomendación de los exámenes de mamografía para las trans que reciben terapia hormonal, pero esta es recomendable para usuarias de más de 50 años con factores de riesgo adicionales (por ejemplo, el uso por más de 5 años de estrógenos y progestágenos, historia familiar positiva, • No es necesario recomendar el examen clínico anual de mamas, ni el auto-examen periódico.
En la actualidad, no hay estudios prospectivos sobre el riesgo de cáncer de mama entre usuarias trans (hombres a mujeres) que han recibido tra- tamiento hormonal para su feminización52. Un estudio retrospectivo reveló que no hay casos de cáncer de mama, pero la población del estudio no fue seguida lo sufi ciente, o con un período largo de tratamiento para detectar 52 Van Kesteren, P. J. M., Asscheman, H., Megens, J. A. J., & Gooren, L. J. G. (1997). Mortality and morbidity in transsexual subjects treated with cross-sex hormones. Clinical Endocrinology, 47, 337-342. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Personas trans con antecedentes de uso de hormonas y aumento
• Los implantes de pecho no parecen aumentar el riesgo de cán- cer de mama, aunque pueden afectar la precisión de la mamo- No hay estudios sobre los efectos a largo plazo de la solución salina o implantes de pecho de silicona en personas trans. Estudios en mujeres biológicas no indican un aumento del riesgo de cáncer de mama, pero los implantes pueden perjudicar la precisión de mamografía (sin retraso clínicamente signifi cativo en diagnosis de cáncer)53. El cáncer cervical (cáncer de cuello uterino)
Transexuales con vaginoplastia
• Si el glande del pene se ha utilizado para crear una neo-cervix se debe hacer el papanicolau siguiendo las mismas directrices recomendadas para las biológicamente nacidas mujeres.
• Considerar la citología vaginal para transexuales con historia de verru- gas genitales.
Por lo general, el frotis de PAP cervical no es indicado para las transexua- les porque en ellas no existe cuello uterino después de la vaginoplastia. Un caso de neoplasia intraepitelial (carcinoma in situ) se reportó en una transexual que se sometió a la vaginoplastia en que se utilizó el glande del pene para crear la neo-cervix. El Papanicolau en la neo-cervix debe hacer- se habitualmente en los siguientes casos: ( a) cuando el glande parece ser más propenso a cambio carcinomatoso que el resto denla piel del cuerpo del pene y (b) cuando se identifi ca carcinoma y hay riesgo de avance del Las transexuales con mayor riesgo de cáncer vaginal son aquellas que han estado expuestas a la HPV – especialmente si se encuentran inmunodeprimidas. En estos casos debe considerarse la citología vaginal. 53 Bryant, H., & Brasher, P. (1995). Breast implants and breast cancer: Reanalysis of a linkage study. New England Journal of Medicine, 332, 1535-9. (47) Hayes, H. Jr., Vandergrift, J., & Diner, W. C. (1988). Mammography and breast implants. Plastic and Reconstructive Surgery, 82, 1-8. (48) Gumucio, C. A., Pin, P., Young, V. L., Destouet, J., Monsees, B., & Eichling, J. (1989). The effect of breast implants on the radiographic detection of microcalcifi cation and soft-tissue masses. Plastic and Reconstructive Surgery, 84, 772-8. (49) Deapen, D., Hamilton, A., Bernstein, L., & Brody, G. S. (2000). Breast cancer stage at diagnosis and survival among patients with prior breast implants. Plastic and Reconstructive Surgery, 105, 535-40.
Texto y citas tomados y adaptados de: Transgender Medical Primary Care. Suggested Guidelines for Clinicians. British Columbia. Vancouver-Canadá. Enero, 2006.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
El cáncer de próstata
Personas trans que usaron/usan hormonas sin cirugía de adecuación
genital

• No existe evidencia sobre el apoyo que pueda brindar la Prueba de Antígeno Prostático (APE) que se haya realizado en población bajo riesgo habitual. Los posibles riesgos y benefi cios de la detección por APE como prueba de rutina se deben discutir con todas las trans con alto riesgo (con historia familiar de cáncer de próstata) e iniciar a partir de los 45 años de edad.
• El examen digital del recto (EDR) debe recomendarse a todas las per- sonas nacidas biológicamente varones Personas trans que usaron/usan hormonas con y sin cirugía de
• La próstata no se elimina en la cirugía genital de hombre a mujer.
• La terapia hormonal para la feminización parece disminuir el riesgo de cáncer de próstata, pero se desconoce en qué grado lo hace.
• La prueba APE no se recomienda debido a que los niveles de APE pueden ser falsamente bajos en un marco de defi ciencia de andróge- nos, incluso en presencia de cáncer de próstata.
• El examen digital del recto (EDR) se recomienda, junto con la educa- ción sobre el posible riesgo de cáncer de próstata.
Se han notifi cado casos de cáncer de próstata en mujeres transexuales (hombre-mujer) con tratamiento de hormonas para su feminización, tanto antes como después de la cirugía de adecuación genital. Se observó el 14% de cáncer de próstata en hombres no trans con defi ciencia de testos- terona naturalmente adquirida, antes de su terapia de reemplazo. No está claro como se podría comparar esta tasa con las mujeres transexuales que han reducido su función gonadal como resultado de estrógeno exógeno. Incluso en hombres no trans, el diagnóstico con APE es limitado. El 15% de los participantes en un estudio con niveles de APE menores a 4 (rango normal) tenían cáncer de próstata. Los andrógenos antagonistas pueden disminuir los niveles séricos de APE, lo que complica la interpretación de GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA los resultados de una trans que esté bajo tratamiento de hormonas para su feminización54. En la actualidad, no hay evidencia de que las trans corran el riesgo de aumento o disminución de otros tipos de cáncer. Las recomendaciones de exámenes diagnósticos de otros tipos de cáncer (incluyendo el cáncer de colon, cáncer de pulmón y cáncer anal) deberían seguirse al igual que los usuarios hombres (no trans) del servicio. Las enfermedades cardiovasculares (ECV)
A todas las personas trans:
• Se recomienda el diagnóstico y tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular, conocidos y modifi cables.
• Se recomienda que los factores de riesgo cardiovascular deben ser razonablemente controlados antes de iniciar la terapia hormonal de • Considerar pruebas de esfuerzo en aquellas usuarias de muy alto riesgo para EVC o con cualquiera de signos y síntomas cardiovasculares antes de iniciar la terapia hormonal de feminización.
• Considerar la terapia con aspirina en las usuarias con alto riesgo de Los factores de riesgo cardiovasculares en las trans a menudo no son diagnosticados o tratados debido a las difi cultades que tienen ellas para acceder a los servicios de atención primaria de salud El diagnóstico precoz y el tratamiento de los factores de riesgo cardiovas- cular, idealmente antes a la aparición de las enfermedades cardiovascu- lares, pueden disminuir los riesgos asociados con la terapia hormonal en las trans. La dieta y ejercicio, incluyendo la consulta con un dietista o nutri- cionista, si es necesario, pueden ser pasos iniciales útiles en el control de muchos factores de riesgo (incluyendo la hiperlipidemia, la hipertensión y la diabetes) que ellas enfrentan. 54 (69)Markland, C. (1975). Transexual surgery. Obstetrics & Gynecology Annual, 4, 309-30. (70) Morgentaler, A., Bruning, C. O., III, & DeWolf, W. C. (1996). Occult prostate cancer in men with low serum testosterone levels. Journal of the American Medical Association, 276, 1904-6. (71) Thompson, I. M., Pauler, D. K., Goodman, P. J., Tangen, C. M., Lucia, M. S., Parnes, H. L., Minasian, L. M., Ford, L. G., Lippman, S. M., Crawford, E. D., Crowley, J. J., & Coltman, C. A. Jr. (2004). Prevalence of prostate cancer among men with a prostate-specifi c antigen level < or =4.0 ng per milliliter. New England Journal of Medicine, 350, 2239-46. Transgender primary medical care guidelines Page 33 (72) Leo, M. E., Bilhartz, D. L., Bergstralh, E. J., & Oesterling, J. E. (1991). Prostate specifi c antigen in hormonally treated stage D2 prostate cancer: is it always an accurate indicator of disease status? Journal of Urology, 145, 802-6.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Enfermedades cerebrovasculares (ECV) y las hormonas
Personas trans que actualmente están tomando hormonas para su
• Se recomienda el monitoreo cercano a eventos cardiacos o a los síntomas asociados a los factores de riesgo, especialmente durante los primeros 1 ó 2 años de la terapia hormonal de feminización.
• En trans con ECV pre-existentes, existe un aumento en los factores de riesgo, o de futuros eventos con el uso de estrógeno y progestágeno.
• Es posible reducir el riesgo con el uso de estrógeno transdérmico (parches de estrógeno), con la reducción de las dosis de estrógeno y con la omisión del régimen de progestágeno.
Los efectos de las hormonas para la feminización sobre los ECV y la en-fermedad cerebrovascular no se encuentran bien caracterizados. Existe evidencia de casos de infarto y apoplejía isquémica en trans que han esta-do tomando estrógeno, y se ha observado aumento de riesgo en mujeres en tratamiento con anticonceptivos orales. Otros estudios prospectivos de reemplazo hormonal en las mujeres posmenopáusicas, indicaban que no existía ningún benefi cio y más bien un probable aumento del riesgo de eventos cardiovasculares en la terapia combinada con estrógeno y proges-terona. El brazo de prueba con solo estrógeno demostró un aumento en los eventos cerebrovasculares, pero no de eventos cardiacos. En otro estudio observacional de salud con enfermeras se dio un número de eventos car-díacos en los primeros 1 y 2 años, que disminuyeron en los años posterio-res de reemplazo hormonal. En personas trans con EVC pre-existente hay un mayor riesgo de even-tos futuros al recibir tratamiento con estrógeno y progestágeno. El grado de riesgo, resultante de la morbilidad y mortalidad es claro. Este puede ser sustancial dado que la terapia hormonal para la feminización demanda dosis mucho más altas que las que se utilizan en el reemplazo hormonal postmenopáusico55.
55 Texto y Citas tomadas y adaptadas de: Transgender Medical Primary Care. Suggested Guidelines for Clinicians. British Columbia. Vancouver-Canadá. Enero 2006: (74) Fortin, C. J., Klein, T., Messmore, H. L., & O'Connell, J. B. (1984). Myocardial infarction and severe thromboembolic complications as seen in an estrogen-dependent transsexual. Archives of Internal Medicine, 144, 1082-3. (75) De Marinis, M., & Arnett, E. N. (1978). Cerebrovascular occlusion in a transsexual man taking mestranol. Archives of Internal Medicine, 138, 1732-3. (76) Biller, J., & Saver, J. L. (1995). Ischemic cerebrovascular disease and hormone therapy for infertility and transsexualism. Neurology, 45, 1611-3. (77) Grady, D., Herrington, D., Bittner, V., Blumenthal, R., Davidson, M., Hlatky, M., Hsia, J., Hulley, S., Herd, A., Khan, S., Newby, L. K., Waters, D., Vittinghoff, E., & Wenger, N. (2002). Cardiovascular disease outcomes during 6.8 years of hormone therapy: Heart and Estrogen/Progestin Replacement Study follow-up (HERS II). Journal of the American Medical Association, 288, 49-57. GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Personas trans que no están tomando estrógeno
• Evaluar y tratar la hipertensión de la misma manera que la población • Considerar, si planea el inicio de la terapia hormonal de feminización, monitorear durante 1 y 3 años que la presión sanguínea se mantenga en los siguientes valores: presión arterial sistólica < 130 mm Hg y un tope diastólico < 90 mm Hg.
Personas trans que están tomando estrógeno
• Monitorear la presión arterial cada uno a tres meses.
• Se recomienda que la presión sanguínea sistólica sea < 130 mm Hg y la diastólica < 90 mm Hg.
• Considerar el uso de la espironolactona (un anti-andrógeno) como parte de un régimen anti-hipertensivo El estrógeno exógeno puede aumentar la presión arterial, y las pacientes en riesgo pueden desarrollar hipertensión manifi esta. El anti-andrògeno espironolactona es un diurético y puede disminuir la presión sanguínea en personas que están utilizando dosis altas de estrógeno. Personas trans que no están tomando estrógeno
• Evaluación y tratamiento de la hiperlipidemia de acuerdo a las guías de atención de usuarios no trans.
• Si está planeando iniciar la terapia de hormonas para la feminización, en los primeros 1 a 3 años, evaluar que el LDL sea <3.5 mmol/L.
(78) Scarabin, P. Y., Oger, E., & Plu-Bureau, G. (2003). Differential association of oral and transdermal oestrogen- replacement therapy with venous thromboembolism risk. Lancet, 362, 428-32. (79) Grodstein, F., Manson, J. E., & Stampfer, M. J. (2001). Postmenopausal hormone use and secondary prevention of coronary events in the Nurses' Health Study: A prospective, observational study. Annals of Internal Medicine, 135, 1-8. HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Personas trans que actualmente están tomando estrógeno
• Se recomienda hacer un perfi l de lípidos en ayunas cada año.
• Para trans con hipelipidemia, y particularmente con hipertrigliceride- mia se recomienda estrógeno transdérmico.
• Tratar el colesterol alto hasta alcanzar un LDL de <3.5 mmol/L para trans con un bajo a moderado riesgo y de <2.5 mmol/L para aquellas con alto Sobre terapia oral con estrógeno, tanto en las mujeres posmenopáusicas, como para las personas trans (hombre a mujer) se evidencia un incremento en los triglicéridos, y en algunos casos se ha presentado pancreatitis. En todos los grupos se recomienda el ejercicio para mantener niveles bajos de LDL. Diabetes
Personas trans que no están tomando estrógeno
• Realizar las evaluaciones para diabetes y seguir las recomendacio- nes que se aplican a los usuarios no trans.
Personas trans que actualmente están tomando estrógeno
• Las personas que toman estrogéno pueden estar en mayor riesgo de diabetes tipo 2, particularmente aquellas que cuentan con anteceden- tes familiares de diabetes y/u otros factores de riesgo relacionados.
• Se recomienda anualmente la prueba de glucosa en ayuno en per- sonas trans con antecedentes familiares de diabetes o que hayan tenido un aumento en su peso de 5 kilogramos. Considerar pruebas de tolerancia a la glucosa oral.
• El manejo de la diabetes debe hacerse inmediatamente de acuerdo a los lineamientos generales que se utilizan para los usuarios no trans, pero dependiendo del caso, se debe considerar el uso de agentes de insulina si se considera el uso de medicamento.
• Se recomienda la disminución de la dosis de estrógeno, en el caso de que la glucosa resulte difícil de controlar, o la usuaria tenga difi culta- des para bajar de peso.
Se conoce que el estrógeno afecta la tolerancia a la glucosa. Existen in- formes de la aparición de casos de diabetes tipo 2 entre las trans que se encuentran en tratamiento con estrógeno. Además, las trans que están bajo terapia de hormonas para su feminización, a menudo tienen aumento de peso e incremento de grasa corporal, lo que puede contribuir a la into- lerancia a la glucosa. Dado el mecanismo subyacente de resistencia a la GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA insulina, el tratamiento con agente sensible de insulina puede contribuir a ayudar a la intolerancia a la glucosa en la diabetes tipo 2, si el cambio de dieta no es sufi ciente. Salud mental
Todas las personas trans
• Es recomendable evaluar algunos aspectos importantes de la salud mental de todas las trans, como la depresión.
• Consúltele a ellas si consideran necesario tener una visita con un profesional de la salud mental trans-competente. Por lo general, el impacto de los factores psicosociales (incluyendo la trans- fobia, el acoso, la discriminación y los niveles de pobreza, etc.) afecta a las trans. Este aspecto debe constituir un motivo de preocupación con relación a la atención primaria de su salud. El/la profesional de la salud debe con- siderar como parte de la rutina de atención a las trans la evaluación de la salud mental de las usuarias y contar con un directorio de profesionales de la salud mental trans-competentes, para hacer las referencias adecuadas cuando sea necesario. Personas trans sin uso de hormonas ni cirugía de adecuación genital
• Existe evidencia de aumento de los factores de riesgo de osteopo- rosis. No se recomienda una evaluación, salvo en caso que haya indicios de factores de riesgo adicionales.
Personas trans con tratamiento de hormonas pasado/actual para
• En la actualidad no hay evidencia de que la terapia de feminización aumente el riesgo de osteoporosis, ya que no se han realizado estu- dios prospectivos a largo plazo en esta materia.
• No se recomienda una evaluación, excepto en el caso que indique la existencia de factores de riesgo adicionales. Es recomendado el uso de suplementos de calcio y vitamina D. HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Personas trans después de la orquiectomía
• Se recomienda la terapia de estrógeno para reducir el riesgo de os- teoporosis. Si hay contraindicaciones para la terapia de estrógeno (1200 mg diarios) se recomienda la utilización de suplementos de calcio y vitamina D (600 unidades diariamente) para limitar la pérdida ósea. En el caso de que existan factores de riesgo adicionales para la pérdida ósea, considere el bifosfonato semanal (alendronato 35-70 mg, risedronato 35 mg) para la prevención de la osteoporosis.
• Considere la valoración de la densidad ósea para las trans mayores de los 60 años que han estado fuera de la terapia de estrógeno por más de cinco años. La pérdida de densidad ósea es más probable después de la orquiectomía en aquellos pacientes con otros factores de riesgo (por ejemplo, fumar, antecedentes familiares, alto consumo de alcohol, e hipertiroidismo), y en aquellas que no son completamente adherentes a la terapia hormonal. Trombosis y trombo-embolismo venoso y las hormonas de
Personas trans que consideran tomar o están tomando estrógeno
• La terapia de estrógeno está contraindicada en trans con un historial de eventos trombo embólicos venosos (ETEV) o trombofi lia subya- cente (por ejemplo el síndrome de anticardiolipina, Factor V Leiden, • Personas trans con más de 40 años, las fumadoras y las personas sedentarias corren un riesgo mayor, pero pueden a través de un cam- bio en su estilo de vida, benefi ciarse de los parches y de las dosis bajas de estrógenos.
• Se recomienda incluir en la terapia diaria una aspirina en trans con factores de riesgo para ETEV que están tomando estrógeno. La salud sexual
Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Todas las personas trans
• Todas las chicas sexualmente activas deben realizarse pruebas de laboratorio para ITS, al menos cada año para la gonorrea, clamidia y • Al evaluar los actuales factores de riesgo (ITS recurrentes, relacio- nes sexuales sin protección, sexo anal y vaginal sin protección con GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA más de una pareja, los cofactores psicosociales relacionados a las relaciones sexuales sin protección), se recomienda que se hagan las pruebas cada 6 meses.
• El tratamiento de ITS para las trans y sus parejas es el mismo esque- ma recomendado en la Atención Médica Periódica para todos/as los usuarios/as del servicio.
En la atención primaria de salud la valoración clínica de una ITS depende de la epidemiología imperante y la evaluación del riesgo individual. En la evaluación del riesgo individual se incluye los signos y síntomas de una ITS específi ca, la historia de la actividad sexual que causa el riesgo para la transmisión de las infecciones de transmisión sexual y la pertenencia al grupo de población en mayor riesgo frente a las ITS. Las actividades sexuales varían en función de la anatomía de la usuaria del servicio, de sus preferencias, así como de sus parejas. Mientras que al- gunas trans tienen una fuerte disociación con sus órganos genitales, otras disfrutan de utilizarlos sexualmente. Muchas trans disfrutan de las relacio- nes sexuales orales, anales y vaginales, insertivas y receptivas. Mientras que la penetración digital, tocar o usar juguetes sexuales como los conso- ladores (dildos) se consideran prácticas de bajo riesgo para la transmisión del VIH, la hepatitis B, la sífi lis, la gonorrea y la clamidia, otras infecciones de transmisión sexual (por ejemplo, herpes, tricomonas, HPV) se pueden transmitir por el intercambio de los juguetes sexuales no protegidos, o por la manipulación de los genitales sin protección. Otro aspecto importante es el uso de alcohol y drogas en muchas trans que ejercen el trabajo sexual, las mismas que al estar en un estado de intoxicación mantienen prácticas sexuales de riesgo con múltiples parejas sexuales. Además, pueden su- frir de estados de depresión y experimentar sentimientos autodestructivos. Otras suelen ser víctimas de abuso y violación o tienen la necesidad de afi r- mar su identidad, aspectos que se constituyen en co-factores que pueden potenciar los comportamientos sexuales de alto riesgo en ellas.
La prevención de las infecciones de transmisión sexual y sus pruebas diagnósticas se basan en el conocimiento profundo de las actividades es- pecífi cas de las usuarias trans. Sin embargo, a menudo resulta incómodo tanto para ellas como para el/la profesional de la salud discutir sobre los de- talles específi cos de las actividades sexuales de la usuaria en el marco de la atención primaria de la salud. La confi anza de las trans en los servicios de salud es bastante frágil, debido a que la discusión en la consulta sobre la revisión de sus genitales, es un aspecto bastante sensible para ellas. Además, aún no se emplea un lenguaje clínico adecuado para discutir es- tos aspectos con una manera culturalmente competente y respetuosa. En HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
estos casos es mejor recomendar a las usuarias del servicio que, siendo personas sexualmente activas, deben realizarse pruebas diagnósticas de laboratorio sobre las ITS más comunes. Una vez que se haya establecido una relación de empatía entre el/la profesional de la salud y la usuaria, se podrá conversar de manera más cómoda sobre la sexualidad trans, las actividades sexuales y la revisión clínica de la mismas. Comúnmente se asume que las personas trans trabajadoras sexuales mantienen un riesgo intrínseco frente a las ITS debido a la falta de uso del condón con sus clientes. Al igual que sucede con trabajadoras sexuales biológicamente nacidas mujeres, que usan el condón de manera relativa- mente consistente con sus clientes, pero de forma mucho menos consis- tente con sus pareja romántica, en el caso del asesoramiento a las trans es conveniente incorporar a sus parejas románticas entre las estrategias de reducción de riesgo frente a las ITS en el servicio de atención primaria. Un aspecto a considerar es la «variable anatomía» de las trans, ya que esta se constituye en una barrera que afecta el diagnóstico y la detección de la gonorrea y la clamidia, sin embargo, puede tomarse una muestra uretral en trans que no se han hecho la adecuación genital, o vaginal en aquellas que se han realizado la vaginoplastia. Muestras faríngeas y ano- rectales pueden obtenerse de esas áreas también. VIH y Hepatitis B y C
Todas las personas trans
• Recomendar las pruebas diagnósticas para VIH y Hepatitis B y C cada seis meses a las trans comprometidas con comportamiento de riesgo sexual y sanguíneo (relaciones sexuales sin protección vagi- nales, anales, historia previa de ITS, compartir agujas para inyectarse hormonas y/u otros elementos para modifi carse el cuerpo, drogas, • Las trans que requieran tratamiento de ITS seguir el mismo esquema de tratamiento recomendado en las directrices de la Atención Médica Periódica,56 incluyendo en lo posible a sus parejas, con la fi nalidad de reducir el riesgo de transmisión del VIH y Hepatitis B.
• Oferta de vacunación contra la Hepatitis B a todas las trans.
56 Las indicaciones sobre las pruebas diagnósticas para ITS y VIH son iguales que las recomendadas para la atención de los trabajadores sexuales varones y HSH contenidas en el numeral 6.2 de la Directiva Sanitaria No.30 MINSA/DGSP. Directiva Sanitaria para la Atención Médica Periódica a los/as trabajadoras/es sexuales y HSH. Perú.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA En la prevención del VIH y la Hepatitis B es importante considerar que entre ellas existe una variación signifi cativa en los comportamientos sexuales de riesgo relacionados con los cofactores psicosociales que impulsan las relaciones sexuales sin protección (por ejemplo, baja autoestima, falta de seguridad en sus relaciones románticas, falta de oportunidades laborales, el uso de sustancias, el sexo compulsivo para afi rmar la identidad). Aunque se desconoce la prevalencia del VIH y la Hepatitis B como co-infecciones en las trans por causa de la transmisión sanguínea, esta es una variable a considerar, debido al posible uso compartido de agujas con hormonas inyectables (o siliconas, u otros productos) como riesgos específi cos y par- ticulares de este tipo de usuarias. Considerar que algunos medicamentos pueden aumentar o disminuir los niveles séricos del estrógeno. No existe evidencia de que las hormonas para la feminización interfi eran con la efi cacia de medicamentos de VIH o afecten negativamente la progresión del VIH/sida. Los inhibidores de la proteasa aumentan el riesgo de la hiperglucemia y la hiperlipidemia, de ahí que estas usuarias pueden necesitar un control estricto, especialmente si toman estrógeno57. La función sexual
Personas trans que toman o consideran el tratamiento con hormonas
• La terapia hormonal de feminización tiende a reducir la líbido, la fun- ción eréctil y disminuir la eyaculación en las trans.
Después de la cirugía de adecuación genital
• La función sexual (líbido, excitación, sexo con dolor y el orgasmo) después de la cirugía de adecuación genital es variable y depende de la función sexual pre-operatoria, el tipo de cirugía que se realiza y el estado hormonal. Es probable que algunas trans puedan estar preocupadas por la posible disfunción eréctil a causa de su tratamiento de hormonas para su femini- zación. En estos casos, el médico/a clínico/a debería considerar ajustar la dosis de hormonas a prescribir. Si esto no funciona, pueden considerarse medicamentos que mejoran la erección (por ejemplo, el Viagra).
57 Texto y citas tomados y adaptadas de: Transgender Medical Primary Care. Suggested Guidelines for Clinicians. British Columbia. Vancouver-Canadá. Enero 2006: (134) Kirk, S. (1999). Guidelines for selecting HIV positive patients for genital reconstructive surgery. International Journal of Transgenderism, 3(1+2). Retrieved January 1, 2005, from http://www.symposion.com/ijt/hiv_risk/kirk.htm.
(135) Wilson, A. N. (1999). Sex reassignment surgery in HIV positive transsexuals. International Journal of Transgenderism, 3(1+2). Retrieved January 1, 2005, from http://www.symposion.com/ijt/hiv_risk/wilson.htm.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
Aunque no existe evidencia con base a estudios, es posible que las trans puedan presentar prostatitis aguda en sus primeros años de tratamiento con hormonas para su feminización, posiblemente causada por el cese de la eyaculación, resultando con las secreciones de la próstata estancadas. También puede haber un mayor riesgo de infección aguda de prostatitis o del tracto urinario después de la vaginoplastia (debido a la disminución de Uso de sustancias
Fumar

Todas las personas trans
• Evaluar (por sus antecedentes) sobre el consumo de tabaco (cigarri- llos) presente y pasado.
• Recomendaciones sobre dejar de fumar como parte de la asistencia en la terapia hormonal, y modifi cación de comportamiento para dejar el cigarrillo, si es necesario.
Las trans se enfrentan a riesgos específi cos relacionados con fumar. Se pueden presentar eventos tromboembólicos venosos con la terapia de es- trógeno y en la cirugía de adecuación genital. También, como ya se ha ex- plicado anteriormente, existe el posible aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) con la terapia de feminización hormonal (especial- mente en aquellas con más de 50 años), así como retraso en la curación después de la cirugía. Es esencial que en el servicio de atención primaria se cuente con un programa para el abandono del hábito de fumar como parte de la atención integral a las trans. Este puede incluir mensajes e información, apoyo a los esfuerzos para dejar de fumar y comunicación directa y franca sobre las limitaciones y riesgos que el fumar presenta en el tratamiento con hormonas. Uso de alcohol y drogas
Todas las personas trans
• Evaluar (por sus antecedentes) sobre el consumo de alcohol y dro- • Consultar con un programa (en lo posible trans-competente) sobre tratamiento de abuso de substancias.
GUÍA DE ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL PERSONAL DE SALUD CON TRABAJO EN ITS, VIH Y SIDA Es posible que muchas trans consuman alcohol y drogas, incluyendo auto- medicación para la depresión, como consecuencia de actividades como el trabajo sexual, o por la situación de discriminación y abuso que muchas de ellas enfrentan. Dependiendo del grado de abuso identifi cado en la consul- ta, es necesario, en el caso que el servicio de atención primaria de salud no cuente con una línea de atención específi ca para este tipo de problemas de salud trans, considerar una remisión a un centro de atención y tratamiento del abuso del alcohol y drogas. Es fundamental que dicho servicio no sola- mente se encuentre debidamente sensibilizado con relación a la población trans, sino que cuente con las facilidades adecuadas a las necesidades particulares de este tipo de usuarias. Consideraciones clave sobre la terapia hormonal para personas
trans
El suministro de agentes endocrinos exógenos para inducir cambios para
la feminización (hombre a mujer) es una intervención médica demandada por algunas trans. El acto de usar hormonas, además de inducir cambios físicos en la persona que las usa, es en sí mismo, una afi rmación de la identidad de género. Para muchas trans que consideran realizarse pro- cedimientos quirúrgicos de adecuación genital, el uso de las hormonas les permite un mejor ajuste psicológico, así como un mejoramiento sustancial en su calidad de vida. Otras trans sin interés en realizarse algún procedi- miento quirúrgico se sienten psicológicamente muy bien al obtener una pre- sencia andrógina como resultado de la terapia hormonal, dado que de esta manera minimizan sus características masculinas sexuales secundarias. El inicio de la feminización hormonal
Algunas trans obtienen sus hormonas de feminización por prescripción de
un endocrinólogo, sin embargo, los médicos/as de atención primaria en salud son también muy adecuados/as para proporcionar de manera se- gura y efi caz esta terapia en el marco de la atención integral de salud. No es necesario para el médico clínico ser un experto en endocrinología para prescribir un tratamiento hormonal, pero es importante que esté familiariza- do con los aspectos médicos y psicosociales de las trans.
La terapia hormonal debe ser individualizada, basada en los objetivos de la persona, tener en cuenta la relación riesgo/benefi cio del uso de este tipo de medicamentos, así como la presencia de otras condiciones médicas y la situación socio-económica de la persona.
HOMBRES GAY, BISEXUALES, PERSONAS TRANS Y OTROS HOMBRES QUE TIENEN SEXO CON HOMBRES.
El mantenimiento del tratamiento con hormonas
Una vez que las trans alcanzan el máximo nivel de feminización a través
del tratamiento hormonal (normalmente en dos o más años) deben entrar en un régimen de mantenimiento. Mantener los cambios del cuerpo gene- ralmente requiere dosis de hormonas más bajas en comparación con el inicio del tratamiento. La dosis de mantenimiento debe estar ajustada de acuerdo a las condiciones de salud, envejecimiento u otras consideracio- nes (por ejemplo, los cambios de estilo de vida).
En el proceso de mantenimiento del tratamiento con hormonas para la fe- minización se debe evaluar el régimen actual de la usuaria para tener seguridad respecto de las interacciones de las drogas y en caso de ser necesario, se pueden sustituir por un medicamento o dosis más segura. En la consulta, la trans debe ser valorada por el examen físico y cada seis meses por pruebas de laboratorio. Para aquellas con más de 40 años, se recomienda el uso de parches de estrógeno (transdérmico) en lugar de estrógenos orales; para aquellas con más de 50 años se debe considerar disminuir la dosis de estrógeno a 100 mcg dos veces por semana o menos, dependiendo del estado de salud de la persona (especialmente si tiene riesgo cardiovascular). Las trans necesitan ocasionalmente reducir o detener temporalmente su terapia hormonal en previsión de procedimientos médicos tales como las cirugías. Particularmente, deben cesar el tratamiento con estrógeno entre dos y cuatro semanas antes de cualquier cirugía mayor, con el fi n de redu- cir el riesgo de eventos tromboembólicos. Es útil discutir cualquier interrup- ción temporal de las hormonas con la usuaria con la sufi ciente antelación.
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Source: http://www.vialibre.org.pe/vl/publicaciones/vihsaludsexual/Hombres-gay-bisexuales-trans-y-hsh-Guia-orientacion.pdf

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Antidepressants - TCAs, MAOIs, SSRIs & SNRIs First generation antidepressants The discovery of antidepressants could be described as a ‘lucky accident'. During the 1950s, while carrying out trials on a new medication for tuberculosis (TB), researchers noticed that the medication also had a mood improving effect. This initial discovery led to the creation of two classes of first generation antidepressants:

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BREASTFEEDING MEDICINEVolume 3, Number 1, 2008© Mary Ann Liebert, Inc.DOI: 10.1089/bfm.2007.9978 ABM Clinical Protocol #18: Use of Antidepressants in Nursing Mothers THE ACADEMY OF BREASTFEEDING MEDICINE PROTOCOL COMMITTEE A central goal of The Academy of Breastfeeding Medicine is the development of clinical proto-cols for managing common medical problems that may impact breastfeeding success. These pro-tocols serve only as guidelines for the care of breastfeeding mothers and infants and do not de-lineate an exclusive course of treatment or serve as standards of medical care. Variations intreatment may be appropriate according to the needs of an individual patient.

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