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corona española los indígenas significaron: nuevos tributa-rios y nueva mano de obra. Para la iglesia católica los indíge-nas significaron: nuevos creyentes y nueva mano de obra pa-
ra las parroquias.
Millones también opinan que la rápida despoblación de
América no fue sólo el resultado de la sobreexplotación de los
indígenas en las minas, cultivos y obrajes; fue también por lacarencia de antígenos ante las nuevas enfermedades comosarampión, viruela, peste bubónica, influenza, etcétera.
El decreto del libertador José de San Martín en 1821: "En
adelante no se denominarán aborígenes, indios o natura-
RANCISCO CARRANZA ROMERO les: ellos son hijos y ciudadanos del Perú y con el nombre de
PERUANOS deben ser reconocidos", es un gesto de muy buena
cabo de leer el libro de Luis Millones Perú indíge-
na (Fondo Editorial de Congreso del Perú, Lima,
Sin embargo, la independencia del Perú no mejoró la
A 2008). El autor expone con argumentos claros situación del indígena. En 1823 se reconoce que el sufragio es 53
y con datos precisos la política y la actitud de las autoridades
universal, pero en 1828 se establece que el derecho de sufra-
gubernamentales frente a la población indígena que desde
gio es para los que tienen el ingreso anual superior a 800
1532 defiende sus tierras comunales ante la ambición de los
pesos, una indirecta forma de descartar a la población pobre
conquistadores españoles, criollos, mestizos, clérigos, milita-
res, empresarios, etcétera.
En 1854 Ramón Castilla declaró la libertad de los esclavos
afroperuanos. A los indígenas, después de la Guerra del Pací-
Referencias históricas
fico, se les aumentó el tributo y el trabajo obligatorio para
Desde que Cristóbal Colón llamara erróneamente "indios" a
mejorar la economía del gobierno. Por eso, en 1885 estalló la
los pobladores de las islas del Caribe porque pensó que había
rebelión indígena en el Callejón de Huaylas (Áncash). El gober-
llegado a las Indias, esta palabra fue mal usada. Más tarde,
nante Miguel Iglesias mandó al ejército para que acabara con
cuando comprobaron que ese territorio no eran las Indias, lla-
los rebeldes. Pedro Pablo Atusparia y Pedro Cochachín Celes-
maron Indias Occidentales a todo el continente. Y por esa avi-
tino, líderes indígenas muertos en desigual lucha, sobreviven
dez de enriquecerse con el trabajo y las riquezas de los nuevos
en la memoria histórica de los pueblos andinos.
conquistados recurrieron a los intelectuales de entonces para
"A los ojos de los limeños del XIX, los indígenas eran la
que justificaran la conquista y la colonización. En 1550 los
causa del retraso de la nación y cuyo proceso de integración
dominicos Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas (obis-
tenía que pasar por la destrucción de su modo de vida, o bien
po de Chiapas) polemizaron sobre la legitimidad de la con-
por su reemplazo por "razas mejores". Lo que dice el historia-
quista y colonización. Sepúlveda defendió la legitimidad de la
dor y antropólogo Millones no es ninguna novedad. Para mu-
dominación de los civilizados cristianos sobre los incivilizados
chos racistas, la "mancha india" era la causa del atraso. En el
por ser estos bárbaros, incultos, inhumanos, paganos, gentiles
siglo XX, siguiendo este criterio los hacendados arrebataron
e infieles. Las Casas, que compartía la vida con los indígenas
tierras, ganados y convirtieron a los indígenas en siervos.
americanos por décadas, los defendió valientemente bajo el
El gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, propulsor
principio de la igualdad del género humano. Pero, como los
de la reforma agraria, (1970) prefirió llamarlos "campesinos".
poderes político y religioso estaban en santa alianza, su voz
Sin embargo, esta denominación sólo hace contraste con la
crítica fue desechada y calificada de "leyenda negra". Para la
urbe, evade el asunto cultural.
En 1993 el gobierno hace referencia del respeto a la
Perú del Siglo XXI no sabe cómo llamar a los indígenas; y esto
comunidad campesina.
demuestra la incapacidad o la falta de voluntad para resolver el
En 1994 el gobierno hace el convenio con la Organización
problema siquiera en el plano lingüístico. Por último, no se
Internacional de Trabajo, y crea la Unidad de Asuntos Indígenas,
sabe en dónde ubicar el asunto.
y lo ubica dentro del Ministerio de Trabajo. Se crea una institu-
Los indígenas demuestran su existencia real cuando
ción sin autonomía y que depende de la burocracia estatal.
defienden la propiedad comunal (tierra, agua) y la práctica de
En 1995 habla de la inversión privada en las tierras comu-
su cultura, y se enfrentan a la oficialidad que los ignora. Los
nales. Pero, el acuerdo de la inversión sin la participación de
inmigrantes pueden quejarse y pedir apoyo acercándose a sus
las comunidades campesinas crea problemas.
embajadas; pero los indígenas, ¿ante quién pueden expresar
En 2000 sale la Resolución Ministerial No. 159: "Directiva
sus quejas? Y las universidades, que deberían de responder
para promover y asegurar el respeto a la identidad étnica y cul-
ante este problema nacional, forman profesionales que no
tural de los pueblos indígenas, comunidades campesinas y
pueden comprender su realidad porque viven con la mira-
nativas a nivel nacional" (Ministerio de la Mujer y del Desarro-
da puesta en el extranjero.
llo Humano). Los indígenas y discapacitados pasan al Minis-
La rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
terio de la Mujer.
en Chiapas (México) y la muerte de miles de indígenas que-
En 2001 se promulga la Ley 27425 que "oficializa los fes-
chuas, víctimas de los guerrilleros y del ejército peruano, son
tivales rituales de identidad nacional". Los legisladores apoyan
claras muestras que desde el siglo XVI hasta el XXI muchos
los festivales indígenas porque atraen a los turistas extranjeros.
siguen repitiendo la teoría de Ginés de Sepúlveda: la civiliza-
Y las grandes agencias de turismo son prósperos negocios que
ción debe imponerse a la barbarie.
venden la imagen indígena del Perú.
Tantas leyes imprecisas y sin una planificación real con-
Todos somos indígenas
vierten a los indígenas en partes del paisaje turístico, en entes
Hace algunos años escribí el artículo "Todos somos indígenas",
sin voz ni representación en el congreso. Y la legislación del
publicado en una revista de México (Universo de El Búho) como
respuesta a una revista peruana que calificaba de "indio" alpresidente Alejandro Toledo. En el artículo demostraba, lin-güísticamente, que todos somos indígenas de algún lugar por-
que esta palabra compuesta significa: originario, natural dellugar (inde: del lugar, de allí; gena: originario), por eso hay:terrígena (natural de la Tierra), alienígena (natural del territo-
rio ajeno a la Tierra). Con este criterio decimos indígenas de Europa, indígenas de Asia, indígenas de África, indígenas deOceanía, indígenas de América. Sin embargo, muy pocos usua-
rios de la lengua castellana tienen conocimientos sincrónicosy diacrónicos de la lengua que usan. Por esa ignorancia hablandespectiva y prejuiciosamente cuando se refieren a los hablan-
tes de lenguas nativas o a los que tienen manifestaciones cul-turales diferentes de los europeos.
Ante esa actitud despectiva, los mismos indígenas prefie-
ren calificarse de quechuas, aymaras, campas, huitotos, cashi-nahuas, boras, etcétera. No aceptan los adjetivos indígena,amerindio, indoamericano, aborigen, nativo.
MARTHA BÁTIZ ZUK aquí y allá buscan su micrófono: una manera de hacer pú-
blica su nada relevante opinión. Conste que no estoy di-
uando yo era niña, salir en la televisión y tener
ciendo que lo que piense la gente no cuenta, sino que no
acceso a algún micrófono en la radio (o a ser publi-
todo mundo debiera externar su opinión públicamente sólo
C cado en un medio impreso respetable), no era fácil. porque puede hacerlo. Las opiniones son válidas y bienve-
Había que tener una cierta preparación (quizás no siempre
nidas si se comparten en casa o con amigos –o por medio
para hacer telenovelas, pero sí para conducir otro tipo de pro-
de cartas bien pensadas y redactadas a los editores de los
gramas o emisiones noticiosas), y recuerdo que entre mis
diarios, por ejemplo–, pero a mí me enervan cuando se con-
compañeros estudiantes de teatro se hablaba con respeto de
vierten en estandarte del yoísmo e himno a la mediocridad.
quien tenía una licencia de locutor de radio. Obtener una im-
Pongamos como ejemplo los foros de periódicos como
plicaba un trámite no sólo largo, sino retador. Pero ahora no.
El Universal. Está bien que el diario quiera dar un espacio a
Hace años que la televisión se convirtió en todas partes –gracias
sus lectores, pero cuando uno se asoma a ver lo que dicen
a los gringos y un mal entendido concepto de democracia– en
algunos de los comentarios, dan ganas de llorar. No sólo hay
un circo hecho por gran parte del público que lo consume, y el
faltas de ortografía y sintaxis al por mayor, sino que parece
triunfo (o caída) a la velocidad del sonido y los dólares (o deva-
que la gente necesita de estos foros para manifestar su senti -
luados pesos) son el show que nadie quiere perderse y en el
miento de grandeza, especialmente cuando de criticar a al-
que todos sueñan con tener un estelar. Dinero fácil, notorie-
guien famoso se trata. Y no digo famoso tipo Paris Hilton, que
dad fácil, y más fácil todavía el olvido; por esos quince minu-
no tiene mérito alguno. Pero, por ejemplo, cuando hubo la
tos de fama la gente es capaz de perder hasta la última célula
polémica en torno a Ana Guevara, la mayoría de los comenta-
de dignidad que alguna vez tuvo. Y en la radio ahora cualquie-
rios eran malintencionados, de ínfimo nivel, calificándola de
ra puede "locutear," razón por la cual la mayoría de los pro-
perdedora e insultándola. Muchos toman los espacios dispo-
gramas son no sólo superficiales sino tóxicos para el intelec-
nibles en la red como un ladrillo para despegarse del anoni -
to. Los oligofrénicos con iniciativa están por todas partes y
mato, como si eso les concediera también una cierta jerarquía
social de la que obviamente carecen fuera de la pantalla del
En México tenemos muchísimos problemas, pero ninguno
computador. Lo terrible es que al subirse a ese ladrillo se marean,
se soluciona –de verdad, ninguno– a través de estos foros. Lo
vomitan por escrito, y lo contaminan todo de mediocridad y
único que hacen es ventilar malos humores y sentimientos, y
cizaña. Yo no tengo problemas si alguien con una carrera simi-
dejar en evidencia la pobreza intelectual del ciudadano común.
lar en éxitos a la de Ana Guevara da su opinión sobre su
Que no es ningún secreto, dicho sea de paso, pero es insopor-
desempeño. Bueno, hasta la crítica especializada –sobre todo
table no solamente tener que luchar en contra del analfabetis-
mo sino en contra de la tendencia, igualmente peligrosa, de
si de verdad es especializada–, se agradece, porque de eso se
creer que porque ya está uno alfabetizado ya puede hilar
aprende. Pero la crítica de quien en su vida diaria no ha
pensamientos por escrito con coherencia o ser escritor. Uno
hecho nada sobresaliente, o cuya trayectoria no se puede
tendría que esforzarse, en estos tiempos de recesión, en
comparar a la de la persona que señala e injuria, no me
enfatizar lo positivo. Y si no se puede hacerlo, entonces por
parece válida. Y mucho menos relevante. Me molesta que
lo menos concentrarse en una crítica constructiva. Y si ésta
los diarios y las revistas en México ofrezcan esa apertura
no va bien cimentada, con argumentos sólidos y conoci-
para que cualquiera pueda criticar, porque no hace más que
miento de causa, externarla en privado. Ya bastante tene-
alimentar egos inexplicables, y la cangrejez que nos caracte-
mos con las cosas absurdas que dicen nuestros políticos,
riza como nación: este afán eterno de hundir al que sobre-
como para también tener que tolerar las que rebuzna el
sale, al que es mejor que uno; esta felicidad que da sentirse
resto de nuestros compatriotas con acceso a internet y ho-
grande nada más porque alguien que era mejor se tropezó. ras de ocio.
Ma. Emilia Benavides
MIGUEL VALERA HERNÁNDEZ
Vestida con diminuta falda en tela color leopardo
y un sostén que grita descanso o más elasticidad, la
mujer parece observarse en los espejos, pero sobre
ARRANQUILLA, Colombia. Alexandra
todo busca el reflejo en las pupilas excitadas de los
baila mapalé como pez fuera del agua. Era
clientes. Al centro de sus abundantes pechos un dora-
Btodavía una niña cuando descubrió en un do crucifijo parece ver la escena desde otra perspec- 57
bullerengue que sus movimientos ponían arrechos a
tiva, desde la mirada del dolor, el flagelo, la resigna-
los hombres. A los 26 años, la herencia de ese baile
ción y el sufrimiento. El Cristo del turgente pecho
que nació a la orilla del río Magdalena, le ayuda a
calla mientras la mujer goza y hace gozar.
ganarse la vida en Lucitania, un centro de table dance de
Cuando Alexandra baila los hombres parecen no
la carrera 44 en esta ciudad convertida en carnaval.
moverse, no respirar, no parpadear. La mirada de la
El mapalé transforma a Alexandra. Su cuerpo pa-
negra los atrapa. Aquí no hay vudú, no hay burun-
rece entonces poseído por un dios africano que la re-
danga, no hay conjuro. La magia que envuelve a los
corre e intenta salirse por los brazos, por las tetas,
lucitanios emana de la fuerza de la mirada de Ale-
por las caderas.
xandra. Con ella invita a mapalear, a seguir el intenso
El ritmo de tambora detiene el tiempo. El tun-
ritmo afrocolombiano, que los habitantes de San Ba-
tun-tun, tun-tun-tun arroba los sentidos, trastocados
silio de Palenque imitaron de un pez que tuvo triste
ya por el ron Medellín. La botella de un cuarto de litro
destino: estar fuera del agua.
que cuesta 22 dólares cuando en la calle vale 10, viaja
Sus blanquísimos dientes lanzan un tercer deste-
de mesa en mesa como el humo de cigarrillo y coloca
llo. La sonrisa se suma a la arrecha aventura de cuer-
en estado límbico a quienes están convencidos de que
po, movimiento, sudor y luces. Como en todas las
carnaval es "fiesta de la carne" y lo festejan esta no-
strippers, la de Alexandra es una sonrisa que más bien
che en uno de los cabarets mas conocidos de Ba-
podría asemejarse a una "mueca".
Pero en Barranquilla no sólo se baila mapalé para
Alexandra tiene el poder sobre el escenario. Su
los caníbales nativos y extranjeros que buscan algo
carne vibrante, firme, negra, se confunde con la pe-
más que danza y espectáculo en el carnaval.
numbra. El sudor de su cuerpo sirve de proyector a la
Si para Alexandra el mapalé excita a sus clientes,
intermitente lluvia de luz que enloquece con los abun-
para la niña Yoryeris Pérez Fruto –integrante del gru-
dantes espejos en el salón de baile.
po Raíces de Nueva Colombia– la tambora le calienta
la sangre y la transforma. En Alejandra hay intencio-
Y ahí está, al centro, Yoryeris, tímida, sonriente,
nalidad lasciva. En Yoryeris hay inocencia. En la pri-
emocionada porque este año participa en su octavo
mera hay un interés provocativo. En la segunda un
carnaval. Su madre prepara el vestuario. Dos líneas de
interés cultural promovido por su madre la profesora
rafia cruzan el espacio. De ellas cuelgan trozos pe-
Yilda Fruto Marimón.
queños color salmón que serán las faldas para las
La tambora me calienta la sangre, dice Yoryeris.
niñas mapaleras en la comparsa del carnaval del sur
De pie, en un piso rojo con grietas que bien podrían
occidente. El padre observa en la pantalla de una tele-
ser brazos del Río Magdalena, Yoryeris danza en el
visión que ha perdido el color, El chavo del ocho y me
barrio Nueva Colombia, una zona de negros en Ba-
dice en una palabra casi imperceptible que se llama
Miguel. Ever es el más pequeño de la casa y empieza
A lo lejos, un vallenato suave –villancico, le dicen
a moverse con la tambora. Yuley, la mayor, va y viene
los colombianos– llega empujado por el aire enrare-
con la rafia color salmón.
cido del mediodía a una casa de la calle 75C. En la
Para la familia Pérez Fruto participar cada año en
entrada, un cartón amarillento tiene marcado el nú-
el carnaval de Barranquilla es un rito casi sagrado. La
mero 22A-197. El cuarto, que funciona como habita-
liturgia empieza justo el miércoles de ceniza. Apenas
ción para una familia de cinco miembros, es también
sepultado el gran Joselito Carnaval los barranquille-
sastrería, centro de ensayo y coreografía de la danza
ros ya están listos para organizar la fiesta del próxi-
Raíces de Nueva Colombia.
Fotografía de: William Fernando Martínez
A sus diez años, Yoryeris no sabe bien a bien qué
en calzones, moquienta, con zapatos rojos, juega con
significa eso de "patrimonio oral e inmaterial de la
un peñón en la mano y persigue a un niño no menos
humanidad", según declaración de la UNESCO para el
afortunado. Las casas de bloques, sin repellar, o de
carnaval. Yoryeris lo único que sabe es que la tambo-
madera pintadas de verde y gris, son abrazadas por
ra le calienta la sangre, le hace vibrar, moverse de los
árboles de mango para contener la inclemencia del
pies a la cabeza. Su madre, con raíces en San Basilio
sol. El polvo de la calle me lleva hasta una vivienda
de Palenque, ha promovido las danzas negras en este
en donde dos jóvenes negras, casi azules, cuentan con
barrio de migrantes palenqueros.
toda naturalidad que ellas también saben bailar ma-
Yilda recuerda que sus abuelos tenían tradiciones
palé sin estar en ninguna comparsa de carnaval. En
muy marcadas con danzas dedicadas a la fertilidad,
otra casa de una sola pieza con 10 personas entre
a la naturaleza, al nacimiento, la lluvia, la cosecha, la
señoras y niños, una pequeña me abraza mientras
iniciación sexual y la muerte.
intento no rechazarla para no verme contaminado por
En la casa, de tablas de madera y lámina de asbes-
su moquienta nariz.
to, iluminada por el sol de mediodía, se respira alegría
"Me llamo Daniela Bornasere. Él es mi hermano
y fiesta carnavalera. En la parte superior del quicio
José Luis", me dice otra niña que parece también vivir
de la puerta un llamador colgado pareciera un fetiche
hacinada en esa pieza de cuatro por cuatro.
protector. Yilda sonríe mientras le digo que el cua-
–A nosotros también nos gusta rumbear. En el car-
dro de la sala me recuerda a Miró africanizado. El sofá
naval nos la pasamos bien chévere.
azul, el único de las tres piezas de una sala común,
–¿Y a qué desfiles van?
desgastado por el paso del tiempo, nos recibe para la
–Vamos al del sur occidente, que está aquí cerca,
conversación. El único orden de ese cuarto es que no
porque a veces no tenemos dinero para llegar hasta la
hay orden y que el carnaval está por comenzar.
40, al desfile principal.
–¿Has visto cómo se mueve un pez fuera del agua?
Un niño, que quizá no pueda ir al carnaval este
–Sí, claro.
año, intenta levantar una cometa –papagayo le dicen
–Pues así es el mapalé. E imagina que ese pez te
acá– ante la negativa del viento que parece sentir el
lo comes y aún así sigue moviéndose dentro de tu
letargo del sol de la tarde.
La pobreza no es impedimento para el carnaval.
–Si los negros no hubieran llegado a la costa del
"En Barranquilla hay rumba mientras el mundo se
Caribe el carnaval de Barranquilla no sería igual, me
insiste Yilda con la seriedad de quien cree poseer una
derrumba", me diría Libardo Barros, un reconoci-
verdad absoluta.
do antropólogo, al charlar sobre la pobreza en esta
Casi todos los negros llegaron de Palenque o
ciudad. –¿Pero acaso se les podrá quitar la fiesta a los
Cartagena. Los primeros se instalaron en Barrio Abajo
pobres cuando ya casi les han quitado todo?, le co-
y los segundos en Nueva Colombia.
Protegida por una imagen de bulto de la Virgen del
Pero los vecinos olvidan la pobreza y la crisis mun-
Carmen, la carrera 22 D de Nueva Colombia es una
dial, frase temeraria para quienes han vivido siempre
muestra de la pobreza del barrio. Una niña sin blusa,
en la línea de la supervivencia.
Los vecinos olvidan las carencias al escuchar el
del sur occidente y los niños, incansables, recorren las
improvisado grupo de Millo en la casa de Yilda Fruto
calles de barrios populares de Barranquilla.
para el ensayo de la tarde. El llamador, el Alegre y la
Mientras el carnaval avanza y las comparsas mul-
tambora se apropian del escenario. Falta la caña de
ticolores se refrescan por la brisa vespertina, en Lu-
millo y el wache. El ritmo de la tambora que toca Ro-
citania Alexandra se prepara para mostrar otro rostro
drigo Fruto posee a Yoryeris y a Pedro, otro niño que
de la fiesta, el de los excesos, el de la permisividad,
ya está listo para danzar.
el de la transmutación de los valores en donde todo se
"Al sonar la tambora se mete el ritmo en la san-
vale siempre y cuando se llegue con la cruz de la ceni-
gre", dice Pedro. Su rostro apiñonado contrasta con el
za el miércoles a mediodía a casa.
acentuado negro del de Yoryeris.
Johny, un taxista evangélico que me traslada al
En sus movimientos hay fuerza y sensualidad.
hotel del Prado para una entrevista con el jefe de la
Yoryeris y Pedro no piensan en lo erótico del baile sino
policía del Atlántico, me marca con una frase contun-
sólo en la fuerza que emana de la naturaleza, en la
dente: "Aquí el carnaval lo único que deja son peladi-
sangre que es impulsada por la sístole y diástole del
tas embarazadas. Venga usted en nueve meses y verá
tumbo de la tambora. Los niños se mueven agitados,
cuántos niños nacen". Su frase me corrobora un car-
impulsan sus manos, sus pechos y sus caderas. Pedro
tel visto en la marcha de sur-occidente: "Unidos por
queda tirado debajo de Yoryeris y se mueve con pies y
un Atlántico sin embarazos a temprana edad".
Pero el dato daría para más cuando Sebastián
Angélica Herrera Miranda, investigadora del fol-
Guzmán, asistente del rey Momo me enterara de
clor afrocolombiano, cree que la imitación de los
que él mismo es hijo del carnaval porque nació en no-
movimientos del pez mapalé significan "las ganas de
seguir viviendo" ante "los latigazos" que recibían los
El taxista evangélico me aclara: "bueno, ése es mi
esclavos de la época colonial que en el siglo XVII logra-
punto de vista personal, no religioso", mientras me
ron levantar una empalizada para protegerse de sus
permite hojear su biblia Reina-Valera con forro negro,
perseguidores y convertir a San Basilio de Palenque en
maltratada por el uso. Al puro estilo de Cantinflas me
el primer pueblo libre de América Latina.
dice que el carnaval ni le beneficia ni le perjudica, sino
"En el mapalé hay alegría, ganas de vivir, fiesta en
todo lo contrario. Al final acepta que sus ganancias
el cuerpo y al mismo tiempo recuerdo del dolor que se
son abundantes en estos días, pero critica los excesos
vivió entre el pueblo de negros", añade.
sexuales. "Ya ve que el lema es ¡quien lo vive, es quien
Quizá Yoryeris y Pedro saben poco de historia pero
lo goza! ", anota.
tienen claro que el mapalé es de ellos, lo llevan en la
Exceso y folclor, exacerbación y cultura, el mundo
sangre y durante estos días de carnaval lo gritan al
al revés, mapalé y table dance, así es el Carnaval de
mundo como un patrimonio de los barranquilleros.
El sol cae a plomo sobre la casa de Yilda y su fami-
lia. Un par de palmeras contienen la inclemencia del
*Trabajo realizado en el marco del taller de Crónica cultural de la
Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) " dirigido por el perio -
astro rey. La comparsa de Yilda se une al carnaval dista argentino Cristian Alarcón.
HUGO E. SAÉZ tes de una política de masas tendiente a generar su pa-
rálisis intelectual y social. Ya lo dijo ese extraño gurú
canadiense que analizaba los mensajes televisivos: el
e dice que alguien somatiza cuando en la di-
medio es el masaje (Marshall McLuhan). Sí, un masaje
námica de su cuerpo se refleja alguna idea o
relajante que acaricia la conciencia y que se brinda
S sentimiento. Enrojecer como síntoma de ver- como un paliativo de las desgracias y los afanes cotidia-
güenza sería, en ese sentido, una modalidad de somati-
nos. Muchos se preguntarán "¿y qué hay de malo en
zación suave. Sin embargo, en este breve escrito pre-
relajarse?" Bastante más de lo que supone un sujeto
tendo utilizar el verbo "somatizar" con un significado
normalizado por el sistema.
algo diferente. Me apoyo en la fabulosa pastilla de la
De hecho, el masaje normalizador promueve princi-
felicidad que Aldous Huxley llamó "soma" y que carac-
palmente el mecanismo del olvido como estrategia de la
terizó como "religión del pueblo". Sabemos que en ese
felicidad. Encerrarse en una cápsula de disfrute ocasio-
mundo feliz bastaba ingerir esa gragea para adquirir un
nal a través de la telenovela o del deporte convertido
estado de bienestar y placer insuperable. En consecuen-
en causa del orgullo nacional, o bien utilizar el celu-
cia, entiéndase somatizar como el acto de acceder a la
lar sin darse cuenta de que estamos dialogando con
diversión y el entretenimiento por medios artificiales;
una máquina, son conductas que enmascaran una rea-
es decir, un estado emocional e intelectual que no deri-
lidad plena de agresiones en la que se desarrolla una
va de procesos internos del individuo sino que es indu-
guerra sucia y sin cuartel en diversos frentes. Y ya
cido por alguna droga.
sabemos que en la guerra cualquier arma es lícita. Has-
En primer lugar, también cabría advertir que droga
ta las personas más cercanas devienen en recursos
aquí no se identifica sólo con lo que los exámenes toxi-
para obtener los propios objetivos. Por ende, la men-
cológicos revelan como tal, es decir, el LSD, la marihua-
tira y la corrupción se expanden a niveles insospecha-
na, la heroína, el crack y las numerosas e inacabables
dos. No se trata de asuntos morales, se trata de estra-
variedades que se comercian en el mercado. Con un cri-
tegias perversas para la supervivencia en un contexto
terio amplio, se abarcará como droga a la actividad pre-
donde la única salida es continuar vivo a cualquier
dominante de los medios de comunicación como agen-
Una arista original de la película Los olvidados es
Precisamente, la crisis mundial de la que tanto se
que muestra la violencia en que se hallan presos los sec-
habla y se escribe sin cesar ha revelado que estamos
tores más miserables de la sociedad. Entonces se ma-
metidos en un sistema planetario manejado por cíni-
nifiesta la traición, el engaño, el asesinato, el robo, la
cos dirigentes que chupan como Drácula la sangre, el
crueldad, como el pan cotidiano en que se enfrentan
sudor y las lágrimas de las multitudes. No esperemos
familias sometidas a la misma marginalidad. Resaltar
de ellos una solución equitativa para los acuciantes
este aspecto implica enfrentarse a la idealización del
problemas que ya se están revelando, como el desem-
lodo que genera la pobreza, como acostumbran a ponti-
pleo, el hambre, las enfermedades. Primero se preo-
ficar algunos devotos del padre Maciel. La crisis será
cuparán de diseñar planes de rescate para rescatarse
caldo de cultivo de una guerra de pobres contra pobres.
En el otro extremo, los ricos, custodios de los resortes
Quienes en este drama jugamos el papel de las
del poder, ponen a resguardo los recursos obtenidos por
masas estamos obligados a deshacer el efecto hipnótico
tortuosos caminos y se dedican a exportar capitales
de los medios. La versión de la vida como el paraíso
hacia los grandes centros financieros al tiempo que los
creado por el prozac o el viaje a Disneyworld se ha
banqueros se adjudican millonarios bonos de compen-
expandido con fuerza entre las generaciones que asisten
sación con la gasolina que mueve la economía, o sea,
a universidades privadas y que se adjudican el derecho a
el dólar o el euro. Quizá en un futuro próximo el yuan
manejar el destino del planeta. Y el efecto de esas ambi-
ciones se contagia hacia abajo como modelo de existencia
exitosa. Luego, el combate en contra de la somatización
(¿o sodomización?) inducida por los medios desencade-
nará energías para ubicar los auténticos intereses de las
masas, que no necesariamente se expresan en las orga-
nizaciones políticas actuales. Ya hemos asistido a ver-
gonzosas declinaciones de dirigentes de izquierda afec-
tados por el virus del soma. No estoy brindando una
fórmula mágica que ante iluminados teóricos podría
parecer ingenua. Estoy advirtiendo que los medios
constituyen un objetivo primordial de las clases hege-
mónicas para impedir que las masas desarrollen accio-
nes orientadas a modificar las relaciones de fuerza que
favorecen a figuras deformes como las de algunos líde-
res sindicales y políticos o de narcotraficantes que son
glorificados en corridos de lamentable factura. Los me-
dios tienden los barrotes invisibles para encerrarnos en
una cotidianidad miserable y así domesticar las ansias
de libertad.
".me queda la palabra"
MAX MENDIZABAL catos; con agrupaciones médicas que me ignoraron y con aso-
ciaciones de abogados a quienes agradó mi propuesta, puesdijeron estar metidos hasta el tuétano en el asunto, pero demodo inconsciente. Las televisoras rechazaron plantearlo y lo
Honorable Congreso de la Unión:
mismo sucedió con los periódicos. Honestos camaradas lan-
n estos tiempos de paz, democracia y justicia en que
zaron una convocatoria en Internet, carteles y volantes que
vivimos, noble es mi propuesta. Pocos monumentos
hemos repartido y ha tenido una acogida excelente entre el
Ede nuestra amada patria expresan contenidos pro- verdadero pueblo.
fundos a sus habitantes, que si acaso los contemplan, es para
Por ello, egregios representantes populares: apelo a su
escudriñar en ellos motivos burlescos. Les pintan logotipos de
tradicional inteligencia; respalden esta propuesta nacida de las
bandas punks, les pegan propaganda de salones de belleza,
entrañas palpitantes de nuestra raza hija del Sol, y hagan
de médicos que curan gonorreas, de partidos políticos, de
suyos los siguientes considerandos.
buscadores de jóvenes de ambos sexos, como si no les basta-
Considerando que la Chingada ha estado presente en
En Coyoacán, Miguel Hidalgo sostenía hace poco una
toda nuestra vida, desde nuestro primer llanto hasta que mori-
botella de Coca Cola. Si de bustos se trata, les dibujan bigotes
mos, y en ocasiones, por nuestras obras, aún después de la
o los protegen de la lluvia con sombreros raídos. Hace poco,
un prócer en Paseo de la Reforma mostraba labios pintados de
Considerando que desde niños hemos sido enviados a
un rojo frenético. Si el material de la obra es endeble, cemen-
ella a cada instante y que ella nunca se negó a acogernos
to pongamos por caso, los rayan, los dejan tuertos o ciegos,
como cariñosa madre.
los desnarizan y sirven de blanco a todo tipo de proyectiles.
Considerando que para millones de ciudadanos fue casi
Eso no es todo… ciertos ciudadanos suponen que los monu-
su primer nombre debido a sus travesuras infantiles: "¡Cómo
mentos se erigen para orinarse en sus pedestales. Pero eso sí,
chinga este escuincle!"
cuando los homenajeados han despreciado al pueblo, éste se
Considerando que las encuestas confirman que fue la pri-
enoja y dinamita la ofensa hasta acabarla. Por estos motivos
mera palabra que pronunciamos, acobardando a nuestros
es requisito esencial que la erección de monumentos conten-
enemigos al mandarlos a la Chingada.
gan un valor místico inobjetable.
Considerando que al mencionar: "Esto está de la
Acudí con mi proyecto a la Asociación de Escultores,
Chingada, mándalo a la Chingada, ya me llevó la Chingada",
donde me tildaron de imbécil. Hablé con pintores, que se
etc., las motivaciones que la invocaron se disipan como por
declararon incapaces de efectuar una obra de tal magnitud; no
encanto, sin duda, por ser ella milagrosa.
tenían idea de cómo representarla. Dialogué con políticos que
Considerando que siendo tan comprensiva, ayuda a
se disgustaron, con dirigentes de centrales obreras, de sindi-
satisfacer la diversión popular por excelencia: la agresividad,
evitando males mayores, como el adentrarnos en un urgente
desconcierto ante lo extraño: "¡Ah chingá!"; a la síntesis de
cambio de gobierno.
nuestro leitmotiv civil y político: "Chingáos los unos a los
Considerando que toda su parentela de derivaciones:
otros"; a reclamar a quien nos ha perjudicado: "Ya ni la chin-
chingón, chingáos, chingonerías, chinga, chingada madre,
gas"; al imperioso mandato para que un inferior obedezca: "Tú
chingonsísimo, chingando, chingaderas, chin (que es su hijito
chíngale"; a la curiosidad: "¿Quién chingados eres?"; a la sor-
más pequeño), chingue, chingaderita, chingáis (exclusivo para
presa: "¡Ah chingao!"; a esforzarse para alcanzar una meta difí-
españoles), chingononón: maximización de chingo, chingado,
cil: "Hay que chingarse"; a resignarse con sabiduría frente a los
chingaquedito, chingo y las que se me olviden, han sido raíces
acontecimientos: "¡Ya me llevó la Chingada!"; a explotar de
de nuestro acervo cultural, de nuestras armas comunicativas,
pura y sana alegría: "¡Está chingonsísimo!", y a infinitas cir-
clavadas intrínsecamente en cada alma mexicana hasta que
nos lleve la Chingada.
(Entre paréntesis, un conspicuo historiador nos hizo apre-
Considerando que se ubica en multiplicidad de formas,
ciar que existen otras acepciones acerca de este término tan
desde animales hasta presidentes (perdón por la redundancia),
dilecto y distinguido por nuestra sociedad:
gobernadores, padres, hijos, autoridades, patrones, subalter-
Quien constantemente nos molesta es un chingón.
nos, infiltrándose en todas las capas sociales.
El que destruye, porque está chinga y chinga.
Considerando que nos invita a la reflexión filosófica: "son
El adverbio de cantidad: chingo, igual a mucho.
chingaderas", a la interiorización de nuestros pesares; "¡qué
Chin Gon, dueño de un café de chinos por Peralvillo).
chinga!"; a la alabanza sin eufemismos: "es un chingón"; a la
Considerando que es aplicable a cada actividad de los
autocalificación de nuestros errores sin insultarnos: "¡chin!"; al
Considerando que su presencia inspira la inmensa cul -
tura e inteligencia de nuestros presidentes y políticos en
Considerando, finalmente, que la Chingada es Tonantzin
misma, diosa y madre de todas las razas del país desde la auro-
ra de los tiempos…
Por todo lo que antecede, más lo que se acumule,
1. Que la sensitiva sociedad mexicana corrija su injusto
olvido, erigiendo, ya que no es posible en cada hogar, aunque
sería lo apropiado,
¡UN GRANDIOSO MONUMENTO A LA CHINGADA!
2. Convocar a un concurso donde el pueblo entero desig-
ne el proyecto ganador.
3. Omitir opiniones de los estetas, cuya heterogeneidad ha
imposibilitado acuerdos, pues cada uno de ellos imagina a la
Chingada de manera distinta. (Puntualizamos al respecto que
hubo propuestas para que se pareciera a determinados políti-
cos nefastos, a lo cual esta Comisión se opuso, pues resulta
claro el feminismo de la Chingada, madre de todos, dueña y
señora de nuestros actos).
4. Desairar a quienes incomprendiendo la profundidad
Chingada te ama; Chingada, creo en ti; Arriba y a chingarlos;
idiosincrática de la Chingada la suponen atroz. Por ello des -
La solución es chínguense todos, Solidaridad chingadera; El
cartamos la sugerencia de ciertos maestros que pretendieron
bienestar de la familia, a la Chingada; Él sabe como hacer.
que tuviera el pelo pintado de rubio y ojos saltones. Hubo un
chingaderas; la Chingada Hoy, hoy, hoy… no desaforemos a
artista plástico que al bocetar un monstruo, fue llevado por la
Chingada ese mismo día mediante un camión que se pasó un alto.
Y por si no bastara: Un chingado en cada hijo te dio es
Al respecto, podemos asegurar que insignes guías de la
realista y humano. El canal de las chingadas se apega a la ver-
cultura nacional se hallan despistados en lo concerniente al
dad; Sufragio Efectivo, no chingaderas; perdone las molestias,
tema: Octavio Paz escribió:
estamos chingándolo a usted; Tratado de Libre Chinga; ¿Quién
"La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contra-
dice que no se puede seguir chingando? Viajero: has llegado a
rias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por
la región más chingada del aire.
gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra
Fuera de filosofías, retomemos el asunto: un famoso con-
hueca. Es la Nada".
certista sugirió que una composición musical la reflejaría
Ante tal incongruencia, preguntamos: ¿No es la nada la
mejor, no obstante, a la música se la lleva el viento, por lo tanto
existencia actual del mexicano? Y el desgaste referido por el
debe representarse con un artificio concreto, tangible, repro-
Nóbel, ¿no es el apolvamiento de nuestra carne y nuestros
ducible en videos, estampitas, estatuillas, spots televisivos,
huesos de los cuales surgirán nuevos seres? Objetivamente,
prendedores, estampados en camisas, encendedores, cenice-
la Chingada es tan constante como lo es la vida.
ros y en cuanto objeto el amado pueblo pueda llevar a su casa
".blasón de la raza. resumen de la historia: santo y
o porte en su vestimenta y en sus automóviles. Rescatamos, en
seña de México: tu palabra", dice Carlos Fuentes, y agrega en
cambio, la idea de un Himno a la Chingada que se cantaría dia-
La Muerte de Artemio Cruz identificando lo que somos con lo
riamente en las escuelas y forme parte del repertorio coral de
que ELLA es: "Nacidos de la chingada, muertos en la chinga-
da, vivos por pura chingadera". Fuentes reconoce nuestro ori-
Resumiendo: Chingada, con mayúscula, es la expresión
gen y se acompleja: ".nadie quiere caminar cargado de la
máxima del Amor y del improperio; de la camaradería y la aver-
maldición, de la sospecha, de la frustración, del resentimien-
sión; sintetiza, en dialéctica perfecta, el Ying y el Yang, el Todo
to, del odio, de la envidia, del rencor, del desprecio, de la
y la Nada, la unión de los contrarios, como ningún otro voca-
inseguridad, de la miseria, del abuso, del insulto, de la inti -
blo habido y por haber.
midación, del falso orgullo, del machismo, de la corrupción
La ubicación del monumento será en el mejor espacio
de tu chingada. matemos esa palabra que nos separa, nos
de la república, y de ser posible, de cada ciudad y pueblo del
petrifica, nos pudre con su doble veneno de ídolo y cruz; que
país, aunque chingue a otra escultura. Quien pretenda
no sea nuestra respuesta ni nuestra fatalidad".
dañarla sabe que se chingaría a sí mismo. Si algún malévo-
Esto es, Fuentes proclama la negación del yo freudiano,
lo sugiere que el monumento pudiera competir con símbo-
la negación de la negación de la dialéctica materialista, la
los tradicionales inmersos en el corazón de nuestro pueblo,
abjuración de la realidad presente en nuestra sangre, en
diremos convencidos: no hay contradicción; hay comple-
nuestros genes. Ingente el desbarre del novelista. ¿Por qué?.
porque la Chingada eres tú, yo, ustedes, nosotros, sin transi-
ción, irremediable como el vivir en el de efe, en Tlatelolco
Comisión Pro Monumento a la Chingada.
para acabarla de chingar. Apostatar de ella es apostatar de
Se agradecerá su donativo: Banco HSBC Cta. 6151033314
nuestra existencia. Ver lo positivo, dicen los teóricos del
modernismo; ELLA es buena, es hermosa: suave Chinga; la
mero. Me recibió la madre María del Socorro Yrabata, carmelita, misionera de Santa Teresa y me dijo: "Era el obis-
po de San Salvador. Vivió aquí los tres años del arzobispa-do, cuando lo nombraron obispo. La oligarquía le ofreció unpalacio en la famosa y elegante colonia Escalón. Le hicieron
muchas ofertas pero él no aceptó. Quiso seguir auxiliando alos enfermos para estar cerca del dolor, estar cerca del quesufre. Ya usted sabe que aquí se auxilia a los enfermos de
cáncer, eso era lo que él quería. Sufría cuando veía sufrir
HERNÁN BECERRA PINO a alguien. Al ver la masacre que hacía el ejército, sufría
–Madre, ¿usted presenció la muerte de monseñor Óscar
n esos momentos desperté de la nostalgia, treinta y
tantos años después. Me encontraba en el autobús.
–Sí –contesta con gran solemnidad.
E Mi compañera, la platicadora, se encontraba toda- –¿Usted es la única sobreviviente?
vía durmiendo. Estábamos llegando a la ciudad de San Sal-
vador, eran las ocho de la noche. Arriba de la Terminal Puerto
Entrevisté también a la madre Luz Isabel Cuevas, mexica-
Bus hay un hotel. Subí las escaleras y pregunté por la tarifa,
na. Vive en Santa Tecla. Ella era la madre superiora de la casa,
son treinta y seis dólares me contestaron. Lo sentí caro pero
en ese entonces y era muy amiga de monseñor. Está ahora a
yo ya me había informado de un hotel a media cuadra de ahí,
cargo del Hogar de Niños Huérfanos.
que se llama Villa Florencia y con casi los mismos servicios. El
–Cuénteme su vivencia, sus recuerdos.
otro costaba doce dólares, y a mí me lo dejaron en once. Allí
–¿Se puede imaginar un caso como ése? A él lo amenaza-
me recibió un hombre muy amable llamado don Serafín Li-
ban continuamente y cuando llegó aquí sentimos un gran ali-
nares López Dórigan.
vio. Lo mataron en un momento tan sublime como es el de la
Al otro día tomé un bus ruta 29 A que pasa por la puerta
consagración. El que lo hizo no pensó que lo iba a elevar a un
del hotel y me llevó al centro de San Salvador. A siete cua-
terreno más grande. No cualquiera tiene la dicha de morir al
dras de ahí me bajé y caminé, según indicación del motorista
pie del altar. Con eso lo glorificaron. Monseñor no consagró
(chofer), dos cuadras a mano izquierda y me encontré la famo-
con el pan y con el vino sino con su propia sangre.
sa catedral de San Salvador, de estilo románico bizantino. Es
–¿Usted vio cómo lo mataron?
una obra de arquitectura moderna. En este lugar reposan los
–Llegué cuando él estaba tirado en el suelo. Hay un libro
restos de monseñor Óscar Arnulfo Romero, mártir de la guerra
que se llama La palabra queda. Lo venden en la UCA. Ahí están
de El Salvador. Poco después fui a conocer el antiguo pala-
todos los libros autorizados por la iglesia. La UCA es la Uni-
cio del presidente de la República.
versidad Católica Simeón Cañas.
En la noche regresé cansado al hotel, me bañé y fui al res-
–Fue muy impactante.
taurante del mismo. Servían a la vista lo que uno deseara. Pedí
–Claro, para cualquiera, porque no esperábamos que lo
de inmediato casamiento, que son arroz y frijoles, y se llama
vinieran a matar en su propia casa.
así porque está unido el arroz con el frijol. También había
Me despedí y caminé rumbo a la calle donde tomé mi
tamales de pollo, plátanos fritos y frijoles volteados, huevos
camión que me llevó justo frente a mi hotel. Estaba nervioso
picados y papas con ayayai (huevos), café con leche y pan.
ya que estaba empezando a oscurecer y temía por mi integri-
Al otro día fui a conocer la capilla de Guadalupe, lugar
dad física. Alrededor de la iglesia había monte como si estu-
donde asesinaron arteramente a monseñor Óscar Arnulfo Ro-
viéramos en el campo. Esa noche era 31 de diciembre y me fui
a acostar temprano pero para mi sorpresa me avisó don Serafín
momento. Al salir me dirigí rumbo al famoso teatro de la ciu-
que bajara a cenar, que él iba a traer pavipollo. Y así fue, a las
dad, monumento arquitectónico que construyó la oligarquía
doce de la noche estábamos cenando los huéspedes del lugar
cafetalera. Hasta parece que estás en Nueva Orleáns o en una
una sabrosa cena compuesta por el mencionado pavipollo, una
página de la novela El siglo de las luces de Alejo Carpentier. Di
ensalada tropical, unos canelones… Es nada menos que la
mi cooperación voluntaria y entré a recorrer ese bellísimo tea-
hospitalidad centroamericana, pensé.
tro, lleno de recuerdos y de historias. Estilo arquitectónico ita-
Al otro día, San Salvador estaba en completo silencio. Uno
liano. Aquí me di cuenta que los azulejos eran como los que
de los clientes llamó a su chofer y nos llevó a un alemán y
todavía, milagrosamente, quedan en la casa de mi madre, allá
al de la tecla al Puerto de la Unión y a una playa cercana, donde
en Tapachula. Estos azulejos fueron traídos de Italia y entraron
me bañé mientras el anfitrión y los demás tomaban cervezas.
por Puerto Barrios, Guatemala y se diseminaron por Centroa-
Las playas de El Salvador son bellas, y lo pude comprobar en
mérica. Llegaron a Tapachula, porque esta ciudad perteneció
ese momento. Venía de vez en cuando una ola que me elevaba
en algún tiempo a Centroamérica. Esos azulejos entraron por
y me acercaba a la playa. Este mar me recordó, guardando las
década y décadas a nuestro terruño.
proporciones, desde luego, aquella playa de Hawai llamada
Waikikí beach en donde me había bañado hacía algunos años.
El sol estaba esplendoroso. Pensé, "tienen razón los salvado-
reños de sentirse orgullosos de su país." El Salvador lo tiene
todo, playas, montañas, zonas cafetaleras, altiplano… Des-pués, regresamos a San Salvador, nos fuimos a comer y ya enla tarde fuimos al impresionante Suchitoto que fue para nos-
otros una verdadera revelación. Suchitoto es un bello pueblocolonial, el más antiguo de este país. En la pequeña plaza esta-ban vendiendo atole agrio y pan. Fui a comprar la sabrosa
bebida y ese pan hecho a la antigua usanza. Les convidé a losamigos y después nos fuimos a tomar un rico café a una cafe-tería de los portales. Visitamos la casa de un director de cine y
fuimos a conocer la presa que está a los pies de este puebleci-to. Nos cayó la noche y fue hora de regresar a descansar al hotel.
Este día lo dediqué para ir a conocer la ciudad de Santa
Anna. Salí lo más temprano que pude en dirección de laTerminal del Norte y de ahí me enrumbé para la bella ciudad.
Abordé un camión guajolotero, me acomodé y durante todo eltrayecto estuve mirando el paisaje por la ventana. Al pocotiempo pasamos por Santa Tecla, pequeña ciudad donde la
gente dice que aquí mataron a esta mártir, y que sus reliquiasse exhiben en un nicho en el parque central. No nos detuvimosmucho tiempo en este poblado, seguimos nuestro camino "a
mata caballo". Al fin llegamos a Santa Anna, impactante ciudadque sorprende por su belleza. Me fui caminado desde la termi-nal hasta llegar a la catedral, lugar donde entré a meditar un
Donde abreva el tiempo
ROBERTO BRAVO rante su niñez fue el germen de su visión de la vida como un
lugar demasiado frágil donde acecha el peligro, los malos tra-
tos, la tristeza, las expectativas inciertas y sin esperanzas. Un
lugar donde no es posible ser sin que esto tenga funestas con-
sabel Quiñónez nació el 17 de julio de 1949 en San
secuencias, porque a donde quiera que fuese y estuviera a la
Pedro Sula, Honduras, Centro América, pero jamás
alegría inicial seguía esa desolación interior que la acompañó
I pasó por su mente no ser mexicana, para ella Hon- desde niña.
duras era como Veracruz, Chiapas o cualquier otro estado de
la República. Llegó a La Ciudad de México en 1952 con su her-
mana y su mamá, luego de que sus padres se separaron. Su
nombre completo fue María Isabel Quiñónez Castellanos. Sus
padres fueron el Sr. Miguel Ángel Quiñónez y la Sra. Marina
Castellanos, ambos hondureños. Alguna vez me dijo Isabel
que el verdadero primer apellido de su papá era Celaya o
Zelaya, pero había sido registrado como Quiñónez al ser
adoptado por una de sus tías. El Señor Quiñónez tenía una
tienda de regalos donde también vendía libros. La Señorita
Castellanos daba clases de francés o inglés (dominaba ambas
lenguas) en un colegio. Por decisión del padre de doña Ma-
rina, cuando el matrimonio se disolvió, ella y sus hijas volaron
hacia México, y se alojaron en una pensión.
Para una mujer adolorida como estaba por su ruptura,
privada de su casa (vivían las tres en un cuarto), en una ciu-
dad donde era una desconocida y no una dama de sociedad
como lo había sido en San Pedro Sula, y además, dependiente
de su padre para vivir y sostener a sus hijas, fue muy difícil
aceptar su nueva realidad. Una depresión se hizo presente
y esa temporada la vivió la niña Isabel como un infierno. La
ausencia del padre, ver y sufrir a su madre en ese estado du-
Morten Keller
El Señor Miguel Ángel escribía a la niña Isabel y más gran-
Le gustaba leer biografías de los grandes hombres y muje-
de, cuando ella aprendió a leer le mandó libros. Leer aquellos
res que han contribuido al buen desarrollo de la humanidad.
libros le proporcionó la posibilidad de otros mundos donde la
Desarrolló en ese tiempo la parte de su naturaleza que era soli-
vida y la dulzura eran posibles, además de establecer un diálo-
daria con los débiles, a estar contra las causas injustas. Su vo-
go con el padre ausente, y con ello se arropó una parte impor-
cación fue aparte de las letras, creer que el mundo podría ser
tante de su vida.
mejor, habitable para todos, los pobres, los inteligentes, los
Una vez, recién casada otra vez, doña Marina se ausentó
que se apartan de un comportamiento social "adecuado", los de
dos días con su esposo, e Isabel, al ver marcharse a su mamá,
una sensibilidad fuera de lo común como era la suya. Amaba
permaneció sentada en un sillón manteniendo los ojos fijos en
las cosas bien hechas, el arte en su expresión tanto tormen-
una lámpara de la sala. Allí la esperó hasta su regreso y nadie
tosa como delicada en todas sus manifestaciones. Creía en el
pudo moverla. ¿A qué tenía miedo Isabel? ¿Cuál era su pavor?
arte como una forma que manifiesta lo mejor que tenemos, y
Sé solamente que algunos animales lloran cuando ven a sus
hace amable la vida.
dueños alejarse, y brincan de alegría cuando los ven regresar.
Isabel Quiñónez, estudió en la Universidad Iberoameri-
Sé también que ella se sentía una niña tan sola, y su madre era
cana, ciencias y técnicas de la información, y fue una alumna
quien sostenía su contacto con la vida. Sé también que las per-
que se distinguió por sus altas calificaciones.
sonas no son iguales, y que algunas sienten más que otras y la
Cuando lo consideró necesario, espoleada por el senti-
luz de aquella lámpara le permitió no sentirse perdida, fue un
miento de sentirse gorda, inició su lucha por bajar de peso y
árbol en quien buscó protección, un antiguo totem a quien
como todo lo que se propuso en la vida, lo logró, dejó de serlo
acudió buscando refugio.
y se convirtió en una mujer atractiva, bonita para cualquiera.
A la muerte de su abuelo, el padre de Doña Marina, ésta
La belleza la heredó de su madre quien además de ser hermo-
heredó, y con esa fortuna compró una casa en Polanco, en la
sa, era distinguida y de una fuerte personalidad.
calle de Hesiodo, y dio rienda suelta a una de sus pasiones: via-
La joven Isabel, comenzó a hacer lo que las señoritas de
jar. Anduvo por todo el mundo (literalmente) con su esposo,
su edad hacían, y eso dio pie para sostener una nueva lucha
hasta que la riqueza menguó.
con su madre, quien la hostigó con los conceptos sobre mora-
Isabel, quien fue siempre una de las mejores estudiantes
lidad que ostentaban las personas de su generación, e Isabel
de las escuelas en donde estuvo, se refugió en la lectura y la
decidió salirse de su casa con una de sus amigas que le ofreció
comida y se convirtió en una niña pasada de peso, dulce e inte-
asilo en la de sus padres. A pesar de ser de impecables moda-
ligente que amaba a los gatos, a las plantas del jardín, y huía
les, se fue pronto de ese lugar, e inició su lucha por la inde-
del contacto social.
pendencia. Puso un departamento más tarde cuando empezó a
Una hora después del desayuno, pensaba lo que comería
trabajar, primero como vendedora de publicidad para una
en el almuerzo, y después de la comida imaginaba la cena. A
revista o una empresa, y después de abandonarlo desempeñó
cada rato iba al refrigerador a buscar algo y comía el día com-
otros empleos, hasta que entró como correctora de estilo al
pleto leyendo acostada en su cama.
Instituto Nacional de Antropología e Historia. Después pasó a
Doña Marina, que la quería dueña de sí misma, y no tími-
ser investigadora adjunta, luego investigadora titular A, B, y C.
da, ni pasada de peso la emprendió contra ella para componer
Cuando murió le faltaba ser solamente investigadora emérita.
las deficiencias de Isabel, quien refugiada en su mundo inter-
Cuando se enamoraron el caricaturista Carlos Dzib y ella
no se enfrentó a ella con la que fue su característica funda-
pusieron un departamento. La visión despreocupada y simpá-
mental: Una callada y tenaz resistencia a no dejar que influye-
tica de la vida que tenía Carlos le dio tranquilidad y seguridad,
ran y metieran la nariz en sus cosas y en su vida.
atenuó su visión trágica de la existencia, le hacía despertar por
las mañanas con una sonrisa por las bromas del artista que la
los organizadores de un encuentro de escritores. Caminaba,
hacían reír cuando daba un sesgo amable y hacía chistes de los
como siempre lo hizo, abstraída, viendo el piso, o la punta de
problemas que se les presentaban.
sus zapatos, mientras Leticia le hablaba. Me pareció muy bella
Durante ese tiempo formó parte del grupo de poetas que
y pregunté a quien estaba conmigo que quién era. Me dijeron
hicieron las revistas El Oso Hormiguero y El Ciervo Herido
su nombre, y también que era pareja de Carlos. Cuando me
(1976-1978), y publicó Extracción de la piedra de la locura
enteré del deceso de Dzib, tres o seis meses después, procuré
(1979). Asiste a los talleres literarios de los poetas Carlos
un encuentro con ella, y la invité, yo trabajaba en el INBA y
Illescas y Juan Bañuelos, y sale Alguien maúlla (1984), dedica-
colaboraba en la elaboración de las listas de participantes a los
do a Carlos. Elabora también una antología de Literatura Co-
encuentros de escritores. No es necesario aclarar que en su
lonial y hace un curso de literatura oral en la Universidad de
caso no se trataba de ningún favoritismo, ella fue siempre rea-
Filadelfia en Estados Unidos.
cia a participar en esos eventos. Nos encontramos en Puebla, y
Primero el divorcio la separó de su padre, después, la
la invité a salir, lo hicimos dos veces en esa ciudad, y un mes
muerte le quitó a Carlos (1985). Una enfermedad crónica hizo
después, a llamado mío, me citó a tomar café y a la presenta-
detener su corazón. Isabel sabía que iba a ocurrir desde un año
ción de un Libro de José Joaquín Blanco, a quien ella admira-
ba. Se tardó demasiado platicando con José Joaquín después
Los poemas que siguieron a la muerte de Dzib los reunió
de la lectura, que, cuando volvió conmigo los posibles cafés a
en Esa forma de irnos alejando (1989). Si puede afirmarse esto
donde podíamos ir estarían cerrados. Me sonrío apenada dis-
de la obra tan pareja de Isabel, diremos que la pena por la
culpándose, y me preguntó:
muerte de su amado Carlos, lleva su poesía a un nivel superior
–A dónde vamos, los café deben estar cerrados.
de humanidad. Delicadeza, reticencia, reposo, intensidad e inte-
En el que estábamos ponían las sillas sobre las mesas.
ligencia penetran el significado secreto del sufrimiento:
–A mi casa, está cerca de aquí. Podemos tomarnos un
vaso de vino.
Contraria a mis expectativas aceptó. Y nos fuimos.
Buena es la muerte
Esa noche platicamos de música oyendo discos y de poe-
sía leyendo poemas, con el vino que aflojó nuestras lenguas, y
la emoción de ella, a momentos, por la tristeza. A las tres de la
mañana yo no podía más y le dije que iría a mi recámara a des-
Ilumina apacible,
cansar. Ella me pidió quedarse, seguir escuchando música, leer
de mis libros y beber más vino. Que estaba en su casa le seña-
lé y me fui a acostar.
La sala del departamento tenía un ventanal grande que
es obra de la vida.
daba a los cerros del Ajusco, junto a él, había un sofá. Hincada
en el mueble, viendo el amanecer tras los montes, escuchando
Carlos e Isabel no se casaron ni tuvieron hijos. Dzib, quien
las Harmonías poéticas y religiosas de Liszt, y escribiendo en
había contraído nupcias antes de conocerla, no pudo obtener
una hoja suelta que apoyaba sobre un libro, la encontré des-
el divorcio a pesar de los años que vivieron juntos.
pués de despertar. No la interrumpí, estaba terminando un
Conocí a Isabel dos años antes de la desaparición de
poema, el penúltimo de Esa forma de irnos alejando. Cuando
Carlos, andaba con su amiga Leticia Hülsz por los jardines
se dio cuenta que estaba atrás de ella, sonrío y me pidió per-
de un hotel de Cuautla, Morelos, donde nos habían hospedado
miso de pasarlo a máquina:
En la delgada claridad ascienden las raíces, y son
También la densidad de las raíces puntea desde
hoja entre hoja aguardan a los pájaros;
y en su forma busca y se adelanta, como una nube
así despiertan: no cansadas de ser vasos colmados de
opaca hacia la noche;
sin luna, sin luces, espera un resplandor que se alce en
materia, y contemplan.
la mitad del cielo.
Violáceo el cielo que se abre. No hay dolor ahora que
Nada se oye todavía cuando la media luna se le ofrece,
las nubes trazan cantos de geranio;
con una claridad que apenas se aleja de sí misma.
con esa melodía los árboles se inclinan, se
Las raíces buscan en los cerros, no razones del peso
desprenden en pájaros, son alas;
que sostienen, sino alimento;
las palabras amanecen humildes, en sus cuerpos; se
comen de su lento hundirse, de estar con grietas y
barrancos, bajan por pendientes de sombra.
alegran, abren en paz a su tristeza.
Y hay un canto de gallo que aligera ese enterramiento.
El horizonte azul y verde se distiende. El sol es la tierra
Nada se oye, y sin embargo, el aire es una música en
que vuelve hacia sí misma;
y las raíces amanecen porque son fruto,
un contemplar los troncos que se alzan, una quietud
naranjas ya cuando eran ciegas y obsesivas en la
¿Qué es luz sino el sonido, una suavidad para las nubes?
dulce esplendor nacen, pudriendo, su semilla
Alberto Calzada
¿Qué no habrá jugado
ba: ¿Qué de niño no jugó a
ña Ernestina Ascensio Ro-
de niño al médico
sario, que había fallecido
y los soldaditos?
Hoy no hace falta el se-
de "una gastritis crónica no
Son tantas las ocasiones en
guidor de Freud para estable-
atendida", cuando las prue-
que Felipe Calderón se ha ha-
cer el diagnóstico.
bas indicaban que había su-
bilitado de médico y de solda-
Primero apareció FC de
frido una violación tumultua-
dito, que lo menos que cabe
ria por presuntos elementos
militar con un traje sobrado
esperar es que de niño no ha-
del ejército. Los miembros del
y un quepí que le bailaba en
ya jugado al doctor y que tam-
gabinete y hasta el Ombuds-
el cráneo y más tarde vistió
poco le hayan permitido jugar
man federal, José Luis Sobe-
a sus hijos de soldaditos, tal
ranes, avalaron el diagnóstico,
a los soldaditos.
vez para que no sufrieran el
que ni el Doctor House habría
En el 68, una caricatura
mismo trauma que hoy aque-
hecho a distancia.
genial de Abel Quezada, con
ja al padre.
Luego en Nueva York el
motivo de los crímenes de
Pero luego comenzó a
mismo Felipe del Sagrado
lesa humanidad que cometió
hacer sus prácticas clínicas Corazón de Jesús, aseguró el
Gustavo Díaz Ordaz, presen-
y diagnosticó, antes de que
25 de septiembre del año
taba a éste en el diván del psi-
los médicos forenses expli-
pasado que la gripe económi-
coanalista en el momento en
caran qué había causado la
ca de Estados Unidos no pro-
que este último le pregunta-
muerte de la señora oaxaque-
vocaría pulmonía en México.
Perla Estrada
Antes, mucho antes, el 20 de abril
(¡Aunque con esos diagnósticos…!) ya
dirigentes procede de él, ni siquiera del
de 2007 aventuró –según despacho de
tendría su propio hospital y México un
campo o de la aldea: son de la clase
Notimex– que la diabetes y las enferme-
buen presidente que no habría sido él.
media alta, y sus intereses y experiencias
dades cardiovasculares, pueden evitarse
En Estados Unidos se acusó a los
están confinados dentro de las paredes
con la práctica de los deportes, como
críticos de cine de haber provocado que
de la oficina o la penumbra de la iglesia.
si no se supiera que verdaderos atletas
Ronald Reagan se lanzara a la política.
No conocen más aire libre que el vaho
han muerto de infarto o han sufrido de
Si no hubieran insistido en que era un
que despiden las calles asfaltadas de las
pésimo actor, no habría buscado en la
grandes ciudades. Son los que el porfiris-
El 31 de enero de este 2009, en Da-
política un mecanismo de compensación
mo llamaba personas decentes, lo cual
vos, Suiza, tuvo que recular y aceptar
y el mundo se habría librado de un
quería decir, en la forma, una reminiscen-
que "a México le puede dar neumonía
gobernante con una enfermedad dege-
cia muy lejana del vestir inglés y en el
(pulmonía)", el mismo día que dicen que
nerativa del cerebro.
fondo una mentalidad señoritinga".
dijo el católico recalcitrante que "gober-
Fue escrito hace 63 años, en 1946
nar es el infierno".
Lo malo de no leer.
por Daniel Cossío Villegas, economista,
El 13 de febrero de este año, Excél-
¿Quién creen que escribió lo siguiente?
filósofo y abogado, historiador, hom-
sior informó que Calderón había persis-
"Con las derechas en el poder, la
bre de letras, en un ensayo que podría
tido en sus analogías médicas al señalar
mano velluda y macilenta de la Iglesia se
ser actual hasta en el título: "La crisis
que "un infarto a la economía estaduni-
exhibiría desnuda, con toda su codicia
de México". Pero por no leer a este sin-
dense impide una buena irrigación san-
de mando, con ése su incurable oscu-
gular profeta intelectual, se empezó por
guínea hacia México".
rantismo para ver los problemas del país
dar "el voto útil" y se terminó entregan-
Y en nueva faceta de arúspice meti-
y de sus hombres reales. La Iglesia per-
do a meteorólogo, aseguró después que
do el poder a un partido que "se desplo-
seguiría a los liberales, los echaría de
al finalizar el verano –luego de las elec-
maría al hacerse gobierno".
sus puestos, de sus cátedras; les negaría
ciones, desde luego ("Voten por mi pro-
Si hasta Servitje se ha dado cuen-
la educación a sus hijos; los liberales,
yecto")– ya habrá terminado la crisis.
en suma, pronto serían víctimas de un
ta de que Calderón va a terminar su perio-
¡Cuánta sabiduría de médico frus-
ostracismo general…"
do de gobierno antes de lo previsto…
trado se desperdició, nomás porque no
"…me parece claro que Acción
lo dejaron ser médico!
Nacional cuenta con tres fuentes únicas,
a la memoria y el olvido?
Si lo hubieran aunque poderosísimas de sustentación:
Dicen los que creen que saben, que los
dejado ser médico.
la Iglesia Católica, la nueva plutocracia y
estropicios y el caos vial que está cau-
Si a Felipe Calderón lo hubieran dejado
el desprestigio de los regímenes… Acción
sando en el DF Marcelo Ebrard con sus
ser médico, el mundo se habría benefi-
Nacional se desplomaría al hacerse
obras viales: hoyos por aquí, calles
ciado con un gran clínico y el país habría
gobierno. ¿Tendría, llegado ese momen-
cerradas por allá, colonias prácticamen-
gozado de una ventaja histórica: ningún
to, algo más para vivir por sí misma y
te sitiadas como la Escandón y la
médico aspirante se ha convertido en
guiar al país? No cuenta ahora ni con
Condesa (¡y eso que en ella vive el Jefe de
Presidente de la República, salvo el ca-
principios ni con hombres y, en conse-
Gobierno!), obedece a una estrategia
so de Valentín Gómez Farías, aunque eso
cuencia, no podría improvisar ni los
política que espera le dé resultados posi-
fue en el siglo XIX; en el XX los que lo
unos ni los otros…"
tivos en sus aspiraciones presidenciales.
"¿Y quiénes son los hombres de
Ahora todo mundo truena contra
A lo mejor hubiera podido progre-
Acción Nacional? No tienen sex appeal
él porque cierra el Circuito Interior, las
sar en la medicina y con buena suerte
para el pueblo mexicano: ninguno de sus
laterales del mismo, no deja pasar por
aquí ni por allá a los automóviles par-
la trampa labial esconde virus de la gripe,
regalito sindical para los profes, los ni-
ticulares, taxis, microbuses, camiones de
bacilos de la tuberculosis, bacterias, her-
ños tendrán que quedarse en casa, por-
pasajeros, combies, levanta el asfalto
pes y gérmenes variaditos que pueden
que ni los papis tendrán más recur-
de una avenida, reduce carriles, impide
conducir a la discapacidad o a la muerte.
sos para pasearlos ni siquiera el tiempo
llegar a citas, dificulta la entrada al tra-
Todavía no han enjuiciado a Marcelo
libre, ya que las dos semanas de vacar
bajo y en fin provoca que contra él y su
Ebrard por su atrevimiento del sábado
son sólo para los escolares.
progenitora se lancen ajos y cebollas.
14 de febrero, al invitar a toda la gente a
¿Qué hacer con esos niños, para que
Pero apenas es el 2009. Para el 2010
besuquearse en público de la gente y en
no se la pasen alelados ante la tele o bien
estará arreglado y concretado el Circuito
función de permanencia voluntaria, pero
obnubilados por los video-juegos?
Bicentenario, los puentes estarán funcio-
bien podrían acusarlo de genocidio, si es
El Taller Abrapalabra ofrece desde
nando, los túneles (o "deprimidos") da-
que de ese encuentro bucal se desprende
hace varios años la posibilidad de brin-
rán su mejor servicio, los Metrobuses
una pandemia zocalera que sea letal pa-
darles diversión que educa y entreteni-
habrán mejorado, la miel correrá sobre
ra los más débiles practicantes del beso.
miento que informa en un curso ayurvé-
hojuelas y ya nadie recordará estos ma-
A ver si un día la mochería del PAN se
dico de seis días, lunes a sábado, en el
los momentos, al igual que ahora todos
pone a investigar cuántas enfermedades
que se les proporcionan dos horas de
aprovechan el segundo piso del Periférico
contagiosas trasmite el hecho de besarle
atención al intelecto, dos dedicadas a la
y ya olvidaron los anatemas contra López
la mano al cura o el anillo al Papa. Y a ver
actividad corporal y otras dos a las artes
Obrador y aún las profecías en el sentido
si luego difunden los resultados.
manuales, con lo que se cubre el propósi-
de que no iban a servir de nada y en más
De otra manera será apreciable que
to de cubrir los campos de la mente, del
que pronto se iban a caer.
lo único que no quieres es que la gente
cuerpo y del espíritu.
Y para el 2011, cuando ya se piense
se dé uno de esos besos indecentes que
Habrá, por lo tanto clases de le-
en "la grande", Marcelo estará bien "posi-
llegan hasta la campanilla. Los otros, res-
tras, ciencia, artes, cine, música, compu-
cionado" y ya la gente habrá olvidado los
petuosos y sumisos, que no sean de
tación, pero también de gimnasia, artes
desbarajustes en la circulación que hoy
boca a boca, serán bienvenidos, pues al
marciales, teatro, danza de cuadrillas
no haber intercambio de fluidos (sali-
y pintura, dibujo, escultura, caricaturas,
va) no habrá riesgo de contagio (ni posi-
origami, manualidades y serán imparti-
bilidades de emoción).
das por maestros reconocidos en su área.
¿Qué se traen contra el beso?
De los besos más abajo (cunnilin-
El cupo está limitado a 16 alumnos y
Primero fue el abad de Guanajuato… no,
güis o fellatio), ni hablar. Esos no son
por lo tanto hay que reservar con antici-
parece que se trata del presidente muni-
besos, son manifestaciones de satánica
pación, ya que aunque parece lejana la
cipal, un tal Romero Hicks, hermano del
concupiscencia, de los que no es pru-
fecha (del 13 al 18 de abril), es mejor ase-
muy culto y científico director de Co-
dente hablar en público de la gente. Si
gurar el lugar para el niño o los niños,
nacyt… bueno, ese presunto alcalde, pro-
los de boca a boca pueden conducir a la
pues si se inscriben de dos en dos
puso que se castigara a los besucones
cárcel, al hospital o al cementerio, los
(hermanos, amigos, vecinos, compañe-
que se anduvieran chupando el alma en
otros llevan directamente al infierno.
ros), hay un descuento muy importante
de 2 por 1 y medio.
Luego, el Marqués de Horcaci-
Cursos de Pascua
Informes a los teléfonos 5553-2525
tas, que dirige a los vasallos del Seguro
Ya viene la Semana Santa.
y 5522-0992, celulares: 04455-1699-8085
Social, mandó publicar un nuevo edicto
Y luego la semana de Pascua.
y 04455-1700-7273 o a los correos elec-
por el cual se advierte a la población
En la primera, los padres que estén
trónicos: [email protected]
súbdita que el hecho de besarse en la
a salvo de la crisis, tal vez lleven a sus
o bien [email protected]
boca puede traer maldición eterna, pues
hijos de vacaciones, pero la posterior,
Página web: www.abrapalabraha.com
MARCO AURELIO CARBALLO lo que te fusilas ¿qué tanto incurres en el plagio? También ¿qué
tanto gana el acreditado porque aumentan sus puntos acadé-
micos? ¿Cuáles se consideran casos de intertextualidad?
Para Luisito Carreño,
¿Quiénes son y cómo operan los rastreadores de falsifica-
a quien ya le develaron un busto, je je.
ciones en Internet? Tema vastísimo. Yo hubiera querido infor-
mación para lanzar por Internet la propuesta a Bryce.
Por quién dobla la campanilla
Por tu artículo, René, me entero de que han sido acusa-
u artículo sobre el plagio, estimado René Avilés
dos de plagio desde Reyes hasta Fuentes, pasando por el lobo
Fabila, me pareció un recuento minucioso de lo
mayor Paz. Pero qué necesidad. Ahora bien, sé distinguir un
T sucedido en esa materia. Terminé de leer la nota texto de Bryce de uno de Vargas Llosa, por citar a dos paisa-
sobre la multa a Alfredo Bryce Echenique, por haberle plagia-
nos entre sí. Con el primero me deleito, con el segundo pien-
do dieciséis textos a quince colegas, y sentí en las sienes el
so. Lo cual, como lector, me hizo decidir que no perdería el
repique de la campanilla. Me refiero a la campanilla de los
tiempo leyéndole al primero de ellos ningún plagio. Pero ¿qué
boxeadores que al escucharla saltan del banquillo, sin darse
hago con mis otros autores favoritos? Si desde el principio me
tiempo a pensar en calidad de qué volverán a su esquina cuan-
desagrada el texto, ¿debo sospechar un plagio? ¿No suponer
do doblen de nuevo.
ya que tuvo mala tarde como los toreros? Odio el sospecho-
De golpe se me ocurrió aporrear el teclado cuyo remate
sería un exhorto al admirado maestro para que me plagie. Detal manera que un juez deposite en mi tarjeta de débito 3, 530
El guarura está furioso
dolarucos. Cuando dividí 56,500 dólares entre quince repa-
El libro ahí va a pesar de que su autor está como embrujado o
ré en que a uno de ellos le tocaría el doble. ¿Quién será ese
maldito, querido maestro. Algunos cuates me han hablado
cuate? Humillado por los tabuladores, pensé también, que po-
para preguntarme dónde comprarlo. En la Gandhi, de Miguel
drían plagiarme buen número de ocasiones a mitad de precio.
Ángel y Quevedo, en el estante de Comunicación, sin haber
¿Procederá? ¿No recibiré una segunda humillación, ahora del
pasado por la mesa de novedades. Es que se llama Morir de
juez? La multa ¿es multa o es indemnización?
periodismo (Axial). A tres metros de los baños y de espaldas, es
Pospuse el tecleo del texto en espera de una entrevista
decir, puedes ubicarlo en ese rubro al salir del baño. La libre-
con declaraciones del autor de La vida exagerada de Martín
ría que frecuento. Ya te imaginarás lo que significó para mí
Romaña, y del juez y del autor de los dos artículos. En el colmo
buscarlo con el disimulo del autor pudibundo.
de la ilusión esperaba opiniones de autores, editores y exper-
Otros ya lo leyeron. No comían y casi no dormían has-
tos en derechos de autor. Sé apenas lo elemental. Si acreditas
ta terminarlo, como Alberto Carbot, nuestro director en Gen-
tesur. Raúl Torres Barrón lo había leído en tres días, dijo, pero
rura debe irle mal porque cuando les digo a mis hijos cuánto
luego aclaró que en una semana. A Guillermo Esquinca Ba-
gano como articulista no saben si reír o llorar.
llinas le gustó más la segunda parte (?). Algunos lo disfrutaron
Un colega preguntó dónde compraba mi libro porque iba
y otros están molestos. Pedro Valtierra lo ha comprado y obse-
a regalárselo a un doctor en letras. Le dije dónde y le di las
quiado. Pero BP, dijo Pedro, está molesta y amagó con propi-
señas. Quince días después encontré al colega por casuali-
narme de bastonazos donde me encuentre.
dad en una cafetería. Aún no lo compraba, dijo. El doctor debe
El guarura del director también está furioso, me escribió
estar dándole gracias a sus diosas porque podría ser como José
Carlitos Reinaldos, y va a demandarme. Le contesté que tres
Emilio Pacheco y como otros muchos. Pacheco declaró que no
despachos de abogados podrían defenderme. Ese personaje,
le gusta que le sugieran lecturas. Sin embargo el entrevistador
contó Carlitos, perdió una pierna en una batalla a tiros y ahora
no ahondó en ese punto. Bueno ni en ése ni en otros.
es periodista. Escribe de "justicia". Como colegas, le contesté
¿Tú eres así? Yo también. Vamos por esta dimensión
a Carlitos, él y yo podemos llegar a un acuerdo. Algo así co-
encontrando y hallando a nuestros autores. Uno te lleva a otro.
mo el acuerdo entre Joyce y Hemingway, ¿recuerdas? Joyce le
Las reseñas también, no tanto la crítica. Por eso nunca reco-
enseñó a escribir a Hemingway y éste al otro a boxear. Si el ex
miendo nada. Sólo si me preguntan y con insistencia. He des-
guarura me enseña a tirar con pistola yo le pasaría unos trucos
cubierto cuando menos a un autor, al inglés-pakistaní Hanif
sobre el oficio periodístico. Claro, quién sabe cómo me vaya a
Kureishi, entre los libros regalados por ti. Le he leído todo en
mí en un duelo, de los muchos pendientes. Podría perder un
español. En uno de sus libros, Mi oído en su corazón (Alfa-
brazo y convertirme en el Cervantes II. No escribo "sin falsas
guara), Hanif cuenta cómo veía tecleando a su padre, mañana,
modestias" porque nadie quiere ser un segundón. Al ex gua-
tarde y moda. Jamás tuvo éxito como escritor. Ni siquiera lepublicaron, parece. Es como sin duda me ven mis hijos a mí.
Pero ellos no quieren ejercer esa especie de venganza contra eldestino como lo hizo Kureishi. ¿Tú me diste el primer libro deJohn Fante o lo descubrí yo? He leído los ocho publicados en
Salvo excepciones, me ha ido de maravilla con los estu-
diantes. Compran veinte, treinta ejemplares de mi libro, voy a
su escuela y me someto a las preguntas. Por ingenuos (ellos),siento ganas de quedarme tres días y platicarles todo, perotodo. Para evitarles lo que pasamos tú y yo, o cuando menos
sepan a qué atenerse. Son nada mamones, aunque luego aestos los encuentres fuera de la escuela. ¿En qué momento semetamorfosean? ¿De qué charco saltarán? ¿De las universida-
Odio a las conferencias
Eso hago ahora, maestrazo Arnulfo Rubio, reporteo la vida.
Pinche vida. La compu señala que he bajado el PDF del Expresode oriente, tu revista, y ¡no lo hallo! Lo bajo pero quién sabe
adónde. Le preguntaré a mis hijos con la humildad que corres-ponde a la soberbia de ese par de guerrilleros de 16 y 18 años.
Lo haré cuando regrese al DF.
Adolfo Mexiac
Estoy en Tapachula invitado a dar una conferencia. Asis-
cada dos años. ¿Cómo dosificar la edición de tus libros si tie-
tieron tres adultos y como cincuenta acarreados preparatoria-
nes ochenta años de edad? Importa escribir. Un adicto suyo le
nos desmadrosos. Los bien desayunados porque otros durmieron
leería cien novelas en dos años a dos horas diarias.
la siesta del perrito, la de entre el desayuno y la comida, como
Coneculta-Chiapas editó mil ejemplares de SCS. De rega-
si fueran unos curulecos, diputados omisos. La capacidad del
lías recibes cuatrocientos setenta y cinco ejemplares. Te retie-
auditorio es como para trescientas cincuenta personas. Tú eres
nen veinticinco para promoción. El Consejo se queda con la
de secundaria, le dije a una chicuela como de un metro diez
mitad y veinticinco más para promoción.
centímetros, caquéctica, aunque de ojos verdes. No, dijo ella,
(www.conecultachiapas.gob.mx). Necesitaría hacer ocho
soy de prepa. Entre los adultos estaba una señora desconoci-
da y una prima mía, la Chachis.
Ya tienes tu dotación, dijo Petunia. Ahora ¿qué? Podría
Esa prima estaba ahí por su esposo, el maestro de cere-
ofrecerlos en Gandhi, pero es un lío. Hace años acompañé al ex
monias y catedrático Guillermo López Ríos. Así que pedí abrir
combatiente Enrique Maldonado. Le aceptaron la novela Entre
la sesión. Había llevado ejemplares de Morir de periodismo
el amor y la guerra. Sus experiencias en la segunda guerra mun-
(Axial), mi séptimo mamotreto, en una maleta con rueditas. Los
dial y su paso por Japón donde le abrieron la barriga a lo ancho
organizadores iban a ponerlos a la venta. Aparte de mi primo
con un corte fino de bayoneta. Agotó el libro. Quiso cobrar. No
no había ningún representante de la Universidad. Le pedí que
tenía facturas.
me disculpara porque yo de ahí saldría pitando hacia el aero-
¡El Metro! Antes escribiría media cuartilla para aprendér-
puerto. Pude haber vendido la maleta, sin duda porque está fla-
mela de memoria y ejercitar el tono cadencioso del vendedor
mante, pero ningún libro.
ambulante. No tengo alma de mercachifle. Puedo estar culia-
La disculpa era con los otros conferenciantes, un sociólo-
tornillado horas escribiendo gratis, pero vender es como ir a
go, un antropólogo y una señora de apellido alemán, Kobe. El
dar a uno de los círculos del infierno.
tema para mí fue el de "Identidad, periodismo, literatura y el
El primer ejemplar de SCS se lo regalé al administrador
Soconusco". A los chamacos iba a importarles un diputado si
del Gran Hotel Humberto. Dos a los simpáticos y diligentes
yo me quedaba o no. De reojo vi a los compañeros de me-
empleados de la Cafetería Avenida. Diez a los talleristas. Uno
sa como deprimidos por el auditorio de caballada tan flaca.
a Édgar Miranda, todólogo del Coneculta-Chiapas. Él va por
Desde luego al leer mis diez cuartillas lo hice como un profe-
mí al aeropuerto y me lleva de regreso. Quise obsequiarle
sional. Espero haber despertado vocaciones aletargadas para
uno al empleado de la línea aérea, pero lo vi jetón porque
que se inclinen por la escritura. Aunque nuestros respectivos
yo intentaba abrir con las manos el paquete flejado con
casos, a manera de ejemplos, podrían más bien invitar a que
la ominosa cinta canela, para sacar cuatro ejemplares y dar
nadie tome ese incierto y sinuoso camino en penumbras y
sembrado de trampas. Te agrego a mi costal, maestro Rubio,
Nunca eché una botella con nada escrito a ningún mar.
por mera intuición no porque estés llegando a estas alturas de
Estaba esperando Internet, creo. Pero llegó y me pescó abstraí-
la fiesta al estado escéptico en el cual a veces caigo. Aunque los
do tecleando mamotreto tras mamotreto y crónica tras cróni-
lingotazos de vodka, o de ginebra en tu caso, nos levanten
ca. Cuando mi agente, Petunia, se dio cuenta de que no vendía
nomás el ánimo, je je.
nada y si vendía no cobraba, renunció y buscó chamba. Los
dos niños aceptaron dichosos vender mis libros en las presen-
Alma de mercachifle
taciones a cambio de la comisión del diez por ciento. Gracias a
Al volver al DF de mi Taller de Narrativa en Tuxtla Gutiérrez (TG)
ese entrenamiento de hace diez años ahora quieren ser todo
traje ejemplares de Soconusquenses. Crónicas y semblanzas
menos reporteros o narradores.
(SCS). Años sin publicar y de pronto, ¡zas!, dos mamotretos. Situviera agente me dirían como a Charles Fountain, publica
muy endina, me mira de soslayo y me lanza una sonrisa pícara y sensual. Usted, lectora insumisa, comprenderá que ante eseespectáculo, ante las bebidas lascivas y ante aquella mujer, nome queda más que salir de los fríos y entrar a la etapa bella delcalor interno. Afuera, a pesar del frío ya comentado, una colum-na de campesinos marchaba elevando su voz de protesta y de iray de enojo ante la grave situación en la que los tienen sumidoslos gobernantes pripanistas, y en especial dominaban las mantas
CARLOS BRACHO en donde se plasmaba ese enojo ancestral, unas decían: "Muera
el mal gobierno", otra rezaba: "Gobierno fascista y represor", la
de más allá: "¡Basta de aumentos al agua, a la luz y a los alimen-tos", y otra: "Zapata vive, Zapata nos va a vengar!. María, de
uestro ínclito y nunca bien ponderado colaborador,
reojo, miraba esas expresiones plasmadas en las telas. Observé
el maestro Carlos Bracho, envía a este siete veces
que una pequeña lágrima salía de cada uno de sus bellos ojos
H. Consejo Editorial, un escrito que a nosotros, lec-
–ojos de color capulín– , con discreción sacó su pañuelo y limpió
tores consumados que somos, nos ha parecido que es un docu-
su rostro, volteó a verme y le lancé una mirada de amor y de soli-
mento que bien vale la pena leerlo, no una vez, sino tres o más
daridad. Sí, qué podemos hacer los hombres y las mujeres de a
veces, de veras, vale la pena. Nuestras amables y dicharache-
tierra, los que no estamos en los círculos dorados de la burocra-
ras lectoras sabrán apreciar, desde luego mejor que nosotros, el
cia, qué podemos hacer los que no estamos encaramados en las
contenido de este Tranco. Léanlo:
curules que detentan los cínicos y desvergonzados políticos
Hacía un frío de los mil demonios. El aire, repartido en ráfa-
mexicas, que han destruido en las últimas décadas todo el idea-
gas pequeñas, se incrustaba a través de la ropa y eran dagas que
rio de Morelos, de Juárez, y por supuesto del espíritu de la
herían la piel y provocaban espasmos violentos. Luego el viento
Constitución del 17… qué puede hacer el obrero que no tiene
levantaba un fino polvo que también molestaba mis ojos, a pesar
trabajo, ante la ola de aumentos a la canasta básica, qué puede
de los lentes que usaba. El sol estaba allá arriba, sí, pero las
hacer el indígena que es víctima de los terratenientes pripanistas
nubes maloras tapaban la mayoría de sus rayos. El resultado era
y de los soldados y de los policías, qué puede hacer el ama de
que el cuerpo se congelaba; apresuré mi caminar y tomé la direc-
casa que recibe del esposo un miserable salario mínimo, qué
ción correcta. Sí, le acertó al blanco, estimada y bella y bailadora
puede hacer el estudiante que apenas tiene para comer frijoles y
amiga, entré apresurado a Mi Oficina y María –bella mujer nativa
café, qué puede hacer el familiar el minero que ha sucumbido en
de Xochimilco y con unos ojos más que pispiretos y cuyas pier-
las minas explotadas por los favorecidos del sistema capitalista,
nas son dos columnas que claman por las caricias vespertinas y
qué puede hacer el maestro ante la miseria que lo rodea y ante el
de un espíritu jocoso y libertario– puso en mi mesa que mira a la
despotismo y ante los planes "modernizadores" de las vázquez-
calle, una ringlera de tequilas, del blanco, del que raspa, del que
motas. María me puso luego un molcajete con aguacate, con
sabe todavía al tequila que en mis años mozos bebí en Arenal
unos chiles verdes y con unas rajitas de queso de Cotija, al lado,
y en Tequila, Jal. El primer caballito –doble que tomé, me cayó
envueltas en una servilleta, había unas tortillas de maíz morado.
como agua al matorral del desierto de Atacama. Al segundo la
María me miró complacida. Yo le hablé y le dije que hoy en la
chamarra de cuero salió volando por los aires y la camisa era
noche, a las doce, pasaría por ella, que la noche fría requiere de
la prenda más adecuada para aguantar el fuego de la bebida.
cuerpos calientes para que el desasosiego no los acabe, para que
Luego la muy coqueta de María –cada vez que a mi mesa se
las pieles sigan vivas, para que los ojos bailen de gusto, para
acerca, por cualquier motivo, para limpiar, para poner los plati-
que las manos no se entumezcan, para que las piernas se mue-
llos, para reponer servilletas– se agacha tanto que su escote libi-
van al ritmo de las danzas de Quetzácoatl, para que las bocas
dinoso deja ver el par de paricutines en plena explosión, ella, la
cumplan el ciclo del amor y del canto dionisiaco. María movió un
poco su cabeza en señal de aceptación a la propuesta maquiavé-
puesta para estos luchadores de siglos será la cárcel, será la
lica que este ser desvalido –yo– le hacía. Sí, esa noche pasaría por
metralla de la soldadesca, será el repudio de la gente bien, será
ella, esa noche me olvidaría de las represiones calderonistas, esa
la respuesta de siempre; olvido, marginación, pobreza, mazmo-
noche María y yo nos olvidaríamos de las viudas de los mineros
rras… ¿Hasta cuándo el pueblo, el otro pueblo, el que permanece
muertos bajo toneladas de oscura y fría tierra, esa noche nos olvi-
indolente y apático, pero que por igual es atacado y vejado deja-
daríamos de los montieles, de los bribiescas, de las sahagunes, de
rá la indolencia? ¿Hasta cuándo dirá ¡Ya basta! no lo sé? Pero el
los jueces de la suprema, de los poderosos, de la clase gozadora
señor que despacha en Los Pinos, por mientras, gastando, viajan-
del poder omnímodo; esa noche María y yo viajaríamos por los
do con su señora esposa, divirtiéndose de lo lindo en las tardes de
caminos más recorridos del mundo, los caminos de la piel,
Toros, con los funcionarios panistas ganando sueldos millonarios,
los caminos hechos por los pasos de los dedos, los caminos
con los priistas haciéndoles el caldo gordo, con ambos partidos
hechos por las lenguas voraces, los caminos hechos por el cami-
–PRI–PAN– partiendo al pueblo. Ah, cómo añoro que llegue la noche
nar de las caricias cotidianas, los caminos hechos por los hombre
para decirle a María que ella es el contento de la raza, que muchas
y por las mujeres libres. Cuando salí de Mi Oficina, los campesi-
Marías son necesarias para paliar los golpes del salvaje capitalis-
nos permanecían en la calle frente al obsceno Palacio de Covián.
mo, que necesitamos a Genaro, a Ho, a Che, a Lucio.
Las caras, las tristes caras, las caras llenas de angustia, plenas de
Afuera, mientras camino con María rumbo a su casa, la
rabia ancestral miraban a la nada. Sí, la nada será la respuesta a
noche está más negra que nunca y el frío pega más que otras
las demandas de estos hombres y de estas mujeres que sólo tie-
veces. Afuera, que conste, en los pueblos, en los ranchos, en
nen un pedazo de tierra para tratar de vivir la vida. La respuesta
las minas, en las playas crece el descontento, crece el malestar,
será negativa, la respuesta será una carga de granaderos, o una
crece la ira… Vale. Abur.
paliza de los policías encargados de mantener el orden estableci-do: los privilegios de la clase en el poder son intocables. La res-
Carlos Bracho
La transmisión cultural que los medios realizan cada día,
y la apropiación de símbolos tomados de la cultura popular noson negativas por sí mismas, el problema resulta cuando seomiten elementos esenciales como el contexto, y desvirtúan laconcepción original.
Las ilusiones económicas de los empresarios han trans-
formado la cultura, al someterla y amenazar los usos y cos-tumbres populares, bajo el enfoque primordial de una pasión
RICARDO PALACIOS ROJAS por la ganancia. Las tradiciones del pueblo les interesan por
cuestiones económicas. Explotar las tradiciones en las indus-trias culturales es un gran negocio, pero la trasgresión que
a cultura de cada sociedad es fundamental para la
los medios hacen de la cultura afecta la identidad de los pue-
construcción de sus valores y visión del mundo.
blos y propicia así la conformación de una sociedad más frag-
L Las distintas formas de esparcimiento, los usos y mentada entre sí.
prácticas dentro de una sociedad dan parte de un sentido ori-
Hoy en día, los medios masivos son de gran utilidad. Nos
ginal y muy especial; hacen ver diferente a cada pueblo con
proporcionan información que ocurre en otras partes del mun-
respecto de los demás.
do, que de otra forma no podríamos conocer. Nos llevan a
Las formas simbólicas y los rituales que realizan las dife-
lugares en los cuales nunca podríamos estar, por medio de
rentes culturas pasan de generación en generación y forman
imágenes o descripciones escritas.
un lazo invisible pero firme. Se expresan en las tradiciones,
No obstante, repensar las formas en cómo puedan inte-
formas sociales y hábitos; inclusive en el ejercicio de la prácti-
grarse las industrias culturales y la cultura popular, sin afec-
ca de la política y en las formas de persuasión de la gente para
tar los intereses de la sociedad, es problema de todos, y es
necesario que nuestros gobernantes tomen en cuenta este
El desarrollo del capitalismo ha llevado a mercantilizar la
problema, pues va en juego nuestra identidad como una cul-
cultura, al reproducir de manera industrial, por ejemplo, las
tura especial y diferente del resto del mundo.
artesanías, que ahora se fabrican mediante procesos indus-triales, desplazando así las formas originales de elaboración,que en su mayoría provenían directamente de las manos de losartesanos, obligándolos a separarse del oficio que han adqui-rido de generación en generación.
En la mayoría de los medios masivos, la cultura mediáti-
ca utiliza algunos símbolos y absorbe elementos de la culturapopular para hacer espectáculos, historias, reportajes, novelas,películas, etcétera. Estas formas de expresión son inseparablespara los medios, debido, entre otras cosas, a su rentabilidad.
En contraparte, se importan símbolos del extranjero, que conel tiempo se integran como parte de la cultura, y transformangradualmente la sociedad en su raíz.
Los medios masivos son muy penetrantes. Se han conver-
tido en un elemento de la vida diaria, a través de su incesantebombardeo de imágenes, palabras, imitaciones de otras cultu-ras, modismos, formas de vestir e incluso, mediante la confor-
Luis Garzón
mación de estereotipos de cómo deben ser las personas.
Source: http://www.reneavilesfabila.com.mx/universodeelbuho/105/06_arca.pdf
ACUPUNCTURE AND TENNIS ELBOW About tennis elbow Tennis elbow (lateral epicondylitis) is characterised by pain and tenderness over the lateral epicondyle of the humerus. In the UK, the annual incidence of lateral elbow pain in general practice is around 4/1000 to 7/1000 people.(Hamilton 1986) It is most common in people aged between 40 and 50 years (Allander 1974); for example, the incidence is as much as 10% in women aged 42 to 46 years.(Chard 1989; Verhaar 1994)
FOCUS ON CLINICAL ELECTROPHORESIS: Progress Report as of October 2005 THERAPEUTIC UP-DATING ON BLOOD DISEASES MANAGEMENT OF MONOCLONAL GAMMAPATHIES Assessment of Monoclonal Gammapathies COMPARATIVE ECONOMIC COSTS CELLOGEL: what is it and how is it used? The use of Cellogel EQUIPMENT FOR ELECTROPHORESIS ON CELLOGEL Electrophoretic tank for Cellogel Bridges for Cellogel tank